HOUSE OF MEMORIES โ–ฌ attack...

By onlytbrave

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ใ€Œ ๐‡๐Ž๐”๐’๐„ ๐Ž๐… ๐Œ๐„๐Œ๐Ž๐‘๐ˆ๐„๐’ ใ€. . . soulmates never die. โš” โ € โ›โ›Que tus fantasรญas โ €... More

๐ˆ๐๐“๐‘๐Ž๐ƒ๐”๐‚๐‚๐ˆ๐Ž๐
๐๐‹๐€๐˜๐‹๐ˆ๐’๐“
oi. huye, leyna
ii. ser una soldado
iii. la graduaciรณn
iv. demuestra tu valor
v. sangre inocente
vi. defensa de trost
vii. pelea
viii. cenizas sin nombre
ix. experimentos perdidos
x. la legiรณn
xi. inicio de la expediciรณn
xii. sacrificio
xiii. captura de la titรกn hembra
xiv. invasiรณn
xv. bienvenida a casa
xvi. ataque al castillo
xvii. los guerreros
xviii. el secuestro
xix. grito
๐€๐‚๐“๐Ž ๐ƒ๐Ž๐’: Ashes on the Fire
xx. seรฑal de humo
xxi. reencuentro
xxii. secretos desvelados
xxiii. un รบltimo adiรณs
xxiv. la niรฑa desamparada
xxv. la noche de la reconquista
xxvi. retorno a shiganshina
xxvii. la รบltima esperanza
xxviii. en la cuerda floja
xxix. volverte a ver
xxx. el mundo exterior
xxxi. parte de vivir
xxxii. el plan
xxxiii. infiltrada
xxxiv. la otra cara de la moneda
xxxv. la triste verdad
xxxvi. los demonios de paradis
xxxvii. la bala asesina
xxxviii. carril de recuerdos
xxxix. al momento sรณlido
xl. esclavos
xli. ataque sorpresa
xlii. el juicio
xliv. mientras el mundo se derumba
xlvii. huesos hechos cenizas
xlvi. el puerto
xlvii. arrebol
xlviii. las alas de la libertad
xlix. en la profundidad
l. la batalla final
li. bengala
lii. hacia el รกrbol en aquella colina
๐„๐๐ˆ๐‹๐Ž๐†๐Ž
๐„๐—๐“๐‘๐€ ๐ˆ: leyna & armin
๐„๐—๐“๐‘๐€ ๐ˆ๐ˆ: la tropa 104
Agradecimientos
๐‹๐Ž๐’๐“ ๐Ž๐ ๐˜๐Ž๐”: segundo libro

xliii. la รบltima noche

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By onlytbrave

capítulo cuarenta y tres:
la última noche.

⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀

Leyna se sujetaba del barandal de aquel barco mientras con otra mano agarraba su sombrero para evitar que este salga volando, sus ojos irradiaban sorpresa ante la imagen frente a ella.

—Entonces es verdad—soltó—. Hay civilización más allá del mar.

—Es enorme... más de lo que me hubiera imaginado—añadió Armin.

—Seremos los primeros en salir de la isla y pisar tierras más allá del mar.

—Recuerden, muestren compostura ante todo—ordenó Giselle.

Una vez que el barco paró la tropa 104 descendió, completamente maravillados por lo que tenían en frente. Leyna mantenía su brazo enredado en el de Armin, a pesar de que se moría por salir dispadada a recorrer aquel puerto.

—Les doy la bienvenida a la nación de Marley—dijo Onyakopon.

—¡Onyakopon!—saludó Hange alegremente.

—Que gusto ver un rostro conocido, todo es tan distinto a la isla—dijo Giselle estrechando la mano del hombre, quien le dio una sonrisa.

—Me alegra saber que llegaron, permítanme guiarlos hasta la residencia Azumabito.

