El día llego, Polonia partiría aquella tarde de regreso a su hogar para tomar el mando de su imperio, estaban todos despidiendo a Polonia, mientras el besaba la mano de Chile a modo de despedida, Chile le dijo:
-esperare por tu regreso...
-estaré ansioso de volver, princesa. –dijo Polonia sonriéndole.
La hora de partir había llegado, el acaricio el rostro de la joven con delicadeza mientras le dedicaba una dulce sonrisa, y luego se dirigió al carruaje. Antes de entrar a este, miró a los emperadores, a la joven princesa, las consortes de emperador y sus hijos no natos, allí despidiéndole, subió al carruaje y este partió.
Mientras Chile miraba como se marchaba, con el corazón hecho un puño, se aguantaba las lágrimas, no iba a llorar, ya que sabía que lo volvería a ver dentro de poco.
Pasaron tres días, para que Polonia llegara a tierras occidentales, sin ninguna novedad, se sorprendió al ver que los campamentos del imperio enemigo se habían retirado, y más se sorprendió el ver que la gente de su pueblo lo recibía con felicidad, creyendo que él había acabado con la guerra, Polonia estaba confundido, ¿qué había pasado?
Bajo del carruaje y se dirigió a entrar al palacio, donde los sirvientes le recibieron con una reverencia, se dirigió a los que eran antes los aposentos de su padre, para encontrarse en la entrada con los guardias, quienes le recibieron con una reverencia y le abrieron las puertas, para dejar ver la habitación vacía, ya dispuesta para ser ocupada por Polonia.
Mientras tanto en Imperio oriente, Alemania llegaba de su viaje de regreso, del palacio del imperio Sur. Al llegar, fue recibido por su padre que se veía molesto.
-por qué sacaste las tropas de batalla del imperio occidental?
-porque actuaste sin mi aprobación. –dijo Alemania- mandaste a terroristas a matar al emperador de occidente. Tuve que dar mi rendición en la conquista del corazón de Chile, ahora me verán como un resentido si sigo luchando una guerra sin propósito.
-qué hiciste que?! –dijo el padre de Alemania.
-hice lo correcto. Y ahora, ya basta de luchar contra el imperio occidental. Yo me encargaré de acabar definitivamente esta guerra. Y no te molestes en reprochar nada, la milicia oriental está de acuerdo conmigo, será mejor que no te opongas, ellos quieren destronarte. –dijo Alemania hablando decidido.
Mientras tanto en el imperio Sur, Chile, recibía la primera carta de Polonia, una donde le saludaba y le explicaba su viaje y su llegada al palacio. Chile sonreía leyendo aquella carta, le alegro saber que las tropas orientales habían abandonado las tierras de su amado. Y aún más se alegró al saber que había llegado sin novedad alguna.
Su hermano, Perú estaba con ella, este le dijo:
-al parecer son buenas noticias.
-bromeas? Son excelentes noticias, los soldados del imperio oriente han abandonado territorio occidental. Puede ser que esa guerra acabe, por fin. –dijo Chile.
-así sea hermana. –dijo Perú sonriendo
-así sea. - dijo Chile.
Al día siguiente, en el imperio Occidental, fue la coronación de Polonia, el pueblo completo estaba presente en la coronación, y la noticia de que Polonia era Emperador dio la vuelta al mundo.
En el Imperio Sur, España ya estaba listo para nombrar a su hija como emperatriz y así poder comprometerla con el emperador de occidente. Todo esto, que aún no era revelado a la aun princesa del imperio Sur.
Mientras que la buena relación entre los imperios oriente y occidente, de a poco se volvían a reestablecer.
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Continuará.
que onda mis fieles shippeadores menores, porque yo soy la mayor. vayan preparandose porque mañana, si, mañana se viene el final. espero les guste esta actualización y nos leeremos pronto, en otra.
chau!