Arriésgate Liz.

By Alleguerra

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Muchas veces nos aferramos a relaciones que nos hacen daño, simplemente decidimos quedarnos por miedo a estar... More

Prólogo
Capítulo I: Conociendo A Raell
Capítulo II: Encuentro Fatal
Capitulo III: Raell Al Rescate
Capítulo IV: Se Terminó
Capítulo V: Ahogada En La Verdad
Capitulo VI: Mala Idea
Capítulo VII: En La Misma Habitación
Capitulo VIII: El Reto.
Capitulo IX: ¡Raell Traidor!
Capitulo X: Tu Paz, Es Mi Paz Liz
Capitulo XI: ¿Que Me Estas Haciendo Liz?
Capitulo XII: ¿Nos Daremos Un Tiempo?
Capitulo XIII: Todo Por Ella
Capitulo XIV: Desde Cero
Capitulo XV: Andrea Fuera De Control
Capítulo XVII: Te Lo Buscaste Aaron .
Capitulo XVIII: Hasta Nunca Aaron
Capitulo XIX: Al Perderte, Me Encontré ♥️
Capitulo XX: Solo Tú Y Yo
Capitulo XXI: Es Un Buen Partido 😏
Capítulo XXII: ¿Vives Con Él ?
Capitulo XXIII: Raiden
Reparto Masculino
Capitulo XXIV: Tu Mirada ♥️
Capitulo XXV: ¿Y Ahora Qué?
Capitulo XXVI: Celos
Capítulo XXVII: Resentimientos
Capitulo XXVIII: Mi Luz
Capítulo XXIX: Malentendido.
Capitulo XXX: En Mil Pedazos
Capitulo XXXI: Dejar Ir
Capitulo XXXII: Perdonar Sana El Alma
Capitulo XXXIII: te Seguiré Amando
Capitulo XXXIV: Aun Dueles
Capitulo XXXV: ¿Raell Que Haces?
Capitulo XXXVI: Noticias
Capitulo XXXVII: La Cizaña En Forma De Cuñado
Capitulo XXXVIII: El Mirador .
Epílogo

Capitulo XVI: Te Casas Y Punto

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By Alleguerra

El despertador sonó puntual como todos los días. 5:00am. Bostezo y miro el techo para apaciguar la somnolencia y el cansancio, últimamente no estoy descansando lo suficiente.

Entonces Liz viene a mi mente enseguida y cierro los ojos imaginando que está aquí conmigo en este momento, que su cabeza reposa en mi pecho, ambos sumergidos en la sábana como solíamos hacerlo.

La extraño, que digo extraño, la necesito para poder seguir con mi vida. Es un sentimiento de aflicción y vacío que me acompaña desde que no la tengo conmigo, me hacen falta sus mensajes, sus llamadas, su risa e incluso sus peleas. Nadie jamás podrá llenarme ni complacerme como ella, esa testaruda chica logró meterse hasta los tuétanos y no tengo intención de olvidarla.

Ahora que no estoy con Andrea nada podrá impedir que estemos juntos. Ese es mi pensamiento cada mañana y la motivación de mi día.

Me levanto de la cama con pereza y voy al baño para entrar en la ducha, dejo caer las gotas libremente por mi cuerpo y recuerdo la primera vez que estuve con Liz. Siempre tan tímida y penosa, poco a poco fui sacando su lado salvaje y el resultado final no me decepcionó para nada. Compartíamos la misma chispa, su cuerpo se aprendió amoldar a mis manos y no creo que otro pueda hacer lo que yo.

No es arrogancia, es afirmación. Cuando dos personas nacen para estar juntas, con nadie más encajarían.

Y nosotros nacimos para estar juntos...

Tenemos fallas si, discutimos también, pero lo cierto es que ninguna pareja es perfecta y con empeño de ambas partes se puede lograr tener un buen noviazgo.

