Narrador Omnisciente
Tras los barrotes de su celda, con las manos cruzadas y la mirada perdida se encuentra Gretel Wright, pensando en la condena que ya le han asignado por las acusaciones dadas y pruebas en su contra.
27 años de cárcel. Llora en silencio arrepintiéndose por haberse metido con el diablo, porque eso es lo que es su cómplice. Tiene la esperanza de que la sacará, puesto que trabajaron juntas y si una ficha cae, todas caen.
O eso era lo que quería creer. No quería quedarse en un lugar en donde desde las sombras ojos malévolos la miraban buscando hacerle daño, no quería comer la comida podrida que les daban a las 7 de la noche, no quería sentirse así, como una rata.
—"¿Y por qué se le acusa?" "Tenemos que saber que clase de castigo tendrá esta perrita"—Preguntaron dos señoras de una edad mediana. Tatuadas de pies a cabeza y con actitudes perturbadoras que la harían tener pesadillas por el resto de sus días.
—"Déjame castigarla como se merece, es guapa y puede ser mi esclava durante unos meses" "Juguemos con ella"—El primer día esos eran los comentarios que sus oídos captaron.
Gime por lo bajo cuando se acomoda en el catre sucio y desgastado, pues la golpiza no se hizo esperar y los grandes hematomas se pueden ver en su cara, abdomen y parte de las piernas y brazos. Roza con los dedos su tobillo donde una de las reclusas le dió con un bate de béisbol ¿De dónde mierda sacaron eso? ¿Cómo es que pueden tener esos objetos aquí?
Eso sería un completo infierno, pero si estaría ahí durante 27 años, haría caer a la enferma de Jolene. Se levanta como puede y con un clavo golpea los barrotes, llamando la atención de las custodias.
—¡Cállate imbécil! Queremos dormir y no podemos por tu culpa—Le gritan desde atrás pero ella ignora los gruñidos de fastidio y los insultos.
Le abren la reja y ella cae de rodillas, vomitando un poco de sangre. La sujetan de los brazos y la llevan a la enfermería, arrastrandola. La tiran a la camilla blanca y el sujeto la revisa sin cuidado, presionandole las heridas, haciéndola chillar.
—Ya basta, te pondré un ungüento y con eso se curarán.
—Necesito hablar con Ashton Pennisher—Le dice en un intento débil. El médico se ríe por su petición y la deja acostada en la camilla—Por favor, necesito decirle que debe tener cuidado.
—Mira niña, no tienes privilegios y no eres alguien a quién debamos obedecer.
—No.... él corre peligro, por favor—Le ruega débilmente y él la ve con lástima meditando por unos segundos las consecuencias de lo que va a hacer. Agarra su mano y dentro de ella le pone su celular. Ella se inclina y le da un gracias apenas audible. Desbloquea el celular y marca el número que tantas veces lo estuvo repitiendo como grabadora en su mente. Espera unos minutos y la voz de Ashton se cuela por sus oídos.
—¿Diga? ¿Quién habla?
—Ashton....
—¿Quién es?
—Soy Gretel—Dice débilmente
—¿Cómo diablos te permiten hablarme? Llamaré al centro penitenciario para reportar tu falta—Va a colgar cuando ella dice que no lo haga, que es importante lo que debe decirle.
—Bien, habla ya, Mack me espera—Su corazón se arruga ante la mención de su nombre y niega la cabeza disipando las ganas de llorar.
—No todo es lo que parece Ashton, ni las cosas ni las personas.
—No te comprendo ¿A qué te refieres?—Frunce el ceño y se para de su cómodo sofá para posarse frente al ventanal, admirando la ciudad de noche—Habla ya Gretel.
—Ella busca hacerte daño y admito que participé junto a ella para hacer cosas atroces. Pero te está engañando.
—¿De quién estás hablando?—Pregunta alarmado ante las confesiones que la chica da.
El médico hace una seña y le dice que tiene que cortar la llamada, pues alguien va para la enfermería.
—No confíes en ella, te querrá hacer daño y cuando menos te lo esperes logrará su objetivo, Ashton... abre los ojos y ten cuidado...
—¿De quién diablos estás hablando?
—Ella es...—Antes de poder decir el nombre, el médico le arrebata el celular y cuelga guardandolo en la bata, justo cuando una de las custodias entra por Gretel.
—Es hora de llevarte de nuevo a tu celda—Ella niega y pide quedarse en dónde está. Por las malas la toman y la llevan a su celda aún cuando ella no está del todo bien.
—Por favor, no... por favor—La empujan , dentro de la amplia celda mugrienta y cierra la reja dejándola allí.
"No puedo estar aquí" "Ashton debe saber quién es verdaderamente Jolene. Porque no es una buena persona, es un demonio.
Bien dicen que los demonios tienen cara de ángel, pero por dentro sus perversidades mueren por salir, por darse a conocer, por destruir.
Una risa ronca la sobresalta desde atrás.
—¿Así que tú eres la perra traidora uh?—Alguien la toma del cuello fuertemente, cortándole la respiración.
—No sé quién diablos eres tú, así que suéltame que no te hecho nada—La que la sujeta suelta una risa siniestra y la lleva contra la pared, golpeándole la cabeza.
