Pov. Natalia
Oscuridad.
La traeré de vuelta, te lo prometo. Nunca fue mi intención que ella se perdiera, Itachi irá conmigo, así que descansa y no te preocupes. Ambos la encontraremos.
Oscuridad.
¿Qué hacen aquí?
Sólo queremos verla Neji, de verdad, ella resultó herida al ser invitada de la aldea-ttebayo.
Lárgate, si te acercas más ya no responderé con palabras.
Lord Hyūga vamos a tranquilizarnos, sólo queremos saber de su estado, sólo eso.
Largo.
Neji...
¿¡Qué te pasa!?.
Se lo advertí, si se acercaba más no contestaría con palabras.
Oscuridad.
Despiértate, ¿eres tan irresponsable? El Clan Hyūga los necesita, demuéstrame que estaba equivocado al no querer que mi sobrino se casara contigo.
Oscuridad.
Que sólo sea un momento, a Neji no le gustará la idea de que los deje verla.
Gracias, yo sólo quiero ver cómo está mi tía Kikyo.
¿Por qué no despierta?.
No lo sé, tendrían que preguntarle a Sakura.
¿No estaba embarazada?
Sí, el niño está en los cuneros de cuidados intensivos.
Eh Kawaki ¿a dónde vas?.
A verlo.
Espero que no se meta en problemas.
Ve con tu amigo Boruto, me parece que te necesita.
Oscuridad.
Ya sé tu secreto, dejé que te casaras con Neji, pensé que de verdad lo querías. ¿Cómo pudiste hacerle esto? Pero te diré una cosa, no permitiré que te burles de él en su cara, tener hijos con otro hombre, ni siquiera él te podría perdonar eso.
Oscuridad.
¿Todo esto es de verdad? ¿Está pasando? ¿Por qué no puedo moverme? ¿En dónde estoy? Escucho el sonido de las máquinas.
— Se está estabilizando.
— Gracias Sakura— Neji toma mi mano— ¿Cuándo despertará?
¿De qué habla? Estoy despierta, estoy aquí ¿por qué no lo ve?.
— Neji el veterinario trajo esto para ti.
— ¿Qué es Shizune?
— Miki... Eres una ardilla con mucha suerte.
— Ah es su mascota.
— Al parecer sólo se le fracturó una pata.
¿Por qué nadie se da cuenta de que estoy aquí? Los estoy escuchando, ayúdenme.
— ¿Han sabido algo de Hikari?
— No, Sasuke aún no regresa, sólo Naruto podría decirte como van con eso.
Lo escucho bufar, ¿qué de Hikari? ¿Qué le pasó a mi hija?.
💧
Los recuerdos vinieron poco después, la explosión y el posterior incendio del complejo, necesitan ayuda y yo estoy aquí, atrapada.
En algunas ocasiones he sentido que me muevo, que por fin recuperé el control de mi cuerpo. Pero nadie lo ve, pasan delante mío pero no me escuchan.
— Temari llegó esto para ti.
— Es de Gaara...
¡Estoy aquí! Estoy viva, despierta.
— ¿Tendrás con qué contestarle?
— Claro, puedes utilizar todo lo de mi oficina.
¡No! ¡No se vayan! No me dejen sola, ¿no se dan cuenta de que estoy atrapada?.
Ayúdenme.
💧
Neji ha salido de nuevo, pero ahora Temari tampoco está conmigo. Estoy sola, he intentando llorar, abrir los ojos, respirar más rápido, pero nada funciona.
Por más que grito y me revuelvo no me escuchan, necesito su ayuda.
💧
¿Qué puedes hacer cuando no tienes control de tu cuerpo? Pensar en lo satisfactorio que seria morir.
Los escucho hablar, discutir, gritar. Y ninguno de ellos logra oír mis gritos, no ven mis intentos por levantarme o abrir los ojos.
He llegado a un punto en el que no sé si sólo estoy soñando que me muevo, Sakura vería esas señales ¿cierto?.
Escucho llorar a un bebé, mi bebé. Quiero creer que de verdad estoy caminando por los pasillos, arrastrándome mientras me sujeto de la pared.
Llego a los cuneros, en el fondo veo la mata de cabello rojo. Es mío, sabía que era el mío, abro las puertas y voy directo a esa gran máquina que lo mantiene encerrado.
