Amor Por Error ©

De XxAmayraxX

353K 17.6K 14.9K

¿Que pasaría si en una fiesta te acuestas con el novio de tu mejor amiga que también resulta ser mejor amigo... Mais

-Sinopsis-
-Prefacio-
-1-
-2-
-3-
-4-
-5-
-6-
-7-
-8-
-9-
-10-
-12-
-13-
-14-
-15-
-16-
-17-
-18-
-19-
-20-
-21-
-22-
-23-
-24-
-25-
-26-
-27-
-28-
-29-
-30-
-31-
-32-
-33-
-34-
-35-
-36-
-37-
-38-
-39-
-40-
-41-
-42-
-43-
-44-
-45-
-46-

-11-

8.8K 508 765
De XxAmayraxX

-leche con fresas-

Me encanto cometer un error contigo...

Joder como yo podría haberle dicho a esa Dhara. Ella era un error que no cualquiera cometería.

Maldito cursi.

Toda la noche no pude parar de pensar en ella, de saber que solo estaba a unas cuantas habitaciones cerca de la mía. Ese jodido suéter que le quedaba de puta madre.

Sin groserías Adriel.

Pero digo sus pezones se marcaba cuando se endurecían. Las ganas no me faltaban de rodear le la cintura y llevarla a la cama. Lamer cada parte de su cuerpo disfrutando de la suavidad de su piel, besarla hasta no poder... Es que sus labios eran tan adictivos como si de un dulce se tratara. Me encontraba su sabor de su boca, el aroma que deja en el aire cuando mueve su cabello rubio y que decir cuando se sonroja con una simple palabra. Era tan jodidamente linda.

Cogi la almohada que estaba alado mío y me aplaste en cara para gritar de la frustración.

Odiaba a esa chica por hacerme sentir esas sensaciones que quisiera fuese por Nat.

Dos pequeños toquecitos llamaron a mi puerta. De seguro era la rata que decía ser mi hermana.

No respondí por que ni siquiera quería que entrará.

—¡Adriel!

Claro que era ella...

Gruñí y me removí en la cama.

Era raro no sentir a Nat alado mío...

—¡Mamá llegó!

Mierda.

Aparte la almohada del rostro de un golpe. Joder debería estar aún con su novio en cualquier hotel de esta pequeña ciudad.

Mierda mierda mierda

Rápidamente me puse unos pantalones deportivos que era los más cerca que tenia. Nat no estaba en la cama y de seguro ya estará presentándose a mi madre como ella quería que lo hiciera desde que nos conocimos, pero eso ahora no era lo importante, si no, Dhara.

No podría imaginarla aún con mi madre.

Abrí la puerta de golpe y ya veía la figura de mi hermana bajar las escaleras. La seguí con una rapidez que ni yo mismo pense que tenia, y de pronto cuando ya tenia la esperanza que todo era una mala broma de André, sentí todo el mundo venirse encima.

Tienes que estar bromeando Hija de puta.

Dhara y mi madre se estaba abrazando.

Se separaron y sus miradas al instante se dirigieron a mí posición, al notar mi presencia.

—Hijo por fin te levantaste...  —Sonrió mi madre haciendo aparecer unos hoyuelos en mis cachetes.

Trague saliva aún recordando la imagen que se me acaba de presenciar.

Nat estaba atrás de ella y se acercó a mí para jalar de mi brazo y acercarme a ellas. Dhara se inmutó. Y la entendía lo que menos quería que viera era como presentaba a Nat como mi novia a mi madre.

—Tu madre es tan linda que ya aceptado saludar a Dhara.  —Sonrió a mi.

—Bueno es que hay que admitir que quien no quisiera salir a este angelito —Sonrió de mejillas que casi mató de sonrojo a Dhara.

Dios mi madre era demasiado empalagosa.

Dhara sonrió cortante apretando fuertemente las mangas de su suéter rojizo. Estaba incomoda y no sabía por qué mi madre aún no lo notaba.

Parpadee varias veces para reacomodarme de nuevo a la situación.

—Buenos días madre. — la salude cortante no quería sacar más de la cuenta.

—Buenos días hijo  —repitió dudosa con el ceño fruncido.

