Estaba acostada sobre las piernas de Jungkook, jugando un pvp en el que iba perdiendo de forma lamentable cuando cómo de costumbre, Tae interrumpió abriendo la puerta de par en par con las mismas palabras de siempre.
— Lamento interrumpir, Jungkookie. Tenemos que ir por los disfraces. Hola, Sunny.
— Tae, podías haber mandado un mensaje, estoy ganando una partida y luego planeo ponerle un lindo reto a esta pequeña.
Jeon tenía una pícara sonrisa en su rostro mientras que Tae, tardó en entender el mensaje pero cuando lo hizo, me miró de forma burlona.
— Par de imbéciles. Por eso tú —Señalé a Tae. —no tienes novia. Y por eso a ti —Señalé a Jeon.—voy a dejarte en cualquier momento.
La respuesta de ambos fue reír.
— De igual manera, me voy. Olvidé que tengo algo que hacer. —Agregué. Por supuesto que había olvidado mi disfraz y la fiesta es hoy en la noche. Porque me dejo de llamar Park SunHee el día que no se me olvide nada.— Nos vemos más tarde.—Un beso en los labios para Jeon y un abrazo para Tae.—Los amo.
[...]
Rosie ya me había regañado por olvidar todo lo más importante y ahora está ayudándome a encontrar algo entre las cosas que tengo en mi closet. Decidimos que iba a ir del Joker. Tuve que pedir ayuda a mi mánager para conseguir una peluca lo antes posible pero ahora todo iba bien.
Iba con un conjunto que consistía en un gran blazer de terciopelo rojo, junto con un pantalón de igual tela. Acompañado con un top de encaje en tono verde aguamarina, zapatos altos y bolso en verde manzana y la estrella del outfit: una peluca en color verde aguamarina.
En cuanto a maquillaje, iba con el clásico de payaso. Labios rojos que seguían su curso hacia mis mejillas. Simulando una gran sonrisa. Triángulos que iban desde el párpado inferior de mi ojo, hasta encima de mis cejas en tono azul. Mejillas y nariz con muchísimo blush, y una piel blanca como la nieve.
Cuando estuvimos listas, nos guiaron hacia las camionetas para llegar al hotel en el que se iba a realizar la fiesta.
Al entrar, me encontré separada de mis compañeras y frente a muchísimas personas. A lo lejo, vi a Tae y Jungkook que no me habían visto. Tomé camino rodeando a los otros invitados y saludando a mis conocidos. Una vez detrás del par de imbéciles, hice mi intento de asustarlos.
— ¡BOO!.— Con las palmas de mis manos, golpee sus espaldas.
— No vayas a intimidar mucho, Sunny. Por cierto, te ves bien. —Tae, con una sonrisa iba diafrazado de Woodie, le sentaba increíble.
— Gracias, Tae. También te ves genial.
Jeon, quien hasta ahora no había emitido palabra alguna, se volteó para beber de un sorbo lo que tenía en su vaso y luego, palmear la espalda de Tae, dándole la señal de que ya tenía que irse. Haciéndome reír por eso, y porque Tae le hizo caso.
— Te ves guapo, Jeon.— Iba de Hawkeye, con un traje cuerpo completo en negro y azul, porta armas en una de sus piernas y su arco y flecha característico del mítico personaje.
— Park SunHee, — Pasó sus manos por su cabello.— dime como es que siendo tan jodidamente hermosa, aún así estás conmigo... No lo comprendo, eres la mujer más fantástica que conozco, y no hablo de tu apariencia física que vaya, es increíble. Por cierto, tu escote llama poderosamente mi atención, que guapa.—Sonrió observando rápidamente la zona nombrada para luego encontrar mis ojos con los suyos.—A lo que voy, es que eres espectacular en todos los sentidos y en todas tus formas... Te amo Park SunHee. Me prometo a mi mismo, trabajar duro y mejorar para, en un futuro poder ser un buen esposo para ti.
— Eres increíble, Jeon. No necesitas mejorar nada, eres perfecto. Y también te amo.— Dejé un corto beso en sus labios.— ¿Qué opinas de mi disfraz?.—Di una pequeña vuelta sobre mi eje para luego sonreír y esperar una respuesta.
— Es mravilloso, preciosa. Te ves increíble, y el disfraz altera muchas cosas en mí.—Me tomó por la cintura para acortar la distancia y dejar un beso en mis labios.—Tú me entiendes.
— Claro que te entiendo,—Tomé distancia nuevamente, era muy peligroso seguir estando tan cerca de Jeon.—eres un cerdo.
— También pensaste lo mismo, mi amor. Lo sé.— Me tomó de la mano y guió hasta una mesa algo alejada.—Vayamos a beber algo.
Al rededor de veinte minutos después, Jeon volvió a acortar nuestra distancia por enésima vez en la mesa.
— ¿Ya te dije lo hermosa que te ves?.
Estiró su brazo por sobre mis hombros para acercar mi cabeza y besar mi sien.
— Por unas veinte veces desde que me viste, Jeon. Te lo agradezco.
— Te amo, Park SunHee.
— Te amo, chiquito.