Para de llorar, como si supiera que estoy a su lado. Es un niño hermoso, Ryūnosuke, espero que la fuerza del dragón de verdad te ayude. Me desplomo en el suelo.
— ¡Kikyo!
Veo a Shizune sostenerme en brazos, mientras que con una pequeña linterna alumbra mis ojos. Ahí terminó el sueño.
💧
— ¿Entonces quién más que ella pudo ir?
— Tranquilízate Neji, esto no nos dice nada, no hubo ninguna reacción cuando alumbré sus ojos.
¿De qué están hablando?.
— Nadie la tiraría en los cuneros Shizune, fue ella.
Lo siento tomar mi mano, ¿por qué no ve que le estoy respondiendo? ¿Lo de ayer no fue un sueño?.
— ¿Llegué en mal momento?
— Adelante.
¿Ursa?
— ¿Han sabido algo de Sasuke e Itachi?
— Ya volvieron pero no encontraron nada... Mi mamá no tardará en venir, estoy segura de que a ella se le ocurrirá algo, fue capaz de encontrar la forma de venir por mí. Para ella no hay nada imposible.
Escucho a Neji suspirar, intentando confiar en las palabras de la niña. Ursa coloca un pequeño ramo de flores amarillas, tan bonitas y vivaces que sólo pueden ser de...
— La reserva...
Pasan unos segundos en silencio antes de que tenga a tres personas encima.
— ¡Kikyo!
— ¿Me escucharon?
Neji no responde, se limita a abrazarme.
— ¿Ya me escuchan?
— No, no te esfuerces demasiado Kikyo— la voz de Shizune tiembla mientras me revisa— Bienvenida.
— No puedo respirar...
— Perdón, perdón, no quería lastimarte...
Neji agarra mis mejillas mientras Shizune alumbra mis ojos.
— Ya estás aquí...
Sonríe mientras sus ojos se aguadan.
— Iré por Sakura, tenemos que checar que todo esté bien.
Sale corriendo del cuarto, Neji sigue agarrando mis mejillas al mismo tiempo en que acaricia mi cabello. Ursa me sonríe desde los pies de la camilla.
— Lo sabía...— Una lágrima cae silenciosa por su mejilla— Sabía que lo que sea que mantiene las flores de la reserva con vida, podría ayudarla a usted...
— Estás aquí...
Neji junta su frente con la mía, Ursa se limpia las mejillas sólo para volver a cubrirlas con lágrimas.
💧
Sigo con la mirada en los cuneros, o mejor dicho en esa máquina llena de oxígeno en la que está Ryūnosuke.
— Estará bien.
— Sakura por favor, yo también soy ninja médico. Conozco los riesgos incluso aunque viva...
La pelirrosa toma mi hombro intentando darme su apoyo. La silla de ruedas sólo será temporal, en lo que se aseguran que me estoy recuperando con normalidad.
— Haré todo lo que esté en mis manos para que él esté bien.
— Gracias, de verdad.
No puedo desconfiar de su palabra, no me atrevo. Ha estado al pie del cañón conmigo y con mis hijos, a excepción de Takumi los demás tienen heridas menores.
— Estás despierta.
Volteamos con la otra Sakura, se ve algo pálida y un poco más delgada que la última vez que la vi.
— Todavía me tendrán que lidiar un tiempo más.
Se acerca precavida, Sakura carraspea y voltea conmigo.
— Iré a checar a Takumi, todavía tiene algunos problemas con sus pulmones.
Camina alejándose por uno de los pasillos, dejando a su contraparte conmigo.
— Si no fuéramos tan parecidas incluso me sentiría ofendida.
— Sólo podemos diferenciarlas por el pelo y por el rombo en la frente que tiene ella.
— Te ves bien.
— Gracias, lamento tener que sonar grosera pero ¿tú estás bien?
— Sí, ahora lo estoy, al parecer sólo fue una gripa.
— No lo parece.
Suelta una suave carcajada.
— Ni se sentía, Naruto y yo sentíamos la muerte cerca.
— Me enteré de la reunión que tuvieron...
Ambas fijamos la vista en Ryūnosuke.
— Oh eso... Fue bastante tensa al principio, en especial por el ataque al Clan, todos estaban histéricos y aunque se negaran a admitirlo también asustados, todos saben que es casi imposible tomar a un Hyūga por sorpresa.
— Al menos espero no haber sido tachada de traidora.
