Amor Por Error ©

By XxAmayraxX

353K 17.6K 14.9K

¿Que pasaría si en una fiesta te acuestas con el novio de tu mejor amiga que también resulta ser mejor amigo... More

-Sinopsis-
-Prefacio-
-1-
-2-
-3-
-4-
-5-
-6-
-8-
-9-
-10-
-11-
-12-
-13-
-14-
-15-
-16-
-17-
-18-
-19-
-20-
-21-
-22-
-23-
-24-
-25-
-26-
-27-
-28-
-29-
-30-
-31-
-32-
-33-
-34-
-35-
-36-
-37-
-38-
-39-
-40-
-41-
-42-
-43-
-44-
-45-
-46-

-7-

9.9K 437 271
By XxAmayraxX

— Dhara.  —El llamado del profesor me desconcertó.

Subí la mirada cuando supe que estaba perdida en mi móvil. Las redes de Adriel aparentaba más cosas de lo que me imaginaba que de un momento a otro había olvidado que estaba en el salón de clases. Lo estaba stalkeando eso no era tan malo.

—Presente profesor  —Fue lo único que se me ocurrió decir.

—¿Investigaste sobre tu tema? Te toca exponerlo.

¿Tema? ¿Cuál tema?. Mierda el tema.

Era un tema que nos dejó el profesor hace como un día. Cualquiera que fuese de nuestro agrado.

Pero obvio no lo hice.

—Emm no lo traje.

Eso excelente excusa Dhara ahora serás irresponsable.

—Bueno en ese caso te quiero fuera mi clase.

Lo que dijo debió ser una jodida broma. No podía perder su materia si no mi historial perfecto para la universidad se arruinaría.

Me levante de mi asiento y me dirijo a él.

—No puede hacer eso profesor, yo—

—Dije que afuera señorita Becker, si no quiere que le llame a sus padres por falta de responsabilidad a mi clase.

Parpadee varias veces. Ya los problemas con mis padres eran suficientes para agregar otro más a la lista. Con el resintió miento en la garganta asentí sin más, recogí mi libreta y mis bolígrafos que estaban en mi mesa y los metí a mi mochila.

El profesor me observaba mientras salía sobre el umbral de la puerta.

Era un idiota. Digo no lo era, el idiota era Adriel que estaba en mis pensamientos cada día, cada hora, cada minuto, lo odiaba.

Quería saber, que era de él antes de que me jodiera la vida.

Tenía que encontrar una solución lo más pronto posible para cortar cualquier tipo de lazos hacia él.

Solo era cuestión encontrar el momento perfecto para hablar sin tener ningún interrupción de su novia o el mío y en todo caso ,Félix.

Salí del plantel para irme a los jardines verdes del instituto. Normalmente siempre andaban por ahí los alumnos que no pudieron entrar a clase o como a mi, expulsados del salón. Así que normalmente no se encontraba nadie.

Baje las últimas escaleras y el fresco viento llegó a mi rostro desordenando más mi cabello que lo que estaba.

Entre los pocos árboles que se encontraban en las orillas de las canchas observe de lejos un cuerpo delgado que casi al instante reconocí. Sonreí y me acerque a él.

—¿Félix?  —lo llamé estando suficientemente cerca para que me escuchara.

Volteo hacia mí haciendo que su rostro se iluminará.

—¡Dhara!  —extendió los brazos y me abrazo. Era rareza que no recibiera un afecto de amor por de él.  —No te esperaba ver aquí.

—Ni yo  —sonreí separando de él.

Tenía sus cosas regadas en el pasto, estaba pintando algo en su lienzo entre pintura roja y amarilla. De seguro alguna tarea de su taller de artes.

—¿y que haces aquí? No es que me moleste tu compañía por que la tuya es estupenda pero ahora mismo deberías estar en clases.

Bufé como respuesta y me deje caer en el pasto dejando mi mochila aún lado.

—Ya sabes... No puse atención a clases y blah blah  —Asintió agarrando nuevamente de sus pinceles.

—Es raro que no pongas atención... O al menos eso lo que das entender.  —Río.

El cielo lo podía observar azul y radiante entre las nubes blancas.

