El sol de QishanWen☀️

By pilar_celestial_

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Wei Wuxian o ahora conocido como "La nueva Madam Wen" pone en orden a todo el mundo de la cultivación. More

Capítulo 1: Sin remordimientos
Capítulo 2: Conflicto Interno
Capítulo 3: Nunca es suficiente
Capítulo 4: Nunca es suficiente parte 2
Capítulo 6: Rojo
Capítulo 7: Con dos a la vez
Capítulo 8: Con dos a la vez Pt.2
Capítulo 9: Arrepentimiento
Capítulo 10: Pequeño gran poder
Capítulo 11: Una jarra de vinagre ¿O dos?
Capítulo 12: A-Niang
Capítulo 13: El amuleto
Capítulo 14: La Carta
Capítulo 15: Yunmeng Jiang
Capítulo 16: El enamoramiento del Líder Wen
Capítulo 17: La decadencia del oro
Capítulo 18: Reflexiones
Capítulo 19: ¡Mi señora puedo explicarlo!
Capítulo 20: La resistencia es la clave
Capítulo 21: Divorcio
Capítulo 22: La palabra prohibida con "D"
Capítulo 23: Brote de energia
Capítulo 24: Madame Wen es Madame Wen
Capítulo 25: Ojos como el oro
Capítulo 26: ¡Celebración!
Capítulo 27: ¡Wen Ruohan esta desesperado!
Capitulo 28: Aguas termales
Capítulo 29: Amar la casa y su cuervo
Capítulo 30: Querida esposa
Capítulo 31: Una naranja
Capítulo 32: El sol brillara
Capítulo 33: El obsequio
Capítulo 34: Inocente
Capítulo 35: Todo es un mal recuerdo
Capítulo 36: Hambriento
Capítulo 37: Didi
Capítulo 38: ¡La cama no la compartiremos!
Capítulo 39: Madame Wen es la verdadera debilidad del Líder
Capítulo 40: Observar
Capítulo 41: Síntomas
Capítulo 42: Mi pequeña esposa está lejos de mí
Capítulo 43: La esposa traviesa fue atrapada
Capítulo 44: Dos Brotes
Capítulo 45: Jiang
Capítulo 46: Regreso a Yunmeng Jiang
Nota
Capítulo 47: El anillo
Capítulo 48: Testigos de un Banquete de Amor
Capítulo 49: Jiang Cheng se arrepiente.
Capítulo 50: Los herederos son unos desvergonzados
Capítulo 51: Brillar como el sol y la luna
N/A Nueva plataforma
Capítulo 52: El esposo proveerá.
Capítulo 53: La secta Wen tiene sus habilidades.
Capítulo 54: Redención.
Capítulo 55: La fortaleza de Qishan Wen
Capítulo 56: El quemador de incienso
Capítulo 57: Wen Ruohan tiene las manos inquietas

Capítulo 5: Pequeños soles

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By pilar_celestial_

—Wei Ying ponte de rodillas— comando el líder con voz grave.

A lo que Wei Wuxian inmediatamente obedeció poniéndose a los pies del Wen —Mi señor, no seas tan rudo hoy, mis caderas aun duelen, y estoy todo hinchado— hablo Wei Ying ya de rodillas.

—A-Ying abre la boca— exigió el líder ignorando a propósito lo que dijo su esposa, no se molestó en quitarse las túnicas y solo las movió a un lado para que no interpongan en el camino, y se bajó los pantalones, tomando ahora su duro miembro entre sus manos acariciándose lentamente al ver que su A-Ying obedecía lo que había dicho.

Wen Ruohan se sentía muy bendecido en tener a Wei Ying como esposa.

—Mira esto...— dijo Wen Ruohan maravillado —Mi pequeña esposa es tan obediente.

No espero más y coloco su duro miembro en la boca húmeda y cálida de Wei Ying, tratando de que lo humedeciera en toda su longitud.