— Para nada, Lord Mizukage y Lord Kazekage estaban más bien preocupados por ti, Lord Raikage incluso señaló que dejaron que hirieran a la última del Clan Uzumaki.
— ¿Quién?
Me voltea a ver con cara de "¿Enserio? Hablo de ti estúpida".
— Oh... Bueno me alaga pero yo no soy la última.
— Dijo que ser parte de un Clan es más que portar el apellido.
— Me imaginé cuál sería su opinión acerca de eso, pero lamento informarle que aún así yo no soy la última, sé mucho sí, pero no todo— Ryūnosuke se revuelve un poco en su cuna— No sigo tradiciones ni sé los secretos, incluso en mi estilo de pelea utilizo más de parte de los Ōtsutsuki que de los Uzumaki.
Sakura tiene la mirada fija en mi.
— Así que lo lamento, yo no soy la última del Clan... Hace tiempo que esa persona murió.
Ella se queda en silencio, viendo a Ryūnosuke moverse de un lado para el otro.
💧
— Vas bien...
— Porque estoy en perfectas condiciones...
— No vayas por ahí.
Neji frunce el ceño tomándome de ambos brazos.
— Incluso si lográramos encontrar una forma de llegar a Hikari tú no irás.
— Es mi hija.
— También la mía, pero reconozco cuando podemos ser de ayuda y cuando no, si tu vas en tu condición no lograremos nada.
Me abraza de forma que puedo ocultar mi cara en su pecho.
— ¿Crees que esté bien? ¿Que no sean tan rudos con ella?
— Es lista, aunque parezca que no, se da cuenta de muchas cosas. Estoy seguro de que encontrará la forma de sobrevivir.
— La extraño... La extraño mucho.
Besa mi coronilla sin romper el abrazo, si le ponen la mano encima, me aseguraré de hacerlos temer de mí, aunque me lleve toda la vida en ello.
— Te ves estupenda...
Takumi tose un poco, detrás de él vienen los mellizos, ya casi recuperados.
— Siempre.
Antes de voltear limpio las comisuras de mis ojos.
— Una bomba no iba a acabar conmigo.
— No esperábamos que empezaras a caminar tan rápido, Shizune nos dijo que hasta la próxima semana empezarías.
— Seijun conociendo a tu mamá ¿crees que esperaría una semana?
Le doy un codazo a Neji por mofarse de mi poca o nula paciencia.
— Es la verdad.
— Pero no tenías porqué dejarme en evidencia.
Desde que desperté sólo conseguimos medias sonrisas, nuestra familia, nuestro Clan, nuestro hogar quedó destruido, hecho pedazos.
— Hola, creo que llego en mal momento.
— Adelante Sakura.
Su cabello largo se balancea mientras camina.
— ¿Podrían dejarnos solas?
— Vamos chicos, aprovechemos para ver a Ryū.
Neji se los lleva a rastras. Una vez solas la pelirrosa sonríe y esta vez la alegría le llega a los ojos.
— Creo que encontré una forma de llegar hasta Hikari.
— ¿De verdad?
Me tambaleo un poco y tengo que agarrarme de la barra para no caer.
— ¿Cómo?
— ¿Recuerdas cuando el Séptimo fue atacado y que el equipo 7 fue a su rescate?— asiento— Aquella ocasión fue gracias al chakra que guardaban en un pergamino que pudieron llegar hasta él.
— Se vincularon.
— Exacto, y si podemos utilizar el Karma de Kawaki como un vínculo podríamos llegar a la localización exacta de Jigen y con él...
— Hasta mi hija.
Ella asiente con una sonrisa.
— Sakura eres una genio.
La tomo en un abrazo, agradecida de que con todo lo que ha pasado tenga tiempo para pensar en Hikari.
— Todavía debo tener algunos pergaminos de ninjutsu espacio-temporal, sólo es cuestión de modificarlos un poco.
— ¿Se salvaron?
Tapa su boca.
— Ah cierto....
Si volaron el complejo Hyūga, dudo mucho que mi pequeño estudio haya sobrevivido.
— Necesito ir con el Equipo de recuperación, tal vez alcanzaron a salvarse.
— Pero tu no irás, no estás en condición.
— Lo sé, pero tengo una Hokage de mi lado ¿que no?
Sonríe de lado y me ofrece su brazo para apoyarme.
