Todo fue un mal entendido.
•
•
•
Abro la puerta, pero no veo a jess. Él que está enfrente de mi, es el hombre que hace que mis piernas me tiemblen cada que lo veo.
—¿Marcus?.—Frunso el seño—. ¿Qué haces aquí?.— me llega un olor a trago—. ¿Estabas tomando?.
—¿Me puedes dejar pasar?,— su voz a penas se escucha y se entiende. Me hago un lado para que pueda pasar, de pronto marcus cae al piso hincado—.
—¡Marcus!— ayudo a pararse. Pongo su brazo al rededor de mi cuello y lo ayudo a pararse, pero no lo logro. Éste hombre pesa—. ¡Marcus ayúdame, no puedo pararte!.
—Estoy ebrio, no puedo ayudarte— hace una sonrisita—.
—¡Ya se!. Pero minino ayúdame, ¿Qué bebiste?. A la cuenta de tres, haz lo posible para pararte.— de nuevo hago que se apoye en mí—. Una, dos y tres—, por fin se para, se tambalea conmigo—.
—Rachel, ¿donde has estado?. Todo la semana he extrañado tu cuerpo.
—Marcus, te dejaré en el sillón— ayudo a sentarse en el sillón, marcus solo se avienta—. Te quitaré el saco y la corbata para que te sientas más cómodo.
—Rachel.— Lo ignoro—.
Ayudo a quitarse su caso y lo dejo a un lado, quito su corbata pero antes de quitarla por completo, sostiene mi mano con fuerza.
—Rachel, necesito que me veas a los ojos.
—Lo único que necesitas es una taza de café bien cargada, estás muy ebrio. ¿No entiendo como llegaste hasta acá?. Ya se que haré, marcare a tu casa para que te lleven— quito sus manos de la mía, pero unos segundos después me sienta en su regaso—.
—Deja de decir estupideces. No me quiero ir a ningun lado, ¡Quiero estar contigo!. Te necesito, necesito todo de ti.
—Marcus, no sabes lo que dices, estas ebrio. Mañana hablamos con más calma.
—¡No!. No sabes cuanta rabia me da que no estés conmigo y que estés con otro. Déjame explicarte lo de esta mañana, por favor.
—No hay nada nada explicar, lo vi todo con mis propios ojos. Marcus, ella te corresponde. Deja esa loca idea que por estar conmigo en la cama, ella te olvidara. Solo hay que olvidar todo, hacemos como si no pasó nada.
—Victoria no es para mí. Sólo déjame explicarte, necesito que me escuches y entiendas todo, por favor.
—bien, pero eso no se quitara la idea de que ella será la mujer que estará contigo en el altar. James, tú padre, tú madre y Victoria saben que tu serás su esposo.
—Deja de decir eso por favor, solo escúchame. Cuando amy colgó, estaba solo en el oficina. Y entró Victoria, pensé que era para quedar de acuerdo sobre unos asuntos de la empresa, pero solo era para seducirme y para que me acostara con ella. Se sentó en mi regaso, empezó a besar mi cuello, a besarme. Y en eso, te vi. Te imagine, estaba alucinando que eras Victoria, te necesitaba. quería tenerte, no podía seguir sin ti, toda la semana que no te he visto completamente, me sentía vacío, sentía que un pedazo me faltaba. Cuando mi alucinación se acabó, ya tenía victoria en el mueble, casi desnuda. En eso te escuché y te vi parada en la puerta, tenias ganas de llorar.
—Crees que me creeré ese cuento. Los vi a los dos, estaban casi desnudos. Yo te había dejado en claro sobre mis sentimientos hacia ti, pero algo que no he entendido es que tú nunca me verás como una chica que esta enamorada de ti, solo le veras como juguete sexual. Estoy harta de eso, quiero que me veas como una chica, la chica que esta locamente enamorada de ti.
—Te voy a lástimar. A todas las personas que están a mi al rededor, siempre terminan lastimadas por mí. No quiero que te pase eso, entiéndeme, no quiero que llores por mí. Te mereces ser feliz, que ser lastimada por un hombre que no sabe amar.
Pongo mis dos manos en sus mejillas.— Yo te puedo enseñar a saber amar, dame esa oportunidad.
—No podrás hacerlo, nadie puede hacerlo. Marcus Hampson murió hace tiempo, ya no volverá hacer el mismo de antes.
—¡Por qué ella te llevó. ¡Ella te amo!. ¡Déjame hacerlo como lo hizo ella!. ¡Dame una oportunidad para hacerte feliz, no te pido más! Te necesito.— Marcus acerca su cara y me roba un beso—.