Pasaron varias horas, y la noche llegaba a su fin, para darle la bienvenida a la madrugada —A-Ying que le has hecho a este líder ¿Mhm? Este Líder nunca se cansa de tu cuerpo— preguntaba el Wen, aun embistiendo el débil cuerpo de su esposa que estaba de rodillas, con su cara contra la cama —A-Ying date la vuelta— dijo, para el mismo ayudar el tembloroso cuerpo de su señora a quedar de espaldas en la cama, y él colocarse entre sus piernas —¿Estás bien? — preguntó al ver aún la mirada perdida de Wei Ying con su rostro extremadamente rojo.

—B-Bien, estoy bien— titubeo.

—A-Ying, este esposo promete amarte todos los días de su vida. También follarte todos los días de tu vida— susurro esto último.

—¡A-Ruo! No lances cosas así de repente. Mi corazón no podrá con tanto, acaso quieres que me dé un ataque ¿Eso quieres?— soltó Madame Wen entre su respiración entrecortada.

—No, jamás. Solo déjame adorarte apropiadamente— dijo el Líder para luego besar la coronilla de su esposa, luego tomo su brazo derecho, acariciarlo con suavidad hasta llevar a su mano a sus labios, dándole un beso en ella.

Wei Ying se sonrojo.

—Aún después de nuestra boda jamás dejaste de ser todo un romántico Wen--gege— habló el nigromante, tomando entre su mano el rostro de su esposo, para que este se apegara más en ella, en un gesto o puro he íntimo entre ellos.

—Oh A-Xian, A-Xian, ya sabes lo que me provoca cada que me llamas así— dijo el Líder para proceder a tantear la entrada del de abajo.

—¡No! ¡Ya no más!

—¿Ya no? Pero si hace unos momentos me estabas diciendo que te diera más— expreso Wen Ruohan con fingida curiosidad.

—No... no dije, quiero decir... ¡¡Ayuda!!— grito.

—A-Ying repite como me llamaste— continuó el líder, tomando de la cintura a Wei Ying evitando que huya —Dime Gege— pidió con voz grave.

—Para qué demonios hable— murmuro Wei Ying.

Y así volvió a condenarse, esto tendría repercusiones en sus caderas cuando intentara moverse luego de despertar.

El sol casi salía en el cielo, cuando ambos cuerpos de los lideres desvergonzados cayeron en cansancio. Con un Wei Ying completamente derrotado boca abajo en la cama.

—A-Ying, podrás dormir todo lo que quieras este día, volveré en un par de semanas ¿Bien? — dijo acariciándole un mechón de su cabello, a su esposa, para luego colocárselo detrás de su oreja.

Una hermosa criatura parecida a un hada, con cabello oscuro parpadeaba pesadamente con los rastros de sueño aun poseyéndolo.

—Te extrañaré— Confesó en voz baja Wei Ying.

—También lo haré— respondió Wen Ruohan, susurrando mientras sus dedos seguían acariciando suavemente la columna vertebral de Wei Ying, buscando relajar su cuerpo tenso. A medida que sus dedos se movían con ternura, alcanzó su propia túnica y la colocó sobre Wei Ying para mantenerlo abrigado.

—Promete descansar...— continuó Wen Ruohan, susurrando en el oído de Wei Ying mientras sus dedos seguían recorriendo su espalda con cuidado. Luego, con una sonrisa traviesa, añadió —Porque cuando regrese, vendré a poner un bebé en tu vientre, si estás de acuerdo.

Wen Ruohan sonrió maliciosamente, acercando su rostro al de su esposa para depositar un beso en su mejilla y otro en sus labios aún hinchados por sus besos anteriores.

En el tranquilo ambiente de la habitación, la tenue luz de las velas proyectaba sombras danzantes en las paredes, creando una atmósfera íntima y cálida. Wei Ying, recostado en la cama, disfrutaba de la sensación reconfortante de las caricias de Wen Ruohan en su espalda desnuda.

—Esperare por ti y espero que me des cinco hijos— dijo Wei Ying, bromeando mientras sus ojos se cerraban lentamente, vencido por el sueño.

—Te daré cinco hijos entonces, recuerda tus palabras A-Ying— dijo Wei Ying, bromeando mientras sus ojos se cerraban lentamente, vencido por el sueño.

Para que hable...— se lamentaba Madame Wen.