— Rápido, vayamos antes de que Neji se entere de que salí.
— Siento que sólo vine para alocarte.
— ¿Tu no te sentiste de la misma manera cuando mi hermano descubrió la forma de atravesar dimensiones?
— Touché.
Prácticamente me arrastra fuera del hospital, hay varias personas que se detienen a vernos. Murmuran entre sí, señalándome. Por el morbo que causa la desgracia de los Hyūga.
— Itachi vendrá conmigo, estoy segura de que ya se recuperó.
— ¿Estaba enfermo?— pregunto con el temor de que sea lo mismo que lo afectó en esta realidad.
— Sí, según le dijeron fue sólo un resfriado.
— Eso espero.... Es por aquí.
Doblamos la esquina, aún con varios pares de ojos siguiéndonos. El edificio es chico en comparación con otras dependencias del País del Fuego, sencillo si lo comparamos con la hermosa estructura de vidrio que tiene el Centro de Investigación.
— Si a la or....
La chica se queda muda al vernos llegar.
— Necesito los objetos recuperados del complejo Hyūga.
— S-Si, Kikyo-sama, es por aquí.
La mano temblorosa es lo único que delata su nerviosismo ¿tanto miedo doy?. Pasamos a una sala con varios jarrones y libros clasificados.
— ¿Qué es lo que busca? Tal vez pueda ayudarla, todo ya ha sido registrado en el inventario.
— Es un cofre mediano, café y de mango negro.
— Lo reviso ya mismo Kikyo-sama.
La chica sale de la sala. Al poco tiempo regresa con una nota, va hasta el fondo y saca mi cofre.
— Este es el único que encontramos.
— Sí, es el que busco muchas gracias.
Procedo a quitarle de encima los diez sellos de seguridad que le puse.
— Que bueno que no eres Uzumaki...
— Si lo fuera los sellos no serían simples ni tantos.
Los pergaminos en el interior están intactos, casi grito de la alegría.
— Aquí está, me pondré a trabajar de inmediato.
Volteamos para irnos de ahí pero en la entrada está Tenten, la cuál parece querer matarme con la mirada.
— Te vi salir del hospital, pensé que seguías en coma.
— Pues ya viste que no, estoy viva y despierta, aunque eso te moleste.
Mi ceño se frunce levemente, sé que le caigo mal a Tenten, pero nunca había sido hostil ni agresiva.
— ¿Sigues haciendo cosas a sus espaldas?
— ¿De qué hablas?
Sakura abre los ojos, acabando de comprender algo que se me escapa de las manos.
— De los mellizos— sonríe socarronamente — No puedo creer las muchas veces que me dije que la razón por la que no se parecían en nada a Neji era porque habían sacado todo de tu familia.
— Bueno tú sabrás tus frustraciones, después de todo eres la que se la pasa buscando parecidos en hijos ajenos.
— Eres una cínica, ni siquiera tratas de ocultarlo.
— Tenten si quieres pelear dejémoslo para después, de verdad tengo prisa.
Sakura me detiene del codo, antes de reclamarle trato de ver lo que ella captó. Ahí está, la postura de combate de Tenten.
— Ay por favor.... Ya supéralo ¿quieres?
— Si tu no hubieras aparecido habría sido yo, no puedo aceptar que aún así lo hayas engañado.
— Nunca serás tú entiéndelo, dime ¿sabes con quién se casó Neji en su realidad?
Señalo con la cabeza a Sakura.
— Dile Sakura, ¿quién es la esposa de Neji en tu mundo?
— Hinata.
— ¿Lo ves?
— Es por su responsabilidad con el Clan, él....
— Y él aún así se casó conmigo en este mundo, luchó contra las normas para hacerme su esposa— el labio de Tenten tiembla de rabia— Incluso aunque eso significara perder su posición como líder, prefirió ser mi compañero de vida, porque para él yo estaba por encima de su Clan y lo sigo estando.
Agarro a Sakura del brazo para salir de aquí.
— Él nunca perdonaría una traición, menos al saber que le viste la cara por catorce años.
— ¿De verdad? Bueno pues ¿qué esperamos? Vamos a decirle todo, es más puedo organizar una cena con los once de Konoha presentes.
Antes de que me pegue Sakura atrapa su puño.
— Ya basta, no pueden pelear aquí.
— ¿Estás de su lado?
— Te estás equivocando terriblemente Tenten, por favor no dejes que la furia te ciegue.