Llegaron esos de silencioso tenue, ya estos días el hablar con mis amigos no era como antes. Cada uno tenía temas diferentes de que hablar y hasta no compartíamos las mismas ideas que otros. Desde que todo se destrozó en la fiesta de Nat, el ambiente era incómodo hasta el punto de tener que mis amigos ya supieran que algo sucedía entre Adriel y yo.

A veces pienso que hubiera sucedido si no hubiera bebido tanto o no le hubiera seguido el rollo.

Tendría menos problemas, claro...

—Dhara.  —llamó la atención mi mejor amigo.—  Puedo preguntarte algo.

Sentí literalmente una electricidad de nervios pasar entre mi cuerpo. Asentí mirándolo desde un lado.

— ¿Tu crees que soy raro?

Junte la entre ceja desconcertada hacia el cambio repentino.

—¿Que? ¿Por que preguntas eso?

Se encoge de hombros regresando su atención a su lienzo.

—Es algo que me he planteado desde que Nat y tú  están juntos con sus parejas...

Me incorpore de piernas cruzadas.

—Que tenemos

—Creo que es mejor no hablarlo  —dejo su pincel a un lado y se paso los dedos en una manta llena de manchar de pintura con un aura que podía sentir sentimental.

Algo sucedía.

Deje salir una risa intencional.

—Recuerdas cuando de pequeños tenía reglas para creernos mejor que los demás en el instituto —Empecé a recordar aquellos tiempo. Limpiando con delicadeza dirigió su atención hacía mi— las repetimos tanto que incluso los profesores los traíamos artos  —Sonreí — Una de esas no era guardar secretos a ninguno de los tres  —Mis palabras se detuvieron un instante al darme cuenta que esa regla infantil yo ya lo había roto.

Deje salir un suspiro para mantener el margen.

—Creo que hay que seguir con esas reglas después de todo...

Alzó la mirada indeciso al pronunciar alguna palabra.

—Si no lo quieres decir respeto tu decisión, creo que algunas veces debemos guardarnos secretos para ser humanos.  —Deje salir.

Era del todo cierto, guardamos secretos que nosotros nos permitíamos guardar hasta de nosotros mismos.

Félix suspiro fuerte dejado salir el aire que había contenido.

—Es una estupidez que vi venir desde secundaria ¿okey?

Asentí removiéndome.

—Sabía que en algún momento de nuestras vidas íbamos encontrar a alguien con quien pasar la vida juntos, en este caso tu lo encontraste desde guardería —Río un poco—  y incluso yo tuve aventuras con unos cuantos pero nada se compara como estar con ustedes...  —suspiro con la mirada perdida—  Nat ya tiene novio, tu también , pero, ¿Qué hay de mi?

De una cierta forma le empecé ver rumbo a la conversación.

—¿De ti? Todo, el hecho que nosotros tengamos pareja no significa que dejaremos aún lado, tu siempre serás nuestro primer chico  —eso lo hizo sonreír de boca cerrada haciendo aparecer pequeños hoyuelos en sus cachetes. Era tan tierno cuando se lo proponía serlo.

—Primer chico...  —repitió con cierto halago.

Rodé los ojos y me deje caer de nueva cuenta en el pasto.

—Bichoso sabroso se podrá celoso si me lo dices al frente de el. —Sonreí al apodo peculiar.

Conocía al bichoso sabroso, era un perro de raza pomsky que había adoptado cuando tenía tan solo diez años. Lo bautizamos así por que de una rara manera Nat casi se lo come por tan pequeño que estaba. Ese día no parábamos de reír al hecho.

—El nunca se enterara.

—Ahora él estará ofendido.

Seguí riendo y me incline a sus pinturas manchando un dedo de pintura roja y manchar lo "accidentalmente" en su nariz.

—Eres una payaso.

—No defiendo las mentiras  —ironizó.

Baje mi mano de su rostro llenando mi pecho de culpabilidad. Félix no era Nat, el me entendería por ser mi mejor amigo, él tal vez me apoyaría si lo pensaba bien. Al final de cuentas él no tenía que ver con el problema que iba forma con Nat y mi novio. A él podía decirle la verdad. Pero ahora no era momento adecuado.

O tal vez si pero aun no estaba preparada.

¿Y cuando lo estarás..?

Una sonrisa falsa salió de mi rostro y acomode aún lado suyo dejando mi cabeza se recargar a en su hombros.

