Los dos hombres dieron un paso atrás cuando los oficiales al mando llegaron con los dos menores, ellos subieron a su camioneta para marcharse de ahí.
Jungkook quien estaba demasiado preocupado no tenía tiempo de responder preguntas tontas sobre los hombres que golpearon a su novio, estaba muy enojado por el hecho de que esos infelices golpearan a su hermoso rubio.
Les contó lo poco que pasó, él no ha visto nada extraño esos días desde que el ataque que le ocurrió. Ellos anotaron todo en su libreta para luego marcharse, no sin antes dejar otras dos patrullas por el rumbo de su hogar.
Todo eso que le estaba pasando era una jodida locura, parecía que la vida estaba cobrando algo, y ahora su novio estaba pagando las consecuencias.
-Me iré ahora, yo te llamaré en cuanto llegue al hospital. -le avisa Soobin, sacándolo de sus pensamientos.
-De acuerdo, por favor cuídate en el camino, no quiero que tu madre me mate si te pasa algo.
-Tendré cuidado. Además quiero ver cómo está Yeonjun. ─lo dijo sin querer y torno sus mejillas de rojo─, Y-y también a Jimin, claro.
Sonríe el pelinegro negando con la cabeza.
─Vale, cuídate.
─Adiós.
Se despide caminando hasta la parada del autobús. Jungkook suelta un suspiro y entra a su casa para luego echarse en su cama. Estaba muy preocupado por su novio, no podía creer que esos mismos tipos que quisieron hacerle daño a él, la agarraron contra su lindo rubio.
No tenía ni la más remota idea de quién puede estar mandando a esos tipos para hacerle daño, no recuerda tener enemigos de ese calibre, ni siquiera a los tipos que él compraba drogas. Por más que le daba vuelta al asunto no tenía ni puta idea.
Las horas pasaron y Soobin no le llamaba para saber si su novio se encontraba bien, solo le llegó un mensaje de él diciéndole que la policía estaba con Jimin para que le respondiera algunas preguntas sobre sus atacantes y de ahí ya no les respondió los demás mensajes.
Jungkook estaba desesperado por no tener noticias de su novio, se estaba volviendo loco en las malditas cuatro paredes que lo rodeaban. Era una jodida mierda, todo lo que le pasaba era una jodida mierda.
Esperó unos minutos cuando su móvil sonó con la llamada entrante de Soobin, rápido contestó a ella.
─So, Al fin llamas, ¿cómo está? ─pregunta rápidamente.
─Está aquí, le dejaré el móvil un momento para que hables con él.
Miro por la pantalla a su lindo novio, tenía su mejilla morada y también su labio partido, Jeon sintió mucha impotencia ahora mismo.
Se miraba tan vulnerable, tan pequeñito que sólo le dieron ganas de abrazarlo y besar su carita.
─Hola kookie... ─su voz sonó un poco baja
─¿Nene, estás bien? ¿Qué fue lo que pasó? Por favor dime por qué me estoy muriendo ahora mismo.
Jimin sonrió un poco y se ha cómodo mejor para hablar.
─Cuando fui por los dulces, ellos me subieron a su camioneta, me-me golpearon para darme una advertencia y después me dejaron ahí tirado muy débil, te-tenía mucho miedo kookie.
Empezó a llorar y movía mucho el móvil.
─Amor, no llores ya pasó, por favor no llores ahora estás a salvo. ─Trato de tranquilizarlo, pero su novio no dejaba de llorar.
─Es-es que pensé lo peor, me golpearon muy feo y-y lo único que quería era estar contigo.
─Lo siento, nene, todo es mi culpa.
─No kookie, no es tu culpa.
─Claro que si nene, mira como te dejaron por haberme defendido, no soportaría si algo te pasará por mi culpa.
Se reprochó, porque en parte él sentía que era su culpa. Esos tipos querían matarlo solo a él y no a Jimin, pero él se metió en su ayuda y ahora lo golpearon para advertirle porque estaba seguro de que era por él, por eso lo hicieron.
Limpio sus lágrimas con las mangas de su sudadera de bombón de las super girls, le regaló una sonrisa a pesar que le dolía sus mejillas.
─Los atraparán pronto kookie, podremos saber quién está detrás de todo esto. ─le dijo.
─¿Les viste el rostro? ─negó.