Frente a ellos, una maquina de metal pasó haciendo un sonido extraño, Sasha, Connie y Hange miraban maravillados, mientras que Giselle sujetaba la mano de la comandante para evitar que se emocione.

—¿¡Qué era eso, un caballo!?

—No, era una vaca ¿¡Una vaca superdotada!?—dijo Sasha.

—Era un carro—soltó Hange comenzando a saludar con su otra mano—. ¡Hola carro!

—Impresionante, nada tira de esa cosa ¿A caso tiene consciencia pro-

La teniente Ackerman fue interrumpida por un fuerte empujón por parte de un hombre, ella frunció el ceño.

—Patán ¿Cuál es su problema?

—Quizás... es por eso—Onyakopon agachó su vista hasta la mano de Giselle, que estaba entrelazada a la de Hange.

—¿Qué, nunca han visto a una pareja de la mano?

—Claro que sí, pero esta gente está llena de prejuicios—admitió el hombre—. Y no consideran algo correcto, que dos mujeres...

—¿¡Qué!?—Giselle abrió los ojos llena de sorpresa sin poder creerlo—. ¿Y qué hay de los hombres?

—Lo toman igual de incorrecto...—Onyakopon sentía algo de pena al tener que explicar aquello, ya que él no lo consideraba incorrecto.

—Y con ese pensamiento nos llaman demonios sin intelecto a nosotros—la azabache volteó hacia donde el hombre que la había empujado estaba juzgándola con otro montón de personas—. Ahora sí les voy a dar de que hablar...

—Teniente, quizás solo deba ignorarlos—Onyakopon se puso en medio tratando de evitar que se llame mucho la atención.

Jean se agachó el sombrero pretendiendo que no los conocía, Levi solo miraba de reojo.

—Hay que pretender que no los conocemos—dijo Kirschtein.

—Si no los detenemos comenzarán a alimentar con zanahorias a esa cosa de hierro—añadió Levi—. Giselle, son cretinos, como en la ciudad subterránea, solo pásalos de largo.

—A estas alturas me atrevo a decir que prefiero a la gente de la ciudad subterránea—soltó la Ackerman con algo de molestia.

—Capitán no creo que sean tan... oh, Sasha, no creo que debas comprarles comida—Leyna soltó el brazo de Armin para evitar que su amiga arme una escena, el rubio la miró con diversión.

En cuanto Becker logró sacarla de ahí, ambas miraron un carrito, los niños compraban algo y se lo comían.

—¡Leyna, mira!—soltó Sasha en un tono dramático, para luego tomar la mano de la pelirroja—. ¡Vamos!

Becker miró el cono con curiosidad, lo cierto era que le costaba mucho probar nuevos alimentos, y más si venían del exterior, pero podría intentarlo solo por ser una ocasión especial, la textura era fría, pero una vez que la probó sintió un cosquilleo en su paladar.

—Está... ¡Está rico!—Becker miró aquel helado sin poder creer como había vivido tanto tiempo sin comerlo, el vendedor de helados sonrió divertido.

—Maldita sea Leyna, ya pasamos suficiente vergüenza con Connie y Sasha ¿Podrías comportar-

—Cállate y come—Leyna estampó con suavidad el postre en la boca de Jean, haciendo que su reacción sea igual.

—¡Todos deberían probar esto!—Kirschtein se quedó con el cono disfrutando del sabor.

—Ven, pediré otro—Leyna sujetó la mano de Armin para hacerle probar aquella delicia.

—Es dulce y muy... suave—Armin hablaba con calma, pero sus ojos brillaban como si fuera un niño mientras sus labios mostraban una pequeña sonrisa, Leyna sonrió y asintió varias veces.

Becker se encargó de llevarle uno a Mikasa y Eren, la chica Ackerman sonrió con suavidad al probarlo, era realmente bueno.

—Bien, parece que el plan de camuflarnos no sirvió en lo absoluto—dijo Levi con aburrimiento.

