Tres días atrás...
Narra Calum
Caminaba hacia el hotel de Kiara para pasar un poco de tiempo con ella, pero la verdad era que no podía dejar de pensar en la clase de relación que _______ (Tn) pudiera tener con Ian y la razón por la que me mintió.
Cuando Kiara abrió su puerta me sonrío deslumbrante, así que me vi obligado a sonreírle de vuelta y olvidar todas las interrogantes que me inundaban.
—Pedí pizza. —me había dicho cuando cerró la puerta tras de ella.
Aunque no estaba de humor para comer sonreí, porque cualquier mal rato podía ser olvidado con un trozo de pizza en la mano y me alegraba que Kiara también lo sintiera así.
—Eso es increíble. —le respondí sentándome en una silla.
—¿No querías pizza? —me preguntó caminando hacia su cama y desplomándose en ella.
—No, para nada, solo es... la escuela.
Kiara asintió poco convencida, pero sin ninguna intención de volver a preguntar. Comenzaba a molestarme su actitud desinteresada, lo cual era absurdo, porque era lo que me había llamado la atención de ella en un principio.
—¿Cómo estuvo la salida con los chicos? —preguntó nuevamente mirándome.
—Estuvo bien. —le respondí sin interés de entrar en detalles.
Lo que había empezado como una salida tranquila de amigos se había convertido en un drama gigantesco. Aleisha llegando y desahogándose, Holly entrometiéndose en lo que no le importa y luego está Ian.
—¿Qué piensas de Ian? ¿Te agradó? —continuó como queriendo saber más. La miré un poco extrañado, era raro que ella quisiera saber más de algún tema en particular.
Ella me miraba con unos ojos atentos, pero al mismo tiempo relajados. No estaba seguro si estaba intentando ser buena novia o, simplemente, quería saber algo, pero sin que yo lo notara.
Y, volviendo a su pregunta ¿La verdad? Lo detesté.
—No lo sé, supongo que no congeniamos. —respondí restándole interés.
Sus ojos se entrecerraron y de un movimiento brusco se enderezó quedando sentada con sus piernas cruzadas.
—¿No? Pensé que realmente te agradaría. —dijo haciendo que yo pensara que lo dejaría hasta ahí, pero no fue así—. Es gracioso, pero claro, no se han podido comunicar bien.
—¿Y qué con eso? No me gustan los payasos.
Kiara entreabrió la boca ante mi respuesta y quise retractarme al instante. Ella tenía esa mirada intensa que jamás había visto en ella. En realidad, no sabía que la tenía.
—¿Qué fue eso? —me preguntó con un brillo de interés en sus ojos. Dios, estaba consiguiendo todo lo contrario de lo que realmente quería.
—¿Podemos dejar de hablar de él? Apenas lo conozco. No tiene sentido. —le dije cerrando los ojos agotados.
Me levanté de la silla en donde me había sentado y caminé hacia ella con la intención de besarla o, simplemente, abrazarla. Estaba cansado emocionalmente y solo necesitaba un poco de atención, comprensión, lo que fuera que los novios se daban.
Pero Kiara se corrió dejándome un espacio a su lado. Supongo que las parejas no siempre se entienden.
—Lo siento, solo que sé que para mi hermana sería importante si se llevaran bien. —se excusó dejando caer sus brazos.
Esas palabras causaron un efecto en mí y, entonces, era yo el que parecía interesado ahora.
—¿Por qué sería importante? —pregunté mirándola atento.
Kiara se encogió de hombros y respondió simplemente—: Ambos son importantes para ella.
Dicho eso se dio la vuelta y agarró su teléfono. Quise gritar de frustración, no era el maldito momento para que Kiara volviera a ser la desinteresada de siempre. Si hace un momento no podía cerrar la boca, ahora me respondería ella a mí.
—¿Hace cuánto se conocen? —pregunté en realidad queriendo saber hace cuánto salían.
—No hace mucho. Dos años. —respondió sin despegar la mirada de la pantalla, pero entonces sus ojos viajaron hacia mí y sonrío antes de decir—: ¿Por qué? ¿Tienes miedo que te quite tu lugar?
Me congelé en el momento en que sus palabras salieron. ¿Qué quería decir con eso? ¿Acaso... ella sabía más de lo que yo pensaba? Su rostro no mostraba enfado, lo cual era ilógico, porque de ser así cualquiera se enojaría por ocultar secretos, pero, de nuevo, Kiara es un caso diferente.
—Eso es ridículo. —respondí viendo que esperaba expectante una respuesta. Sentía que no estaba del todo convencida, entonces actué como el idiota de siempre—. Bueno, da igual, después se irá y volverá a su vida en Chile. Nada de esto será importante entonces.
Qué idiota, por favor, que alguien me haga parar.
—¡Dios, estás demasiado molesto! —gritó quedando de cuclillas en la cama mientras reía.
Todo lo contrario de la reacción que había esperado de ella. En vez de hartarse de mí por comportarme de una manera inmadura, parece estar disfrutando del espectáculo.
—Me da lo mismo con quien ______ (Tn) salga. —sigo hablando como si no me hubiera humillado lo suficiente—. Aunque sí me parece una tontería que me siga mintiendo.
—¿De qué hablas? —preguntó entrecerrando los ojos.
—De _______ (Tn) e Ian. —respondí con aparente desinterés y sin capacidad de controlar mi lengua—. Me da lo mismo que sean novios, solo esperaba que confiara en mi y me lo contara y no que siguiera negándomelo.
