Un beso bajo las estrellas ©✓

By usernotfounted3443

1.6M 141K 114K

«Las estrellas siempre serán su recordatorio de que alguna vez tuvieron algo en común» Él guarda secretos. Al... More

★SINOPSIS★
★PRÓLOGO★
★CAPÍTULO 01
★CAPÍTULO 02
★CAPÍTULO 03
★CAPÍTULO 04
★CAPÍTULO 05
★CAPÍTULO 06
★CAPÍTULO 07
★CAPÍTULO 08
★CAPÍTULO 09
★CAPÍTULO 10
★CAPÍTULO 11
★CAPÍTULO 12
★CAPÍTULO 13
★CAPÍTULO 14
★CAPÍTULO 15
★CAPÍTULO 16
★CAPÍTULO 17
★CAPÍTULO 18
★CAPÍTULO 20
★CAPÍTULO 21
★CAPÍTULO 22
★CAPÍTULO 23
★CAPÍTULO 24
★CAPÍTULO 25
★CAPÍTULO 26
★CAPÍTULO 27
★CAPÍTULO 28
★CAPÍTULO 29
★CAPÍTULO 30
★CAPÍTULO 31
★CAPÍTULO 32
★CAPÍTULO 33
★CAPÍTULO 34
★CAPÍTULO 35
★CAPÍTULO 36
★CAPÍTULO 37
★CAPÍTULO 38
★CAPÍTULO 39
★CAPÍTULO 40
★CAPÍTULO 41
★FINAL
★EPÍLOGO
★EXTRA I "29 de julio"
★EXTRA II "soltar"
★EXTRA III "no existe una última estrella"

★CAPÍTULO 19

28.8K 2.7K 2.3K
By usernotfounted3443

"Tantas estrellas en el cielo y nos tenemos que enamorar de una fugaz."

HADES EDEVANE

—¿Puedo contarte algo?

La señora a la cual llamo madre elevó la mirada sobre su celular con fastidio. Su iris verde me observó con cautela para luego entrecerrar sus ojos. Tenía esa expresión de “Me haces perder mi valioso tiempo.”

Mi mandíbula se tenso al no recibir nada de su parte. Un “adelante” se escuchó por su parte después de unos segundos y yo di dos pasos para tomar asiento a su lado, en el sillón gris de la sala. Mis dedos jugaban sobre mi regazo con nerviosismo.

No debería de ponerme nervioso por esto.

Ella giro su rostro hacia mi dirección, su cabello negro cayó a ambos lados de su cara. Yo recoste mi cabeza en la cabecera del gran sofá.

—Estoy pensando en ir a un psicólogo —le confesé.

Mamá solto una risita irónica de pronto—. No, Hades. Estas bien.

Mire de reojo su expresión que se había tornado completa seriedad. En verdad no le había preguntado, tenía dinero ahorrado y podría pagarme la terapia yo. Tampoco me planteé la idea de recibir ayuda por lo que Estela dijo, de hecho ya lo he preguntado mucho, a mi padre sobretodo pero él solo se niega.

—Sabes que eso no lo decido yo, hijo.

Suspiré con tranquilidad.

—Exacto, lo decido yo. Yo sé cómo me siento y que es lo que necesito.

Frunció su entrecejo y las arrugas que se formaban en su frente se hicieron presentes—. Estas bien, Hades. No quiero hablar de esto de nuevo.

¡Claro!, tu hijo está maravillosamente bien. Tanto que se está volviendo adicto a los anti-depresivos y el cigarrillo.

Los anti-depresivos no me los medicaron, ningún profesional me dio autorización para tomarlos. Sólo recuerdo que encontré una caja de pastillas un noche que estaba muy mal, y las tomé impulsivamente por su nombre. Pensaba que de alguna u otra forma calmaría lo que sentía.

Ella se levantó del sofá dándome la espalda y yéndose a la cocina. Mamá solía ignorar cualquier tema que estuviera relacionado con el pasado, prefería ignorarlo y hacer como si nada.

Extrañaba la madre que si se preocupaba por como me sentía.

Es difícil y doloroso superar una adicción, sobretodo cuando estás rodeado de las personas incorrectas. Desde que tengo 17, tantas veces he pedido ayuda y las únicas respuestas que consigo son:

"solo deja de fumar, no es tan difícil"

"Hay problemas más graves, solo eres un niño confundido"

—¿Otra vez con la mierda de ir al psicólogo, Hades? —bramó papá al pasar frente de mi, arreglando la corbata de su traje.

¿Por qué tenía traje? Son las 8 de mañana.

Tragué—. Tu no lo entiendes.

Carcajeo como si lo que dije hubiese sido el chiste más gracioso que ha escuchado.