—¡Hola niño! ¿Quieres una paleta?—una voz chillona se paró detrás del Ackerman, haciendo que su expresión cambiara a una de confusión, se trataba de un payaso.

A pesar de la mirada llena de confusión por parte de Levi, su hermana no podía contener las inmensas ganas de querer burlarse.

Giselle se cubrió la boca evitando que una risa se escapara de sus labios, acababan de confundir a Levi con un niño, jamás lo dejaría a olvidarlo.

—Así es señor, mi hermano menor estaría encantado de recibir un dulce ¿No es así, pequeñito?—dijo Giselle tomando los hombros de su hermano de forma burlona, quien estaba lo demasiado indignado para decir algo al respecto.

A algunos pasos de ellos, Leyna terminaba de comer su segundo helado completamente encantada, era la primera vez que disfrutaba tanto de un postre, junto a ella, Armin caminaba mirándola con cierta ternura, si bien su novia tenía una actitud bastante testaruda, en el fondo tenía el corazón travieso e inocente que siempre se esforzó por ocultar.

Los ojos de Leyna se llenaron de asombro al notar aquel curioso artefacto. Un hombre miraba a través de una caja mientras otras dos personas posaban frente a ella, al cabo de unos segundos, una luz salió de la caja y capturó una fotografía, como la que Eren guardaba de su padre.

—¡Una cámara!—sin dudarlo, la pelirroja se acercó dispuesta a conseguir una foto sin importar qué.

—Jóvenes enamorados—llamó el hombre encargado del aparato—. ¿Gustan de una fotografía para inmortalizar este momento especial?

La pelirroja asintió entusiasmada para luego entregarle el dinero, Armin se mostraba algo nervioso ante la idea de tener un retrato de como se veía en ese preciso instante.

—Muy bien, por favor posen.

—¿Posar...? ¿Cómo para un retrato?—preguntó el rubio.

Leyna notó el nerviosismo en Armin, lo cierto es que no quería capturar un momento fingiendo formalidad como en las pinturas, sin más, la pelirroja se acercó a depositar un suave beso en la mejilla del chico, causando que Armin perdiera todo sentimiento de miedo, y una sonrisa natural se dibujó en su rostro, Becker se mantuvo abrazada a él hasta mirándolo con el amor que siempre buscaba expresarle.

Y antes de que pudieran notarlo, la luz de la cámara los capturó en una fotografía que pretendían atesorar.

Leyna esperaba al resultado de la foto pues tomana un par de minutos en revelarse, pero el sentimiento de algo siendo arrebatado de su bolsillo hizo que se volteara.

Al voltearse, la chica encontró a Levi sujetando la mano de un niño que tenía en su mano la bolsa de dinero.

—Eso no es tuyo—soltó con frialdad.

La escena comenzó a llamar la atención de las personas que pasaban, pronto se llenó de susurros, miradas, incluso un par de gritos.

—¡Asqueroso ladrón!—exclamó un hombre—. Mírenlo bien, parece que es un forastero, debió colarse en uno de los barcos.

—Los ladrones como ese niño no tienen lugar aquí.

—Hay que cortarle la mano, solo de esa forma aprenderá.

—¿¡Qué!? ¡Espere, ya tengo mi bolsa de vuelta! ¡No es necesario llegar a tanto!

—¡Señorita, ese no es problema suyo, por favor tome su dinero y aléjese!

—No te atrevas a decirme que hacer ¡Y menos si eres un salvaje que busca castigar a un niño de esa forma!—soltó Leyna.

—¿¡Cómo me llamaste, mocosa atrevida!?—el hombre trató de acercarse a ella, pero antes de poder hacerlo, Armin se puso por delante.

—Por favor no de un paso más hacia mi novia—pidió en un tono severo, causando que incluso sus compañeros se sorprendieran ante la forma en la que defendió a Becker.

Al ver como la escena se salía de control, Levi decidió intervenir.