Este beso lo he extrañado mucho. me encanta el sabor a trago que hay en su aliento, sus besos son tan deliciosos. Me fascina de la manera que juega con mis labios y los lleva a el extremo. Lleva su mano atrás de mi cabeza, me acerca más a sus labios para hacer el beso más profundo y deseoso. Nuestras respiraciones están presentes, solo se escucha el sonido cuando nuestros labios se besan. Termina con un una mordida leve en mi labio inferior, deja si frente pegada a la mía.
—No quiero perderte, quédate a mi lado. Prometo cambiar, pero no puedo asegurarte que te haré feliz. Quiero ir lento.
Marcus Hampson, me acaba de dar una oportunidad. Estoy brincando de alegría, se que no es el hombre que más adelante me hará feliz, y si se que hay una barrera entre nosotros que impide poder gustarnos, pero romperé esa barrera para poder ser felices.
—Te deseo— lo miro a los ojos—. Quiero sentirte dentro de mí—Le robo un beso—.
Me sigue el beso. Trato de quitar su camisa, marcus acaricia mis nalgas como si estuvieran tocando algo delicado, las aprieta. Acarició su pecho musculoso. Me encanta la barba que rosa mis labios, me trae loca cuando se deja su barba.
—Espera.— Marcus frunce el seño. Hace gestos de asco—.
—¿Estás bien?.— No responde. Pone su mano en su boca y hace un sonido extraño—.¡Ven, vamos al baño!. No quiero que dejes mi sala con vomito.
Ayudo a pararse, todavía se sigue tambaleando. Lo llevo al baño de mi cuarto, se hinca enfrente de la taza del baño y saca todo lo que tiene en el estómago. Pone su mano en la pared y la otra la deja en su pecho.
—Traeré una toalla, para que te metas a bañar.
Voy a mi armario a buscar toallas, cuando regreso marcus seguía vomitando.
—¿Qué tanto tomaste?.
—Lo suficiente para no recordarte.— baja la manija—.
—Mejor mojare la toalla y te la pasaré en el pecho, estás muy pesado— bajo el asiento del inodoro y lo siento. Mojo la toalla, me hincó para poder limpiar su pecho musculoso—.
—¿Por qué haces esto?— me detiene—. No merezco esto, menos de ti.
—Estoy devolviendo el favor, recuerda que fui un peso para ti cuando estaba ebria.— continuó limpiando sus pectorales. Estoy tan concentrada, de repente siento un beso en mi frente—.
—Siempre serás mi Rachel— alzó mi mirada—. Mi Rachel, pero tan frágil.
—Vamos a la cama— dejo la toalla a un lado y llevo a marcus a mi cama. Dejo que se acueste y lo acomodo—.
—Quédate conmigo, no podré dormir si no estas a mi lado.— agarra mi mano y me guía hasta el, quedando en su regaso—. Quítate esto— me quita la bata. Solo estoy en bragas y con una blusa de tirantes. Agradezco que hoy tengo puesto bragas son de encaje—. Me fascina verte así, es una lastima que estoy ebrio y no pueda hacer nada.
—Eres más cariñoso y sexi estando ebrio.— pellizco su nariz—.
—Basta, mi señorita rachel. Estas abusando de mí por que estoy ebrio. Pero créeme que todo lo que te he dicho es de verdad.
—Te creo, los niños y los borrachos dicen la verdad. ¿Sabes?. Siempre soñé tenerte en mi cama, abrazados y disfrutando de una hermosa noche, darte besitos, poder sentir tu calor.
—Deseo concedido.— agarra mi cintura y en movimiento me tiene en sus brazos—.
—¿Qué haces?.
—Querías esto. Así que te lo estoy cumpliendo, estamos acostados y abrazados.
—Mi sr. Trajes bonitos.— termino de darle un beso—.
—Ahora a dormir, descansa.
¿Esto es un sueño?. No lo sé, pero de algo estoy seguro es que este momento lo estoy disfrutando, cada segundo. Mi sueño se hizo realidad, marcus está durmiendo alado mío y abrazados, sin nada de sexo. Estoy emocionada, quiero gritar de alegría. Gritar que el chico que me gusta esta conmigo.
Marcus ya está durmiendo, me quedaría toda la mañana viendo su hermoso rostro, se ve como un dios durmiendo. Sus labios tan finos y exquisitos. Acarició su mejilla, me raspa su barba. Pero me encanta acariciarlo.