—Calavera, no la asustes tanto—Dice otra voz rasposa. La chica rapada frente a ella la repara despectivamente—¿Recuerdas que primero debemos divertirnos?—Sin embargo, ésta no hace caso.
—Me pagaron una fortuna para que no andes con la boca floja—La sujeta del cuello exageradamente y Gretel empieza a patalear y a golpear cuando ya no tiene tanto oxígeno. Otras manos la golpean en el abdomen.
—Por-por-por fa-favor—Lleva sus manos al cuello intentando débilmente quitarse las que tiene encima, pero no lo logra.
—Buen viaje al infierno zorra—Rápidamente saca de algún lugar una navaja y con su punta filosa, se la entierra tres veces en el vientre. No la suelta y Gretel gime del dolor cuando la hoja queda con la quinta apuñalada incrustada hasta el fondo de su abdomen. Calavera la hace girar, provocando que de su boca salga la burbujeante sangre y viéndola a los ojos que cada vez se apagan más, le dedica una sonrisa oscura y malvada.
La sueltan dejándola caer al suelo.
—Contacta a Buttyfly y dile que está hecho.
Se van tan sigilosamente como llegaron a la celda y otra de las presas cuando se da cuenta de lo sucedido, comienza a gritar presa del pánico. Las custodias llegan y preguntan quién fue, sin embargo no obtienen respuestas. Con asco e irritación sacan el cadáver de la apenas ingresada y la llevan a la morgue que se tiene en el mismo edificio.
No era una persona importante por lo que no necesitan hacer ceremonias de nada. Hacen el papeleo correspondiente y lo único que hacen es llamar al señor Pennisher, informándole lo sucedido.
—Gracias por el aviso, buena noche—El mayor de los hermanos Pennisher cuelga el teléfono frustrado y enojado, mandandole un mensaje de texto a su angustiado hermano. Quien al leerlo se jalonea el pelo en un tic nervioso.
"No me dijo el nombre" "Algo me iba a decir, y ya no pudo hacerlo".
Corre a su habitación donde una Mack preocupada prende la lamparilla y se levanta de la cama. Le dice lo sucedido y ella se shockea llevando las manos a su boca.
"¿Quién haría algo tan vil?"
Buscaban callarla ¿Pero quién? Y lo más turbio ¿Por qué?
Aniela
Despierto cuando mi teléfono vibra insistente y saco mi mano de las suaves sábanas tanteando el buró con fastidio. Tomo el teléfono y me obligo a abrir los ojos.
Llamada entrante de Harry
Me siento rápidamente mareandome en el proceso y contesto con una sonrisa en los labios.
—¿Sí?
—Hola preciosa ¿Te interrumpo?
"Me despertaste de mi rico sueño"
—No para nada, ya estaba levantada.
"Menuda mentirosa".
—Vale, solo llamé para hacerte una invitación—Se escucha su rica ronca al fondo.
—¿De qué se trata?—Muerdo mis uñas nerviosa y espero a que responda.
—Tú y yo, teniendo un día juntos ¿Vamos al cine y luego a comer? Yo invito—Me muerdo el puño emocionada y evitó soltar chillidos, no quiero que escuche lo patética que estoy siendo ahora.
"No eres patética"
"A veces sí"
—¿Aniela? ¿Sigues ahí?—Ignoro mi batalla interna y me recompongo.
—Eh sí, aquí sigo y claro que sí, me encantaría salir contigo pero...
—¿Pero?
—Tú pagas el cine y yo la comida
—No, de ninguna manera
—¿Por qué no?—Me paro y hago movimientos con mis manos, aún si él no los puede ver.
—Soy un caballero Aniela
—¿Y? Que yo pague la otra mitad no significa que no lo seas.
—Jesús ¿Siempre eres así verdad?
—Sí, así que me dejas pagar o no voy—Sonrío cuando escucho que maldice por lo bajo pero termina aceptando.
—Bien, paso por ti en una hora.
"Venga ya ¿En una hora?"
—No estaré lista en una hora, tengo que ponerme bonita.
—Pero si eres preciosa—El estómago se me revuelve con el cúmulo de emociones que me abordan y doy suaves brinquitos.
—Está bien, nos vemos en un rato.
—Hasta entonces guapa—Colgamos y me apresuro a la ducha. Cojo la fragancia de moras y me lo unto en el cuerpo, mientras que de shampoo me unto el de coco. Cuando termino salgo envuelta en una toalla de cuerpo completo y me seco. Pongo música desde mi estéreo y empiezo a embellecerme. Paso por el espejo y dejó caer la toalla contemplandome.
<<Eres preciosa>>
Sus palabras se vuelven a repetir en mi mente y le sonrío a mi reflejo. Mis curvas definidas se hacen notar, más cuando me pongo derecha. Acaricio mi cuerpo y cojo la crema para untarmela y darle brillo a mi piel.
Me pongo la ropa interior ya seleccionada y en bragas voy hacia mi armario.
Me decido por un vestido veraniego azul cielo con motas blancas y unos guaraches con tacón color beige.
Me siento en el banquillo de mi tocador y empiezo a maquillarme. Escojo tonos que resalten mi belleza natural y procedo con mi cabello. Lo seco y aplicó crema para peinar dejándolo suave y ondulado.
Por último, arreglo mi pequeño bolso, cojo dinero, perfume, un desodorante y bajo con una sonrisa a la sala principal.