—Yo solamente dije que esa bolsa no es suya—soltó el azabache—. Es de su hermana mayor.

Becker no tardó en comprender las acciones de su capitán, inmediatamente tomó la mano del niño.

—Disculpe si llegamos a perturbarlo señor, mi hermanito se confundió de bolsa—la pelirroja sonrió abiertamente, haciendo que aquel marleyano frunciera el ceño.

¿¡En serio esperan que nos creamos esa basura!?

—¿Y qué tal si usted aprende a no meterse dónde no lo llaman?—Giselle intervino, absolutamente cansada de ese sujeto.

—¿¡Qué dices, mujer!? ¿¡A caso eres la madre de estas escorias!?

—Madre la que te voy a part-

—Gisy, Gisy, suficiente ¿No te parece?—Hange susurró llevando del brazo a su pareja lejos de la escena.

Leyna seguía sujetando al niño quien miraba con miedo.

Levi y Giselle se dieron miradas complices, acto seguido asintieron al mismo tiempo.

—¡Muévanse!—primeramente, Levi tomó al niño entre sus brazos para huir, mientras la tropa siguió a su capitán sin dudar.

—¡No dejen que escapen!—exclamó el comerciante, pero ni siquiera había notado que Giselle, de la forma más sutil posible, dio un empujón a uno de los hombres haciendo que tropiece con sus pasos, e inevitablemente causando la caída de todo el grupo que planeaba perseguir a los forasteros.

Leyna sujetaba fuertemente la mano de Armin, la joven siempre fue más veloz que su pareja, es por eso que se aseguró de no soltarlo hasta encontrase fuera de peligro.

Poco después la tropa llegó a un lugar completamente desolado, donde intentaron recuperar fuerzas.

—Todavía recuerdas la maniobra que usabamos para robar en nuestra niñez—dijo Giselle mirando a su hermano.

—No era tan difícil, uno lo distrae, el otro corre—recitó Levi recorando que por muchos años, esa fue su manera de sobrevivir.

—¿Estás bien, esas personas te asustaron?—Becker trató de entablar una charla con el infante, pero él hablaba en un idioma que jamás había escuchado.

Al notarlo, Giselle de acercó poniéndose a la altura del niño, finalmente entregó la bolsa de dinero que cargaba consigo.

—Con gente como esa lo necesitarás más que yo—Giselle percibió la mirada llena de alegría en su rostro, con lágrimas en los ojos el muchacho repetía una palabra que no podía entender, luego de esto se fue sonriendo eufóricamente.

—De haber sabido que se lo darías nos hubiéramos ahorrado esa escena—dijo Levi.

—¿Y dónde está la tuya?—pregunto la azabache, su primo no contestó —. También se la diste ¿No es así?

—Es probable que tenga familia, con una bolsa de dinero no le iba a bastar.

—¿Crees qué tenga una hermanita menor esperando qué regrese?—bromeó Giselle con una suave sonrisa—. Creo que nunca dejamos de ser esos niños perdidos en la ciudad subterránea.

—No, tú sigues igual de ridícula.

La teniente soltó una corta risa recordando su niñez junto a Levi.

—Es mejor que nos reunamos con los Azumabito de una vez por todas.

La reunión con el clan asiático solo logró preocuparlos más, no había señal de que las cosas fueran a mejorar, al terminar la tropa 104 se encontraba buscando a Eren, quien salió antes de tiempo del lugar preocupando a todos.

—No debería irse así, este lugar está infestado de gente horrible...—murmuró Becker caminando junto a Armin.

—Ya lo creo, aún siento lastima por el niño—el rubio seguía buscando con la mirada a medida que caminaba, mientras un asunto que pasaron desapercibidos reapareció  en su mente—. Leyna, olvidamos la foto.

—¡Ahg, es verdad!—soltó la muchacha palmeándose la frente—. Lo lamento, me hubiera gustado al menos verla.