Kiara se apresura a hablar, pero en seguida sella sus labios y piensa antes de hablar.
—¿Por qué crees que te lo está negando? —preguntó con cuidado mientras se sentaba más cerca de mí.
—No lo sé, eso mismo me gustaría saber. Digo, todos saben, pero cada vez que la enfrento me lo niega. —le expliqué con frustración.
—¿Y en qué te afecta eso a ti? —insistió cautelosa.
—¿Es en serio? —le pregunté mirándola incrédulo. Cuando ella asintió terminó por cabrearme la situación—. Claro que me afecta. Estás tomando su parte, claro que lo harías. Ni siquiera debería estar hablando de esto contigo.
Me levanté rápidamente de la cama y tomé mi chaqueta que había dejado en la silla. Antes de que llegara a la puerta la voz de Kiara me detuvo.
—¡Estás exagerando!
Si Kiara pensaba que con eso me calmaría, pues entonces estaba muy equivocada. Me voleé para encararla y con la rabia hirviendo en mi cuerpo le di rienda suelta a mi lengua.
—¿Exagerando? ¡Claro que no! Maldición. Tuvo que haberme dicho. ¿Por qué no me dijo? —le pregunté caminando más cerca de Kiara, pero ella no me respondió como tampoco se movió—. Pero, claro, luego se las da de señorita moral diciendo que no puede besarme si tengo novia, pero no tuvo ningún problema en besarme estando con Ian.
Me tomé la cabeza con desesperación sintiendo todos mis pensamientos invadirme de nuevo. La idea de venir con Kiara era evitar que eso pasara, pero terminó provocando algo peor.
Cuando alzo mi mirada hacia ella nuevamente se encuentra con la boca abierta. Juntó mis cejas confundido, entonces ella habla.
—¿Mi hermanita y tú se besaron?
Quise golpearme mentalmente y supe que había arruinado todo. Esperé que me arrojara algo, por la personalidad de Kiara no me habría sorprendido, lo que sí me sorprendió fue su siguiente reacción.
—¡Oh, dios mío! Y la muy desgraciada no me dijo nada.
No entendí lo que dijo, porque fue en otro idioma. Se dejó caer en la cama mientras seguía sorprendida y con una sonrisa en el rostro. Eso era demasiado raro.
—Fue antes que nosotros...
—Sí, sí, como sea. —me calló haciéndome un gesto con la mano para que me acercara a ella—. Entonces, ¿te molesta que no te haya contado porque tú también te crees el señor moral? ¿O es porque no quieres que esté en una relación con algún chico?
—Eso es una tontería.
—¿Lo es? —me contraatacó—. Porque te molestaba Connor, ahora Ian... Todos aquellos que parecen interesados en ella parecen ser un problema para ti.
La miré asustado por sus conclusiones ¿acaso era así? Pensé que su rostro me demostraría celos, molestia, cualquier cosa, pero en vez de eso parecía particularmente interesada.
—Mira, es mi mejor amiga. —comencé intentando ordenar mis pensamientos—. Todos a mi alrededor hacen comentarios de ella e Ian y pues cuando voy con ella solo me dice que es mentira. ¿Cómo me puedo sentir?
—Molesto, aparentemente. —respondió diciendo la última palabra tan bajo que no pude oírla.
—Solo me gustaría sentir que no hay secretos entre nosotros y entender por qué querría mentirme. —finalizo sintiéndome triste.
—Bueno, para tu información y tranquilidad, los únicos secretos que parecen haber son entre nosotros. —dijo haciendo que yo la mirara queriendo entender—. ______ (Tn) e Ian son amigos, nada más. Los molesto, porque así somos las hermanas mayores, pero algo entre ellos es imposible y asqueroso de imaginar.
—¿No son novios? —pregunté haciendo que ella negara—. ¿Exnovios?
—Solo amigos, Calum, ahora deja de comportarte como un idiota. —me respondió pegándome en el brazo—. Mira que mi hermanita parece más feliz que nunca acá, pero desde que ustedes están raros... ella ya no parece feliz y no lo voy a permitir.
Sonreí y asentí, entonces recordé un gran detalle.
—Lamento que esto haya salido así. —dije refiriéndome a mi confesión.
—Tranquilo, entiendo. Pasó antes. —dijo relajada mientras se acomodaba en la cama.
Sonreí complacido de que ella me entendiera. Supongo que eso era lo que llamaban una relación madura, nunca había tenido una. Quizá era gracias a Kiara, que ella actuara de la forma en la que lo hacía provocaba que nuestra relación fuera... tranquila.
De repente el timbre sonó de la habitación y caminé seguro de que debía ser la pizza. Entonces la voz de Kiara resonó en la habitación de nuevo.
—¿Calum? —la miré antes de que pudiera abrir la puerta—. ¿La quieres?
Mi sonrisa se borró al instante. ¿Por qué me preguntaba eso? Jamás me había puesto a pensarlo, pero no debía ser raro que sintiera que sí, ¿verdad? Los amigos se quieren.
Nunca entendí por qué sentí la necesidad de responder lo que le respondí, pero supongo que lo entendería después.
—Como amiga.
Kiara me miró pensativa, asintió y sonrió. Luego de eso todo lo que importó fue la deliciosa pizza que disfrutamos.
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*Capítulo bonus (nuevo)*