— Increíble como logras engatusar a todos.
Se suelta del agarre de Sakura y se va corriendo.
— Va al hospital.
La pelirrosa no toma opinión y carga conmigo, es veloz incluso cargando a una mujer que fácilmente le saca una cabeza.
En un abrir y cerrar de ojos llegamos a la entrada del hospital de Konoha, Neji ya está en la recepción con Naruto y Sasuke. Maldita sea, como si algo me faltara.
Entramos a tropicones llamando la atención de los tres, sin esperármelo Naruto me abraza.
— Estoy muy feliz de que hayas despertado Kikyo-ttebayo.
— Gracias pero...
— Yo me debo disculpar— Sasuke mantiene su mirada en mí — Por dejarme llevar he provocado bastantes mal entendidos, quiero que sepas que pondré todo de mi parte para traer a tu hija de vuelta.
— ¡Neji!
Tenten logra llegar antes de que podamos detenerla.
— ¿Tenten? ¿Qué haces aquí?
— Tengo que decirte algo, es acerca de los mellizos... Ellos no son tus hijos.
El silencio que le sigue es bastante incómodo. Varias personas de la recepción voltean al escucharla, adiós al secreto.
— Lo sé.
— ¿Qué?
— Neji, ¿de qué habla esta chica? ¿Cómo que Usami y Seijun no son tus hijos?
¿He mencionado la mala suerte que tengo? Hiashi escuchando que los mellizos no son parientes de sangre parece una buena forma de mencionarlo.
— Es cierto, no son míos. Ellos son Uchiha.
— ¿De qué hablas?
— ¿Es cierto?— grita otro miembro del Clan.
— ¿Engañaste a mi sobrino? ¿Con él?
Señala a Sasuke, enserio ¿cuántas veces debo de decir que entre Sasuke y yo nunca hubo ni habrá nada romántico? Hasta hace poco deseábamos la mala fortuna para el otro.
— Sasuke no es el padre, es... alguien más.
— Él es el único Uchiha que queda vivo, a menos que estés hablando de....
Ugh no, si con Sasuke mi relación es pésima con Obito la cosa raya en lo homicida.
— Tío por favor primero cálmese y le explicaré todo.
— ¿Cómo quieres que me calme? Esta chica te ha visto la cara más de una década.
— No le permitiré hablar así de mi esposa.
Aprieta los puños, bien esto se ha liado en grande.
— ¿Podrían calmarse un momento? Un hospital no es lugar para pelear.
Naruto se mete en medio de los dos, tratando de evitar que se peleen. Sakura está fulminando a Tenten con la mirada mientras varias personas en la recepción están atentas al chisme.
— ¿Qué está sucediendo aquí?
Usami y Takumi vienen con Seijun sujetándolos de los brazos.
— ¿Cómo no lo vi? Se parecen muchísimo...— Hiashi los repasa con la mirada— Debes estar contenta de que tus hijos hayan recibido un trato privilegiado.
— Me pregunto si su amor se basa en las personas o en la sangre que portan.
Debo admitir que me duele que Hiashi hable de esa forma, enserio pensé que los quería, o al menos eso parecía cada vez que de niños jugaba con ellos.
— No deberían portar el apellido Hyūga —grita un imbécil entre la multitud.
A Seijun le tiembla el labio y parpadea intentando dejar las lágrimas de lado, sólo entonces Hiashi pierde el enfado al verla. Usami detiene a Takumi al ver que estaba dispuesto a golpear a quien sea que gritó.
— ¿Y cuál prefieren que portemos? ¿Uchiha o Senju?
Sasuke y Naruto voltean a verme buscando respuestas. Sin embargo, es Conejito quien se las da.
— Me pregunto... ¿qué sentiría Misaki Senju? Al ver cómo la Aldea por la que dió la vida trata a su mejor amiga y a los hijos que tanto les encomendó.
💧
Narrador omnisciente
Amado seguía tratando de arreglar el cuerpo que Delta había echado a perder. Los demás internos veían a la niña sentada, hace unas horas por fin se le permitió salir de ese agujero en el que Jigen la metió.
— Imposible, fue pérdida total.
— Y todo por esa chiquilla— gruño Delta.
— Fue tu culpa, por hacerla enfadar.
— Cállate Code, ¿no tienes que ir a proteger a tu nueva adquisición?