—Eres tu él que no entiende, hay cosas más importantes que gastar mi dinero en eso.

—Tengo mi propio dinero —sonreí fingidamente—. Es muy lindo de tu parte que te preocupes por tu hijo, papá —comenté con sarcasmo y una sonrisa triste.

¿El lado positivo? Lo que me dijeron en ese momento era sutil. Los he escuchado decir cosas peores.

Repuse mi postura recta de nuevo pero no duró mucho porque opte por apoyar mis codos sobre mis rodillas. Lo observé con el ceño fruncido, confundido.

—¿Por qué tan arreglado?

Él peinaba su cabello para atrás delante al espejo grande que teníamos en una de las paredes. Me dio esa mirada de desagrado a la que ya estoy muy acostumbrado.

—Vienen los Murphy —reveló finalmente.

—¿Qué? —eso dejo mis labios de forma automática, él no respondió nada.

Los Murphy…

Llevaba 2 años sin ver a esa familia, no pensé que volverían después de todo lo que pasó, sinceramente. Lo que más me sorprende es que no me hayan dicho nada. ¿Aún más loco? Que mis padres se vieran felices con su llegada.

Fantástico, mis padres vestidos como si fueran a la Met gala o de esas cosas que habla Amelie y yo con pantalón de pijama conjunto una sudadera. En fin, tampoco estaba en mis planes cambiarme de ropa.

Y entonces, el timbre sonó.

No mentiría, si estaba nervioso porque a ella no la había visto desde hace 2 años. No había tenido contacto con Jennie desde hace dos años. En el fondo la extrañaba un poco.

La voz de mi madre soltó un jadeo emocionada, mientras abrazaba a la Sra. Murphy y decía cosas como “Te extrañe.” En cambio mi papá saludo de mano al Sr. Murphy, se veía agradable, que farsa.

Di pasos lentos para acercarme más, hasta quedar detrás de mis primogénitores. Era más alto que ellos, no fue difícil captar la atención de la familia Murphy, y sobretodo de Jen.

Les di una sonrisa fina de boca cerrada pero antes de que pudiera hablar, Jennie entró, quedando bajo el marco de la puerta envolvió sus brazos alrededor de mi cuello, formando un abrazo lleno de sentimientos por su parte. Al principio quede congelado sin saber que hacer pero después enrolle mis brazos en su cintura, aceptando el abrazo.

—Te extrañe muchísimo —susurró contra mi pecho por su pequeña altura.

—Yo también, Jen —le dije sinceramente cuando subí una de mis manos a su cabeza para empezar a acariciar su pelo.

Nuestros padres nos dejaron solos de un momento a otro, yéndose al comedor para seguramente, hablar cosas de negocios.

Ella se separó un poco, su cabeza inclinada para lograr verme bien, era igual a como la recordaba. Sus ojos marrones me observaban con nostalgia y melancolía.

—No has cambiado nada, tonta —bromée.

Dio un pequeño golpe en mi hombro—. Y tú has cambiado mucho, idiota.

Jennie solía ser mi mejor amiga, pero por circunstancias de la vida tuvo que irse a Alemania cuando ambos teníamos 16, desde ahí no volvimos a hablar; nuestros padres nos habían cortado cualquier tipo de contacto. Al principio sí, la extrañaba muchísimo, pero poco a poco ese sentimiento se fue opacando por múltiples razones.

Jen echo para atrás su cabello pelirrojo que rozaba sus hombros y volvió a abrazarme, sonriendo.

Vaya, si que se emocionó.

Si, en el fondo yo también lo estaba.

Pasamos un rato hablando en mi habitación, comentábamos cosas para ponernos al día, decíamos si algo había cambiado, si algo envía mejorado o empeorado. Extrañaba hablar así con alguien, aunque suelo hacerlo con Max.

—¿Tienes nuevos amigos? —cuestionó, sentada en el piso con la espalda recostada en la pared de mi cuarto, las piernas encogidas hacía su pecho y su mentón sobre sus rodillas. Yo estaba a su lado con las piernas extendidas al frente.

—Solo conocidos.

—¿Y novia?

Rei y negué con la cabeza para tomar un sorbo de la lata de Coca-Cola en mi mano.

—¿Algún interés amoroso?

No sé.

La mire desconfiado—. ¿Por qué tantas preguntas de ese tipo?

Exhaló con exageración.

—¿Por qué las evades, Edevane? —entrecerro sus ojos con humor.

Apreté mis labios con la mandíbula tensada. Hablar sobre intereses amorosos no era algo que quería en ese momento con ella, pues nosotros éramos como “casi algo” o al menos para ella, creo que le atraía o algo así pero nunca me lo confesó, me enteré por mi hermano: Cosmo.

