Amor a primera sonrisa

By luzaazul11

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Una vez escuche que: "La vida es como un viaje en tren. Algunos comienza el viaje junto a ti, otros se sub... More

Aclaración
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Epílogo
Agradecimientos

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By luzaazul11

Primero quiero agradecerte por tus votos, ya llegamos a más de 100 y la verdad, jamás pensé que pasara y no habría pasado sin tu apoyo. 

Un abrazo a la distancia y que disfrutes el capítulo ❤️😁. 


Nota: este capítulo contiene escenas de carácter sexual y lenguaje explicitito. Leer bajo tu responsabilidad.

25 de marzo 2021.

Bahréin.

Siento el cuerpo de Daniel pegado a mi espalda mientras que con su brazo aprieta mi vientre y nos hace bailar al rito de la música. Siento sus besos en mi nuca junto con su respiración. Jadeo cuando froto mi trasero contra su entrepierna.

-Estas siendo traviesa E -me susurra- y no te conviene -muerde mi lóbulo y me separo de él para quedar frente a frente-.

-Se me ha acabado la champaña -hago un puchero y elevo un poco la voz para que logre escucharme entre la música y los gritos orangutanes de sus amigos a nuestro alrededor- iré a rellenar mi copa -Daniel asiente y comienzo a caminar hacia la barra-.

Al llegar a la barra me sirvo lo último que me queda de champagne y me giro bebiendo de mi copa. En el centro de la pista puedo ver a Daniel con su vaso gigante de cerveza bebiéndolo de un solo trago compitiendo por quien se la acaba más rápido junto con Charles. El australiano se la bebe antes que el piloto de Ferrari y los demás pilotos gritan eufóricos a su alrededor. La mirada de Daniel se cruza con la mía y eleva su vaso vacío por lo que lo imito elevando mi copa de champaña ya vacía. Me guiña un ojo y se aleja de la multitud de hombres que esta vez, alientan a George Russell, piloto de Williams y a Lance.

Al alejarse completamente de ellos, deja de caminar para voltearse y mirarme. Luego vuelve a caminar con dirección a los baños.

-Quiere que lo sigas, por si no has captado la indirecta -me susurra alguien a mi derecha-.

Me giro en la dirección de la voz encontrándome con Pierre Gasly.  Me rio y niego con la cabeza.

-¿Qué cree, que tenemos quince años? -digo volviendo a mirar en la dirección por la que desapareció el australiano-.

-No hay edad para un revolcón en el baño -siento su mirada en mi. Lo miro y el francés me guiña un ojo alejándose hacia la pista de baile-.

...

Al llegar a la puerta del baño con el típico dibujo de un hombrecito negro, me paralizo cual adolescente.

No me encuentro borracha, pero mis cinco sentidos no están trabajando como siempre.

Empujo la puerta con mi mano y lo primero que veo son los urinarios de color blanco en la pared del fondo del baño, un lavamanos color cobre, el típico espejo del porte de la pared y los cubículos del mismo color del lavamanos a mi derecha. Al no ver a Daniel, empujo la primera puerta del cubículo en total silencio, pero no hay nadie. Abro la segunda, y tampoco hay nadie. Al flectar las piernas para poder mirar por debajo de estos, veo sus pies en el último cubículo.

Camino hacia este y abro la puerta encontrándome a Daniel sentado en el váter con sus piernas extendidas a cada lado y sus brazos apoyados en la parte superior del váter. Sonrío y el se da una palmada a sus piernas al juntarlas. Entro al cubículo y cierro la puerta detrás de mi.

-¿Seguro que no entrara nadie? -me siento en sus piernas y paso mis brazos alrededor de su cuello-.

-Están todos advertidos -besa castamente mis labios- él que se atreve a entrar, tendrá que dejarme pasar en la pista -ambos reímos- los chicos te adoraron -esconde su cabeza en mi cuello-.

-¿Y eso está bien? -enredo mis dedos en sus rizos, él hace un ruido gutural-.