Termino de ducharme y me envuelvo la toalla para salir del baño, voy en busca de mi celular para comprobar la hora y veo un mensaje de papá que mandó hace quince minutos.

Te espero en mi oficina, estoy aquí.

Bufo con pesadez al leer el texto. Cada día teníamos reuniones en la madrugada antes de comenzar cada uno su rutina.

Me vestí rápidamente y una vez listo salí de mi dormitorio para ir a la oficina de papá. Recorrí los pasillos de nuestra extensa casa y cuando llegué al aposento favorito de mi padre, rodé la puerta corrediza de madera. Allí estaba él, sentado en su dominante silla giratoria.

—Buenos días papá —saludé y ocupé la silla desocupada frente suyo.

El gran escritorio de roble separándonos.

—¿Me puedes explicar como esta eso que terminaste con Andrea? —ese fue su buenos días.

La verdad no me sorprendía que supiera a estas alturas, ya había pasado casi una semana desde que la corté y los chismes corren rápido en nuestro vínculo social. Mucho habían tardado.

—Si, terminé con ella —no lo negué.

¿Qué más da?, igual ya me estaba preparando para este momento con él. Sé que no será fácil.

—¿Y lo dices tan tranquilo? —mi padre se escuchó indignado—, sabes bien la relación que tienes con ella desde pequeños, no puedes dejarla así como así.

—Ya no quiero estar con ella ¿qué tiene de malo?

—¿Qué tiene de malo? —levantó sus cejas incrédulo—. Le diste tu palabra a su familia y debes cumplir.

—Hablas como si hubiese firmado un contrato con Andrea —brame molesto—, nada me une a ella.

Mi afirmación lo hizo enojar mucho, lo note por como la vena de su frente se estaba poniendo abultada.

—¡Ya estuvo bueno Aaron! —explotó como sospeche—. Dejas esa tontería y te comprometes con Andrea, el viernes haremos una reunión y allí le darás el anillo.

Anunció como si fuese el dueño de mi vida ¡Esto es una porquería! Yo no tengo porque hacer su voluntad.

—No lo haré, no puedes obligarme —permanecí serio en mi lugar.

—¿Me estás desafiando Aaron Villarroel? —se levantó de su silla imponiendo autoridad—. ¿Se te olvida quién paga tus cuentas?

Esas palabras derrumbaron mi mundo en cuestión de segundos, eran las mismas que use con Liz aquel día. Ojalá pudiera expresar la humillación y la decepción que se siente escuchar eso de un ser querido como mi padre. Ahora entiendo como se sintió ella cuando yo se lo dije.

—Yo no te pedí nada de esto —le dije con dolor en mi voz—, y sino me quieres seguir ayudando esta bien, eso no hará que regrese con Andrea.

Seguí con mi decisión, ya estaba cansado de ser su títere.

—No entiendo hijo ¿qué está pasando contigo? —mi padre negó la cabeza como si fuese irreconocible.

Me di valor para lo próximo que diría.

—Estoy enamorado de otra chica.

Él quedó asombrado en su lugar, asimilando mis palabras. Una carcajada salió de su boca luego y frunci el ceño.

—¡Pero mira! Si ya salió el guante —musito entre risas. No entiendo que era tan divertido—. ¿Quién es esa fulana?

—La conocí en la universidad.

—En otras palabras, es una cría como tú viviendo por primera vez el amor —habló con burla.

—No es juego papá, con ella me quiero casar.

—¡Y un coño! Tú ya tienes con quien casarte —me señaló con el dedo imponente.

—No vas a obligarme.

Me levanté molesto con él por ser tan gilipollas y salí de esa oficina. Sé que es mi papá y merece respeto, pero ¿Como puedo darle respeto, si él no respeta mi vida y mis decisiones?.

¡Que le den!

—¡Aaron vuelve aquí ya! —exigió tras de mí.

Ambos bajamos las escaleras y me apure para salir de casa antes que me alcanzara. No tuve éxito, mi mamá se interpuso en mi camino.