Madame Wen, medio adormilada, solo pudo murmurar algo incomprensible antes de sucumbir completamente al sueño. Su respiración se volvió lenta y profunda, su cuerpo relajado y en paz. Mientras dormía, sintió una calidez en sus labios. El Líder Wen se inclinó y besó tiernamente sus labios en forma de despedida antes de levantarse silenciosamente.

Cuando Wei Ying despertó, ya era casi mediodía. La luz del sol se filtraba por las ventanas, llenando la habitación con un resplandor suave y dorado. Se encontró abrazando fuertemente la túnica de su esposo, el suave y fino tejido arrugado entre sus dedos.

"Seguramente hace mucho tiempo se marchó..." pensó para sí mismo, tratando de consolarse. "Desde hace mucho, no estábamos separados... incluso mucho antes de casarnos..."

Para evitar deprimirse, decidió levantarse y buscar algo de comida. Sentía un hambre voraz, y el peso de su vientre abultado por otras razones le recordaba que necesitaba nutrirse bien. Caminando lentamente por los pasillos de la secta, con la espalda adolorida, escuchó una acalorada discusión entre los hermanos Wen Chao y Wen Xu.

—¿Sigues molesto por eso?— preguntó Wen Chao, su tono lleno de incredulidad.

—Cállate y déjame solo— respondió Wen Xu secamente, claramente irritado, su voz cargada de determinación.

—Pero ¿Por qué te comportas así? ¡Sabes le diré a Wei Ying! — amenazó Wen Chao

—¡No le digas!— gritó Wen Xu, su voz llena de urgencia y preocupación.

Wei Ying, deteniéndose en seco, observó la escena con interés. Con una expresión mezcla de cansancio y curiosidad, decidió intervenir para entender qué estaba ocurriendo.

—¿No decirme qué?— preguntó, su voz suave pero firme mientras se acercaba a los hermanos.

Wen Chao y Wen Xu se quedaron en silencio al ver a Wei Ying, sus miradas culpables revelando que había algo importante en juego. Wen Xu, aún molesto, intentó explicar.

—Ah... solo estamos teniendo una pequeña discusión, nada serio— dijo Wen Chao aparentando calma.

Wei Ying arqueó una ceja, claramente no convencido por la explicación de Wen Chao. Su mirada se suavizó al ver la preocupación en los ojos de los pequeños.

—¡Tú!... ¡No debes escuchar a escondidas!— regaño Wen Xu

—Oh, solo iba por algo de comer y los encontré aquí, pero mejor... porque no vamos los tres a comer, y hablamos un rato ¿Les parece?— ofreció Wei Ying con una sonrisa.

—Si, vamos, vamos— habló Wen Chao casi arrastrando a su hermano aún malhumorado.

Ya sentados con platillos de comida frente a cada uno, Wei Wuxian decidió romper el silencio.

—Bueno, parece que algo los está molestando mucho. ¿Por qué no me cuentan de qué se trata? —sugirió, su tono más conciliador mientras los invitaba a hablar.

—¿Por qué ha de importarte? — escupió Wen Xu cruzando sus brazos.

—Ustedes son importantes para mi ¿Por qué no me preocuparía?— dijo Wei Ying, con suavidad.

—Ni siquiera somos tus hijos.

—¡¡Wen Xu!!— reprendió Wen Chao ante la actitud de su hermano mayor —¡¿Porque te comportas así?!

Wei Ying no se sintió ofendido —Se que no tenemos un vínculo de sangre y aunque su padre y yo estamos casados, tampoco es que me sienta obligado a tenerles apreció, ustedes son prometedores discípulos, los he visto entrenar en muchas ocasiones y he visto sus avances y lo talentosos que son ¡Y me han impresionado mucho! Y he visto el cariño que les tiene su padre y lo preciados que son para él.

—Wei Wuxian, eres un cursi— dijo Wen Chao viendo hacia otro lado para evitar que noten sus mejillas sonrojadas, fallando abismalmente.

—Oh Ayiaa ¡A-Chao esta sonrojado!— molestó Wei Ying, atrayendo al mencionado hacia sus brazos y apretándolo contra su pecho.

Wen Chao ya ni se trataba de alejar o detenerlo, ya acostumbrado a lo cariñoso que es "Madame Wen", se limitó a reírse mientras disfrutaba de estar en sus brazos.