—Descuida, conseguiremos más en cuanto podamos—Armin sonrió ligeramente—. Y me alegra pensar que alguien tiene un momento de nosotros, congelado en el tiempo.

—Un bonito recuerdo—soltó la pelirroja, ganando una mirada de su novio.

—¡Oigan, allá están Eren y Mikasa!

Los soldados se acercaron hasta donde Ackerman y Jaeger se encontraban, la azabache tenía el rostro sonrojado, pero antes de siquiera preguntar el por qué un hombre mayor se acercó a ambos hablando en un idioma desconocido para ellos.

—Creo que nos están dando la bienvenida—dijo Eren, todos se miraron entre sí con curiosidad.

El hombre los invitó a su tienda, donde estaba el niño del muelle, el mayor los sentó en círculo para luego extenderles una bebida extraña, Leyna la olió, no cabía duda de que era alcohol, y muy fuerte ya que cualquiera podría sentirlo, beberlo implicaría que se emborrachen, si sus superiores se enteraban estarían en problemas, Becker sacó esos pensamientos de su cabeza al ver que Eren ya bebía aquel líquido.

—Bien, ya qué...—la pelirroja comenzó a tomar el alcohol, Armin la miró con sorpresa.

Sasha fue la siguiente, en cuestión de segundos toda la tropa se unió. La emoción fue tanta que después de un par de vasos, la tropa se encontraba en total estado de ebriedad.

—¡Oye, cabeza de antorcha! Si yo acabo primero, deberás darme tu puesto de líder de escuadrón—retó Jean con una voz algo distinta a la que acostumbraban.

—¿¡Qué!? ¡Estás demente!

—¡Sabes que es una pelea justa! ¿¡Qué pasa, Leyna Becker tiene miedo!?—dijo Jean, al escucharlo hablar de esa forma, la pelirroja se puso de pie dispuesta a tomar el reto.

—Leyna, quizás no sea una buena...—Armin trató de evitarlo, pero antes de poder decir algo más, Sasha gritó.

—¡Ahora!

Inmediatamente, Jean y Leyna bebieron de aquellos enormes vasos, lo que muchos ignoraban, era el hecho de que la familia Becker era reconocida por su gran aguante ante las bebidas alcocholicas.

A tan solo unos sorbos de ganar, Jean se rindió pues Leyna había terminado segundos antes, causando que ella riera victoriosa.

Jean ni siquiera pudo molestarse, pues la actitud de ambos embriagados era lo suficientemente divertida como para iniciar una pelea, así que se limitó a revolver el cabello de su amiga en señal de paz.

Al cabo de unas horas, Springer y Kirschtein fueron por más alcohol, Mikasa y Armin reían mientras Eren los observaba, Sasha y Leyna jalaron a la Ackerman para unirla a su competencia de quien bebía con mayor velocidad.

El grupo de amigos reía disfrutando el momento, era como si la guerra hubiera parado al menos por esa noche.

Su última noche como familia.

Armin a penas podía mantenerse de pie, mientras el y Leyna buscaban la forma de pararse sin caer nuevamente, reían descontrolados. Arlert sujetó ambas manos de su novia mientras comenzaba a girar de forma juguetona.

Tomando un poco más de impulso, ambos comenzaron a girar de forma jugetona con un gran impulso, pero les importaba poco. Armin reía mientras Leyna soltaba pequeños gritos de emoción ante aquellos giros descontrolados.

Gracias a un tropiezo de ambos, Armin cayó sobre Leyna, pero incluso en esas condiciones protegió a su amada abrazándola fuertemente.

—¿¡Estás bien!?

La pelirroja no contesto, ya que su risa eufórica era lo único que podía escapar de sus labios en ese instante, Arlert no tardó en contagiarse, pronto ambos volvieron a estallar en carcajadas.

Con el pasar de las horas, los superiores comenzaron a notar la desaparición de la tropa, tras una pequeña búsqueda se encontraron con la desastrosa escena.