—Creo que Adriel nos ayudado mucho por hoy así que nosotras tenemos que irnos con nuestro amigo —Señaló con cejas el sillón donde un Félix despeinado, despertaba.

—A mi me ha encantado conocerte querida espero verte pronto por aquí.

Era como darle palanca a que viniera todos los días.

—Así será si su hijo está dispuesto a traerme todos los días.

Sabía...

Rieron un poco mientras se despedían hasta llegar a Dhara, que admito yo tenía incredulidad de saber que le diría mi madre.

—Espero verte pronto Dhara fue lindo conocerte a una chica tan linda como tú.

Sonrió apenada.

—Un gusto conocerla señora.

—Ay pero no me digas señora, dime Bere como de amigas  —Río dándole palmaditas a su hombro. — Y si mi hijo no te lo da dicho, ese suéter te queda hermoso.

Por eso era mi madre...

—Gracias seño —se detuvo — Bere  —aclaró.

Asintió para dirigirse a donde Félix.

—Iré a dejarlas  —murmulle a mi madre. Ya estaba apuntó de coger las llaves del carro cuando ella me detuvo en una mano en el hombro.

—Nat a pedido un taxi para no molestarte y lo agradezco por que necesito hablar contigo sobre esa niña, Nat.

Mañana arruinada, ¡genial!

Lo admito no lo vi venir.

Félix con una mano se despido de mi madre, estaba tan mal que ni articular palabras podía.

Ellas sosteniendo a Félix de los brazos se adentraron al taxi, daba pena ajena por el taxista pero supongo que es algo normal en su trabajo. Espere que estuvieran ya lo suficientemente lejos de la casa para cerrar de la puerta y dirigirme a mi madre que ya estaba con los brazos cruzados recargada a la pared.

Mi madre era hermosa y claro tiene menos edad que todas las mamás del instituto de André pero aún así ella ya había dominado el instinto de madre.

—Antes que nada, perdón por no avisar fue sin previo aviso y como pensé que vendrías tarde por andar con tu novio...  —Formule con cierta inocencia.

—Así que decidiste hacer lo que se viniera en gana solo por que yo no estoy —Cuestionó con molestia.

Deje mis hombros caer cansado de hacer otra pelea como la costumbre que habíamos hechos desde hace unos días.

Odiaba eso.

—Solo dime que sucede con Nat y me largare a mi entrenamiento.

Bufo riendo un poco.

—Sabes que yo siempre he apoyado en que tengas parejas desde que tienes uso de memoria y debo admitir que me sorprende que esa niña hayas durado más, supongo que debes quererla para que aceptaras mudarte conmigo, sabiendo que en la ciudad lo tenias todo.

Mis pensamientos estaban vacíos al momento en pensar en ella. A Nat la quería y tenía que venir a verla aunque eso no estuviera mucho en mis planes personales.

—Si... Supongo.

Titubeó entre dientes.

—Entonces no la quieres.

Fruncí el ceño.

—Claro que si la quiero  —Renegué— Si no como tuviera la confianza en ella para traerla a casa.

—Siempre has traído chicas Adriel, desde muy pequeño.  —tonteo diciendo lo obvio.

Rodé los ojos.

—Pero ella ya la conociste y eso no a sucedido con otras.

Relamio sus labios y se dirijo a la barra de la cocina para servirse un vaso de agua.

—Okey aceptaré que la quieres, pero solo date cuenta que no es lo mismo que tu me la hayas presentado y para ser sincera, de seguro esa chiquilla ya esperaba desde mucho conocerme.

Rasque mis cabeza con inquietud.

—No quería incomodarte.

—¿Solo a mi? —Sonrió llevándose el vaso a sus labios.

No, Dhara...

Subí la mirada sintiendo los leves nerviosismo que me había provocado esa simple pregunta. Pronunciar su nombre era como navegar en mis pensamientos ajenos a mi. Solo fue una aventura. Y así quedaría.

¿Y lo de anoche?

No quise contestar a esa voz que me agrumaba todas las noches recordando el pasado, al igual que no quise contestar a la pregunta de mi madre. Era inútil si mentía, ella no dejaba de estar en mis pensamientos y no quería recordarla a un más con una simple respuesta. Y en el fondo admito no quería que los abandonará.

Lo juro, muy en el fondo.