Wen Xu suspiró, sabiendo que no podía ocultar nada a Wei Wuxian. Decidió sincerarse, esperando encontrar apoyo y comprensión.

—Es... sobre algo que pasó con padre. Siento que no hice lo suficiente, y eso me molesta. No quiero decepcionarlo.

Al escuchar hablar a Wen Xu, Wei Ying se recompuso en su asiento soltando a Wen Chao.

Wei Ying sonrió con ternura, abrazando a Wen Xu con cariño.

—¿Por qué dices eso?— preguntó Wei Ying —Mi querido A-Xu, no necesitas preocuparte por eso. Siempre das lo mejor de ti. Tu padre lo sabe, y está muy orgulloso de ti.

Wen Xu, sintiendo la sinceridad en las palabras de Wei Ying, también se relajó, dejando de lado su actitud desafiante.

—No me dejo acompañarlo a la cacería nocturna. ¡Y entrene muy duro para esa cacería, quería demostrarle lo mucho que he mejorado! Y no me dejo ir... no me cree capaz— confesó Wen Xu.

—Oh cariño, no entiendo por qué piensas eso, si tu padre te ha dejado la secta en tus manos.

—Eso no es cierto, tú eres su... esposa así que está en tus manos— confrontó Wen Xu

—Oh, bueno, piensa en la situación. Hace poco hubo un asedio en Qishan que iba dirigido a nuestra secta. Desde ese día, tu padre ha doblado la seguridad en todos los lugares. ¿Cómo crees que dejaría a su heredero ir a una cacería donde podría estar en peligro? Él no quiere que nada te pase y te dejó la secta para que la dirigieras. He sido testigo de tus clases y de todos los documentos que manejas y de lo natural que te sale manejarlo todo. ¿Por qué crees que yo tomaría el que es tu lugar? Si con todo eso tu padre indirectamente te ha dado mando sobre la secta. Estoy aquí para protegerlos por si sucede algo. Ustedes son los pequeños soles, así que los protegería con todo lo que tengo— dijo honestamente Wei Ying, provocando que el corazón de Wen Xu se ablandara por lo dicho, volviendo su rostro tratando de ocultar su sonrojo entre los brazos de Wei ying.

—Wen Xu, pensaba que tus futuros hijos serían su reemplazo— agregó Wen Chao.

—¡Wen Chao!— advirtió enojado Wen Xu.

—¡Aiya! Como crees. Tú eres el heredero de la secta, es tu derecho de nacimiento. No tengas prejuicios ¡eh!

—Realmente no es eso, solo que no había pensado que Padre me dejo aquí para protegerme— de lamento Wen Xu —Pensé que no confiaba en mí.

—Confía mucho en ustedes— dijo Wei Ying —Sé que serás un gran líder en el futuro.

—No sé si Padre estará orgulloso.

—¿Por qué dices?— Wei Ying le miro confundido.

—Las cosas que se supone que debe hacer un líder, no las puedo hacer

—¿Cosas como matar?

—Casarme— confesó el Wen como si esa simple palabra fuera una tortura para el.

—Oh... casarte... — siguió la corriente Wei Ying esperando continúe hablando.

—No deseó casarme, no me interesa el hecho de estar casado y aborrecía casarme por un simple compromiso o deber de la secta. Como seré un buen esposo si ni me siento bien con la idea de ser... un esposo por deber, pero por mi posición es necesario, así como también dar un heredero. No quiero que se repita la historia de... mi padre.

Wei Ying lo miró con comprensión, entendiendo la carga que Wen Xu sentía.

—A veces, el deber puede ser una carga pesada. Aun no es momento para que te desposes con alguien. Con respecto a lo del heredero... ¿Sabes que puedes adoptar no es así? Puedes encontrar una manera de cumplir con tus responsabilidades sin sacrificar tu felicidad personal. Y recuerda, siempre estaremos aquí para apoyarte, sea cual sea el camino que elijas.— dijo con una sonrisa Wei Ying.

Wen Xu asintió, sintiéndose un poco más aliviado. Aunque todavía tenía mucho en qué pensar, saber que contaba con el apoyo de Wei Ying y su familia le daba fuerzas para enfrentar cualquier desafío que se presentara.