Sasha vomitaba todo lo bebido en un balde, Mikasa y Eren cayeron dormidos de forma cercana, Jean era aplastado por la pierna de Eren, mientras Connie se encontraba sentado pero dormido.

A un costado, Armin abrazaba a Leyna, ella sujetaba la mano de su rubio, mientras sus respiraciones eran calmadas, tenían las mejillas coloradas a causa del alcohol, pero se veían tan pacíficos dormidos de esa forma.

Se sentía como si nada pudiera perturbar el momento.

—Se acabó...—Leyna sujetaba el cuerpo de Falco entre sus brazos, el niño recuperó su forma humana tras devorar a Galliard.

—No había nada que pudiéramos hacer al respecto ¿Verdad?—añadió Jean atando a Grice.

—Esto es un genocidio sin precedentes, va demasiado lejos—Armin se encontraba justo junto a Becker, quien no podía quitar aquella expresión tan perturbada en su rostro—. Pero quienes saldremos beneficiados de esto seremos nosotros, lo hizo para protegernos.

—Maldición, los titanes están atacando a los soldados de la isla—Kirschtein miró el lugar—. Será mejor que demos de comer a este niño a uno de los superiores...

—No, se lo daremos a mi madre—soltó Connie.

—No podemos hacer que lo devoren—Leyna intervino—. Este niño es Falco, está entrenado para ser un guerrero, es el hermano de quien heredaría al titán bestia, matarlo solo nos traería problemas con Reiner y Pieck.

—Entonces, mi madre no importa—la mirada de Springer era fría, pero esto no perturbó a la pelirroja—. Maldita sea, te lavaron el cerebro Leyna ¡No me digas que tienes afecto por el mocoso! ¿Es por eso que corriste a intentar salvarlo? ¿¡Quién era el sujeto que estaba con él!?

La pelirroja mostró enojo ante aquellas palabras, sin embargo, debía mantener la compostura, al menos hasta que pudieran decidir lo que realmente harían.

—¿¡Tienes idea lo que pienso cada vez que regreso a mi pueblo, eh Becker!?—Connie sujetó el brazo de su amiga con enojo, ante aquello ella reaccionó de forma violenta, quitándoselo de encima con un golpe en el rostro.

—¡YA BASTA!—Armin se puso en medio para evitar que la situación empeore—. Así no vamos a resolver nada.

La escena fue irrumpida por un titán puro amenazando con acercarse, en un afán de huir Connie tomó a Falco dispuesto a dirigirse a Ragako, para que de esta forma su madre se lo comiera.

—¡CARAJO!—Leyna estuvo a punto de seguirlo, de no ser por las manos de Armin presionando sus brazos para detenerla.

—Nos preocuparemos por eso después, ahora tenemos mayores problemas.

Tras organizarse correctamente, Jean y Leyna se dirigieron a matar a los titanes puros, ambos acabaron frente a la base de Shiganshina.

Un cadete gritaba desesperado pidiendo ayuda mientras el resto de sus compañeros miraban aterrados, ante aquello, Kirschtein y Becker se aproximaron a la base con la esperanza de salvar al soldado, sin embargo, un par de cuchillas acabaron con el titán antes de poder hacer algo al respecto.

Jean y Leyna se quedaron parados mirando a la figura delante de ellos.

—¡Instructor Shadis!

—Yo no les enseñé a morirse de miedo frente a los titanes—dijo Keith—. Usen los equipos de maniobras, aun quedan algunos modelos antiguos.

—Señor...

—Becker, Kirschtein, recluten a todos los soldados alrededor—pidió el hombre—. ¡No pierdan tiempo, líderes de escuadrón!

Ante aquel nombre, una pequeña chispa de esperanza invadió el alma de Jean y Leyna, sin protestar, obedecieron a la orden de su superior.

—¡Vayan a lo más alto de la base, reuniremos a los titanes ahí!—ordenó jean mientras caminaba con Leyna.