// // //

Presione el botón para pagar totalmente mi coche y deje mi cabeza caer en la cabecera del asiento.

No quería venir y más si estaba la ultima persona que quería ver en mi vida.

Oliver.

La verdad los únicos recuerdo que obtenía de él de chicos eran malos, muy malos para el niñato de siete años que era en ese entonces.

Jale mi mochila que estaba en el copiloto para bajar y colgármelo en un hombro.

El sol estaba de muerte, odiaba el calor.

O bueno en el clima.

Entre a la cancha por la parte de atrás del instituto y me adentrar a los bañadores donde se encontraban mi casillero. Todos los chicos me miraban con rareza mientras entraba. También odiaba las mirada no discretas.

Escuchaba murmullos de burla detrás de mí cuando encontré mi casillero. ¿Desde cuando lo hombres se burlan?

Mientras que ellos se burlaban de lo que fuera de mi, sus novias me stalkeaban para saber mi número de teléfono, si en dado caso tenían.

Puse el código y metí cosas necesarias que podría necesitar en los entrenamientos y los baños.

—Pero vaya miren quien está aquí  —Lo que faltaba.

Sin regresar mirada me concentre en doblar bien los cordones de mis deportivos.

El conservando de ambiente de machismo egocéntrico, se sentó alado mío.

—Me alegro verte por aquí amigo, por un momento pensé que estarías en el club de porrista por la emoción de tu novia. — Río burlón.

Era la misma emoción que tenia tu novia cuando le daba de estocadas en la cama, quise devolverle.

Control Adriel.

—pensaste mal...Amigo.  —Dije poco ganas de ser empático.

—Nunca llegué a pensar que volvería a escuchar la voz de mi mejor amigo de la infancia  —Se paro al frente de mi y extendió su mano  —Bienvenido Amigo.

Subí la mirada y pude ver esos mismos ojos que cuando se burlaba de mi cuando estábamos pequeños.

Le cogi la mano con fuerza sonriendo.

—Gracias por la bienvenida amigo. —Ironice.

Demasiadas veces para decir amigo cuando ni siquiera era lo más cerca que pensaba de él.

Sus cejas su fruncieron un poco al no entender lo dicho, quien iba entender que me acosté con su novia sin saber que era la amiga de mi novia y novia de mi mejor amigo de la infancia. Nadie.

Suspiro y se paro para extenderme una mano para ayuda.

—Hoy hay entrenamiento pesado así que más te vale que vengas preparado.

Lo sostuve y me ayudo a levantarme.

Asentí y con el equipo ya listo nos dirigimos a la cancha soleada. Odiaba cuando el clima no era soportable.

Me presentó como su mejor amigo como si fuéramos niños de siete años de nuevo. Aunque no estaba en mis planes volverlo hacer mi amigo, quería ganarme su confianza y así discretamente contarle lo de Dhara.

Digo, no es por que quisiera que cortaran. Puf.

El entrenador no tardó de salir de los vestidores, era de aspecto formal algo raro para mis antiguos entrenadores que eran regordetes.

Él no le dio importancia mi presentación, creo que ya sabe que la mayor parte del instituto sabe más de mi que yo mismo sabia.

Empezamos a calentar corriendo en nuestra misma posición, haciendo tijeras para dejar que nuestro cuerpo no estuviera tenso. El silbato del profesor me hacía concentrar bien en mis movimientos y por eso que cuando lo dejó se silbar me detuve. Alce la mira y el entrenador hacia señas raras atrás mío, con curiosidad voltee.

Oh vaya, creo que ella iba en cerio.

Era Nat con la entrenadora de las porrista al frente suyo, ella igual le hacía señas al entrenador y por lo visto era para preguntarle si no le molestaba la música.

Con Rareza intente visualizar a Dhara, pero no había rastro de ella. Creo que salió bien su plan de no apoyar en su novio.

Hablando de su novio...

—Profesor no creo entrenar bien si las porrista estarán desconcentrándome.

Bufé en silencio.

—Tienes razón  —hablo el entrenador — Necesito hablar con la maestra de las chicas para que las cambien de horario y mientras ustedes, ahora solo quiero que corran 10km al día

Escuché el quejido de alguien atrás mío.

