Un beso bajo las estrellas ©✓

By usernotfounted3443

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«Las estrellas siempre serán su recordatorio de que alguna vez tuvieron algo en común» Él guarda secretos. Al... More

★SINOPSIS★
★PRÓLOGO★
★CAPÍTULO 01
★CAPÍTULO 02
★CAPÍTULO 03
★CAPÍTULO 04
★CAPÍTULO 05
★CAPÍTULO 06
★CAPÍTULO 07
★CAPÍTULO 08
★CAPÍTULO 09
★CAPÍTULO 10
★CAPÍTULO 11
★CAPÍTULO 12
★CAPÍTULO 13
★CAPÍTULO 14
★CAPÍTULO 15
★CAPÍTULO 16
★CAPÍTULO 17
★CAPÍTULO 19
★CAPÍTULO 20
★CAPÍTULO 21
★CAPÍTULO 22
★CAPÍTULO 23
★CAPÍTULO 24
★CAPÍTULO 25
★CAPÍTULO 26
★CAPÍTULO 27
★CAPÍTULO 28
★CAPÍTULO 29
★CAPÍTULO 30
★CAPÍTULO 31
★CAPÍTULO 32
★CAPÍTULO 33
★CAPÍTULO 34
★CAPÍTULO 35
★CAPÍTULO 36
★CAPÍTULO 37
★CAPÍTULO 38
★CAPÍTULO 39
★CAPÍTULO 40
★CAPÍTULO 41
★FINAL
★EPÍLOGO
★EXTRA I "29 de julio"
★EXTRA II "soltar"
★EXTRA III "no existe una última estrella"

★CAPÍTULO 18

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By usernotfounted3443

“Tú solo eres suficiente. No tienes nada que demostrarle a nadie”. Maya Angelou.

ESTELA TESSIER

Bueno, creo que fui muy directa.

No, no creo. Lo fui.

Al momento en que sus ojos se cruzaron con los míos sentí un poco de culpa por preguntarle eso. Era una mirada helada que ocultaba muchas cosas, como una defensa. Quería ayudarlo de alguna forma. Quería saber si él necesitaba ayuda, pero la forma en la cual lo pregunté no era la correcta.

Y lo se, hay muchas cosas de él que no tengo ni idea.

Tome una bocanada de aire, tratando de poner más cálido el lugar.

Tragué saliva con incomodidad clara.

—No fue mi intención incomodarte, disculpa. —Me arrepentí de la cuestionación que había hecho—. Eso no me incumbe, solo...

Maravilloso, Estela. ¡Bravo! Siempre tienes que decir algo que lo arruine.

Hades me miró con la misma expresión de antes, se sentía algo raro que me mirara así.

—Lo siento, no quería—

—No te disculpes, está bien que sientas curiosidad —su tono esta vez sonaba un poco a la defensiva.

Se vio muy hipócrita de mi parte preguntarle cosas personales cuando yo tampoco me abro fácilmente.

Hades comenzó a cerrar las pinturas y guardar los pinceles en su lugar, levantándose para caminar, darme la espalda e irse al otro lado del salón para poner todo en su lugar.

Su expresión gélida seguía en él, sus vibras eran tensas y pesadas. Probablemente no se creyó eso de "no quise", talvez pensó que lo pregunté para burlarme.

Puse las tiras de mi mochila sobre mis hombros y me puse de pie, sabía que no tenía nada más que hacer allí.

—¿Ya te vas? —me sorprendió que lo preguntara.

—Ahm, si. Mi madrina ya llegó —mentí, seguramente ella vendría en unos minutos.

O en un largo tiempo.

Hades se volteó, tomo su mochila y se acercó a mí. Yo yacía debajo del marco de la puerta, él se paró justo delante de mí, a unos centímetros; tuve que levantar mi rostro hacia arriba para lograr unos vistazos directos.

—¿Estas enojada?

Arrugué mis cejas con confusión.

—¿Que? —salió de mi boca con claro desconcierto.

¿Como iba a estar enfadada yo?

Ladeó una sonrisa irónica—. No se, pensé que te ardería mi decisión de no abrirme contigo.

—Eso no...

«No me molestaría» quise decir pero Hades me callo, llevando su pulgar a la curvatura inferior de mis labios.

Maldito acelerador de corazones.

Mis labios estaban entreabiertos, y no sabía que o porque toco ahí; más bien, acarició, rozo. Con lentitud.

Sonrió con ese brillo en sus ojos—. Hoy es el día preferido para mancharte los labios.