—¿Hijo que pasa? Desde aquí se oyen sus gritos.

—Nada mamá —pasé de ella y seguí mi camino.

—¡Te lo advierto Aaron Villarroel sino te casas con Andrea, buscaré a esa chica con la que te metiste y verán quién soy yo!

Su advertencia me hizo frenar en el acto. Lo miré encabritado de la hostia.

—En donde te metas con Liz me olvido que eres mi padre —le advertí yo también.

—¿Liz?, ¿la novia de Raell? —el jadeo confuso de mi mamá me hizo dar cuenta lo que hice.

Joder.

No debí decir su nombre. Era obvio que el chisme de Raell y su nueva novia ya era popular a estas alturas.

Miré a mi mamá y tenía la expresión distorsionada por la sorpresa.

—Además de intrusa, una cualquiera —ese fue mi padre—. Anda cazando riquillos ah.

—¡No hables así de ella! —caminé hacia él desafiante.

—¡Aaron basta!

—Déjalo Iris, que se haga mi enemigo por esa tipeja —bramo mi padre.

Estábamos enfrentados, cara a cara y el dolor en mi pecho latente. Yo amaba a mi familia y me dolía ser su enemigo porque no aceptan a la chica que amo.
Todo esto me estaba consumiendo.

—Sino quieres perder a tu hijo, deja que sea feliz con ella —dije calmado, sin querer ponerle más fuego a esto.

—Y si tú no quieres perder tu familia, tu casa y tu futuro, le pedirás matrimonio a Andrea el viernes —mantuvo su negocio y negué la cabeza decepcionado.

No dije nada más y me fui de allí, necesitaba despejar mi mente y pensar lo que iba hacer. Porque no lo tenía fácil.

Perder el amor de tu familia, estar apunto de perder mi último semestre estando tan cerca de graduarme y estar enemistado con uno de los hombres más influyentes de Barranquilla y España como mi papá, no era cualquier cosa.

¿Liz lo valía?

Totalmente. Esa chica era un tesoro, una gran mujer pero ¿yo la merecía? He allí el gran problema.

Me subí al auto y conduje sin parar, sin ningún rumbo fijo. Me atore en el tráfico y sin poder contener mi rabia le di golpes al volante como un desquiciado.

¡Ojalá todo fuese más sencillo!

No quiero perder nada, no entiendo porque es tan difícil para mí padre aceptar mi relación con alguien que no sea Andrea. ¿Tan grande es su ambición por agrandar el negocio, más grande que la felicidad de su hijo?

Busqué mi celular en la guantera y le marqué a Raell, necesitaba hablar con él. La línea timbro y nunca contestó, pille la hora y eran las ocho. Seguro estaba en su oficina, era muy puntual en ese aspecto. Necesito verlo, contarle lo que está pasando.

En eso recibí una llamada de Brenda, una compañera de clase y contesté.

Hola Brenda.

—Aaron ¿dónde estás? Hoy nos toca exposición de Marketing.

Dijo impaciente y hostias, lo olvide por completo.

tranquila ya voy en camino.

—Date prisa o nos quedamos sin nota final

Terminé la llamada y después del atasque en el tráfico me dirigí a la universidad. Iría con Raell después. No tenía ánimos de ir a esa defensa en Marketing, pero ya estoy tan cerca de la meta que no puedo aflojar. Mucho menos ahora que necesito mi independencia para estar con Liz.

Llegué al campus y estacioné el auto en el parqueadero de estudiantes, fui al piso que corresponde mi clase y gracias a Dios llegue a tiempo. Brenda pareció ver a un angel cuando me senté junto a ella y las exposiciones duraron más de lo que pensé. Me tocó improvisar cuando me fue mi turno porque no estudié nada, lo bueno es que nací con madera de negociante y convencí al público con balances e ideas.

Para cuando salimos era más de mediodía.