—Muy buenos días—Saludo a la señora Ingrith quien asea la estancia.
—Buenos días, alguien amaneció muy bien hoy—Dice dándome una sonrisa a boca cerrada.
—Sí, voy a salir— Le guiño un ojo y engullo la fruta que está en la mesa de banquete.
—¡No coma eso! Su madre va a venir y decidió tener un desayuno con socias de su trabajo aquí mismo.
No me dijo nada. Seguro era uno de sus destinos en su agenda de viajes.
—Vale, por una simple fruta no me va a matar, Ingrith. Dile que tenía hambre—Me encojo de hombros, viendo que ella niega con la cabeza.
Me siento en el sofá con el teléfono en mano y me dedico a comer mi fruta mientras veo vídeos en Youtube.
Suena el timbre pero no hago caso. Suenan voces del exterior y luego una risa masculina. Carraspean y yo alzo la mirada encontrándome con Harry y con mi madre.
—¡Ay por Dios! ¡Ingrith! ¿Por qué no me avisas?—La mencionada se encoge de hombros y me sonríe inocente.
—Se veía tan entretenida en su celular que no la quise interrumpir.
—Venga ya ¿No piensas saludar a tu madre?—Extiende los brazos y me paro estrechandola contra mí.
"Cuánto la extrañé"
—Hola mamá
—Te he echado de menos princesa—Asiento y le doy un beso en la mejilla para después enfocarme en el guapo hombre de atrás.
—Hola Harry
—Aniela—Asiente sonriente—¿Estás lista?—Pregunta estirandome un pequeño ramo de girasoles. No me canso de sus detalles.
—Sí, estoy lista—Tomo el ramo y voy a dejarlo sobre la mesa de la cocineta, para que Ingrith las ponga en agua.
—¿Y ustedes son novios?—Escucho a mi madre preguntarle a Harry
—Aún no—Se ríen y yo salgo acalorada de la cocina—Pero pronto tendré la dicha de serlo.
—¿De qué hablan?—Pregunto siendo indiscreta.
—De nada cariño, ya váyanse que pronto vendrán mis socias y no los dejarán salir de aquí, sobre todo a él—Dice señalandolo—Un gusto Harry.
—El gusto es mío señora
—Dime Ayla, señora es muy anticuado, ni que tuviera 60 años
—Mamá...
—Vale está bien—Harry se da vuelta y sonríe cruzando la sala.
—No me habías dicho que estabas con ese bombón—Medio me reclama y yo giro mis ojos sosteniendo mi bolso.
—Porque apenas vine de Polonia, lo conocí. Es el mejor amigo de Ashton.
—Saludame a ese muchacho cuando lo veas, ya se le extraña mucho.
—Lo haré, nos vemos después.
—Lleva condones.
Mis mejillas se tornan rojas de la vergüenza y solo le saco la lengua caminando a la salida. Harry me estira su mano y la tomo caminando a su auto. Abre la puerta para mí y me acomodo en el asiento. Rodea el auto, se sube y después de que se acomoda, arranca para dirigirnos a nuestra primera parada. El cine.
"Esto será divertido"
Mack
¿Gretel muerta?
Ya pasó medio día y no puedo superar lo que en la madrugada me dijo Ashton. Lo llamó James para darle la noticia de que había fallecido.
¿Cómo pasó?
Pudo haber metido cizaña, ser una obsesiva e incluso haber hecho lo que hizo, pero jamás se le podría desear la muerte. Ni a ella ni a nadie.
Me hago una coleta alta y me pongo las sombras negras en mis párpados que van acorde al vestido entallado color negro que traigo puesto. Ashton decidió sepultarla en el cementerio estatal, por haber trabajado tanto tiempo con él. Su familia no dejaba de pedir disculpas por lo que su hija había hecho en la empresa, pero Ashton supo manejar bien la situación.
La puerta se abre y mi novio entra completamente vestido de negro.
Dios mío, me va a dar un infarto con lo guapo que se ve así.
"¿El color negro? Mi nuevo color favorito"
—¿Estás lista?—Está serio y sus ojos están apagados. Puedo entender lo que siente. Perdió a una persona con la que convivió bastante tiempo y que ahora simplemente ya no existe.
Asiento y salgo de la habitación con él a mis espaldas. Me sujeta la cintura guiándome y salimos. Abordamos una camioneta gris y Martin la maneja hasta el lugar en el que requerimos estar presentes. Estacionamos en el cementerio estatal y caminamos de la mano hasta donde todos están reunidos.
Una sensación rara se instala en mi pecho y mis ojos se rozan al recordar la situación por la que está atravesando Dylan. No me gustaría estar en el mismo lugar pero que él sea el que esté en un ataúd. No lo soportaría.
La misa da inicio y se le dan las últimas palabras a Gretel. Al estar sentados de espaldas al "parque" siento que me observan. Volteo un poco sin soltar la mano de Ashton y atrás de unos cuantos árboles más allá de nosotros una mujer nos observa.
Y digo mujer porque los atributos se le hacen notar. Lleva una gabardina negra, un pantalón del mismo color, una capucha y lentes de sol. Sonríe como si le divirtiera la situación y hace muecas raras.
"Demasiado extraño"
—¿Qué tanto miras Mack?—Susurra Ashton cuando volteo mi rostro nuevamente.