-Soy muy celoso Emily -susurra conectando su mirada con la mía- claro que puedes tener tus amigos, pero soy celoso si alguno demuestra una doble intensión o te mira con otros objetivos -ladea su cabeza- a Lando puedo aguantarle todo -susurra seguro- porque se que te tiene un cariño de amistad y te volviste importante para él en este tiempo -acaricia mi mejilla-.

-Pero -lo animo a seguir y el suspira-.

-No quiero que creas que soy posesivo o algo por el estilo, o que no te dejo ser -habla rápido- pero realmente me gustas E y el solo hecho de pensar que otro te mire como lo hago yo me frustra -hace una pausa- soy impulsivo y no me gustaría hacer algo que pudiera asustarte o incomodarte -acaricio su barba-.

-Las miradas de los demás no las puedes controlar Dani -susurro en sus labios y el hace una mueca- la gente puede mirar, decir y hacer lo que quiera con otra persona. Pero es responsabilidad de la persona que se encuentra con pareja, de poner los limites y no responder con las mismas miradas o lo que sea, con alguien que no sea su pareja -intento explicar y el cierra sus ojos- lo que trato de decir -beso castamente sus labios- es que tienes que confiar en mi, solo en mi. -genero fricción entre nosotros-.

-Golpeare a Pierre si sigue así E, lo juro -dice gruñendo-.

-¿Qué? -digo riendo- ¿y que ha hecho Pierre? -jadeo cuando siento la mano de Daniel por mi muslo subiendo hacia mi entrepierna-.

-No quiero hablar de él mientras te toco -coloca sus brazos por debajo de mis piernas, levantándome junto a él para apoyarme en la pared a nuestro lado- solo te diré que ya se lo advertí -besa de manera brusca mis labios, introduciendo su lengua y su dedo en mi, sin previo aviso-.

Grito sin poder controlarlo mordiendo su labio inferior.

-Ya que estamos con confesiones, no creo poder aguantar mucho E -susurra en mi oído- te esperaré y respetaré, pero -hace una pausa aún con su dedo dentro de mi, pero sin moverlo- ¿eres virgen? -me mira y yo niego con la cabeza-.

-Pero no recuerdo la noche que deje de serlo -rio amargamente y el me mira pensando lo peor- ¿Sabes porque Dustin y yo éramos aún más unidos? -siento como saca su dedo de mi- porque me dio más confianza contarle a él lo sucedido que a mis padres -suspiro- en las típicas fiestas de adolescentes se juega el típico juego con la botella, y a un chico y a mi nos retaron a encerrarnos en una pieza y tener sexo. Al llegar a la habitación le dije que no lo haría pero lo siguiente que recuerdo es a él encima de mi y luego dejarme desnuda en la habitación y escuchar los aplausos de los demás en la sala fuera de la habitación -hago una pausa y el no deja de mirarme- y con mi ex y demás hombres en bares, nunca fue con sentimientos relames al momento de hacerlo -elevo mis hombros enterrando mis medos en su pelo- claro que tengo sentimientos hacia ti -digo rápido- solo que quiero que sea significativo -elevo mis hombros- no me importa el lugar -digo riendo mirando a nuestro alrededor-.

-Te quiero Emily -susurra y lo miro- te quiero y no sabes lo feliz que me hace que te sea tan fácil compartir tus cosas conmigo -sonríe dulcemente- no puedo cambiar lo que viviste, pero si puedo hacer que sea con sentimientos reales -besa mi frente- y jamás dejaré que alguien te haga daño, ni yo mismo -toma mi cara entre sus manos, dejándome solo apoyada en la pared-.

Sonrió y beso sus labios, él responde de inmediato delineando mi labio inferior con su lengua. Abro los labios conectando su lengua con la mía y entre jadeos, tomo la mano de Daniel y la dirijo a mi entrepierna. Ambos gemimos cuando comienza a introducir dos dedos. Muerde mi labio inferior en el momento que aumenta la velocidad.

-Daniel -jadeo susurrando en sus labios- por favor -lo miro-.

-¿Qué? -susurra mirándome sin entender-.

No me hagas decirlo, cabrón.

-No me hagas decirlo -digo frustrada al dejar de sentir nuevamente sus dedos dentro de mi-.