—¿Y que hay de ti? —gire la conversación.

Chasqueó con la lengua—. Nah, nada Interesante. Sólo que una chica me rompió el corazón y…

Rei por lo bajo—. Eso es nuevo en ti. —Voltee completamente y note sus mejillas sonrojadas con la mirada emocionada.

—Ah…hace unos días le dije a mis padres que me gustaban las chicas. Los chicos también me gustan, así que si —sonrió de oreja a oreja, mostrando su único hoyuelo en el lado derecho—, soy bisexual, ellos me aceptaron completamente.

Le di un golpecito leve en su codo con el mío—. Estoy orgulloso de que lo hayas dicho.

Blanqueo los ojos con diversión—. Gracias, bobo. Ahora dime si alguna chica a logrado conseguir la llave de ese corazón tan bien cerrado. ¿Te gusta alguien?

Mordí mi labio inferior—. Yo prefiero llamarlo “atracción.”

—Mhm, lo mismo.

Joder, no podía ponerme tan nervioso al hablar de ella.

Tragué saliva pensando en que diría con exactitud. Exhale pesadamente.

—Hay una chica, pero es…no sé.

Me confunde.

Sentí la cabeza de Jen recostarse en mi hombro, y luego su mano apoyarse sobre la mia en el suelo antes de tomarla con lentitud e inseguridad. Era extraño verla después de 2 años, fui inesperado. Su tacto sobre mi me incómodo un poco al principio, nadie me había tomado la mano hace mucho tiempo.

Estela si, pero eso es otro tema.

Percibía que a ella no le incomodaba estar así conmigo después de dos años. En cambio, sus vibras radiaban emoción y energía.

—¿Cómo ha estado Max? —artículo, cambiando el tema—. ¿Igual de idiota? —sentí su sonrisa burlona

Dejé escapar una risita—. Igual de idiota.

El silencio reino, no era incómodo ni tampoco cómodo. Sólo era eso, silencio. Mire la pared de al frente, sus colores vibrantes, la pared que yo había pintado. No se que pretendía Jen pero era claro que su atención estaba sobre mi, sentía esos ojos marrones sobre mi.

—Te vez mejor, después de todo —su sonrisa se desvaneció pero sus ojos seguían desbordando dulzura—. Me alegra que estés mejor.

“Después de todo.”

Mis labios se hicieron una línea, mi pecho se apretó tanto como aquel día. Se sentía vacío, no había nada que lo llenará. Era como estar en el borde de algo donde no hay escapatoria. No quería recordar nada de eso pero era imposible, pero creo que ya me acostumbré a vivir con ese recuerdo.

"—¿Qué pasó? —pregunté con un miedo que nunca había sentido.

Sentí la mano de alguien posarse en mi hombro y dar unas cuantas palmadas. Ahí lo supe todo. En ese momento sentí como que si una parte de mi moría, ardía."

La escuche pasar saliva exageradamente y acariciar más mi mano, sacándome de mis pensamientos—. Disculpa por recordártelo —su voz se había vuelto un susurro tembloroso.

—No es tu culpa —la tranquilice—. Nunca fue tu culpa.

—¿Has estado yendo con un psicólogo?

Nada.

—¿Hades? —pronunció mi nombre.

Me pase una mano por el cuello—. Sabes como son mis padres.

—Yo…puedo hablar con ellos.

—No pierdas tu tiempo en eso. Es inútil —hice una pausa—. Otra cosa, es mi problema, no tienes que meterte en eso.

—Lo intentaré de todas formas.

—¿Por qué?

—Por… —su boca se cerró de golpe, sin dejarme saber que diría—. Porque quiero ayudarte, ya.

—Había olvidado lo terca que eres.

Jennie volteo los ojos y río, el resto de la mañana la pasamos hablando, jugando juegos virtuales, viendo algunas películas, etc. Cuanto lo necesitaba. De alguna u otra forma, eso subió mi ánimo, no pase todo el día en mi habitación y ah, que bien se sentía. A pesar de no vernos por dos años, aún teníamos esa conexión de amigos. Claro, ya no era tan fuerte como antes.

[…]

Uno se distrae y al otro día se entera que están inventando rumores sobre ti.

—¿No lo sabías? —Estela frunció el ceño, confundida se dejó caer las manos a sus costados.

—No. —Tome de la botella de agua que yacía en mi mano.

Y tampoco es como que me importe mucho, la verdad.

Ella mordió su labio inferior a la vez que ladeaba una sonrisa.

—Empezare a plantearme la idea de que vives bajo una roca. —Estela tomo asiento a mi lado, en las gradas. A pesar del clima aún siguen practicando fútbol americano.