Y al parecer eso no fue suficiente. Él tuvo que levantar mi mentón para que mis ojos y los de él quedarán en la misma dirección, ambos directos a los del otro.

Arque una ceja—. ¿Que tenía? —pase mi dedo anular por mis labios mientras quitaba su mano después de darle una pequeña abofeteada en la misma.

—Pintura.

¿Como alguna mancha de pintura había llegado allí?

Chupe mi labio inferior.

—Podrías decírmelo y la quitaba yo —le ofrecí con un tono de burla.

Hades negó con la cabeza, causando que varios mechones pelinegros rodarán hasta su frente.

—Nah, prefiero hacerlo yo.

Apreté mis labios y miré a otra parte. Es raro pero, me gustaban de que en estas escenas ninguno se ponga nervioso, sonrojado o tartamudee, era como un juego de "quién pone nervioso al otro" pero ninguno lo lograba. Las últimas veces que intente una relación, los chicos siempre esperaban que actuará sumisa y que les diera el completo control de la relación, en realidad esa idea de "Uno dominante, otro dominado" nunca me gustó, prefiero cuando los dos son versátiles.

No lo niegues, si estabas nerviosa. Ilusa— susurro mi conciencia.

Yo hablando de relaciones cuando ni siquiera estoy intentando una relación con Hades.

Mordí la parte interior de mi mejilla para evitar que una sonrisa se formará.

¿Como de un momento a otro pasamos de preguntar sobre su cosa con el cigarrillo a estado horno?

—¿Sabes? No parece gracioso que hagas eso para desconcentrarme sobre la pregunta que hice. —Me cruce de brazos—. Entiendo que no quieras decirme, pero no hagas eso.

—¿Por qué? ¿Te ilusionó? —inquirió.

Solté una carcajada repentina, observándolo con extrañación.

—¿Ilusionarme de que, Edevane?

—Tú lo sabes —respondió como si eso fuera tan claro. Su orbes verde directo en mis labios y después, a mi iris azul.

Si, lo sé.

Lo mire, tratando de que mi expresión no demostrará signos de nervios o algo así.

—Espero que...al menos vayas a un especialista que te ayude con tu adicción o que sé yo al cigarrillo —cambie el tema—. Buen día, arrogante patético —ladee una fina sonrisa fingida.

Se acercó más, devolviéndome esa misma sonrisa.

—Buen día, francesita —murmuró después de inclinarse más, quedando su rostro a unos centímetros del mío.

El silencio reino entre nosotros, solo eran miradas que no sabría descifrar. Esa espinita de que él necesita ayuda aún no se iba por completo.

—Estoy bien, Estela. No te preocupes por mí —me dijo tal y como si leyera mi mente.

Salí del marco donde ambos nos quedamos parados por unos minutos, cortando el espacio que Hades había ocasionado por acercarse tanto. Lo observé una vez más y asentí, estaba bien si no quería decirme sus cosas a mi.

Solo esperaba que si estaba mal, al menos recibiera atención médica, psicológica.

—Mhm...ya me tengo que ir —le hice saber por última vez.

Finalmente me fui de allí, caminando por los pasillos de la preparatoria para llegar al estacionamiento. Habían varios autos estacionados, todos cubiertos de nieve al igual que el suelo. Lo bueno es que paro de nevar, eso no quita toda la nieve que trajo la tormenta.

Un día de estos me encontrarán congelada si sigo saliendo sin un abrigo suficientemente grande. No se sorprendan si pasa.

Sólo fue cuestión de unos minutos esperar en el estacionamiento para ver el carro rojo de mi madrina llegar y detenerse a un lado de mi. Entre sin dudarlo, tenía tanto frío que empezaba a dejar de sentir mis manos sin exagerar.

Suspiré aliviada cuando sentí la calefacción puesta.

—¿Como te fue? —fue lo primero que escuche venir de ella antes de comenzar a conducir de nuevo. Tenía una pequeña sonrisa.

—Normal, si —me encogí de hombros—. Sólo tareas. —Me acerco para plasmar un pequeño beso en mi frente.

Conozco a Kris desde que tengo uso de razón. Mi madre y ella son mejores amigas desde pequeñas, cuando vivían en Francia. Digamos que es como una tía a la cual le tengo muchísimo apreció, la veo casi todas las semanas pero últimamente pasamos 5 meses sin vernos porque ella estaba con cosas de trabajo fuera del país.

Pensándolo bien, ella ha estado más tiempo conmigo que mi madre, a mi primogénitora el trabajo siempre le impide pasar tiempo con su hija.