─No, pero mientras ellos me llevaban a las afueras de la ciudad, tomé una navaja de su pertenencia y la escondí en mis pantalones. Supe el nombre de unos de ellos, además que ese tipo tiene un tatuaje del trébol de cuatro hojas en su brazo. La policía dijo que fui muy astuto y ahora analizan las huellas dactilares de la navaja para encontrar al culpable.
Jungkook se quedó sorprendido al oír aquello, su Jimin era muy listo.
─Joder, nene, ¿eso hiciste? ─asintió el menor─ Estoy muy sorprendido y en especial muy orgulloso de ti. ─expresó.
─Eso me dijo la policía, ahora de seguro atraparán al menos a uno de ellos para que confiese, la verdad valió la pena.
El corazón de Jungkook latía desenfrenado, Jimin era todo lo contrario a lo que un día imaginó de él, sin lugar a dudas era un jodido Ángel que él no merecía.
─¿Cuándo sales de ahí? ─pregunta.
─En dos días, quieren asegurarse de que esté bien del todo, mi madre está que echa furia por lo que me hicieron. ─musitó un poco nervioso.
─De seguro ella me odia porque prácticamente fue mi culpa.
─No te odia, ella sabe que te ayude esa vez porque lo necesitabas; además imagínate que no hubiera hecho nada, ahora mismo no estaría hablando contigo.
Ríe un poco amargo Jungkook.
─Esperaré estos dos días por ti Jimin, cuídate hasta entonces.
─¿Y qué pasará si vuelven y te quieren hacer daño a ti? ─dijo preocupado.
─Tranquilo, mandaron otra patrulla más para vigilar la calle. Mi hermano vendrá lo más pronto posible para asegurarse que nada malo pase, estaré bien mientras tenga aquí a mi tía y primo.
Le aseguro, aunque no estaba del todo tranquilo, tenía que averiguar sobre quién está detrás de todo esto y para eso tendría que hacer memoria de todos esos enemigos que tiene detrás, aunque no mortales para hacerle eso.
─La enfermera entró, tengo que cortar la llamada kookie. ─dijo en un tono triste.
─Está bien, te llamaré a tu móvil estos dos días para saber cómo estás ─El rubio hizo una mueca─ ¿Qué pasa nene?
─Pues... Mi móvil se rompió cuando me llevaron esos tipos, no podré comunicarme contigo.
─No te preocupes, te compraré un nuevo móvil para estar en contacto, déjamelo a mí. ─Le aseguró.
─Está bien. Bueno voy a colgar porque la enfermera espera.
Ambos se sumieron en un silencio con esa palabra en la punta de su lengua, pero al final fue Jungkook quien lo dijo.
─Te quiero, cuídate bonito.
Sonríe el rubio ante la palabra te quiero, pero la enfermera le hizo colgar antes de decirle lo mismo. Jungkook dejó su móvil a un lado y se pasó las manos por el rostro, en eso su puerta se abre dejando ver a Bam con su hueso de hule en su hocico, se acostó en su cama para que Jungkook le hiciera caricias.
─¿Quién crees que quieres hacerme daño, Bam? ─le pregunta sin dejar de acariciarlo─. De todas maneras están por atrapar a uno de ellos, tendrá que confesar. Mientras tanto haré mi propia investigación, no dejaré que alguien más salga herido por mi culpa.
Dejó a Bam en su cama y fue a su computadora para empezar con lo que tenía en mente, si alguien lo quiere muerto tenía cinco posibles sospechosos y uno de ellos era director.
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Los dos días pasaron rápido. Jimin ya estaba en su casa siendo consentido por su madre y su tía quienes no lo dejaban hacer nada. Jimin se sentía extraño por todo esos buenos tratos, pero ahora mismo solo quería estar entre los brazos de su novio.
Le había mentido a Jungkook con respeto a su madre, ella no quería que se acercara más a Jungkook porque por su culpa estaba así. Sin embargo Jimin dijo que no se alejaría del porqué es su novio, a lo que su madre aún más se enojó con él.
No le hizo caso a las prohibiciones de su madre, y tampoco le haría caso a esos tipos que le hicieron daño, ni loco lo iba a hacer.
La noche llegó y con ello fue a su habitación para darse una ducha, Jimin miro la caja de decoración de Halloween que estaba en una orilla de su mesita de noche, sonrió porque amaba Halloween. Regalar dulces y mirar a todos esos niños con sus creativos disfraces, le fascinaba. También porque sería su primer Halloween con su novio y tenía planes para ello; un gran maratón de películas de terror.
Jimin se miró en su espejo notando que esos morados, los cuales ya no estaban tan notables como antes. Colocó sus mascarillas y después se perfumó con agua de rosas para que su aroma y piel se hidrate.