●
—¡Que mierda es esto!— un grito me despierta. Esa voz la conozco—. ¡Rachel que haces con un hombre en la cama!.— Marcus solo se tapaba los ojos por la luz—. ¡¿Es tu jefe?!.
—Sshh. baja la voz que los vecinos se van a enterar, salte de mi cuarto. ¡Ahora!.
—Espero una explicación, te estaré esperando en la sala.— estrella la puerta—.
—Perdón por el escándalo. Pensé que regresaría más tarde.
—Él que se debe de disculpar soy yo, perdón por hacerte tanto esfuerzo.— se toca la cabeza—. Creo que ya me debo ir, tu hermana te va a matar.
—¿Recuerdas lo que pasó a noche?.— Marcus se sube arriba de mí—.
—Recuerdo que pude besar y sentir esa aroma que me trae loco.— me da un beso chiquito—. Esa chica que me vuelve loco en la cama, y esta en frente de mí.
—Pensé que no recordarias nada.— sonrio—. ¿estoy soñando?.
—Sí. Ahí estoy yo, dándote besos.— estábamos a punto de darnos un beso y suena su teléfono. Busca su celular y contesta—.
—¿Hola?. Llegare un poco tarde, así que termina de dar la últimas invitaciones a los empresarios importantes. Te veo en un rato— cuelga—.
—Es victoria, pero no pongas esa cara. ¿Te iras conmigo?.
—Sí, solo deja y hablo con mi hermana y me alisto para irnos.
Marcus se arregla, yo por mientras voy a sala a explicarle que jess.
—¿Me explicaras que hace marcus Hampson en tu cuarto?.
—Necesito que te relajes, te explicare más tarde. Es difícil de explicar todo, solo necesito que me entiendas.
—¿Entenderte?. ¡Me has estado ocultando que sales con el!. Y dices que me calme.
—No estoy saliendo con el, bueno, apenas se esta arreglando las cosas.
—¡¿Le estás poniendo los cuernos a james?!. Rachel tan bajo has caído.
—¡Shh!. Baja la voz.— pongo mi mano en su boca—.
—¡No voy a bajar la voz!. De verdad te desconozco, Rachel, tu no eres así. Estas saliendo con dos hombres a la vez, ¿Quieres que te aplauda? Y diga "¡Wow!. ¡Excelente hermanita te estas cogiendo a dos hombres, tu muy bien"!.
—A ver, ya. No ando con James, es un simple amigo. Es lo único que te puedo decir, te explicare todo luego. Me iré a cambiar, desayuna algo.— beso su frente—. Te amo.
—Está bien, pero me explicas todo.
Entro al cuarto y marcus ya se había terminado de cambiar.
—Creo que no le caí bien a tu hermana.
—No, es solo que no sabe nada. Prefiero contarle luego.
—Está bien, te espero en mi coche.— asiente—.
Llegamos a la mansión. Marcus se fue a duchar, yo por mientras levanto a amy. La termino de arreglar y la llevo a la cocina.
—¡Hola Teresa!— dice amy—.
—Hola muñeca, aquí están un deliciosos hot cakes con avena.
—Gracias teresa.— siento a amy en la mesa para que pueda desayunar—.
—Teresa, ¿Puedes preparar algo para la resaca?.
—Claro que sí. Deja adivinó, es para el señor marcus, ¿verdad?.
—Sí. Ese hombre se la vive tomando.
Toco la puerta de su despachó y me permite entrar. En mis manos llevo una bandeja con un desayuno para marcus.
—No te debiste molestar, solo hubieras traído un pastilla para la resaca.
—Tienes que ir bien representable a tú trabajo.— dejo la bandeja en el escritorio—. Desayuna algo, te veo en la noche.
—Está bien, sexi. Antes de que te vayas, se me olvidó decirte algo. Tu braga te quedaba excelente, debes de traer más seguido ese tipo de braga.
—Pensé que estabas tan ebrio, pero veo que no. Hasta recuerdas la textura que tenia mis bragas. Señor sexi.
—Deja de provocarme— alza su ceja
—.
—Es imposible, pero mejor me retiro por que tengo cosas que hacer.
●
Viernes, por fin viernes. Todo la semana he feliz, marcus solo he tocado una vez y eso fue por que lo provoque, lo hicimos en el cocina. Ya no aguanto aguantabamos las ganas de tener sexo, lo quería y lo necesitaba ese día. Ayer por la noche me dejó en casa, y le conté que james me vendría a buscar para poder ir a el evento, por casi le da algo por que no estaba de acuerdo que james me pasara buscar.