— No es mía, es de Jigen.
— Todos sabemos que te pondrías de tapete por esa niña con tal de que él te voltee a ver, tal vez incluso estés celoso de toda la atención que ella recibe pues una vez más eres desplazado.
— Ya basta ustedes dos.
Amado suspiró cansado de sus continuas peleas.
— Recuerden que deben estar en su máximo potencial para la misión que viene, no pueden perder el tiempo pelándose entre ustedes.
Abrió los archivos que tenía, listo para afinar los últimos detalles antes de la misión que lo decidiría todo.
— Aún así no entiendo— Boro fijó la mirada en los archivos de Amado— ¿Por qué no ir por ella? Es a la que quería en primer lugar ¿no?
En la pantalla la mujer pelirroja seguía representando un enigma.
— Una niña es más manipulable, con ese poder tan destructivo quién la tenga podría ganar guerras.
Seguían preparándose para luchar cuando Amado sintió que jalaban de su chaqueta.
— Disculpe, tengo hambre.
La niña ciertamente no había probado bocado alguno en todo el tiempo que estuvo encerrada, pero todavía recordaba que ese hombre le dió un plato de arroz los primeros días que estuvo ahí.
— Eh ahorita no tengo comida.
Amado casi le tenía lástima, no parecía alguien que se resignara fácilmente pero eso sólo le acarrearía problemas, pues Jigen estaba bastante dispuesto a romper su voluntad.
— ¿Un vaso con agua?— trato la niña.
— Eso sí tengo.
Mientras el hombre le traía su pedido cuatro pares de ojos la analizaban de pies a cabeza. Si quería sobrevivir hasta que sus padres llegaran por ella (porque estaba segura de que lo harían) debía de tragarse su orgullo y mostrarse sumisa.
— Aquí tienes.
— Gracias.
Bebió con bastante rapidez, intentando que el agua engañara a su estómago y dejara de rugir por comida.
— Ve más despacio.
— Tengo hambre.
Dijo limpiándose las comisuras de los labios con las mangas del vestido. Seijun se lo había hecho hace unos meses, el día que se lo regaló ambas habían ido con Miki al parque Senju.
— Amado, trae la comida.
Absolutamente todos voltearon confundidos a ver a Jigen, después de su pelea con el Séptimo Hokage no sólo su cuerpo había quedado herido, sino también su orgullo y buen humor.
— Claro.
Tomo la mano de la niña para guiarla a un asiento al otro extremo de la mesa mientras que se ponían los platos con exquisito aroma.
El ambiente era muy tenso, tal vez porque su líder actuaba como si nada hubiera pasado. Como pudo Hikari pasó cada bocado, a pesar de que la garganta se le cerraba.
— ¿No te gusta tu comida? — preguntó Jigen mientras apoyaba su cara en la mano.
— S-Sí, pero ya me llené.
— ¿Enserio? Bueno si no quieres seguir comiendo podemos conocernos un poco mejor, ¿Cuál es tu nombre?
— Hikari...
— Precioso.
— Mi mamá lo escogió... —un incómodo silencio se generó entre ellos— ¿Será posible que pueda volver con ella? Yo no diré nada, incluso puedo visitarte si quieres.
Jigen dejó su tenedor y levantándose de su silla caminó lentamente hacia la niña, que sólo seguía sus movimientos con la mirada. Una vez frente a frente él se arrodilló mientras ponía mechones de su cabello detrás de las orejas para finalmente sostener sus mejillas.
— Hikari tu ya no puedes irte, mucho menos con tu madre.
Formó una leve mueca al recordar lo difícil que fue quitársela a esa mujer que tanto se parecía a aquella niña que lo fascinó hace años, ¿Quién diría que volvería a tener la oportunidad de adueñarse de alguien como Suzuë?.
Incluso tuvo que sacrificar a varios externos, el secreto de que tenían jonin y cazadores entre sus filas salió a la luz con tal de atraparla y que aquella mujer bajara su guardia.
— Entonces ¿le puedo escribir?
— No.
— Está bien.
Cortó Hikari al ver que ese hombre comenzaba a enfadarse. No quería regresar a la habitación oscura.
— Buena niña.
Palmeó su cabeza, regresó a su asiento con la misma calma desquiciante de siempre. Hikari sólo podía soportar la incomodidad y rogar porque sus padres no tardaran en encontrarla.