Meneo la cabeza—Hay alguien allá atrás viéndonos y luce demasiado rara, me dió miedo—Ashton frunce el ceño y voltea.
—Mack, no hay nadie.
Mi corazón salta al escucharlo y volteo casi quebrándome el cuello por la velocidad ejercida. Y tiene razón, aquella misteriosa y extraña mujer ya no se encuentra. Me quedo viendo fijo para ver si puedo verla caminar más allá entre las tumbas, pero no hay nadie.
"Demasiado extraño"
Terminan de sepultar a Gretel y sus padres aún lloran su pérdida. Los gritos incesantes de la señora me quiebran el corazón y la mirada perdida de su padre me afecta a niveles superiores.
—¿Podemos irnos ya?—Aprieto la mano de Ashton quien luce consternado y asiente a mi dirección.
—Creo que ya hemos hecho todo lo que pudimos hacer— Nos levantamos y Ashton como el caballero que es, se despide de los padres de Gretel. Ellos le agradecen por todo y vuelven a pedirle disculpas por las acciones que cometió su hija. Nos vamos sin dejar de sostener nuestras manos y vuelve a abrir la puerta para mi cuando llegamos a donde se encuentra Martín. Rodea el auto y mi teléfono timbra con un nuevo mensaje.
Lo desbloqueo y frunzo el ceño al ver el mensaje de un número desconocido.
Pronto te tocará a tí. Verás a la muerte de frente como Gretel lo hizo.
Abro en exceso los ojos y....
—¿Qué pasa Mack?—Bloqueo el teléfono para que no vea y me recompongo como puedo.
—Nada, solo necesito ver y hablar con Alondra. Es hora de... hablar con nuestros padres y decirles que es lo que está pasando en nuestras vidas.
—¿Estás segura que eso es lo que quieres hacer?
—Amor, no les podemos seguir ocultando esto. Apenas toleran el que tenga una relación contigo... No me quiero imaginar lo que pueda pasar con Ali, pero, debemos decirles—Él asiente y me besa los labios.
"¿Por qué le miento? No lo sé, algo no cuadra aquí y no quiero preocuparlo con cosas absurdas".
Llegamos a mi departamento y luego de mandarle un mensaje de texto a Alondra, me meto a la ducha.
—Tengo que hacer unas cosas en la Editorial muñeca, cuando llegue tu hermana, voy para allá—Grita del otro lado de la puerta mientras me enjuago el cabello
—¡Espera!—Joder la necesidad de tenerlo cerca de mí otra vez me avasalla.
—¿Qué pasa?
—Ven—Cierro las llaves del agua y abro el cancel saliendome sin siquiera secarme. Entra y sus ojos me detallan de arriba a abajo y se muerde el labio con picardía, viniendo hacia mi. Rodeo su cuello con ambas manos y me importa un comino el que moje su camisa negra.
—¿Estás...?—Deja la pregunta al aire al sentir mi mano tocar su erección.—Oh muñeca, no podré parar si sigues con esto—Mi mano sigue aferrada a su erección y mi boca muerde su sensible cuello.
—Joder, al diablo con los pendientes—Me carga, haciendo que enrolle mis piernas en su pelvis. Salimos del baño hacia mi habitación, que tiene abierta la ventana, haciendo que mi trasero desnudo sienta el aire frío. Me aferro a la tela de su camisa y él me pone sobre la cama descuidadamente. Me arrastra hasta quedar al filo de ella y abre mis piernas saboreando sus labios al ver mi rosada vagina apenas rasurada.
Se inclina quedando sobre sus rodillas y desde abajo me ve como un depredador. Va dejando besos castos por mis muslos internos hasta que llega a mi palpitante sexo. Lame nuevamente sus labios y me dedica una sonrisa siniestra. Se sumerge y saca la lengua para degustar la miel que ya ha empezado a emanar de mí. Mis ojos se cierran ante el tacto de su lengua en mi clítoris y aprieto fuertemente la cobija jadeando en el proceso.
Hace magia tocando mis puntos sensibles y besando mis paredes vaginales que están hinchadas y deseosas por que las embista. Arqueo la espalda y medio me levanto sujetándolo de su cabello castaño. Lo aprieto más contra mi y gime chupando con fuerza mi mojada vagina.
—Ashton
Me pellizco un poco mis pezones erectos y gimo mordiendome los labios inconscientemente.
—No sabes lo bien que te ves así. Toda una Diosa, me estoy follando a una diosa deseosa—Su mirada azulada conecta con la mía a la vez que me embiste con dos dedos.
—Ohhh....
—Joder eres un sueño.
Gira los dedos e incrementa los movimientos nublandome los sentidos. Siento que la excitación está por salir y aprieto su cabeza con las piernas. Chupa, muerde y lame y yo me corro jadeando a lo grande.
—Dejame probar esos labios muñeca—Dice alzándose
—Pero ya lo has hecho—Niega divertido y se abalanza a mi besándome con fuerza, con deseo y desesperación. Nuestras bocas se unen con fiereza, nuestros dientes chocan y nuestras lenguas se unen en una batalla sin fin.
—Siente tu sabor Mack...—Me besa y gimo cuando muerde mi labio superior. Sus manos se dirigen a mis senos desnudos y los aprieta levemente.