—¡Lleven las lanzas relámpago, atraigan a todos los titanes posibles!—añadió la pelirroja.

—¡Líder de escuadrón!—una voz familiar resonó en los oídos de Leyna, no tardó en reconocer a varios integrantes del escuadrón de exploración.

Becker se acercó a ellos, agradecida de verlos con vida—. ¿¡Dónde están Dominic y Ginny!?

—Ginny se unió a los jaegeristas, la vi seguir a Louise—informó Milenka, causando que su líder voltee a verla, la chica tenía los ojos hinchados—. Y Dominic, se quedó en el muro, lo perdimos en cuanto cayó...

La pelirroja apartó la vista, completamente enojada, Ginny había sido su mano derecha en el escuadrón durante cuatro años, pero siempre supo que sus ideales irían de la mano de cualquier cosa que libere a Eldia, mientras que Dominic Koch, el chico que le llevaba las cartas en Marley, siempre demostró que salvar vidas era prioridad, pero en ese instante solo quedaban dos opciones: Vengar a uno, y detener a otra.

—¿Qué debemos hacer?—Mallory, la menor del escuadrón miró a su líder buscando un rayo de esperanza.

—Acoplarnos a lo que tenemos—dijo Leyna—. Mallory, Axel, conmigo, Milenka, sigue al instructor Shadis, ahora deben priorizar la vida de los cadetes ¿Entendido?

Cumplida la orden, todos los soldados entrenados se encontraban parados en la parte más alta del fuerte de Shiganshina, Leyna miraba a quienes fueron sus superiores con algo de pena, jamás creyó que debería matar a conocidos convertidos en titanes.

—¡Hagámoslo a la vez!—ordenó Kirschtein.

Sin más, el grupo de soldados se aventó desde lo más alto para disparar sus lanzas, tras el llamado de Jean, las explosiones se adueñaron del distrito, acabando con todos los titanes puros.

Leyna se desplazó con el equipo para apoyar a Keith Shadis, quien guiaba a un grupo de novatos.

—¡Becker, ayúdame a reunirlos!

—¡Sí señor!

La pelirroja se movía con agilidad, de forma que atraía la atención de todo titán que se cruzaba con ella, al tenerlos a todos acorralados contra la base, Becker disparó tres lanzas a tres distintas bestias, acabando con los titanes instantáneamente.

Leyna tocó el suelo mientras el último titan aniquilado caía frente a ella, convirtiéndose en vapor.

—Nada mal, cerillo—Shadis se posó junto a quien alguna vez fue su cadete—. Parece que han pasado siglos desde que eras una mocosa respondona en mis filas.

—Me alegra verlo aquí, señor—respondió la muchacha.

—Líder de escuadrón—Mallory llamó nuevamente, ganando la atención de la mencionada—. ¿Cree qué Ginny esté...?

—Yo me encargaré de ella—cortó Leyna, volteando a ver a los tres soldados de su escuadrón—. Escuchen bien, el orden de las cosas ha cambiado, temo que no puedo guiarlos a partir de ahora.

Mallory Lange apretó los labios apenada, mientras que Milenka se agarró del brazo de Axel conteniendo las lágrimas, el mayor se limitó a asentir.

—¿Qué hará usted?—preguntó finalmente.

—Todavía no lo sé—admitió la pelirroja—. Solamente puedo pedirles una cosa, sean dueños de sus propias decisiones. Axel, tienes mi otorgamiento del mando, tu deber es cuidar a Milenka y Mallory, llévalas a salvo a dónde quieran ir ¿Comprendido?

—¡Sí!–el mayor asintió convencido.

Becker agachó levemente la vista hasta las dos menores, ambas tenían alrededor de quince recién cumplidos, no podía culparlas de todo el terror que debían atravesar a partir de ese entonces.

—¡Déjenos acompañarla!—dijo Lange, aún devastada—. ¡Dominic confiaba plenamente en usted, siento que él la seguiría sin importar las consecuencias!