Temía a perderlo por mi culpa.

—Te has callado de pronto.

—Oh si solo que...—Pensé — Todo esto me recuerda a cuando éramos niños —Sonrió permitiéndome seguir.—  Recuerdo cuando Nat y yo queríamos jugar a tres mosqueteros pero dijiste que no por que querías jugar a la princesa atrapada en el castillo.

—Era una mejor idea.

Reí reviviendo el recuerdo.

—¡no! Solo querías eso para jugar con el fuego y quemar el castillo de plástico de Nat.

—Era para ser más realista.

Empezamos a reír.

Era recuerdo que querían marcados en mi memoria, eran de los pocos donde éramos felices los tres juntos.

Me negué a poner un momento emotivo. Me levante de golpe y cogi su móvil que estaba en el pasto.

—No le he mandado mensaje a ex para que revises mi móvil Dharita.  —dijo trazando con concentración pétalos en su lienzo.

Busque en su galería de música una que se me hiciera conocida y la seleccione Optimista de Caloncho subiendo el volumen al móvil. Subió la mirada negando al reconocer la canción.

—No se te ocurra Dhara esa canción la saque de una recomendada que me dio mi tía.

Lo ignore empezando a mover mi cuerpo sin sentido motivando lo a bailar conmigo. O lo que sea que estuviera haciendo.

Movía mi cuerpo de un lado a otro moviendo mi cabello al acorde.

El preocupado volteo a los lados del jardín para ver si había personas cerca. Si las hubiera no estuviera haciendo el ridículo.

Me empecé alejar dando de sacadas hacia atrás mientras que hacía un seña a él para que me siguiera. Negó y empezó a reír. Claro que lo haría.

Suspiro y dejó su lienzo a un lado.

Sonreí, él nunca se negaba a algo que a mi me encantaba.

Se levantó y al ritmo de la música empezó a tocar una guitarra imaginaria mientras hacía pasos idénticos a los míos. El bailaba mejor que yo eso era seguro.

Empecé a reír mientras miraba el cielo y el sol recibir en la cara intentado balancearme mientras daba vueltas.

Gritamos al insomnio la canción. No era de mis favoritas pero estando con él claro que debía serlo. Siguió con su guitarra imaginaria mientras que yo cantaba al puño de mi mano imaginado un micrófono.

No deje de sonreír mientras lo veía que se concentraba en su toque.

Era seguro que no iba a perderlo.

                            // // //

—... Así que mañana darán la fiesta a escondidas  —Terminó por fin Nat.

—Bueno espero ir, papá se puso exigente con los aseos de biscocho sabroso así que tendré que limpiarlo antes de que mi papá me castigue.

Asintió Nat hacia Félix.

—Si quieres puedo ir ayudarte  —Se ofreció Nat.

—Sería de mucha ayuda  —Sonrió inclinándose a ella.—  ¿Y tu Dhara?

Estaba tan concentrada en ver en la nada que no le puse atención a mis amigos.

—¿Yo que?

Todo los ojos con cansancio.

—¿Iras a la fiesta de mañana en la noche?

Oh la fiesta. La famosa fiesta.

Era lo que era, una fiesta de adolescentes hormonales emocionados por coger y tomar a escondidas de los profesores. Esta fiesta se hacía normalmente en los jardines de instituto para ser corridos por los de vigilancia y luego terminar con una fiesta más grande en la casa de cualquiera, que en este caso siempre era en la casa de mi novio.

Y la fiesta se hacía llamar "fiesta de entrada"

Era la típica fiesta que se hace en los institutos de los programas juveniles de la televisión. Solo que en este caso el instituto no nos lo permitía hacerla.

—No lo se, tengo que pensarlo.

Nat quejo y me lanzó un pedazo de zanahoria.

—Nada de pensar, iras como todos los años.

Hice una mueca.

—No lo sé , tal vez mis padres salgan de viaje hoy así que mi hermano quedara solo.

—Puedes llevarlo y así también puede ir la hermana de Adriel.

—Me gusta la idea —la animo Félix.

Lo que faltaba era que Dorian tuviera algo con la hermana de Adriel. Aunque se lo permitiría, temía a que Adriel le haya dicho a su hermana sobre esa noche y ella decírselo a mi hermano. Era muerte segura.