—No sé qué hice para merecerte, pero me siento tan afortunado de tenerte en mi vida, luz. Porque tú eres mi luz. Y siempre vas a ser la luz que ilumina el camino sombrío que llevo dentro de mí.
Lo abrazo fuerte y quisiera que no tuviera que ir a la Editorial, pues me gustaría quedarme en la cama con él, todo el día. Probando y degustando su piel a mi antojo.
—Te amo Mack, no sabes cuánto lo hago.
Quiere separarse de mí pero niego tomándolo por la nuca.
—Quiero que me tomes, por favor
—No podré parar Mack.... No soy capaz de controlarme cuando se trata de ti.
—Por favor—Jadeo con súplica y él asiente quitándose en nanosegundos el pantalón negro. Busca en su chaqueta un preservativo, pero a estas alturas, eso ya no importa tanto.
—Mierda no traigo
—No te preocupes, hazlo piel a piel, quiero sentirte. Quiero sentir como me penetras.
—Eres una perversa—Sonrío inocente y se acerca a mi con el falo erecto entre sus manos, después de quitarse la ropa. Lo introduce poco a poco y lo miro impaciente.
—¿Con amor? O ¿Duro? Como tanto te gusta—Me levanto y le susurro al oído con voz melosa y sensual.
—Como mejor lo sabes hacer, hazme ver la galaxia.
Sale de mi y cuando le voy a reclamar lo mete de una sola estocada hasta el fondo, haciéndome gritar fuerte. Empieza a moverse con embestidas rudas y rápidas, como nos gustan a ambos. Gime contra mi oído y yo abro las piernas, para darle más acceso a su cuerpo y que se acomode.
—Tan apretada e hinchada por mí—Se alza nuevamente y cambia a la posición fetal—Tan deseosa y húmeda para mí— Toma mi cuello y sin piedad lo aprieta mientras me bombea.
—Mmmh—Su agarre se vuelve peligroso y respiro lentamente por la nariz.
"Joder, en vez de venirme, me voy a ir"
Nuestros cuerpos chocar de esa manera crean una atmósfera deliciosa y placentera, que no me gustaría que se acabara nunca.
Engancho mis piernas alrededor de su abdomen cuando volvemos a quedar en la posición de misionero y con sus grandes manos aprieta mis duros pezones.
—Vamos muñeca, dame lo que tienes—Saca más velocidad de no sé dónde y me levanta con su brazo izquierdo para quedar encima de él. Toma mi cabello con fuerza y lo jalonea. Me rodea con sus brazos la cintura y me bombea.
—Oh...—Aprieto mis piernas y muevo mi pelvis en infinitos creando una mayor fricción, mientras que por dentro suelto y aprieto.
—Oh... Mack—Gime, gruñe y grita en éxtasis puro.
—Te amo, joder, te amo mucho, Ashton—Grito cuando siento que sale mi excitación, embadurnando sus piernas y el miembro. Da dos o tres estocadas más y se corre gritando lo mucho que me ama y lo feliz que le hago la vida con mi presencia. Nos quedamos un momento en la misma posición, con las respiraciones aceleradas y el corazón a punto de salirse.
Tocan al timbre y maldigo saliendo de él. Sonríe cuando veo que su miembro sigue duro y entrecierro mis ojos.
—Continuamos en la noche—Me guiña un ojo y se viste en un santiamén pasándome unas bragas y algo para ponerme.
Ambos salimos del cuarto y él es quien abre la puerta de la entrada mientras que yo me quedo merodeando en la cocina.
—¡¿Mack?! Ya llego tu hermana—Salgo de la cocina con una dona en la mano. Sonrío inconscientemente cuando la veo sujeta del brazo de James, quién luce muy atractivo el día de hoy.
Esos genes están potentes.
"Si el padre está como quiere y la madre también, joder, los hijos los superan" "Y los nietos puede que también"
—Hola—Me acerco a saludarlos y Alondra me abraza fuerte mientras que su esposo solo me sonríe.
—Iré a la Editorial en lo que hablas con tu hermana, y nos veremos más tarde ¿De acuerdo?—Ashton viene a mi y me da un prolongado beso en los labios.
—Yo te acompaño, creo que las chicas necesitan hablar—James se ríe y pasea sus manos por la cintura de Alondra, atrayéndola a él y besándola cursimente.
"Demonios"
Mi hermana le devuelve el beso y le acaricia la mejilla viéndolo tiernamente.
—Con cuidado—James vuelve a darle un pico y se van después de su escena melosa.
—¡Oh Dios Mío! ¡Ali!—La sujeto de las manos y ella se sonroja. Nos sentamos en el sofá amplio de la sala y ella se abanica la cara.
—Ay, ¿Qué te puedo decir?
—El Dios del Amor los ha flechado, ¿Te estás enamorando de él, cierto?—Ella niega con la cabeza y frunce el ceño.
—No, solo estoy agradecida con él.
—Mentirosa, y por eso lo besas—Me quedo callada y abro los ojos—¿Ya han....copulado?
Suelta la carcajada y se sostiene el abdomen mientras lo hace. Se acuesta en el brazo del sofá y me quedo a la espera de una respuesta—¿Y bien?
—Diablos no, no hemos "copulado" Mackenzie—Vuelve a reírse—¿Quién dice copular en estos tiempos?