La puerta de su habitación se abre con la imagen de su madre quien al parecer le traía un vaso de chocolate caliente con bombones.
-¿Ya te vas al trabajo? ─pregunta.
─Si ya casi. Le conseguí empleo a tu tía en la morgue como mi asistente, pero no la veo muy convencida. ─Jimin rio al imaginarse a su tía mirando los cadáveres─. Te traje un poco de chocolate, ¿seguro que no quieres que me quedé?
Toma el chocolate negando con la cabeza.
─Estaré bien, además hay oficiales por el vecindario rondando la zona.
─Es que me preocupa que te vuelvan a golpear o tal vez algo peor. ─musitó preocupada, acarició la mejilla de su hijo con esa preocupación eminente.
─No lo harán, mañana vendrá el oficial a cargo de la investigación para darnos información sobre el tiempo ese, cuando lo atrapen ya todo será normal.
─Lo era hasta que ese muchacho...
─Mamá, Jungkook no tiene la culpa, si yo hubiera sido el que corriera peligro ese día, Jungkook no habría dudado en ayudarme. Él es un buen chico mamá, dale la oportunidad.
Le hizo ojitos de cachorro a los que su madre soltó un suspiro.
─Le pensaré. Me voy a trabajar y pórtate bien Park Jimin. ─lo señala.
─Siempre. ─sonríe.
Su madre le da un beso en la frente y se marcha para hora si dejarlo solo. Escucha el auto encenderse para luego tomar su mochila con todas las cosas necesarias para irse a quedar con su novio. Ya lo había planeado desde que salió del hospital, quería estar con él por esos días que no pudo abrazarlo y besarlo.
Yeonjun, entró a la habitación comiendo un bote de helado, sonrió al ver a su primero listo para su gran huida.
─Si follas con Jeon, procura no hacer tanto ruido porque es probable que se escuche hasta acá. ─se sienta en la cama mirando a su primero abrir su boca indignado.
─¡No voy a hacer eso con él! A-además, es muy pronto.
Responde nervioso.
─¿O sea que si planeas hacerlo? ─arqueo una ceja, para luego carcajearse al ver la vergüenza en la cara de Jimin.
─¡Yeonjun! ─le grita aventándole una de sus almohadas.
─Lo siento, pero vamos primo ya es hora que des tu flor y quién mejor que Jeon ─se burla haciendo movimientos obscenos.
─Deja de hablar del tema, no lo haré. -refunfuña totalmente rojo del rostro.
El solo imaginarse tener su primera vez con Jungkook le hacía arder las mejillas, también que el corazón se quisiera salir de su pecho. Si bien siempre se ha imaginado cómo sería su primera vez, no llegó a pensar que sería con alguien como Jeon Jungkook; o bueno si.
─Ya me voy, por favor no hagas cosas raras en mi cama con Soobin. ─le advierte.
─No prometo nada.
Pone los ojos en blanco y sale de su habitación. Al salir de su casa mira a las patrullas pasar; era un alivio para él tenerlas cercas así no le pasaría como la otra vez. Al estar en la puerta de la casa de Jungkook, este le abrió y rápidamente lo metió para posteriormente besarlo, lo había extraño tanto esos dos días.
Jimin no se negó a ser besado, sentir sus caricias le curaban el alma.
─Hola, nene. ─Acuna sus mejillas para robarle otro beso.
─Hola, kookie.
─Vamos arriba.
Asiente Jimin y toma su mochila y ambos se dirigen a la habitación del pelinegro, pero antes de entrar Jungkook toma vuelve a tomar su cintura y lo besa, un beso lento demostrándose cuánto se extrañaban.
─Te extrañé tanto. ─susurro sus labios.
─También te extrañe, kookie.
─¿Estás mejor?, ¿ya no te duele? ─negó el menor. ─Realmente estoy muy enojado por lo que te hicieron, Jimin, y todo por mi culpa. ─se reprochó.
─No fue tu culpa, ese tipo se desquitó conmigo por haberle casi roto el bate de béisbol en la cabeza ─lo tomó de las manos para entrelazar sus dedos─ No fue tu culpa.
─Aun así nene, te lastimaron por mi culpa y me siento tan inútil de no poder protegerte. ─bajo su manos a su delgada cintura para luego esconder su rostro en el cuello de su novio. Le gustaba mucho su olor a frutillas, le encantaba todo de Jimin.