—Esta bien iré  —puse los ojos en blanco. Ellos rieron de satisfacción levantando las manos de celebración.

En eso mi mirada de viajó a la parte de atrás de los chicos. Era Oliver, hablando con una chica.

Dicha chica era muy hermosa con escultural cuerpo perfecto con cabello largo color rojo teñido y una falda del equipo de porristas muy pequeño, solo cubriendo su trasero.

El reía a lo que ella le decía y ella solo lo golpeaba sobre el hombro y por segundos vi como la bajaba por su pecho.

¿Pero que demonios?

— Dhara se te arruga la cara — habló Nat haciéndome saber que aún estaba con ellos.

Relaje mi rostro para deshacerme del ceño fruncido pero no aparte la mirada.

Nat y Félix se compartieron una mirada discreta llena de confusión, haciendo que siguieran mi mirada. Félix fue el primer en sacar un risa con gracia.

—El perro yendo a donde la perrera  —bromeó.

—Félix  —Nat exaltó los ojos propinado le un golpe en el pecho haciéndolo quejar.— No es el momento.

—¿Quién es ella?   —pregunté viéndolos reír más a ambos.

—mhm de seguro un compañera de historia la vi salir del salón con algunas de sus amigas —cuestionó Nat. — Oh creo que se llama Liliana o Alina algo así  —No le dio tanta importancia.

Metí otra papita en mi boca observando como ella mordida una manzana y él la observaba.

¿Es una venganza Oliver?, me pregunté.

—oye — Nat paso una mano en el aire al frente de mi para captar su atención.— Solo está molesto dale su tiempo.

Trague saliva y aparte la mirada.

—Ayer mi padre recibió una llamada anónima donde decía que yo le provoque esos golpes y algunos problemas de nuestra relación  —Nat exaltó sus ojos a mis palabras.

Félix abrió extremadamente la boca, con poniéndose en su asiento, atento a cualquier detalle.

— No lo puedo creer, que mentira.

—¿y tu quien crees que sea el que le haya dicho?

—No lo sé ni me importa, solo quiero hablar con él y averiguar que fue que le dijo mi padre para que se comporte así.

Y ya tenía leves sospechas que quien podía a ver sido.

Félix rio un poco y se dirijo a mi.

—De seguro le dijo que no comentara nada ante su padre por que si no hay negoció.

Exalte los ojos hacia él. No quería hablar ahora de ese tema.

—Bueno... Creo que Félix ya lo ha dicho, así que suerte con eso Dhara, que pensar en matrimonio antes de la universidad.

Deje salir un suspiro.

—Solo se que es lo correcto.

Nat comió un tomate con nerviosismo mientras  compartía mirada con Félix. Odiaba esas miradas que me permitían saber que ocultaban algo.

—Dejen de compartir miradas y díganme lo que tenga que ya se —exclame.

Dudaron unos segundos en hablar hasta que Nat se aclaró la garganta y hacerse paso a una conversación.

—No crees... Que tal vez la idea del compromiso entre tu y Oliver es un poco... ¿Apresurada?

Y claro que lo era. Aunque fuéramos destinados a casarnos aún no estaba conforme a la vida que había formulado mi padre para mi. Pará él ya me hubiera casado al cumplir los dieciocho y así librarnos de la deuda que nos había metido los Blasse.

Aunque eso no lo supieran mis amigos.

—Apresurada no es la palabra, más bien destinada.  —Apunte con detenimiento.

Félix relamio sus labios y hablo.

—Destinada tal vez, pero en verdad ¿tu quieres eso?

¿Quiero eso?

Si, claro que lo quiero. Formar una familia y cumplir con todos los estándares que me proponía de ser buena madre con mis hijos. Como en su momento mis padres no los fueron conmigo o con mi hermano.

Era lo correcto...

—Si claro lo quiero, él es...el indicado.

Nat sonrió.

—Como quisiera que mis padres pensaran como los tuyos, no les encantaría que me casara con Adriel y que tuvieras hijos, seria estupendo. —Su mirada bajo a la nada.

Adriel... Claro el de seguro les iba hacer cajita llenas de condones con aroma para decorar su autos de juguete.

Era un idiota para cuidar niños.