-Te juro que no se a que te refieres -susurra riendo y lo miro obvia-. E, te juro. -ríe-.

-Necesito tu hermosa cara entre mi hermosa entrepierna.

Se ríe con una carcajada bajándome de sus brazos.

-A la orden -besa mis labios tirando luego de mi labio inferior. Se dirige a mi cuello donde succiona-

-¿Qué crees que estas haciendo? -digo divertida, él deja de atacar mi cuello para mirarme-.

-Dejando mi huella -besa castamente mis labios a lo que yo rio-. ¿te molesta? -pregunta preocupado-.

-Tendrás que taparlo con maquillaje -lo miro elevando una ceja-.

-¿Quieres borrar mi huella? -pregunta indignado-.

-¿Tú crees que es profesional ir por ahí con una mordida de vampiro en frente de tus jefes? -beso el borde de su mandíbula-.

-Esta bien -se encoge de hombros- si quieres borrar esa huella, esta bien -besa la marca reciente en mi cuello- pero esta marca no tiene sentido borrarla -dice pícaro y yo lo miro confundida-.

Lleva sus manos a mis hombros mientras me presiona más contra la pared bajando ambas tiras de mi vestido. Besa mi hombro derecho y continúa bajando mi vestido hasta dejar a su vista mis pechos. Siento su aliento en mi pezón derecho y luego como sus tibios labios lo atrapan en un beso húmedo. Jadeo cuando su corta barba pica en esa zona y siento su sonrisa en mi pezón. Gimo cuando lo atrapa entre sus dientes para después comenzar a succionarlo, dejando una nueva marca en mi cuerpo. Tiro de sus rizos cunado deja un ultimo beso en la zona y comienza a descender para de un tirón, abrir mis piernas e introducir su lengua. Grito llevando mis manos a su cabeza acompañando sus movimientos. Aprieta mis muslos mientras saca un poco su cabeza y me mira.

-Quiero que llegues -susurra ronco-.

-Pues hazme llegar -susurro-.

Vuelve a introducir su lengua al mismo tiempo que con su dedo pulgar encuentra mi botón sensible, comenzando a a jugar con él.

-Más rápido Dani -jadeo-.

Comienza a hacer círculos en total sincronización con su lengua y dedo.

-Daniel -gimo-.

Saca su lengua e introduce tres dedos de golpe comenzando a hacer los movimientos como si estuviera pasando los cambios de su volante mientras no deja de mirarme.

Siento mi cuerpo temblar al momento que aumenta aún mas la velocidad mientras besa y muerde mi cuello.

-Te quiero Dani -susurro en su oído mordiendo su lóbulo-.

-Te quiero E -susurra atrayendo mi cara entre sus manos para besarme-.

...

26 de marzo 2021.

Bahréin.

Son las doce y media de la noche cuando Daniel me deja en mi habitación con un beso de despedida y una nalgada de regalo. Me quito el vestido para ponerme una camiseta de mi hermano menor, que claramente es mucho mas alto que yo, quedándome en bragas. Voy al baño y mientras me desmaquillo rápidamente porque el sueño me está matando.

 Cuando termino me acuesto en la cama revisando mi teléfono.

Tengo cuatro mensajes. Uno de mi madre, de Lando, Daniel y Zak. 

Entro al chat con Zak primero.

Zak jefecito // hace 1 hora.

Disfruta de la fiesta Em, mañana te espera un gran día y estaré apoyándote en lo que necesites. Bienvenida una vez más a la familia McLaren.

A pesar de la hora, decido responderle.

🧡.

Entro al chat de mi mamá.

Mamá // hace 5 horas

Daniel es muy apuesto y se ven muy lindos juntos. Me gustaría conocerlo, y desde ya está aprobado. Te amo hija y éxito mañana en tu primer día. Saludos de tu padre y Jaden.

Nota mental: llamar a mamá mañana.

Entro al chat de Daniel.

Daniel Ricciardo // hace 5 horas.

-Foto- ❤️.

Sonrío al ver la foto que nos tomamos al almuerzo y la guardo en mi galería.