—Bueno ¿Me entiendes no? Copular, Fornicar, Follar, Coger, Hacer el amor, como quieras llamarle.
—Madre mía. No, no lo hemos hecho.
—¿Por qué? ¿Piensas desaprovechar la oportunidad de hacerlo con James, siendo él tu esposo?—Abre los ojos en exceso.
—No Mack, pero....
—¿Pero? ¿Dijiste pero?
—Joder, no estoy lista ¿De acuerdo? Sigo teniendo pesadillas con el enfermo de Dante y solo de pensar que él nos ha estado amenazando, me pone la piel de gallina—Se frota los brazos y su mirada decae.
—Oh no, no bajes la mirada. Ese monstruo no merece ni tu sufrimiento, ni tus lágrimas, ni siquiera merece el que lo recuerdes. James te protegerá Ali, no tienes por qué preocuparte. Trato de entender tu dolor, porque lo que viviste fue demasiado fuerte, pero eres una guerrera ¿De acuerdo?—Se le rozan los ojos y viene a mi para abrazarme—Se que puedes con esto—Susurro sobándole la espalda.
—Pero sigo teniendo miedo Mack, Dante es capaz de cualquier cosa. De verdad no me extrañaría que él matara a alguien.
—No pasará nada de eso. Estamos unidos todos y cualquier cosa, por muy fuerte que sea, la resolveremos.
Quisiera creer mis propias palabras, porque a mí también me da miedo el que esté siendo amenazada con mi vida.
No deja de abrazarme y cuando deja de hacerlo se limpia las lágrimas con el dorso de la muñeca.
—Vale, dejemos de hablar de ese imbécil ¿Ya les dijiste a nuestros padres que te casaste? ¿A Mariana al menos?—Ella niega y suspira.
—No lo van a entender Mack, ellos o bueno, al menos mamá siempre se cierra y se ciega, la conoces. Va a empezar a despotricar por mi matrimonio "arreglado"—Entorno los ojos.
—Pero les debes decir—Si se enteran es hija muerta, pero tampoco es como si fuera una niña pequeña que necesita el permiso de mamá y papá.
—Mi decisión ya está tomada y mi respuesta es no—Se enfurruña en el sofá y alzo las manos rendida. Platicamos un rato más y el timbre suena cuando se oscurece afuera.
Me paro para ir a abrir y cuando abro la puerta recibo a una Aniela sumamente feliz. Chilla de la emoción y salta para poder abrazarme.
—¡Dios! Necesito contarles muchas cosas ¿Puedo pasar?—Me hago a un lado indicándole que entre y se va a saludar a mi hermana.
—¿Y ahora tú qué? ¿Comiste brillos de unicornio? ¿Qué sorpresa nos traes ahora?—Aniela se sienta en medio de ambas y no deja de soltar chillidos.
—¿Se acuerdan de Harry? ¿El mejor amigo de Ashton?—Asiento—Demonios, me invitó al cine, fuimos a comer y...
—¡Espera! ¿Saliste con Harry?
—Si, bueno es la segunda vez que salimos pero...
—¿Segunda vez? ¿Y hasta ahora nos enteramos?
Se sonroja y se ríe. Oculta la cara bajo el rubio cabello y la sacudimos.
—Dios, si Cory estuviera aquí te hubiera pateado el trasero por no habernoslo dicho—Le reclamo riéndome.
Cory, es otro tema pendiente, necesito ir al hospital a buscarla. No sé qué mosco le picó y necesito saber si está enojada conmigo o algo por el estilo, ya que no contesta mis mensajes, estando ella conectada.
—La primera cita fuimos a una cabaña preciosa, a la orilla de un lago.... y si Harry no fuera un caballero hubiéramos tenido nuestra primera vez en ese jardín—Se sonroja cuando ambas la volteamos a ver sorprendida.
—¡Menuda afortunada!
—Venga ya, que las tres somos muy afortunadas de encontrar y salir con semejantes bombones—Digo parandome—¿Gustan algo de tomar?
—Café por favor—Pide Aniela
—Yo me tomaré solo un té—Dice Ali sonriéndome.
—Además volviendo al tema inicial yo no solo salgo con uno, recuerdalo—Dice Ali guiñandome el ojo y mostrando su dedo anular con la sortija.
—¡¿Ya va qué?! ¡Se casaron y no me invitaron a la boda!—Grita Aniela desde la sala. Me asomo por la puerta doble de la cocina.
—No eres la única que no fue invitada—Mi hermana nos mira apenada y yo me apresuro a hacer las bebidas, mientras sus murmullos se escuchan.
Les llevo la bebida y seguimos hablando de temas triviales hasta que tocan a la puerta. Ali sonríe y es ella quién va a abrir luego de ver su teléfono. James entra y se quedan en la entrada dándose un beso apasionado.
Aniela abre la boca en O y se cubre la boca antes de soltar un grito de emoción. La callo riéndome de su nerviosismo y James alza su mirada para luego sonrojarse y separarse de ella.
—Señoritas, buenas noches, vine por mi esposa—Aniela se sonroja bajando el rostro y nosotras nos pellizcamos para no soltar algo inapropiado o fuera de lugar.