Necesitaba hablar con Liz, verla, sentirla cerca aunque sea. Fui a la cafetería, donde seguro estaba con sus impertinentes amigos y cuando llegué los busque con la mirada, localicé la mata de pelos de Tito y fui hasta ellos. Mi sorpresa fue que Liz no estaba.

—¿Chicos y Liz? —la preocupación me invadió.

Tito me dio un escaneo visual por sobre el hombro y rodó los ojos.

—¿Qué te hace pensar que hablaré contigo sobre mi amiga? —bramo con su mala leche de siempre.

Imbécil.

—Por favor, es urgente que hable con ella.

—De malas, ella no vino hoy —Tomás espetó.

—¿Y donde está? —pregunté exasperado.

—Lizi ¿estás allí?, el idiota de tu ex te solicita —Tito miró su bolsillo como si ella estuviese ahí.

Me contuve de no aplastarle la cabeza.

—Algún día me desquitare —brame antes de alejarme de ellos. No pienso perder mi tiempo con esos capullos.

Cuando Liz sea mía de nuevo haré todo lo posible por alejarla de ese par ¿qué se creen?

Después de eso fui a las clases correspondientes del día y para cuando terminó mi jornada eran las seis. Le pasé mensaje a Raell y me dijo que estaba en su oficina Todavía, de modo que no perdí tiempo y fui hasta allá.

La recepcionista sonrió amable cuando me vio, no era primera vez que me veía por estos lados.

—Hola Villarroel —saludó.

—Hola Sophia —le di un guiño y me hice camino a la oficina de Raell.

Casi choco con alguien al abrir la puerta.

—¿Liz?

Nuestras miradas hicieron clic y la confusion en su rostro me pareció adorable. No esperaba encontrarla aquí hoy, sabía que tarde o temprano empezaría a trabajar con Raell pero no pensé que tan rápido.

—Hola Aaron —me dio una sonrisa apenada.

Su voz fue lo más glorioso que pude escuchar hoy. Tuve tantas ganas de sostener sus mejillas y besarla.

—¿Viniste por Raell? —preguntó.

—Si, y ahora que te veo puedo decir que valió la pena venir.

Note como bajó las pestañas con pena, tratando de esconder su sonrojo.

Todavía le afectan mis halagos, lo sabía, no me ha olvidado.

—Bueno yo seguiré con mis deberes, adiós —logró escabullirse pasando de mi lado con prisa.

Sonreí por su actitud, parecía un ratoncillo asustado huyendo de lo que siente por mí. Reconquistarla no será difícil y lo voy a lograr.

Con mejor humor porque pude verla entré a la oficina de mi amigo y me senté en la que parece mi silla de terapia.

—Pero mira quien me trajo el viento —bromeó y levanté las cejas sorprendido.

—Alguien está de buen humor hoy —musite como quien no quiere la cosa—. Sino fueras tan tiquismiquis, diría que estas así por una chica —lo molesté con eso .

Negó la cabeza risueño, —La vida me esta sonriendo un poco es todo —aseguró y rodé los ojos.

Siempre tan monje.

—Lo que necesitas es una mujer que te haga volar los tapones amigo.

Bajó la mirada y eso me hizo pensar seriamente que algo le estaba pasando, Raell no es de expresar lo que siente por voz propia pero es bastante expresivo. Al menos he aprendido a entenderlo.

—Por ahora no llega la indicada —se encorvo de hombros y me rendí con él.

En cuestiones de amor tenemos ideas distintas, él era minucioso con las mujeres y yo era más arriesgado. Si me gusta alguien voy sin miedo, sin importar lo que vendrá después en cambio él, debe planificar hasta el halago que le dará a la chica.

—Como sea amigo, no soy quien para cuestionar tu peculiar forma de ser —le di un guiño y se rió—. Vine porque tienes que saber algo.

Le comenté y frunció el ceño.

—¿Ahora qué pasa en la vida de Aaron Villarroel?