—Chicas tenemos dieciocho años no hemos terminado ni la preparatoria y piensan en calsarse, ni siquiera sabemos si vamos a llegar a la universidad —Negó .

Nat le dio un golpe en el hombro haciéndolo quejar.

—Solo vemos un futuro soñado, acaso tu no has soñado despierto Félix  —ironizo.

—Solo en clase, son los únicos momentos que me dan tiempo.

—Eres un tarado.

— Dhara no lo sobre pienses, aun tienes tiempo de disfrutar tu adolescencia y no de agobiar te de lo que pasará a un futuro  —Me quiso tranquilizar Félix.

Tenía razón.

—Mira ahora solo piensa en que te vas a poner mañana en la noche, tengo planeado ponerte algunos brillos nuevos que me compre que... — La deje hablar mientras que mi mente estaba en mi hermano y una persona que había alborotado mis sentimientos hacia Oliver.

        // // //

Tuve una larga noche pensando en todo, quería que en un solo momento no creer lo que había sucedido. Siento que mi vida se está lleno por la borda.

Y lo digo por Oliver.

El quería lo mejor para mí y yo para el, no podía hacerle esto.

En otra parte esta el recuerdo vago del chico de la cafetería, era de mucha importancia pero debo admitir que me daba intriga saber de él. ¿Quién era él? ¿Y por nunca lo había visto en la ciudad?

Y cómo siempre ante todo mis pensamientos esta Adriel, aunque no quisiera que fuese así, él no era mi prioridad, era la de Nat, no podía hacerle esto a ella, pero algo me dice que no estoy en lo correcto. ¿Pero por que?

Si tan solo Adriel se hubiera quedado en esa pantalla del computador, todo seguiría como antes.

Aún adormilada cogi el pan tostado que estaba aún en el tostador, en eso escuche los pasos fuertes de mi padre llegar.

—Lo siento padre pero ahora yo hago mis ordenes, se que el negocio no está en su mejor momento pero encontraré una solución.  —Se sentó de golpe en la silla del desayunador y chasqueo los dedos para que la sirvienta viniera, mientras sostenía su celular en la oreja.

Pase mis manos entre sí para quitar sobrante del tostado y empecé a batir la mérmela sobre encima de este.

—Gracias señor, le prometo que no le Fallare —llego mi madre que al igual que mi padre, hablaba por teléfono.—  Claro en dos semanas estará no se arrepentirá de mi trabajo.

Dejó su móvil en la mesa y con frustración gruñó sosteniendo su cabeza.

—Si si haré lo que pueda. —terminó mi padre que con urgencia tomó el café que le había servido la sirvienta.

Me acomode en el asiento al frente de ellos pero mi madre detuvo contando con todo.

—Ve a buscar a tu hermano, hoy lo llevaras al instituto.

Queje.

—Hoy no puedo tengo—

—Que lo vayas a buscar Dhara.  —Ordenó mi padre.

Deje el pan tostado en una servilleta sin reclamos. Odiaba que me cortaran el desayuno.

Subí las escaleras con rapidez y me dirigí a su habitación.

— Dhara por fin  —no había terminado de abrir completamente la puerta cuando el me jalo hacia dentro sin sorprenderse para nada de verme ahí.

Su habitación era un desastre completo y aún no la señora de la limpieza hacía esta habitación como las otras.

Sus libros del instituto de primaria estaba regados y desordenados junto a la ropa que había sacado de la maleta.

Este cuarto era un horror.

—No puedo creer que duermas aquí.

El me ignoro olímpicamente mientras hacía un lado la ropa tirada con su pies.

—Ignóralo solo ayúdame a buscar en ese closet mi libro de orgullo y prejuicio.  —Ordenó impaciente.

¿Orgullo y prejuicio? Ese libro se lo había regalo yo cuando cumplió diez y ni siquiera lo llegó a tocar para que ahora lo haga.

C—reo que ese libro ya se hizo polvo en  la inexistencia de tu cuarto.

Se acomodo el cabello desastroso que traía encima y se dirijo a mi.

—Lo necesito para... —pensó nervioso —El instituto, clase de literatura ya sabes eso.

—No pensé que eras tan responsable Becker  —dije burlona.

Gruñó.

—Si no me vas ayudar vete, necesito recordar donde lo dejé.

Reí. Algo sucedía para que se notará tan desperado.