—Oh vamos, no seas tan formal James—Le digo parandome con las manos sudorosas—¿No quieres sentarte un rato y platicar? No sabemos mucho de ti—Él se nota ansioso y por como mira a mi hermana me da a entender todo—Claro que si tienes algún pendiente, está bien, será para otra ocasión. ¿Qué pasó con Ashton? Creí que venía contigo—Niega y se peina el pelo con ambas manos.
"Creo que eso es hereditario, ya que también mi novio lo hace"
—No, se quedó afinando los cambios que van a tener las áreas y Jolene se presentó con él. No te preocupes, me dijo que llegaría más tarde, pero tenía que acabar con aquello—Asiento.
¿Y que hace Jolene allá?
—Vale no te preocupes, lo es esperaré—La ansiedad florece.
—¿Vas a agarrar algo de ropa? ¿O gustas venir después?—Escucho cómo le pregunta a mi hermana y ella niega. Le toca la mejilla tiernamente y le da un beso en la frente—Vámonos entonces, señoritas—Se gira otra vez hacia nosotras y nos dedica un gesto de despedida. Alondra se acerca a abrazarme y se despide de Aniela también.
—Nos vemos luego chicas—Me guiña un ojo y me emociono cuando sale por la puerta y James la toma de la cintura.
"Estos se van a dar como cajón que no entra"
Le rezaré a los Dioses Eróticos para que eso suceda.
—¡Dios! Me atrae mucho Harry ¿Crees que es algo precipitado?—Pregunta acostándose en el sofá, estirando sus pies, dejándolos sobre mis piernas.
—No, el que no arriesga no gana. Así que a por ello—Le guiño un ojo y mi teléfono vibra en la mesita de vidrio.
Emocionada lo tomo pensando que es un mensaje de Ashton, pero al verlo se me congela de inmediato la sangre.
Tengo algo para ti.
Otra vez ese número desconocido ¿Qué mierda quiere o quién mierda es?
Un vídeo ha sido enviado.
—¿Mack?—No le presto atención a Aniela y presiono el video.
Empieza con la pantalla en negro, pero empieza a aclararse cuando abren una ¿Puerta? La estancia se ilumina y voltean la cámara mostrando a un hombre con pasamontañas negro. Sonríe siniestramente y voltea hacia arriba haciendo una mueca. Se escuchan ruidos extraños, como si alguien intentará gritar, sin embargo no puede. El enmascarado ríe un poco y vuelve a voltear la cámara, mostrandome a la persona que yace sentada en una silla de madera desgastada.
Mi corazón se paraliza al reconocer quién es.
No no no no, ella no.
—Mire a la cámara Doctora, alguien tiene muchas ganas de saludarla, nos está mirando—La ronca voz del tipo sale a relucir pero Cory no puede ni moverse de lo golpeada que está.
—Oh Dios, no—Mis manos tiemblan y mis ojos se encharcan al verla en ese estado tan vulnerable.
—¿Mack? ¿Qué pasa?—Aniela se acerca a mí y yo no puedo emitir palabra alguna. El video sigue reproduciéndose.
—¿Quieres jugar de nuevo conmigo?—Cory gime y niega escupiendo un poco de sangre. Salpicando la bata blanca.
—Oh chica, no sabes lo que quiero hacerte ¿De verdad no quieres seguir jugando?—Cory alza la cara y aprieto los ojos dejando que las lágrimas bañen mis mejillas. Abro los ojos justo cuando suena un gemido y llevo una de mis manos a mi boca al ver como le da un fuerte puñetazo en el estómago.
—Maldito imbécil—Escupe sangre y ahí se corta el video.
Mis oídos no captan sonido alguno, mis sentidos están siendo afectados. Mi corazón bombea a una velocidad impresionante, casi siento que se va a salir. Mis manos temblorosas dejan caer el teléfono al suelo y Aniela lo recoge, viendolo en seguida.
—¿Mack, qué está pasando? Es Cory....
Por supuesto que sé que es Cory, mi mejor amiga está...
Le arrebato el teléfono y escribo un mensaje enojada.
M: ¿Quién mierda eres y qué es lo que quieres?
Lo ven y escriben una respuesta.
D: ¿No tienes alguna pista de quién puedo ser? Por lo visto eres más estúpida de lo que creí.
M: ¿Qué es lo que quieres? ¿Dónde tienes a Cory?
D: Mmmm, muy lejos de ti y de alguien que pueda salvarla del destino trágico que le espera.
M: No, por favor no, no sé quién rayos eres, pero no la dañes por favor.
D: Hay una forma para que ya no la sigan lastimando, pero depende de que respuesta me des.
M: Haré lo que sea ¿Qué es lo que quieres? Por favor, no la dañes más, haré lo que quieras.
D: Vale, te marcaré para darte mis instrucciones. Confío en que no dirás quién soy o ella no es la única que se muere.
Mi estómago se comprime
D: Si dices cualquier cosa sigo con tu hermana, con la estúpida rubia que tienes como amiga, con tu tierno e ingenuo amigo o con tu queridísimo Ashton ¿Es un encanto de hombre verdad? No puedo esperar a tenerlo de nuevo entre mis piernas.
Lava ardiente me quema por dentro, amenazando con hacer una locura.
D: Oh sí Mackenzie, porque él es mío. Y ni tú ni nadie me lo va a quitar.
