Solo es un sueño, observe mi mano esperando ver sangre.
|Ciel|
-¿Está despierto?_ Sebastian recorría las cortinas.
-Si, tuve un sueño... extraño, ¿planes para hoy?_
-Ninguno, Bochan_
-Bajemos, tengo hambre_
(...)
Las invitadas se encontraban sentadas en la mesa. Los sirvientes comenzaron a dejar platillos frente a ellas y a duras penas intentaban comer. Supuse que eran las demonios.
-Sebastian_
-¿Si, Bochan?_
-Ve a buscarla..._ hice referencia a ______.
-No es necesario, ya me encuentro aquí_ escuche a mi lado su voz.
-¿Me escuchaste?_ no le di la vuelta.
-Si..._ el ambiente siguió normal.
-Siéntate_ le dije.
-No_
-No comas, solo siéntate_ deje de lado los cubiertos.
-No_
Me puse de pie y con un movimiento de cabeza me despedí de los presentes en la mesa.
Me detuve antes de subir las escaleras.
-_______, ¿por qué estás siguiéndome?_
Levante la vista y la encontré sentada en lo más alto de las escaleras.
-El contrato se activo, ahora debo permanecer a tu lado en todo momento_ cruzo sus piernas.
Subí las escaleras y sentí su mirada sobre mí en todo momento.
|Fin Ciel|
Dedique mi tarde a seguir los pasos de Ciel. Desde el jardín hasta su habitacion, un vaso con agua en la cocina y aperitivos con té en su despacho. En la última parada Sebastian se nos unió después de haber terminado sus deberes, llego con dulces y yo observaba todo desde la silla en frente del escritorio.
-Bochan, hay una carta para usted_ dejó los aperitivos sobre el escritorio, sirvió una taza de té que colocó a su derecha y la carta frente a él.
Ciel dio un elegante sorbo a la taza y después prosiguió con la tarea de abrir la carta con sumo cuidado. Después de leerla, su expresión cambió radicalmente y se llevó un dulce a la boca con total frustración.
-No iré_ se llevo otro dulce a la boca y recargo su cabeza sobre su mano.
-Bochan, no puede rechazar una invitación sin razón alguna_
-No pienso ir_
-¿Qué es lo que estás evitando?_ me estiré y le arrebate la carta.
Intentó tenerla de regreso hasta que finalmente se rindió. Leí con rapidez la carta y observe a Ciel con otro dulce en camino a su boca.
-Oh, Phantomhive, ¿por qué no vas?_ me burle.
-No..._ desvío la mirada.
-Bochan_ lo reprendió Sebastian.
Alejó los dulces de su Amo ante la clara muestra de frustración que estaba llenando el ambiente.
-¡No!, ya sé cómo será todo..._
-Madam Red le ha enviado la invitación, como su sobrino lo adecuado es asistir_
-Bien..._ suspiro.
-Entonces, debe arreglarse_
-Ella debería aprender que las invitaciones deben ser enviadas con un margen de anticipación_ se puso de pie y tomo un último dulce del plato que sostenía Sebastian.
(...)
Ciel y Sebastian se marcharon, en el carruaje. Debería estar al lado de Ciel, solo por esta vez acordamos que Sebastián lo acompañaría.
Igual mi cabello seguía siendo muy llamativo, eso aseguró Ciel.
Aquello que estaba mal dentro de mi provocó el aumento de mi mal temperamento. Evite a las invitadas de Ciel todo lo que pude, pero sus presencias están en mis sentidos en todo momento.
Dirigí mis pasos al jardín. Alguien se aproximaba a gran velocidad, lo suficientemente poderoso como para pasar mi barrera.
La barrera en los terrenos de la mansión, sí alguien la cruza puedo sentirlo de inmediato.
El hecho de tener mi espada en todo momento me permitiría atacar de inmediato si era necesario.
La presencia siguió avanzando y entre más cerca estaba aquella se triplicó. Tres chicos aparecieron frente a mi.
-¿Quién eres?_ uno de ellos me dirigió la palabra mientras sonreía.
-¿Quiénes son ustedes?_ mire mi espada y luego a ellos.
-No necesitas saber_ dijo otro.
-Ya escuche eso antes, ¿quiénes son ustedes?_ exigí.
-Veras, estamos buscando a unas chicas_
-Y a el dueño de esta mansión_
-Ya han venido a buscarlo antes_ los observe.
Comenzaron a caminar y retrocedí unos pasos con la espada en mano.