Leyna se quedó en silencio por un instante, al desviar la vista encontró a Axel con la mirada baja, fue entonces que Becker se armó de valor para dar la orden final.

—Tienen espíritu, de eso no hay duda—dijo la pelirroja en un tono suave, llamando la atención de Milenka y Mallory—. Pero ahora no puedo permitirles eso, la situación es muy peligrosa... quizás no podamos vernos por un tiempo, pero no los recluté para que me siguieran a dónde quiera que vaya, lo hice por que sabía que en caso de tener que separarme de ustedes, llevarían la situación mejor que cualquier soldado élite.

Ambas chicas la miraron con algo de sorpresa, era la primera vez que Leyna les hablaba de esa forma, por otro lado Axel relajó la mirada, confiana plenamente en las palabras de Becker.

—Mallory, Milenka, cuiden a Axel ¿Sí?

—¿¡Qué!? ¡Es tres veces nuestro tamaño! ¿¡Quién cuidará a quién!?—exclamó Milenka.

—Sin protestas—la pelirroja miró al mayor del escuadrón—. Sé que lo harán bien,  ¡Cuento con ustedes, escuadrón de exploración!

—¡Leyna!—exclamó Mallory, Axel y Milenka voltearon a ver estupefactos, jamás de habían dirigido a su líder por su nombre, pero al notar el gesto de la rubia, notaron que no era una falta de respeto, Mallory tenía la mano en el pecho, formando el saludo militar—. De parte del escuadrón de exploración, y en nombre de Dominic Koch, ¡Le deseamos suerte!

La pelirroja notó como Axel y Milenka se unieron para hacer el saludo, ante el gesto, Becker sonrió orgullosa y asintió con la cabeza, antes de dejar el lugar para continuar su misión.

Tras haber limpiado el distrito, Mikasa, Armin y Leyna encontraron a la familia Blouse junto a Niccolo, entre ellos estaba Gabi.

—Vine por Falco, no quiero pelear...—la niña castaña habló—. Solo devuélvanmelo, y nos iremos de aquí.

—Es probable que ahora esté muerto—Becker soltó con frialdad dispuesta a sentarse.

—¿¡Qué!?—exclamó el señor Blouse—. Leyna ¿De qué está hablando?

—Connie se lo llevó a Ragako para dárselo a su madre, temo que sea tarde—Leyna le restó importancia al asunto, ya no quería pensar en ello—. Señor Blouse, es mejor que se dirija a Jinae, le pido que se mantenga cerca de mi familia y la señora Bodt, me aseguraré de mantenerlos a salvo, pero por favor vayan...

El agarre en su brazo hizo que Becker volteara a ver a Gabi, la niña la miraba con lágrimas en los ojos.

—¡No puedes permitirlo, te lo suplico!—Braun apretaba el brazo de la pelirroja—. ¡Eren Jaeger es capaz de salvar a su madre sin necesidad de comerse a Falco!

—N-no... no lo sé.

—¡Ya aniquiló a gente inocente del Liberio, Colt murió con tal de proteger a Falco!—ante aquel nombre Leyna sintió nuevamente la presión en el pecho—. ¡Jaeger puede evitarlo, incluso rompió todo endurecimiento en los titanes!

—¡Gabi yo no lo...!—antes de poder completar su oración, un pensamiento invadió su cabeza de golpe, haciendo que el miedo recorriera su cuerpo—. Dijiste, todo endurecimiento...

—Así es, él es capaz de-

Braun fue cortada por el agarre de Leyna, quien ahora se encontraba a su altura, mirándola con miedo reflejado en sus ojos.

—¿¡Cuándo se quebró la armadura!?

—En cuanto las murallas cayeron.

Leyna sintió un escalofrío recorrer su ser, pensando en la posibilidad de que ella estuviera fuera del cristal.

—Annie...

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