Deja de escribir y volteo a ver a Aniela que parece estar en estado de shock, con la cabeza entre las manos, sollozando. Me muevo y subo las escaleras para poder hablar. Me meto a mi cuarto. Sellando la puerta.
Marca y contesto inmediatamente.
—No te atrevas a amenazarme enfermo de mierda, porque no sabes quién soy yo.
—Sé perfectamente quién eres Mackenzie Henderson.
Oh Dios, la voz es... su voz es la de...
—Te tengo en la mira desde aquella vez del restaurante y lo lamentarás maldita perra.
—¿Qué te he hecho yo para que me odies de esta manera?
—Quitarme al amor de mi vida, y escúchame bien, si yo no lo tengo tú tampoco y si yo sufro, tú sufres por igual. Me deshice de una estúpida que se metió con él y tú no vas a ser la excepción.
—¿Qué quieres decir?
—Más idiota no puedes ser ¿Verdad? Gretel me estorbaba y me deshice de ella. Porque nadie toca lo que es mío. Te dejé al último porque es satisfactorio verte tan indefensa y revolcandote en tu propia miseria ¿Recuerdas a Aaron?—Mis sentidos se apagan—Te echa mucho de menos y te manda saludos Mack. ¿Recuerdas a Dante? Oh, él se está volviendo completamente loco al no tener a tu hermana, pero ese ya es otro cuento ¿No? Uy.... no le he dicho que fui la culpable de matarle el bebé a Alondra—Mi pecho se comprime aún más con las horribles confesiones que salen de su boca—No creo que se enoje ¿O si? Me excuso diciendo que no sabía que el bebé era de él, pero me importa poco, si pudiera regresar el tiempo lo volvería a hacer, porque el haberlos visto sufrir me dan más ganas de vivir.
—Estás enferma Jolene, malditamente enferma. ¿Tú violaste y drogaste también a Ashton no es así?—La línea queda muda y luego se escucha su risa.
—Yo no lo violé, solo le dí lo que tanto quería y eso lo volvió loco.
—Él no quería eso enferma ¡Tanto dices quererlo y le haces esas bajezas!
—Se hundió en mí y admito que me molestó que fuera tu nombre el que pronunciara cuando llego al éxtasis, pero eso cambiará. Si no es a las buenas a las malas entonces.
—Estás completamente loca
—Oh querida y eso que no has visto nada. ¿Quieres salvar a tu amiguita y a todos los que te rodean de la muerte?
—¿Qué carajos quieres? Pídelo y déjate de sandeces.
—¡A mi no me hablas así perra!—Exclama y algo se quiebra del otro lado—Quiero que te alejes de Ashton.
—No
—¿No? Bien entonces quédate con la culpa de no haber podido salvar un alma jóven como la de tu mejor amiga y hermana del alma—Habla con sarcasmo y se ríe
—¿Cuánto dinero quieres?
—¡Ja! ¿Crees que una persona como yo necesita dinero?
—Para que te alcance para el psiquiátrico, enferma de mierda.
—¡Cállate!—Vuelve a gritar y cierro los ojos, sintiéndome impotente—Haz lo que te digo por tu bien Mackenzie, te conviene y mañana mismo tendrás a la chica de regreso.
—Lo haré
—¿Y tú crees que soy tan tonta para creerlo? Necesito pruebas de aquello y vas a hacer lo que te voy a decir a continuación—Sigue hablando y niego con la cabeza a pesar de que ella no pueda verme.
—No, por favor no—Sollozo.
—Ya te dije, o lo haces o se muere tu amiga. Tú decides. Tic tac, el tiempo corre. Tienes hasta mañana para hacerlo, que tengas dulces sueños—Cuelga y la línea se queda muda.
Me deslizo por la puerta hasta quedar sentada sobre el frío suelo y dejo escapar los sollozos y los gritos cargados de impotencia, tristeza y desesperación.
Si no hago una cosa matarán a alguien inocente por mi culpa y si lo hago, romperé en mil pedazos a otra.
Me seco las lágrimas y las manos me tiemblan.
"Perdoname Cory"
"Perdoname Ashton".
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Ahhhhhhhhh no ¡No es cierto! ¡Dime que no es cierto!
¿Qué le habrá pedido Jolene a Mack? Ay no, se armó la gorda ahora sí.
Noooooo nooooo noooo.
El capítulo 45 me va a doler toda la vida, no quiero no quiero. ¿Hola Dios? Soy yo de nuevo.
Dejando el drama de lado ¿Qué tal les pareció el cap? ¿Gretel merecía morir? ¿Aniela y Harry cada vez más cerca, les gusta? ¿Alondra y James, se enamorarán, qué pasará?
AHHHHHHH MAMÁ
Bueno, ahora sí, me voy a dormir, porque mañana tengo que entregar tres proyectos. En la tarde empezaré a escribir el cap 45.
Mañana también vuelvo a leer este cap para ver si no hay desperfectos, si sí, los edito no se me preocupen. Recuerden que es un borrador y una vez terminada la novela, voy a cambiar algunas cosas, como lo es la apariencia física de algunos personajes, algunas escenas o capítulos completamente, ya saben, para que tenga más coherencia. Ya se va a acabar esto y arderá troya sí o sí.
Les mando un besito, los quiero mucho 😘
-Brenda.