Entro al chat de Lando.

Lando hermoso Norris // hace 10 minutos

Vaya manera de menear el esqueleto 😏. Mañana paso por ti para que desayunemos en la sede😋. 

Le respondo ya que veo que esta en línea.

HAHAHA cuando quieras te enseño 😇. Uhh ¿tartas?.

No espero su respuesta y dejo el móvil a un lado para acostarme en la cama. Luego de uno minutos cuando estoy a punto de quedarme dormida, siento como el teléfono vibra. Saco mi brazo de debajo de las sábanas y doy golpes en la cama hasta que lo encuentro. Con los ojos entrecerrados distingo un mensaje del australiano.

Daniel Ricciardo // hace 1 minuto.

¿Estás despierta?.

Escribo.

Sí.

Los tics cambian de gris a azul enseguida y veo que esta escribiendo, salgo del chat al ver un mensaje de Lando.

Lando hermoso Norris // hace 10 minutos.

Claro! 😚.

Le respondo.

🐷.

Vuelvo al chat con Daniel, pero no ha enviado nada.

Bloqueo el teléfono y vuelvo a cerrar los ojos. Unos golpes en la puerta hacen que los abra nuevamente. Me levanto para abrir.

-¿Quién es? -susurro-.

-Me llaman Romeo de vez en cuando -susurra- ¿quien mas va a ser? -frunce el ceño Daniel cuando abro la puerta y me examina de arriba abajo- es mejor que preguntes -besa mis labios y entra en mi habitación-.

Cierro la puerta y voy directo a la cama para sentarme con las piernas cruzadas, lo veo sacarse la camiseta y luego el pantalón de buzo.

-Sabes recordé que deje olvidada aquí mi ropa de deporte -se acerca a la cama- ¿puedo dormir aquí? -susurra-.

Ya que la luz no esta encendida, solo logro distinguir su silueta.

-Pobre de tu ropa -susurro- debe estar extrañándote -digo graciosa- sí si puedes, pero tu te las arreglas para dormir porque dormiré como siempre -me acuesto en la cama de espaldas, con las piernas un poco extendidas y los brazos a cada lado de mi cuerpo-.

Siento como Daniel corre las sábanas para acostarse entre mis piernas con la mitad de su cuerpo apoyado en mi. Recuesta su cabeza entre mi hombro derecho, cuello y seno. Paso mi brazo derecho por su espalda baja acariciando la zona. Él me hace cariño en mi seno izquierdo.

-Lamento si te sentiste incomoda con lo de Mónaco -susurra-.

-Esta bien Dani -subo mi mano por su espalda-.

-Quiero explicarme -besa mi mejilla- tengo departamento en Londres, ese ya lo conoces -hace una pausa- luego tengo uno en Mónaco al que considero mi casa, pero solo voy entre carreras o durante el receso de temporada. Y luego esta la casa de mis padres en Australia, la que considero mi hogar. Además, en ese mismo terreno quiero construir una casa para mi -hace una pausa- y mi familia -besa mi mejilla nuevamente y deja de acariciar mi seno- por su puesto que quiero llevarte a Mónaco -sonríe en mi mejilla- pero pensé que si te lo proponía, te asustarías con el compromiso -susurra-.

-Quiero todo contigo Daniel, todo lo que tú me permitas -susurro girando mi cabeza para besarlo mientras acaricio sus rizos- ¿Esta nervioso por la práctica de mañana? -giro mi cabeza hacia el otro lado apoyándola en la almohada cerrando mi ojos-.

-La verdad es que no -dice seguro volviendo a acariciar mi seno por debajo de la polera- estoy confiado en mi mismo y del equipo -dice seguro- y si te soy sincero, tu me tranquilizas -siento su cuerpo vibrar por una pequeña carcajada- antes solo me preocupaba de correr, ahora quiero correr, pero también ansío bajarme del auto y ver tus ojos -susurra para luego besar mi mejilla- buenas noches, E -apoya nuevamente su cabeza en el mismo lugar de antes-.

-Buenas noches, cariño -susurro adormilada-.

...