—Es tarde para pensar, te llevaré al instituto así que baja a desayunar ya.

—¿Papas están ahí? —Juraría que deseaba que no fuese así.

—ya sabes la respuesta Dorian —Gruñó y con toda la fuerza de voluntad asintió.

—bien...

Lo dejé para que unos segundos después el saliera siguiendo a escaleras abajo ya con su mochila en el hombro.

Sin decir nada cogió mi pan tostado y se metió la boca.

—Ese era mío.

—Era ,Dhara ,era.

Mastico pasado de mi al refrigerador.

Mis padres aún no mencionaban nada haciendo que el ambiente fuera incómodo.

Aunque eso acabaría por empeorar se más.

— Dhara, hoy necesito que después de clase vengas a casa con Nat, quiero opiniones para alguno colores que utilizaré para la pintura que haré.

Quería aceptar pero luego recordé al instante lo que era hoy la fiesta de entrada.

—Lo siento mamá hoy tenemos la fiesta de entrada del instituto.

Quise se cortes pero la reacción no fue la misma que la de mi madre.

—Ya has ido a mucho fiesta Dhara no creo que Nat se moleste en que tu no asistas.

Ohh Claro que se molestara.

—Mamá es uno de los últimos años y yo creo que es la mejor oportunidad para hablar con Oliver...

—Hay mejores días para hablar con tu novio Dhara así que quiero que vengas hoy con Nat y—

—No es su obligación Denis —la interrumpió mi padre tomando uso de autoridad. —Dhara tiene que ir a la fiesta para hablar con Oliver, es lo mejor para no hacer las cosas mas grandes con ellos.

—No están importante Robet, ella lo ve todos los días no creo que—

—tampoco tus pinturitas son tan importantes para que ella cancele sus planes. —Ironizo.

—No son pinturillas es algo importante para mi carrera y para mi.

—carrera  —repitió — Que no sólo no aporta nada si no que te hace un desperdicio de dinero en pinceles que se manchan a la primera pincelada. - Se burló mi padre.

Lo dice el que siempre mancha su nombre como el mejor padre y el esposo perfecto.

—No te metas es mi trabajo tu ya tienes el tuyo que te sustenta bien.

Sonrió con superioridad mi padre.

—Por reo lo digo querida, tu "trabajo" no te llevara a nada.

Mi mamá se resintió indignada en su asiento.

No quise nombrar nada, no quería que la discusión que habían formado terminaría aún mucho peor. Aunque mi padre ya sabía que yo no podría.

—Mamá si gustas yo puedo elegir tus colores que desees —mi hermano hablo, hablo en el momento menos adecuado.

Por debajo de la mesa lo sujete de la mano apretándola a temer por la respuesta, aunque ya respuesta no fuera de mi madre.

—Tú  —lo señaló mi padre con intolerancia— Debes estar en tus prácticas de fútbol, no eligiendo colores como un mariquita.

—Yo no —mi hermano quiso pronunciar pero mi padre lo detuvo con un golpe fuerte en mesa haciendo brincar.

—Fin de la conversación.

Mi padre no pronunció nada más y en verdad ya nadie lo quería hacer.

Relaje la mano de mi hermano cuando sentí que la apretaba más de lo debido, aunque no la aparte, solo la acaricie para lograrlo calmar. Sabía que mi hermano solo quería ayudar, quería que fuéramos una familia que nos ayudáramos mutuamente pero el machismo de mi padre no lo permitía.

Me aclare la garganta y me dirigí con una voz suave a mi madre.

—Félix no creo que podrá estar en la fiesta y  el sabe mucho sobre todo eso de pinturas, el te seria de mucha ayuda...

Dejo su tenedor aun lado de su plato de verduras que con el enojo de seguro se que quito el apetito.

—Lo pensare.

Se levanto de su asiento limpiándose los dedos con una servilleta y marcho de la cocina.

                                         // // //

Nat: te espero con ansias en casa <3

Recibí el mensaje unos minutos antes que subiera os al transporte. Lo había analizado por varios minutos y lo pensamientos eran remotos. Sabía que responderle.

Un oye no puedo ir no quiero enfrentar a mi novio o bueno también al tuyo jajaja, era obvio que eso no le iba escribir.

¿Era eso? No enfrentar mi relación. Mi realidad que yo misma cree.