Miré hacia atrás, comprobando que Liz no viniera y como todo estaba despejado, miré a Raell de nuevo.

—Mi papá se volvió loco, quiere que le pida matrimonio a Andrea el viernes —le conté.

Sus ojos se abrieron mucho, claramente movido por la sorpresa.

—¿Es una broma?

Negué la cabeza, —No amigo no estoy jugando, hoy lo confronte en la mañana y me salió con eso.

—¿Y le harás caso?

—Discutimos porque le dije que no lo aceptaba.

—Pero Andrea no me contó nada, ella sigue dolida por ti —comentó y lo mire fruncido.

—¿Has hablado con ella?

Se quedó pensativo en su lugar y eso me dio mala espina.

—Hace días nos vimos pero fue breve, lo unico que hizo fue llorar y embriagarse con vino —dijo y no muy convencido asentí.

Sé que hablaron más cosas, ella le tiene mucha confianza pero Raell es tan leal que no me dirá nada por eso prefiero no preguntar, además que no me importa; mucho daño le hice Andrea como para hacerme el preocupado ahora.

El sonido de un timbre se escuchó y Raell y yo nos miramos fruncidos.

—¿Eso es un celular? —preguntó él.

Al escuchar el tono con más detalle supe que era el de Liz. Busqué con la mirada y estaba en un estante de la oficina.

—Es el celular de Liz —me levanté a buscarlo.

Cuando lo tuve en mis manos vi una llamada entrante de su amiguito Tito.

—Cuando me vaya se lo doy —avisé y lo guardé en mi bolsillo.

—Todavía no me dices qué harás el viernes —Raell volvió al tema estresante.

—No lo sé amigo veré como hago ese día, pero de que evado este lío lo evado —hablé seguro.

El asintió y reinó el silencio entre los dos.

—Le llevaré el teléfono a Liz —avisé levantándome de la silla.

—Está en la oficina de diseño con Andrew —me avisó Raell y asentí.

—Nos vemos amigo, te estoy avisando cualquier cosa.

Nos dimos un abrazo de despedida y me acompañó hasta la puerta. Caminé hacia el área de diseño y sentí el celular de Liz vibrar, lo saque de mi bolsillo y vi un mensaje nuevo de Tito. Gracias a Dios no estaba bloqueado.

Liz a que hora vienes a casa???? Aaron pregunto por ti hoy 🙄

Sonreí lobuno al leer el texto. Sabía que este capullo me las pagaría tarde o temprano y el momento era ahora.

Estoy con él, no sé si vaya a la casa hoy.

Respondí haciéndome pasar por ella. Su respuesta llegó rápido.

Estas drogada???? Que haces con ese tío??

Seguí respondiendo.

No te metas en mi vida Tito.

Me detuve en el pasillo a esperar cuál sería el final de esta conversación.

Te dije claramente que si volvías con él no me hablaras más.

Alce una ceja por ese mensaje ¿así que le dijo eso?

Haz lo que quieras, igual me quedaré con él esta noche.

Lo prefieres a él antes que a mí???

Preguntó y esto me emocionó. Su cólera en este momento me consuela.

Te amo amigo, pero a él mucho más.

Me dejó en visto y sonreí. ¡Toma ya! La Venganza es dulce.

Borré los mensajes del celular de Liz y dejé todo como si nada. Me dirigí al área de su oficina y la sonrisa satisfecha no abandonó mi rostro, como mínimo Tito y Liz se pelearán y será el momento indicado para ganar puntos yo.

*****

Hola preciosurassss 😘😘

Nuevo Capítulo con Aaron al mando!!! No lo odien mucho después de esto pleaseee..

Otra cosa... Tengo días con curiosidad!! Se imaginan a Raell o Aaron como algún actor??? Cual???

Porque yo todavía no pongo personaje fijo, prefiero que los imaginen a su gusto..

Espero saber sus espectativas mis amores!!! Nos leemos luego.

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