Despierto de golpe cuando siento un aire tibio en mi entrepierna. Levanto un poco mi cabeza para encontrarme con Daniel mirándome pícaro. Suelto una carcajada y niego con la cabeza. Él me mira sin entender cuando con mis pies empujo suavemente sus hombros. Me siento en la cama para luego guiar sus movimientos para que se acueste en la cama y yo poder sentarme en su entrepierna.

Miro directamente sus ojos color avellanas esperando a que me entienda. Me mira uno seguros y cuando va a hablar, llevo mi dedo a sus labios y asiento con mi cabeza. Se inclina para besarme dulcemente y luego me toma entre sus brazos por debajo de mis piernas, para llevarnos juntos hacia su pantalón de buzo, donde del bolsillo de este saca un envoltorio plateado y camina nuevamente hacia la cama para quedar en la misma posición anterior. Beso su cuello y paso mi lengua por su piel. Bajo dejando besos por su pecho hasta llegar a su abdomen, donde lamo sus abdominales definidos mirándolo. Se muerde el labio inferior. Me inclino sobre él para el poder tomar mi teléfono y ver la hora. Seis treinta.Tenemos tiempo.

Beso sus labios de manera brusca, buscando contacto enseguida de su lengua con la mía. Comienzo a moverme en círculos sobre su entrepierna escuchándolo gemir. Rompo el beso para poder sacarme la polera bajo su atenta mirada. Me muevo en círculos sobre el mientras llevo mis manos a mis senos para apretarlos. Jadeo ante mi propio toque y siento a Daniel gruñir.

-Mierda Emily -va a continuar hablando, pero llevo mi dedo nuevamente a sus labios en señal de que guarde silencio. Sonríe aún con mi dedo en sus labios-.

Abre su boca chupando mi dedo índice haciendo movimientos de arriba abajo con su cabeza. Cierro los ojos al momento que siento como muerde mi dedo y su bulto crece.

En un rápido movimiento, Daniel está sobre mi atrapando mis brazos a cada lado de mi cabeza. Me sonríe pícaro para luego besar mi cuello. Niego con la cabeza mientras me rio a lo que el entiende que no puede seguir marcando el chupetón de esa zona. Desciende sus besos por mi cuello, hasta mis senos. Atrapa mis muñecas solo con la mano derecha y con el brazo izquierdo atrapa mi seno izquierdo mientras que el derecho lo atrapa en su boca. Con su lengua juega con mi pezón mientras gimo y elevo mis caderas generando más contacto. Siento como se desespera, deja de tocarme y besarme para sacarse su bóxer color rojo tirándolo por la habitación. Me mira y asiento al momento que lleva sus manos a mis caderas comenzando a bajar mis bragas. Lo ayudo moviendo mis piernas para que las pueda sacar por completo y tirarlas por la habitación. Nos tapa la mitad del cuerpo con las sábanas y se recuesta encima de mí sin ejercer todo su peso. Junta su nariz con la mía y mirándome deja caer su peso sobre mi cuerpo. Suspiro al sentir su entrepierna a la entrada de mi zona intima. Gimo cuando genera roce entre nosotros y cuando creo que va a entrar en mi, se endereza y toma el pequeño envoltorio. Sigo sus movimientos en todo momento hasta que el condón esta perfectamente ajustado en su masculinidad. Vuelve a recostarse sobre mi cuerpo juntando su nariz con la mira y sin dejar de mirarnos, Daniel da una estocada lenta y entra en mi. Ambos jadeamos por el contacto, y luego de besar mi frente comienza con movimientos suaves.