—¿Estás de acuerdo con que un heredero de secta no quiera casarse? ¿Y que tenga hijos adoptados? Eso quebranta miles de años de tradición— preguntó un extrañado Wen Xu separándose del abrazo de Wei Ying.

—Lo que importa es que seas feliz— Dijo simplemente Wei Ying con una sonrisa honesta en su rostro —Además, soy cultivador demoniaco, lo ortodoxo no es lo mido— guiño un ojo, sacándole una sonrisa a Wen Xu. En ese momento, Wen Xu se arrepintió de haber juzgado mal a Wei Wuxian.

Sintiendo hace mucho tiempo curiosidad, Wen Xu se atrevió a preguntar —¿Puedo preguntarte algo?

—Dime.

—¿Por qué nunca regresaste a Gusu Lan? — preguntó muy curioso Wen Xu

—Oh bueno...

—Wei Wuxian, no estás obligado a responder— interrumpió Wen Chao. Al haber tratado con Wei Ying desde los primeros días que este llego a la secta Wen, ya conocía parte de esa historia.

—Está bien A-Chao, verás...— y así le comento todo... Desde su relación fallida con el segundo Jade, hasta todos los comentarios que hacían hacía sus espaldas, los duros comentarios del viejo Lan Qiren y el hecho que no había soportado más vivir de ese modo, en ese lugar donde atentaba más a su salud emocional. Además de su claro deseo de encerrarlo.

En este punto Wen Xu se lamentaba en haber juzgado de esa manera y de no haberse acercado más a Wei Wuxian desde un inicio. Ya que cuando Wei Wuxian llego a la secta Wen Xu estaba entrenando duramente así que no se molestaba en ser sociable con la gente ya que tendría que cultivar a puerta cerrada y al momento de que este y su padre anunciaron su matrimonio, realmente no le molesto ya que su padre se miraba muy feliz con esto, y lo que le importaba era este hecho... que su padre fuera feliz. Ya que luego de su madre muriera luego del nacimiento de Wen Chao, su padre no quiso comprometerse ni siquiera de hablar de matrimonio sin sacar su espada dispuesto a matar a alguien, aunque los ancianos le proponían esto reiteradas veces, siempre se negaba.

—¿Eres feliz con nuestro Padre?— Preguntó Wen Xu.

Lo cual no necesitaba que respondiera ya que, al momento de preguntarle Wei Ying sonrió, una sonrisa de idiota enamorado, así que le creyó totalmente su respuesta.

—Lo soy.

Wen Xu maduro una idea en su mente antes de que sus labios dijeran: —Te creó, oye si te aconsejo en no ir solo a el puesto de licor, él dueño del local te hace ojitos y padre no dudará en desaparecerlo, ve con Wen Chao o dime a mí para acompañarte— ofreció tímidamente el heredero

—¡Él no me hace eso!

—Si lo hace, hace algo como esto— dijo Wen Xu tratando de mover rápidamente sus pestañas y tratando de imitar al señor del que hablaba, provocando una risa en Wei Wuxian.

—Si quieres puedes acompañarme y ayudar en el entrenamiento de los discípulos después que terminemos de comer— dijo tímidamente Wen Xu

—Será un placer— contestó alegremente Wei Ying.

—¡Sabía que ustedes se llevarían bien!— dijo alegremente Wen Chao.

¡Y No se imaginó cuanto! Wen Xu se le había pegado a Wei Ying tanto, el recto y serio primer heredero de Qishan Wen se dejaba arrastrar por las travesuras de Wei Ying.

Wen Xu encontró un apoyo en Wei Ying y Wei Ying encontró un compañero de juegos.

Dado que nadie se atrevía a irrumpir las travesuras del heredero de la secta ni de la mismísima Madame Wen por lo tanto tuvieron que llamar secretamente a Wen Qing para que pusiera en orden la secta.

Wen Qing siendo la doctora personal de Wei Wuxian, aprovecho la visita para chequear el estado de su cuerpo y le suspendió los anticonceptivos al doncel. Ahora solo quedaba esperar que Wen Ruohan estuviera bien y regresara sano y salvo. Y que pusiera un bebé en él.

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