-No puedo dejarlos pasar_
-No necesitamos tu permiso, linda_
Volvieron a emprender el camino hacia la mansión. Suspiré, con la espada en mano la levante, apunte hacia ellos, uno por uno, se detuvieron y finalmente encaje la espada en el suelo del jardín, una onda se sintió y un sutil brillo irradiaba de su hoja.
-Una barrera_ dijo uno.
-Así que tú fuiste la que colocó esa barrera que cruzamos_
A mí espalda sentí más presencias, las visitas de Ciel se colocaron a mis lados, la barrera nos separaba de ellos. Mi espada protegía a toda la mansión.
Debany: ¿Qué están haciendo aquí?_
Kira: No sentimos su presencia_
-Es tal y como suponíamos..._ uno de ellos habló.
-El jefe nos mando a buscarlas_
-Estaríamos evitando eso si hubieran vuelto con el chico_
Debany: No lo conseguimos_
Yukky: Por eso no podíamos volver_
Yuno: Si volvíamos con las manos vacías..._
Janet: Moriríamos..._
Kira: El no dudaría en matarnos_
-Puede que tengan razón__
-Lo han puesto mas furioso al no regresar_
-Ya es demasiado tarde_
Debany: ¡No volveremos!, ya no pensamos trabajar para ese lunático_
-¡Maldita!, ¿cómo te atreves a faltarle al respeto?_ se dispuso a atacarla.
-¡Thompson detente!_ se detuvo en seco.
-Hay una barrera, idiota_
-Tenemos órdenes_
-Tenemos que cumplir con las órdenes del Amo_
La tensión lleno el ambiente y yo me mantuve alerta y en silencio.
-Nos pudimos haber ahorrado todo esto si hubieran cumplido con su trabajo_
Kira: Vinieron a deshacerse de nosotras_
Janet: No pierdan su tiempo_
Debany: Siempre supe que un día moriría, elegí esto y aquí estoy_
-Es bueno que comiencen a entrar en razón_ acomodo su flequillo.
-Cantebury, haz los honores_
-Si..._ se acercó a la barrera.
-Hora de terminar con esto..._ dos de ellos sonrieron.
El chico de mirada seria intento pasar la barrera, una, dos, tres veces. Nada cambió.
-¿Por qué pudimos pasar la barrera y esta no?_
-Fueron capaces de pasar mi barrera porque son fuertes, solo era una muestra de mi poder, es una manera de alertarme de los intrusos, esta barrera es diferente_
-Si no vas a dejarnos tocar a las chicas hagamos un trato_
-Nos iremos de aquí_
-Y buscaremos al Conde_
Dijeron los tres, uno seguido del otro explicando la situación.
Debany: Eso no es posible_
-Tienes que cooperar_ le dijo uno de ellos.
Debany: Es lo que estoy haciendo_
-Su amiga las protege, no podemos tocarlas, igual iremos tras el Conde_
-El jefe no se rendirá_
-No podemos perder más tiempo, el jefe terminara enviándolo a él y se encargará de ustedes y de su amiga_
Yukky: Chicos, ya no tienen que trabajar para el, ya no tienen que temerle, pueden quedarse aquí, el Conde entenderá, lo se_
Debany: Yukky, detente_
Yukky: El Conde tiene dos demonios poderosos cuidándolo, no podrán acercársele, si regresan con las manos vacías el jefe los castigará_
-Nos matará_ dijeron al unísono.
La mirada de los tres chicos se lleno de duda, las palabras de la chica habían llegado a causarles un gran impacto. Intervine antes de que las cosas cambiaran y estuvieran fuera de mi control.
-Me he estado preguntando, ¿quién es su jefe?_ los tres me miraron.
-¿Qué insinúas?_ hablo aquel llamado Thompsom.
-Un trueque, de eso hablo_
-¿Qué vales tu como para que le interese a nuestro Jefe?_ la mirada seria de aquel llamado Cantebury, me analizó de arriba a abajo.
-Más de lo que puedas imaginar, pero no estoy hablando de ir con ustedes_
-¿Eso de que nos sirve?_ Timber habló con arrogancia.
-Una prueba es lo que necesita su jefe_ camine y me puse frente a ellos sin cruzar la barrera.
-Danos pruebas..._
Di un golpe en el suelo y una vestimenta cubrió mi cuerpo, mi espada se encontraba haciendo su trabajo como medio de protección utilizando su poder como una poderosa barrera. Una Katana, se hizo presente en mi mano izquierda, una espada mucho más larga de lo que suelo usar.
Cruce la barrera sin ningún problema, como si no estuviera ahí, levante la Katana y apunte al primer chico frente a mí, Thompsom.
-No te muevas_ le dije y parecía dudar.
-No confío en ti_ me dijo.