—¿En casa hay algo de comer? —le pregunté al no encontrar los chicles que según yo había guardado en mi bolso. Era como si mi estómago hablara por mi.

Su cabello corto pelinegro se movió cuando giro a verme.

—En los asientos traseros hay dos hamburguesas que compre.

Hice una mueca.

—Sabes que no como eso —musite, viendo por la ventana.

Arrugó sus cejas—. ¿Comiste algo en la mañana, linda? Te ves pálida.

Si, sólo un jugo.

En mi defensa, me desperté muy tarde y no tuve tiempo de desayunar.

Me dio una sonrisa amable—. La hamburguesa no te hará daño, Estela.

No suelo comer comida rápida o, cualquier tipo de snack frito. Tal vez suene como una loca diciendo esto; desde los 16 voy con una nutricionista y dejé de comer ese tipo de cosas tan comúnmente. No, no es por salud o por algún tipo de problema «al menos aún no», en parte es porque yo lo decidí así, se que soy probable a volverme adicta a comer por mi ansiedad.

Se aclaró la garganta—. Te prepararé una ensalada en casa. —La próxima mirada de reojo que me dio era con molestia, de esas que siempre te dan las figuras maternales—. Pero no quiero que vuelvas a dejar de desayunar, es malo para ti. Lo sabes.

Mis labios formaron una pequeña sonrisa—. Gracias. ¿Sabes cuándo vuelve mamá? —esperaba que volviera pronto.

—Dani debe de regresar en dos sema... ¡Carajo! —golpeo suavemente el volante para que el timbre sonará, enojada—. ¡Pudieron ocasionar un accidente! —les grito a los del auto de al lado.

Entonces, fruncí mis labios y aguante una carcajada. Me daba risa cuando se enojaba en el tráfico, suele hacerlo mucho.

—ils seront aveugles —masculló y eso me hizo soltar la risa que tanto reprimiá.

Con ustedes, como Kris cambia de "debes comer" toda bonita a estar gritandoles a otras personas en el tráfico. He considerado muchas veces que algún día le pondrán una multa por eso.

A ella siempre la vi como una hermana mayor.

Apretó su mandíbula y frunció su nariz—. No te rías, sabes lo mucho que me enoja el tráfico y más si no he almorzado. Pásame la hamburguesa —hizo un mohín a la vez miraba el retrovisor.

—Pude darme cuenta —dije entre risas para después moverme sobre el asiento y tomar la hamburguesa que yacía en uno de los asientos traseros.

Llegamos a casa «si, luego de unos bastantes largos minutos por el tráfico y nieve». Lo primero que hice al llegar fue cambiarme a una pijama de Stitch, un personaje de Disney. Tengo muchísimas pijamas de personajes animados que me encantan.

Uno de los momentos del día que mas me gustan es cuando leo, eso está por pasar ahora. Leer es fascinante para mi pero digamos que ahora estoy un poco aterrada porque el libro que estoy leyendo solo quedan unos 5 capítulos y no va muy bien que digamos.

Pero como diría Hannah, sin miedo al éxito.

Más bien, sin miedo a quedarse sin estabilidad emocional por..., no se, ya perdí la cuenta de cuántas veces he llorado por libros.

Mi teléfono empezó a sonar como si no hubiera un mañana.

Mis cejas se arrugaron, casi nunca me llegan tantas notificaciones. En verdad las únicas personas que me escriben son Axel, Hannah, mi mamá, Kris y...Hades de vez en cuando.

Una llamada entrante de parte de Hannah se hizo presente en mi celular cuando decidí tomarlo, antes de contestar silencie los mensajes que, estaban por explotar. El video en vivo de una Hannah con expresión que no podría explicar apareció en la pantalla.

¿Estaba confundida?...¿Feliz? No lo sé.

Pero ella se mantenía sentada en una silla con algo verde regado en toda la cara a excepción de su boca y ojos, parecía una de esas mascarillas para la piel.

—¿Que...?

—¿Viste el grupo escolar? —parecía ansiosa y confundida a la vez.

Relamí mis labio y negué.

—Leah me saco del grupo hace como cinco meses —comenté con fastidio.

Suspiró y soltó una risa emocionada como si hubiera pasado algo increíblemente maravilloso. Fruncí mi entrecejo al no entender que le pasaba. Ya se que Hannah a veces se pone loquita pero normal, en ese momento parecía que le dieron la mejor noticia de la vida.