Jimin lo abraza para darle confort, no quería que se sintiera culpable de nada. Tenía miedo y mucho, pero no por eso se quería alejar de él.
─Kookie, deja de culparte, estamos juntos en esto, pero tenemos que tener más cuidado.
Se apartan un poco.
─De eso quería hablarte nene. Pero no ahora, solo quiero estar contigo por esos dos días que no estuve a tu lado. ─Ni siquiera él mismo se reconocía al decir esas palabras, sabía que Jimin es alguien más importante para él, el sentimiento le daba miedo.
El rubio sonríe enternecido por sus lindas palabras, a pesar de que ambos saben que lo suyo no es exactamente un noviazgo oficial, sabía que Jungkook lo quería de buena manera, de no ser así jamás se hubiera preocupado por él.
«¿Quién está más enamorado de quién? Ya saben la respuesta.»
─Tengo una sorpresa para ti, no quise mandarla porque quería ser yo quien te lo diera. ─lo hizo voltear y cubrió sus ojos con sus manos para que no mirase.
Jimin sonrió después de esa corta plática de culpables.
─¡¿Una sorpresa?! Amo las sorpresas kookie.
─Pues esto te gustará, nene.
Con cuidado lo dirigió a su habitación, ya estando adentro le dejó un suave beso en su cuello, cosa que le causó escalofríos al menor.
─¿Estás listo, pequitas? ─asintió el rubio─ Uno, dos, tres... ¡Sorpresa, nene!
Quito sus manos de su ojitos y Jimin abrió su boquita de sorpresa llevándose sus manitas a su boca. Un enorme oso de peluche color rosa más un ramo de girasoles que mandó a comprar a Jackson. Jimin tenía la boquita abierta sin poder creerlo, era Cooky de BT21 uno de sus personajes favoritos.
-Jungkookie, es precioso y el ramo de girasoles lo es aún más ─tenía sus ojitos acuosos, tomó el enorme peluche entre sus manos al igual que el ramo de flores.
El pelinegro sacó su móvil grabando ese momento, su novio estaba tan feliz que comenzó a llorar.
─Kookie, no me grabes, estoy llorando. ─se quejó en un lindo puchero.
─Tenía que hacerlo, estás muy hermoso bajo la luz de la luna que entra por mi ventana y con mis regalos te miras aún más hermoso, tengo que grabarlo.
No dejo de hacerlo en todo momento, Jimin estaba sonrojado mientras limpiaba sus lágrimas de felicidad, sin duda su conejito lo quería más de la cuenta, solo que no sabe cómo decírselo.
Dejó los regalos aun lado y se lanzó a sus brazos, Jungkook lo sostuvo sin dejar de grabar, grabó ese beso tan eufórico entre ellos, sin dudas editaría todo esto para algo especial. Se separan rosando sus narices mientras Jeon apagaba su móvil para luego llevar a su dulce rubio a su cama, donde se subió sobre él pero sin aplastarlo del todo.
Observó su hermoso rostro rojizo, esos labios tan apetitosos que juraba por dios querer morderlos más. Pero sabía que aunque quiera hacerlo suyo, aún no será ese momento indicado: al menos de su parte.
─¿Kookie, me-me harías el amor?
La pregunta le tomó por sorpresa a Jeon. Incluso Jimin.
─Nene, no creo que sea el momento.
Jimin acarició su mejilla totalmente seguro de lo que quería, no tenía dudas. A pesar de que le dijo que no a su primo, Yeonjun.
─Claro que lo es, yo quiero que me tomes y me hagas tú yo. ─en su mirada había un brillo especial, donde Jeon no estaba seguro de tomar.
─¿De verdad lo quieres? ¿No quiero presionarte amor?
Amor: una hermosa palabra que hizo retumbar el pobre corazón de Jimin. Cómo no quería Jimin enamorarse más de Jungkook.
─Estoy seguro kookie, quiero ser tuyo. Te dije que mi primera vez no quería algo mágico y lleno de flores y bombones, te quiero a ti y esto es lo que pido.
Le dice totalmente sinceró. Jungkook metió su mano dentro su camisa, suspiro Jimin ante ese tacto.
─Lo haré, te haré mío Park Jimin, que jamás querrás que alguien más toque tu cuerpo, porque seré yo quien sea el dueño de ello.
─Hazlo kookie, te quiero. -susurro, perdido entre esos labios delgados.
─Te quiero, Jimin.
Quédense con las ganas, en el próximo capítulo subo el 🔞