-Haces lo correcto muchacho_ moví uno de mis pies hacia adelante y me deslicé, la punta de la Katana tocó su brazo, ni siquiera entro, no hubo herida.
En su brazo izquierdo un brillo se dejó ver al compás de la aparición de una marca de tamaño medio, trazos carmesí traspasaron su vestimenta dejando a la vista aquella marca que me representaba.
-En cuanto tu jefe vea esa marca, te aseguro, que no se atreverá a ponerles un dedo encima_
Repetí la acción en los dos chicos faltantes y proseguí con el espectáculo que había tenido tiempo de armar en mi cabeza.
Invocaría una bestia. Demonios con experiencia o con gran poder son los que pueden invocarlas.
Representan una parte de ellos, se dice que son la forma de su corazón en ciertos casos. Un dragón parecía lo más digno para la realeza, es por eso que la marca en el brazo de Ciel sea tan larga y llamativa.
-RAKNAROK..._ susurre.
Energía oscura era lo que abundaba en el ambiente después de pronunciar aquellas palabras. Después de que el aura negra que se había acumulado comenzará a tomar la forma de aquel Dragon que había invocado los tres chicos se limitaron a observar la escena incrédulos a lo que sucedía.
-No puede ser..._ Thompsom fue el primero en hablar.
Dirigió su mirada hacia mí como si acabara de encontrar un enorme tesoro.
-Ya no necesitas mas pruebas_ camine hacia la espada que se encontraba creando la barrera.
-Tu, eres..._ hablo Cantebury, retire la espada del suelo y la barrera se esfumó.
Clave mis ojos en los suyos y lleve mi dedo a mi boca indicándole que guardara silencio.
-Ve con tu jefe..._
Se limitaron a asentir, les dedicaron unas miradas a las chicas y se marcharon a toda velocidad. Su presencia desapareció en segundos, un desastre evitado.
Dirigí mi vista hacia atrás encontrándome con las chicas observando al Dragon como si solo fuera una ilusión.
Poco a poco se acercaron a mirar.
Janet: Sorprendente..._
Kira: ¿Qué te parece?..._
Janet: Tuvimos la oportunidad de conocer a uno de los doce dragones mitológicos..._
Kira: Y al más importante y peligroso_
Yukky: ¿Cómo lo encontraste?_
La Katana desapareció y observe la bestia que estaba frente a mí.
-Puedo decir que siempre estuvo conmigo, desde siempre. Poco a poco nos unimos. Tengo un contrato con el desde que nací, al igual que otros once demonios que lo tuvieron con anterioridad en el pasado; posiblemente, al ser solo uno de los doce dragones mitológicos, solo haya tres dragones con un contrato actualmente_
Acaricie el lomo del dragón y seguí hablando.
-Una vez que muere el contratista el dragón espera al demonio que cumpla con sus espectativas. RAKNAROK me eligió a mi..._
Siguieron observando. Y sentí una presencia bastante conocida.
-_______, ¿tienes algún otro secreto?..._
-Regresaste, Phantomhive_ me di la vuelta sin despegarme de mi gran amigo.
-Si, me gustaría una explicación sobre el porque hay un enorme dragón en mi jardín..._
Después de lo que parecieron minutos, quedamos él y yo en el jardín junto con la bestia que albergaba gran parte de este.
Ciel mantuvo su distancia. Comencé a explicarle lo sucedido con los visitantes inesperados y la conexión que tenían con sus peculiares invitadas. Después proseguí a contarle sobre RAKNAROK, sobre la marca en su brazo y la gran conexión que tenían, entre otras cosas.
-Entonces, representa la marca en mi brazo_ lo señaló.
-Por eso es tan larga_
-Un dragón mitológico_
-RAKNAROK. uno de los doce dragones mitológicos_
-¿Tu le pusiste ese nombre?_ se acercó más.
-No, siempre lo ha tenido_
-¿Nunca pensaste en cambiárselo?_
-Por más que intentará llamarlo por otro nombre, no funcionaba; después descubrí lo que significaba su nombre, y supe el porque me eligió, tiene sentido_
-¿Qué significa su nombre?_
-Estás muy curioso hoy Phantomhive_ levante una ceja.
-Tengo mis razones, hay un dragón en mi jardín_ hizo un ademán con las manos y se cruzó de brazos.
-Buen punto_
-¿Me dirás que significa su nombre?_
-No es nada bueno_
-No importa lo que sea..._
Lo analice con la mirad antes de dirigir mi visita hacia el Dragon que se había convertido en una parte importante de mi pasado.
-RAKNAROK... la batalla final entre dioses y mortales, el fin del mundo_
Hola Mis Neko
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