—¿Te besaste con Hades?

—¿Ah? —su pregunta me dejó aún más confundida.

—Que si te besaste con Hades. En el grupo Jackson acaba de pasar una foto de Hades y tu...muy juntos —dejo salir un chillido. Salí de inmediato de la videollamada para entrar al chat de Hannah—. ¡No me mientas! Sabes que no le gustan las mentiras.

Mierda.

Tenía como 37 mensajes de ella, entre esos unas fotos que, obviamente habían sido tomadas hoy. Aunque se veían borrosas era claro que era yo, bajo el marco del salón de arte y Hades muy cerca con su pulgar en mis labios.

—Soy tú mejor amiga, solo dímelo —la escuche decir.

—Yo no... —trate de pronunciar pero salió en un susurro.

Odiar es una palabra muy fuerte, así que diré que la mayoría en la preparatoria me desagradan.

¿En qué momento alguien nos había tomado esa foto?

Tampoco me sorprende, han inventado cosas peores de mi.

Conociendo a Hades, a él le importará poco si todos andan diciendo que nos besamos o que sé yo. En cambio, a mi sí me importaba, todos me molestarán con eso y es estresante tener que preocuparte por cada cosa mínima que haces.

—Mínimo están diciendo que lo besaste y no que te acostaste con él —solto una risita de alivio.

—Wow, que forma de animarme, Hannah —suspiré ruidosamente.

Eso no me afectaría. Es solo un rumor, no era verdad. Y si me hubiera besado con él ¿A ellos que?

Mi conciencia sabia que no debería prestarle atención a cosas así, porque tampoco afecta mi vida personal. ¿Si? No me importaba. ¡Y cuanto quería actuar como si no me importaba! A veces pienso que soy de mente débil, dejo que esos rumores influyan en mi. Consecuencia de querer mantener tu reputación falsa tan...perfecta.

—¿Notaste como te mira? —hablo a través de la videollamada. Active de nuevo la llamada, permitiendo a Hannah verme de nuevo.

Tragué—. ¿Quién?

Sonrió falsamente—. No te hagas la que no sabe.

Resople y aparte un mechón de mi cabello—. Estábamos jugando, Hades solo...sabes lo sarcástico que es él.

—Que ciega eres.

Blanquee los ojos con diversión. Bufé.

—Pensaba que alguien había logrado derretir tu frío corazón de piedra —comento con sarcasmo, llevándose una mano al pecho dramáticamente. Yo solo sonreí mientras negaba con la cabeza.

—No soy fría —me defendí.

—Un poco si.

—No, solo no soy como tú más...

Hannah y yo siempre fuimos muy diferentes, ella es tan amigable con todos, así no le caiga bien alguien siempre trata de tratarlos bien y que nadie se sienta excluido. Yo, no diré que no trato bien a las personas porque si lo hago, me considero buena persona en el ámbito de tenerle respeto a cualquiera, pero no soy como Hannah que puede pasar horas hablando con alguien que apenas conoce.

—Deberías escribirle a Hades —considero.

Forme un mohín.


—No, esperaré si él me escribe. Ademas no creo que le importe mucho si las personas dicen cosas sobre el.

Un mensaje resonó muy por lo bajo. Al principio pensé que venía de mi teléfono, pero no. Hannah miro a una parte de su pantalla, apretando los labios para no se, quizás contener una sonrisa.

—Ah, tengo que irme...mi mamá me está escribiendo. Adiós —y corto sin dejarme pronunciar nada.

Hannah se había puesto pálida y luego su cara tomo un tono rojo que me confundió.

Mis pensamientos en ese momento eran un rompecabezas que trataba de colocar cada pieza en su lugar. Diría que, soy muy buena observando y dándome cuenta de cuando algo o alguien está diferente. Y Hannah lleva días con un comportamiento no propio de ella.

¡Heyy! ¡Feliz navidad!

¿Como han estado? Espero que todo bien. ❤️

¿Que les pareció el capítulo?

Pensamientos sobre Hades y Estela, aquí >>>

¡MIL GRACIAS POR LAS 50K LECTURAS! ¿queeee? ¿En qué momento? Muchísimas gracias por el amor que le dan a esta historia. <3

Si dejan su comentario y/o estrellita se los agradecería mucho. ♡

No iba a subir el capítulo hoy porque era navidad pero la en la encuesta de IG ganó que si, así que, ya volvimos con esta gente loka🏃

También quería preguntarles otra cosa, ¿Prefieren los capítulos más largos o más cortos?

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