—No sean maricones no les pido mucho.

Tome mi botella de agua y sin decir mas el entrenar se encaminó donde estaba la maestra de las porristas. Animaba la propuesta de cambiarles el horario, odia sentir tanto empalago y presión al mismo tiempo.

— Ey Adriel ¿quieres venir? —me pregunto Oliver mostrando su mochila que se suponía que era ropa para después del entrenamiento, pero sólo era whisky caros y algunas otras marcas que no reconocía.

—No puedo tengo que ir a la biblioteca.

Río con burla.

—Okey amigos, solo cuidado con los ratitos que se encuentran ahí —Se camino hacia atrás mientras que los otros compañeros le seguían.

Bueno seguía comportándose como un idiota.

Eche un vistazo a Nat para confirmar que estuviera suficientemente distraída para no verme ir por otro lado. Y lo estaba.

Camine lo rápido que pude a la biblioteca, aunque la mochila me pesará a mares y eso que no era mucha ropa la que traía.

Empuje la puerta y con apuro intente visualizar a la persona que necesitaba.

Y lo encontré.

Entre los asientos vacíos leyendo lo que suponía un libro del arte del dibujo.

Aparte de hacer una búsqueda de Dhara para saber un poco a lo que me estaba enfrentando, también busque a las personas más cercanas a ellas y era su mejor amigo.

Llegué por detrás Félix dándole pequeños golpes en la espalda.

—Qué hay amigo  —Reí un poco para líber un poco de incomodidad entre ambos. Era la primera vez que le dirija la palabra.

El me observa con rareza mientras poco a mete un papita frita en su boca.

—¿Que?

Negó.

—Nada nada, solo que es raro.

—¿Raro?¿Que cosa?

—No lo sé, tú  —pensó negando — Dime que quieres y ya puedes irte con tu novia.

Perfecto fue mas fácil de lo imagine.

Me reacomode en mi asiento.

—Em le quiero preparar una sorpresa a Nat así que necesito hablar con Dhara, pero ella se niega a darme su número, no sé si tu...—Insinué.

—Si no te lo da, es por algo.

Ni siquiera me atrevo a preguntarle por se que ni la hora me da.

—Lo sé pero ya sabes.... Ella y yo no nos caemos tan bien que digamos...—Dijo bajando el tono de mi voz.

Sus ojos se achicaron.

—Claro que no se iban a llevar bien eres un cabron que se adueñó de su mejor amiga.

—Si lo se. —volque los ojos.

—Y también ahora eres el mejor amigo de Oliver, no es por ser chismoso, pero yo me entero de todo.

—Si...

—En verdad quien no te odiaría apareciendo en todas partes, cuando antes ni sabíamos de tu existencia.

—Vale lo tengo claro.

—O bueno como olvidar cuando tu le diste una paliza a su novio cuando  —Lo calle sacando 5 dólares de mi bolsillo de un fuerte golpe a la mesa.

—Te los doy si me das su numero y te dejo en paz.

Me observó con sigilo.

—Es muy poco para darte el número de mi adorada Dhara.

Gruñí y saque lo ultimo que quedaba en mi cartera.

20 dólares.

—¿Con esto basta?

Con los brazos cruzados y los ojos achicados se reclino en su asiento.

—Solo por que me haz ayudado en mi adicción de la noche.

Sonreí por fin.

Sacó su móvil y empezó a dictar. Con atención intentaba no fallar en ningún número. Cuando marque guardar me llevó a su perfil y ahí estaba. La enana con gafas sonriendo como si su vida dependiera de ello.

—Gracias amigo.

Asintió sin darme mucha importancia, cogiendo el dinero.

Aunque podría sacarle su número de otro manera en vez de pagar quince dólares por ello, era la forma más rápida de obtenerla.

Dhara era muy discreta en su vida en cambio de sus padres. Ella apenas subía foto en sus historias de Instagram y la única foto que tenía en su perfil era con Félix comiendo papitas, eran fanáticos de ello. También pude saber que a su hermano lo mantenía oculto por mucho tiempo, apenas parecía en foto en familia y cuando aparecía todos comentaban era un primo lejano o algo fuera de su familia.

Eso sí que era raro...