Estaba sentado aquí, solo esperando que la hora de salida llegará con un cigarrillo. Fumar en la preparatoria me dio a entender que a los maestros solo les importa presionar a los alumnos para tareas y perfección, no les importa la salud mental de aquellos. Nadie se me acercó a decirme nada, por muchas personas que me vieran solo les daba igual. "No es mi problema, lo ignoro."

Residía aburrido hasta que llegó ella a decir que nos habían tomando una foto donde nos manteníamos muy cerca del otro. Era casi obvio que alguien nos iba a ver, estábamos en un salón. Trate de no sonreír cuando ella empezó a decirme lo que había pasado, se veía tierna enojada, pero en algún momento empezó a decir cosas en francés que me dejaron con una cara que debía verse como un poema.

—¿Aún sigues enojada? —pregunté, con mi vista en el cielo azul.

—En parte.

—¿Por qué te enoja?

Chistó.

—Llevan más de cinco años inventando rumores sobre mi. Se que no es tu culpa pero…

—El lado positivo es que la foto está bonita —murmuré con humor.

Ella provoco un sonido de desaprobación con su boca, eso me hizo girar mi cabeza y observar su perfil. Sus mejillas se tornaban rosadas por el frío, también un tono tenue cubría su nariz, sus largas pestañas adornaban sus ojos azules que parecían una galaxia entera que tanto me gustaba ver. Pero también pude ver como sus manos se volvían puños sobre su regazo y su expresión se endurecía.

—Llega a un punto que agobia, tanto que me dan ganas de no volver a regresar aquí —termino su relato.

—Quizás deberías solo no prestarles atención.

Sé que es difícil.

—Lo intento, Hades.

La gran diferencia entre ella y yo: es que a Estela, le importa mucho todo, quiere hacer todo perfecto, hasta lo más mínimo. Mientras que yo soy más de ser desorganizado, muchas cosas no me importan y no tengo casi nada planeado. ¿Para que tener cosas planeadas a la grande? Al final siempre las expectativas quedan por los suelos.

Su mirada encontró la mia que aún seguía fijada en ella y, Estela de pronto sonrió, como si no me hubiera dicho nada antes. Era una de esas sonrisas delgadas pero genuinas y bonitas.

Bonita…

—Deja de manosearme con la mirada, Edevane —acuso, entrecerrando los ojos.

Me eché a reír, negando con la cabeza. ¿Debería sentirme ofendido? No lo sé, tal vez si parecía un idiota viéndola.

Bufé.

—“Manoseando.” Claro, que estupidez.

La castaña arqueo una ceja, su mirada se había tornado más firme. Percibí su mandíbula tensarse y ah, como se contenía para no sonreír irónicamente.

—Mhm. Manoseando. Ambos sabemos que…

No termino. Entorno su iris azul a otro lado, más específicamente al cielo; evitando a toda costa mi mirada. La escuche suspirar sutilmente.

Aún tenía la duda de que iba a decir.

Sonreí, pero en mi mente. No iba a sonreirle a ella.

—Sigue así, francesita. Me gusta ver cómo te reprimes y limitas al decirme cosas.

—Ambos sabemos que yo debo irme porque tengo que dar un discurso. Ya sabes, mi vida de colegiala es muy complicada —ironizó con dramatismo que a la vez viniendo de ella sonaba verdad.

Optó por levantarse y alejarse más de mi. El céfiro de la mañana movía su cabello en una cola alta, mientras que a mí me hacía querer aferrarme más a mi suéter.

No la sentía incomoda o nerviosa, eso me gustaba de ella. Era segura en todo lo que hacía o decía, al menos eso mostraba. Pero tampoco su aura decía “me creo la mejor del mundo”, es un balance entre todo, ser seguro de sí mismo no significa creerse lo mejor del universo.

Estela era un balance entre muchas cosas.

¡FELIZ AÑO NUEVO! gracias por formar parte de mi 2021, para este 2022 les deseo todo lo bueno del mundo. ❤️

¿Como están? ¿Como la pasaron?

Bueno, ya conocieron a Jennie. ¿Que piensan sobre ella?

¿Que les pareció este capítulo?

Este capítulo está un poquito más largo que los otros, jeje. ¿Les gusta más así?

Gracias por leer, lxs quiero mucho. Nos vemos el próximo sábado<3

Continue Reading

You'll Also Like

342K 22.8K 28
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
147K 26.7K 25
«Cada vez que necesites a alguien, estaré ahí. Solo debes recordar tres cosas: cómo lucen mis ojos, cómo suena mi voz y cómo se sienten mis brazos a...
2.9K 237 8
Al estar en proceso puede contener errores gramaticales o de ortografía, espero lo entiendan. Gracias ❤️ Lili Amato comienza su primer año de prepara...
253K 16.9K 33
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...