Dios por qué era tan difícil no saber que hacer.

Apague mi móvil y lo aguarde para llamar la atención de mi hermano que estaba entre nido en su móvil.

—¿Cómo estas?  —sonreí hacia él.

Rodo los ojos y su mirada se dirigió de nuevo a su móvil para solo hablar.

—No iré a esa fiesta.

Pero-

¿Cómo sabía lo de la fiesta?

Ni siquiera pensaba en eso hace unos instantes.

—yo no quería preguntarte si querías ir  —hable confusa — pero aún si ¿Cómo sabes de la fiesta?

Su mandíbula endurecida se relajo y se mantuvo rígido cuando pronuncie aquella pregunta.

Algo...ocultaba.

¿Libro orgullo y prejuicio? El nunca leía.

Saber de la fiesta cuando el ni siquiera sabe que aún Nat es mi mejor amiga o que con Félix no hable por que dice que es muy ruidoso, el no tenía opciones de donde saber lo de la fiesta.

—Tienes algo que decirme Dorian...—murmulle amenazante hacia él.

Él junto el entrecejo.

—Y-yo no se lo que dices  —casi tartamudeo de los nervios.

Sonreí sabiendo que algo me ocultaba.

—Bueno no he dicho nada —le aclare.

Vi como su manzana de adan subió y bajó cuando trago saliva. Estaba nervioso y yo no sabía el porqué.

Bajamos del transporte y ya varios alumnos que llegaba por la parte trasera del instituto, nos miraban con rareza.

Sin darle importancia nos encaminamos a la entrada.

—Si no quieres no vayas, no te obligó a nada. —hable después de unos minutos en silencio.

Jugueteando con sus canilleras de su mochila asintió.

Ya habías llegado a la esquina del instituto cuando lo detuve jalándole la mochila que ya tenia en hombros.

—Oyeee

—Solo espero que lo que sea que ocultes de mi, no te traiga problemas.

—Déjame en paz, no oculto nada.  —se recompuso la mochila con el ceño fruncido de molestia.

—Aja... —Después de todo éramos hermanos, algo teníamos que ocultar.

Lo deje andar y lo observe para que llegara a la puerta principal, cuando de pronto...

No podía ser posible.

Me acerque un poco más para saber si estaba en lo correcto.

Una cabellera negra azabache con el uniforme un poco desarreglado se interpuso en su camino dándole un pequeño empujón a su hombro, desde lejos pude ver como le decía algo con, ¿una sonrisa?

Me quise acercar más pero en eso veo visiblemente un cuerpo familiar entre los autos del estacionamiento que casi reconocí al instante.

Esos brazos no se replicaban.

Vi como su mirada se posó en mi, que cuando lo vi casi sentí como mi pecho cayo.

No se como reaccione que empecé a caminar hacia atrás para intentar huir, mi instinto me lo decía.

Seguí mis pasos y sujete mi mochila con fuerza. Joder no quería verlo ni ahora ni nunca. Mis pensamientos estaban bien hace unos instantes no quería que el me pusiera en duda.

Como instinto de supervivencia volteé hacia atrás para ver si ya se había ido. Pero claro que no lo hizo.

Fue el preciso instante donde vi cerrarle la puerta de su coche y luego escuchar el rugido del arrancado.

Trague saliva.

El no iba dejar ir.

Corri tan rápido como pude, por que sabía que si seguía caminando aún así más rápido el me iba alcanzar.

La mochila me empezó a pesar de un momento que lo odie. No quería verle por que lo odiaba.

Ni siquiera sabía por qué me buscaba.

—¿Quieres que te lleve?

Di un salto que casi pude sentir mi trasero aplastarse contra el piso. Con la mano en pecho y la respiración agitada lo vi parado en la orilla de la banqueta donde yo estaba.

Sonrió ante mi reacción.

—Sabes...parecías un hámster corriendo de esa manera—se empezó a burlar mientras que yo me restablecía—  No pude ver algo tan gracioso en mi vida hasta que te vi.

—Puedes callarte y seguir con tu destino —exclame a él con claro enojo.

Se aprovechaba que el era alto.

Aunque mi enojo no le importara el extendió aún más su sonrisa.

—Mi coche no gasto más de la octava parte de gasolina en seguirte  —Dijo con burla.