Su familia o bueno sus padres se había llevado revistas de familia perfecta, hasta han hecho entrevistas de como educar a sus hijos y vaya que todo lo que decían no lo llevaban a cabo.

Y aunque todo fuese raro en su familia aún así Dhara era conocida y así por querer ocultarse de todos.

Pero ¿porque?

Es lo que quería saber.

—Hola buena tardes ¿en que le puedo servir?

Llegue al recibidor de la cafetería que había venido cuando realmente conocí a Dhara.

—Quiero un batido de leche con fresas para llevar.

—Si claro en seguida  —Se giro para entrar a una habitación atrás suyo.

Observe el lugar, era igual que la última vez que había venido, un poco rústico y minimalista.

—A ti también te gusta el batido de leche con fresas—un chico de cabello negro azabache se dirijo a mi.

—Si... —dije con rareza, ¿y este tipo que?

Sonrió y al notar mi rareza en él, cogió su bebida y la agitó.

—También a mi.

Lo bueno que no me pagan por preguntón...

—Vale...

Él asintió y después de mucho alguien en este pueblo se acercó a mi sin decir que si era el novio de la supuesta popular del instituto. Y aunque observándolo bien, no se veía de la ciudad.

—Y tu como descubrirte el batido...  —Empecé hacer uso de mis pocos métodos de socializar.

El chico pelinegro sonrió de solo recordarlo.

—Una chica me lo recomendó  —y en la manera que lo dijo supe que era más que solo una chica común y corriente.

—Por tu sonrisa no será TÚ chica —Bromee.

Río un poco apenado.

—No, fue una de camareras de justamente este lugar.

Pronto recordé a la castaña que justamente me estaba atendiendo y estaba hablando con él cuando llegue.

—No es...  —Señale la puerta donde se había desaparecido.

—Oh no no, ella hoy no trabaja por lo que pregunte.

Asentí entendiendo.

—¿Y tú?

En el fondo no quise responder pero me daba igual, ella no se iba enterar de aquello.

—La verdad es que antes no la conocía, hasta que me encontré con una chica que se ponía muy roja cuando solo me acercaba a ella y me recordó a ella, es raro lo sé  —Sonreí un poco nervioso.

—No está bien, hay muchas cosas que nos recuerda a esa persona especial, como tú y yo con esa chica  —Sonrió de boca cerrada— pero igual, ¿no será tú chica...? —Dijo las misma palabras que yo había utilizado.

Sonreí un poco remarcando mas mis pensamientos a ella y dirigí la mirada adonde estaba sentada la última vez que la vi en este lugar.

—Ya quisiera que fuera mi chica...

Pero ella no lo podría ser.

Sonreímos juntos de una cierta manera entendiéndonos.

—¿A que nombre pondré el batido?  —regrese hacia la camarera que ni vi en que momento llego.

—A Adriel Brown  —respondí.

Ella con la plumilla apuntó de escribir el nombre, subió la mirada lentamente que dio miedo.

—Ah... ¿Adriel Brown?

Asentí.

Trago saliva tan fuerte que lo escuche tan cerca de mi. Ella apartó la mirada y la dirijo al chico que estaba sentado en la barra.

Fruncí el ceño al tomar este hecho.

Empezó a escribir el nombre con cierto nerviosismo reflejado en sus manos al escribir.

—Aquí tiene... Adriel...  —Sonrió cerrada sin control a sus nervios.

—Gracias...  —Me aparte con rareza. Me despedí del chico de una mano y salí del local.

Eso fue... Raro.

// // // // // // // // // // // // // // // // // // //

Noches por que buenas las cosas que le vendrán a Dhara en los próximos capítulos...inserta música de tensión.

No se olviden votar y comentar sus opiniones que yo los leo ...

Se les quiere <3

Amayra.

Continue lendo

Você também vai gostar

118K 3.8K 49
"Cada decisión que tomamos teje un destino único, y así fue como Juanjo y Martin se encontraron inmersos en las vibraciones emocionales de OT 2023, u...
539K 89.9K 71
Kylian Craig tiene claras dos cosas: enamorarse debilita y todo se puede negociar, así que cuando se da cuenta de que una de sus más grandes inversio...
33.8K 1.3K 32
Esto es para los que no tienen Twitter y quieren arruinar su estabilidad emocional :v