Beso su cuello al mismo tiempo que atrapa mi seno izquierdo entre sus manos moviéndolo en círculos. Elevo mis caderas para sentirlo y poder acompañar sus movimientos que ahora son más rápidos y constantes. Arqueo mi espalda al sentir besos húmedos en mi seno y nuestros gemidos aumentan. Atrapo su cara entre mis manos para besarlo lentamente, introduciendo mi lengua cuando aumenta la fuerza de las embestidas. Solo se escucha por la habitación nuestros gruñidos y jadeos. Grito de placer cuando toma mi pierna derecha y la apoya por sobre su hombro derecho mientras el gruñe apoyando su mano libre en el respaldo de la cama. Jadeo ante el ruido que generan nuestros cuerpos al hacer contacto, cada vez mas rápido y en embestidas cortas. Llevo mis manos a su cabello y tiro de el. Daniel muerde su labio inferior sin dejar de mirarme para luego gruñir de placer cuando yo engancho mi otra pierna en su hombro izquierdo. Se inclina un poco hacia adelante haciendo que el contacto entre nosotros se profundice. Rasguño su espalda cuando las embestidas son más lentas para luego mover mis caderas acompañando sus movimientos, cuando acelera el ritmo. Ambos gemimos cuando desengancha mis piernas y se acomoda entre mis piernas, haciendo la postura normal.

Entrelaza sus manos con las mías a cada lado de mi cabeza, embistiéndome lento. Deja besos por toda mi cara, hasta llegar a mis labios y besarlos de manera lenta pero sincronizada. Sigue con sus embestidas lentas hasta que aumenta un poco más el ritmo. Siento como mi cuerpo empieza a temblar y Daniel comienza a embestirme de manera brusca mirándome. Veo sudor en su frente y como cierra los ojos al momento de llegar ambos al clímax. Suelto un grito ahogado y no dejo de temblar cuando deja caer todo su peso sobre el mío, recostándose entre el hueco de mi cuello.

-Buenos días -susurra ronco en mi oído-.

-Buenos días -susurro acariciando su espalda-.

Nos quedamos unos minutos haciéndonos cariños hasta que Daniel besa mis labios para luego salir dentro de mi y sacarse el condón. Camina hacia el baño donde escucho la tapa del basurero abrirse, para luego cerrarse. Vuelve a la cama y me atrae a su cuerpo. Se encuentra de espaldas a mi, de costado, y yo tengo mi espalda apoyada en su pecho, y sus brazos rodeando mi cuello, ocupando su bíceps de almohada.

-Te quiero D -susurro y beso su brazo-.

-Te quiero E -deja un beso en mi cabeza y siento como sonríe mientras entrelaza nuestras piernas por debajo de las sábanas-.

...

Unos golpes en la puerta hacen que ambos despertemos de golpe.

-¿En que minuto nos quedamos dormidos? -susurro intentando salir de los brazos de Daniel, quien al sentir que me he movido, me atrae más a su espalda-.

-Te he dejado exhausta -dice pícaro besando mi mejilla- ¿quién toca a estas horas? -pregunta adormilado-.

Como puedo, saco mi brazo de las sábanas y tomo mi celular.

-Daniel son las ocho de la mañana -hago una pausa- debe ser Lando, dijo que me vendría a buscar para desayunar -me giro para quedar frente a Daniel, aún entre sus brazos- ¿de verdad no te molesta mi relación con él?.

Volvemos a escuchar los golpes en la puerta.

-No -dice seguro- es un niño, y tú una mujer -besa la punta de mi nariz- sé que no hay amor para la edad, pero a Lando le gustan mas jóvenes -golpeo su brazo y él me regala una carcajada-.

-Ya escuché a Danis, así que cuando estén presentables para abrirme la puerta, lo hacen -escuchamos el grito de Lando-.

Ambos reímos para luego besarnos. Daniel se levanta de la cama y se coloca su bóxer para dirigirse a la puerta.

-Ya era hora -escucho decir a Lando sintiendo sus pasos acercarse y luego como la cama se hunde a mi costado-.

-Lando quiero que cierres tus ojos ahora mismo porque mi chica esta desnuda a cinco centímetros tuyos -al parecer Lando hace lo pedido- no entres en pánico porque una sábana la cubre, pero no los abras hasta que yo te diga.

Veo como Lando asiente a mi costado con las manos tapando sus ojos y me rio. Daniel me entrega mi camisa de anoche y mis bragas. Me pongo de rodillas en la cama y bajo la atenta mirada de Daniel me visto con la polera. Luego me siento y Daniel me ayuda a ponerme las bragas para luego besar mis labios.