Hace un rato me mandó un mensaje diciendo que moría por verme con el vestido, pero se que cuando me vea le encantará y a la vez no. Estoy ansiosa por la sorpresa que me tiene, según el, me sito en el jardín de la casa de su padre para ofrecerme una propuesta. Pero necesito saber más de él, no se bien sobre su historia, así que yo también tengo cosas que decirle.
Me estoy dando los últimos retoques, por fin termino de arreglarme y me veo fabulosa.
—Mamá estuviera feliz de verte así de vestida— jess aparece atrás de mí—. Siempre deseo verte con un buen vestido.
—Lo sé, pero ya basta las lágrimas.— suena el timbre—. Ve abrirle a james, en seguida voy.
Busco mi bolso y me doy una última mirada en el espejo. Salgo de mi cuarto y james se queda boca abierta.
—Se supone que las princesas están en los cuentos, pero se escapo una.
—Gracias por el alago james. Muchas gracias por este vestido, no se como agradecerte.
—Con esta noche, es suficiente. Pero permitame llevarte hasta mi coche.
—Jess me tengo que ir, te veo luego. Si quieres sal y divertirtete.
—Gracias hermanita, te vez tan sexy en ese vestido.
Llegamos a otra mansión, habían fotógrafos fuera de la casa, nombrando a cada uno. Cuando me vieron con James, todos se preguntaban si era su novia, amante, comprometida, etc. Pero james nunca respondió. El evento es atrás de la casa, en un jardín enorme. Hay muchas mesas por allá y por acá, todo está adornado.
Busco con mi mirada a marcus, pero no lo veo en ninguna parte. Se supone que el ya debería de estar acá. No quiero pensar mal, pero se que esta con esa zorra, confío en marcus, pero en ella no.
—Rachel, ¿Quieres algo de tomar?.
—Quiero un poco de vino, tiene siglos que no he probado uno.
—Quédate aquí, ahora regreso. Espero y no te roben, es que de verdad te vez fabulosa.— reímos. James va en busca del vino—.
Suspiro. La ceremonia se nota que le invirtieron mucho. Pero quien soy yo para juzgar, es la empresa que el señor marcos construyó se merece muchas cosas, porque gracias a eso han ayudado a muchas familias, alumnos, niños huérfanos, ayudarlos a tener un mejor futuro.
Esa mirada que me derrite, esta haciendo contacto visual conmigo. Me señala con la cara para que lo siga. Miro si james viene, pero todavía no. Así que aprovecho las distracción y corro atrás de él.
Entro a la casa, también por dentro es grande. Se nota que esta familia nunca se quedará pobre. Subo las escaleras y pierdo a marcus, de pronto siento que me agarran de la mano y me arrastran a un cuarto oscuro, solo entra la luz de la luna.
—¿Qué haces?— pregunto—.
—Te robaste mi mirada desde que llegaste, muñeca—me sube a horcajadas en el. Enrollo mis piernas en su cintura—. Que deliciosa hueles, echo de menos ese cuerpo.
—Solo han pasado dos días que no lo tocas— sonrió cerca de sus labios—.
—Se me hace una eternidad. Voy a marcar territorio— siento su mano en mi braga, y me lo arranca en un abrir y cerrar de ojo—. .
—¡Que estas haciendo!— lo miro con el seño fruncido—. ¡Estás loco!.
—Lo siento, pero espero con eso no hagas nada malo. No resistiré que estés alado de él.
—¡Podrías a verme dicho "se cuidadosa con el"!. No arrancarme mis bragas, me sentiré extraña.
—Se como son su tipo, así que mejor te las quite para que no hicieras nada malo— Me baja de su cintura—.
Traje esto— me da una caja de regalo, es un sobre—.
—¿Qué es?.
—Ábrelo.— habró el sobre y leo lo que dice—. El vuelo es mañana. Será unas vacaciones por una semana.
—¿Quieres que vaya contigo?. Pero si tu me dijiste que irá victoria, amy, tú madre y tu hermana.
—Pero faltó el toque final y esa persona eres tú. Esas vacaciones mi padre me la regalo, y te estoy dando ese obsequio. Una semana sin ti, no las aguantaría, menos si no esta la mujer que siempre llevo en mis sueños de cada noche.
¡FELIZ AÑO NUEVO! Les deseo lo mejor este 2022, no saben cuanta felicidad me causa ver que les gusta mi novela, estoy muy agradecida con ustedes. Les mando un enorme beso y abrazo. Espero y se la pasen super hoy, las quiero.
•
•
•
•