Gruñí siguiendo mi camino ahora sin correr. El arrancó de nuevo el coche y no había dado un solo metro para volver estar a mi lado.

—Podrías solo dejar de seguirme  —dije a él intentando tener toda la paciencia posible.

—Mi destino eres tú.

Detuve mis pasos y gire a él aun sin entender sus palabras.

Su sonrisa no se abandono de su rostro y aún así explico:

—Dijiste que siguiera mi destino, y mi destino eres tú.

Si lo odiara tanto eso lo tomaría como la frase más bonita que me hubieran dicho en mi existencia.

Bufé.

—Patético.

Seguí con mi camino aunque eso implicará que el me siguiera siguiendo.

—Es la verdad, solo te sigo para ver tu coche y comprobar si es mejor que el mío como dice Nat.

Me detuve al analizar las cosas.

A Nat le había dicho que tenía un Lamborghini 2019, en verdad fue lo único que se ocurrió para ocultar que venía en autobús y además ella no sabia de carros.

— lo es, traslada muchas personas  —Jugué con mis dedos, nerviosa.

Río un poco haciéndome temblar.

—En la esquina donde te vi no hay estacionamiento ni siquiera para los maestros del instituto, entonces ¿Dónde dejas tu coche?

Joder, ni siquiera sabía que no había estacionamiento atrás del instituto.

Piensa Dhara piensaaa

—hoy no lo traje, gasta mucha gasolina  —Eso.

Adriel relamio sus labios indeciso.

—¿entonces como viniste?

—Uber  —Sigue así Dhara.

—Los Uber empiezan a trabajar a las 8 de la mañana en esta ciudad y ahora son  —agitó su reloj de muñeca  —siete y cincuenta.

Trague saliva.

Dios cómo lo sabía.

—fue privado.

—claro... — joder cómo lo odiaba al saber que no me creía.

Detuve mis pasos y gire nuevamente a él.

—okey, no tengo coche y vine en autobús. —exclame rendida. ¿Qué era lo peor que podría pasar?

Sonrió al darse cuenta que había ganado.

¿Dónde quedó en crear tu propio juego Dhara?

Ni yo lo sabía.

—Buena chica Enana, pero ¿por qué Nat me dijo otra cosa? ¿A caso te avergüenza?

Quisiera que solo fuese por eso.

No le respondí, solo empecé a dar aún más rápido ignorándolo.

El no tardo en llegar de nuevo a mi lado.

—Sube al auto te llevaré.

Oh Claro que no, suficiente tenía con solo verlo.

—No lo haré, sigue andando.

—Vamos Enana no quedaras que los ciudadanos sepan de la hija del segundo millonario de la ciudad, ande en autobuses.

—Eso no me importa.

Chasqueo su lengua y con una sonrisa de dientes hablo de nuevo.

—En ese caso creo que tampoco le importara a Nat... —Ironizo.

Odia su total existencia.

Resignada voltee a él.

Perdóname dignidad.

Colgué mejor de mi mochila y abrí la puerta del copiloto.

—No le dirás nada a Nat.

—Lo prometo.  —Su sonrisa se extendió con claro orgullo.

// // // // 

Buenas nochessss y dias para los de España :)

Capitulo corto por que lo tenia en borradores.

Leímos cosas peculiares que le estaban ocurriendo a los Becker en este cap ¿De quien creen que esa melena brillante color negra?

De seguro ya algunos no saben...

No olviden votar y comentar sus opiniones que yo los leo.

Se les quiere <3

Amayra.

Continue Reading

You'll Also Like

76.5K 4.6K 23
"Mírame solo a mi Jungkook" "¿Acaso no lo hago Taehyung?" "No,solo la miras a ella" Porque amarte es lo más bonito y doloroso que me ha pasado. #kook...
128K 7.2K 89
Un nuevo novato o novata? Una chica llega al área Como deberia convivir con hombres
925K 25.2K 31
Cuando las personas que más amas, te rompen, es difícil volver a unir esos pedazos. Victoria Brown, creía que cuando amas, la brecha para perderte a...
1.5M 110K 83
Becky tiene 23 años y una hija de 4 años que fue diagnosticada con leucemia, para salvar la vida de su hija ella decide vender su cuerpo en un club...