-¿Se están besando? -pregunta mi amigo a unos centímetros de nosotros y Daniel, para molestarlo, me da un beso haciendo ruido- sí se están besando -grita Lando haciendo un ruido de asco-.

Me rio y vuelvo a acostarme en la cama.

-Ya puedes abrir los ojos niño -dice Daniel mientras camina hacia el baño-.

-Asqueroso -dice Lando sacando las manos de sus ojos- pues al parecer son buenos días para ti -eleva sus cejas y yo asiento- asquerosa -grita Lando golpeándome con la almohada de su lado-.

Escuchamos el ruido de la ducha y luego la voz armoniosa de Daniel cantando.

-¿Y que tal? -me pregunta mi amigo llevando sus manos por detrás de su cabeza-.

-Increíble -susurro y ambos reímos- hoy seré tu sombra durante el día. Debo acompañarlos un momento en el reconocimiento de pista, si están en boxes o en el paddock o en sus camarines y tomarles fotos de lo que sea que estén haciendo-.

-¿Cuándo se va Tom?.

-Estará en el siguiente Gran Premio, pero no como fotógrafo. Lo disfrutará con su familia. Lo que significa que yo sola deberé tomar todas esas fotos. Y si a Zak le gusta mi trabajo de este Gran Premio y el siguiente, me quedo -digo feliz-.

-Em eso es genial -dice emocionado- por su puesto que te quedarás -golpea mi hombro- y si no lo haces, le diré a Zak que renuncio -.

No alcanzo a responder ya que la voz de Daniel nos interrumpe.

-Por su puesto que te quedarás -dice seguro- tú trabajo es genial cariño -dice parado a un costado de la cama, esta vez si hay una toalla alrededor de su cintura y con otra pequeña se revuelve el cabello mojado-.

Veo como las gotas resbalan por su trabajado abdomen. Gracias Michael.

-Yo me voy -dice rápido el británico- mucha tensión sexual en el ambiente, del cual no soy partícipe -veo como camina hacia el sillón y se sienta encendiendo la televisión-.

-Idiota -le grito a lo que él me levanta el dedo-.

Me recuesto boca abajo, apoyándome en mis codos en la cama para poder revisar mi celular.

-Hoy Michael me dejo comer grasa -dice feliz en mi oído- y ya se que grasa quiero comer -frunzo el ceño y antes de que pueda preguntarle a que se refiere, siento un mordisco en mi nalga-.

-Daniel Joseph Ricciardo -grito ofendida levantándome y haciéndolo a un lado- Lando, me ducho y nos vamos -le grito a mi amigo entrando al baño-.

Me desvisto y entro a la ducha para lavarme el cabello.

-Nena -escucho a mi costado a Daniel y abro los ojos encontrándomelo a mi lado con la puerta del pie de ducha abierta. Esta vestido con la misma ropa deportiva con la que llego ayer-.

-¿Qué quieres? -le pregunto cortante pero luego lo miro divertida- como lo vuelvas a hacer, juro que te corto el cabello mientras duermes Daniel -le advierto y el ríe-.

-Luego de la práctica libre dos -hace una pausa- ¿te parece un buen plan cenar hoy con Michael y luego pijamada en mi habitación? -susurra mirándome mientras me enjuago el shampoo-.

-Me parece un gran plan -abro los ojos para mirarlo-.

-Genial -dice feliz- te veo al rato, ¿sí? -susurra-.

-Sí -beso su nariz-.

Escucho como se despide de Lando y cierra la puerta de la habitación. Luego de aplicarme acondicionador y enjuagarlo, salgo de la ducha con mi bata. Me desenredo el cabello rápido y busco mi ropa en el armario. Me visto con la polera naranja de McLaren y unos shorts de tela de color gris oscuro y zapatillas naranjas. Guardo mi teléfono en la mochila donde esta mi cámara. Guardo mi tarjeta de la habitación y me cuelgo al cuello mi identificación de la escudería.

-Vámonos ya -le digo a Lando mientras camino hacia la puerta-.

-Al fin tortitas -dice Lando al momento de salir de la habitación-. 

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