Pov. Alejandra
— Ajusten un poco más sus capas, no quiero que los vean antes.
Seguimos la orden del Séptimo y bajamos la tela hasta casi tocar la barbilla. Como su consejero Shikamaru también lo acompañó, él ha estado especialmente callado en los últimos días.
— Vaya escolta la que trae ahí Lord Hokage ¿se debe a algo?
Una mujer se cruza de brazos, me molesta el tono sarcástico de su voz. Los demás Kages ya están aquí, acompañados únicamente por un escolta.
— Basta Tsuchikage-sama, esta reunión se hizo con el objetivo de que Lord Hokage nos informe de lo que ha pasado.
— ¿Ese es Gaara?— susurra Naruto.
— Sí, al parecer es Kazekage.
— Eso espero, imagínense mi sorpresa cuando mi gente regresaba del País del Fuego diciendo que fue atacado.
— Pues entonces empecemos cuanto antes.
Los Kages toman asiento en la mesa redonda, aunque me alegra que Gaara esté vivo extraño ver las caras conocidas. Sasori representando a la arena, Ōnoki a la tierra, Tadase al agua y A al rayo.
— Espero Lord Hokage que mi mejor cazadora tenga todas las atenciones de su Equipo Médico.
— Kikyo está en recuperación, Sakura Haruno se encargó personalmente de ella.
— ¿Y por qué no se ha comunicado con nosotros?
— Está en coma...
— Fantástico.
El Mizukage aprieta los dientes.
— Antes de comenzar es necesario que les presente a mis escoltas— nos hace una señal para quitarnos las capuchas— Ellos son Uzumaki Naruto y Sakura Haruno, Sexta Hokage de la Aldea de la Hoja.
— ¡¿Qué significa esto?!
— ¿Son de verdad?
— Tranquilos, dejen que el Hokage termine de hablar.
Gaara debe levantarse de su asiento para poner énfasis en su palabra, la Tsuchikage y el Raikage cierran la boca y tratan de tranquilizarse.
— Bien, prosiga Lord Hokage.
— Hace unas semanas Kikyo regresó con noticias, habían personas que venían de otra dimensión, parecida a esta — cuatro pares de ojos nos ven de arriba a abajo— Ellos por su parte también libraron una Cuarta Guerra, sin embargo sus bijū fueron robados, actualmente conocen al ladrón y al responsable de la ruptura dimensional.
— Hace semanas que llegaron, ¿cómo es posible que nosotros apenas nos estamos enterando de esto?
— Sus razones tendrán Tsuchikage-sama.
— Eso si no se lo permito Kazekage-sama, sé que ustedes son amigos pero este asunto se debió de informar a las Cinco Grandes Naciones, no sólo combatimos contra alguien que rompe la estructura dimensional, sino que además tiene en su poder nueve bestias con cola.
— Si no nos tranquilizamos no llegaremos a nada— el Mizukage por fin deja de vernos.
— No me esperaba menos, era obvio que Lord Mizukage estaría de acuerdo con Lord Kazekage, han sido aliados de toda la vida— el Raikage ríe entre dientes ante su comentario malicioso.
— Ah vaya, si estamos sacando el pasado empecemos con quienes ya intentaron invadir al Clan Hyūga, ¿o no Raikage-sama?
— Chōjūrō será mejor que cuides lo que dices.
— ¡Ya basta! — les grito— ¿Su alianza es tan frágil? Dejen sus "comentarios" para otro momento y ahora compórtense como los líderes que son, estamos ante un gran problema y lo que menos necesitamos es que la alianza se disuelva.
— Tu serás Hokage en tu realidad, pero aquí no estás en tu reunión — el Raikage se recarga en su asiento— Con todo respeto, claro.
— Al ver su falta de mando y sensatez alguien debe venir a poner un alto, son Kages no dictadores— aprieto los puños— Además por educación debería respetar mi cargo, y tener la suficiente inteligencia para saber quién puede contribuir a la solución del problema o no.
— ¿Me está diciendo idiota?
— ¿Tengo que repetirlo?
— Este es el retrato de ese tipo, se llama Jigen y es Ōtsutsuki.
La intervención de Shikamaru desvía la atención del Raikage, o quiso fingir que así era porque todavía aprieta la mandíbula.
— ¿Él fue el que atacó a los Hyūga?
— Exacto.
— ¿Y cómo lo hizo? — el Mizukage deja en la mesa el retrato— El Clan Hyūga es prácticamente impenetrable y durante la guerra eran especialmente temidos por sus técnicas defensivas, por si fuera poco tenían a la mejor ninja sensor del mundo.
— Pues...— el Séptimo agacha la cabeza— Descubrimos que había traidores en la Aldea.
Todos voltean bruscamente, dejando de lado el retrato.
— ¿Traidores? ¿Y cómo fue que no se dieron cuenta?
— Que no se han dado cuenta— corrijo a Lady Tsuchikage— Esta bomba se encontró en el lugar, nuestras dimensiones no son tan diferentes, y sé reconocer un buen trabajo en explosivos.
Se queda callada viendo la bomba, en todo el mundo se sabe que el País de la Tierra es experto en explosivos.
— Imposible, a estas bombas sólo tienen acceso la élite.
— Otro punto a abordar en esta reunión es que su organización tiene a varios miembros de élite de diferentes naciones llamados externos.
— Kirigakure empezó con una purga, liderada por el espadachín Takuma Junko— el Mizukage se nos queda viendo— Por ello es que no me acompaña ahora, pero hemos ideado una forma de capturar traidores, al momento tenemos veinte.
— Sunagakure comenzó hace tiempo por un evento ajeno, somos liderados por Chiyo-baasama.
Gaara hace una pausa mientras dobla el dibujo, finalmente suspira y continúa.
— Antes de que todo se pusiera mal con Kikyo, ella realizó sellos alrededor de Suna y de las líneas del tren, ella pensaba que podríamos ocuparlos y nos protegió.
— ¿Cuáles son los sellos?
— Tranquilo Lord Raikage, todos queremos proteger nuestras aldeas pero dudo mucho que sea sencillo copiar las técnicas de un Uzumaki.
— ¿Acaso también protegió Kirigakure Lord Mizukage?
— Nosotros tenemos un sistema de emergencia diseñando por ella hace tiempo.
— Que suerte, tener a la última Uzumaki.
— Yo sigo aquí.
Todos ríen entre dientes ante el comentario del Séptimo, Naruto se ha quedado un momento pensando hasta que lo entiende segundos después que los demás.
— Ser parte de un Clan no es solamente portar el apellido, son sus creencias, costumbres, técnicas o secretos. Usted es fuerte Lord Hokage pero la última del Clan es la que tiene una máquina respirando por ella.
— Vaya forma de acabar con el buen ambiente Lord Raikage.
— Sólo estoy constatando un hecho.
— Sé a lo que se refiere Lord Raikage, y no me ofendo-ttebayo— el Séptimo se recarga, más relajado ahora que todos se muestran dispuestos a cooperar.
— Pero primero lo primero, deshacernos de los traidores.
— Nosotros tenemos la solución— señalo a Naruto— Tal vez se dieron cuenta durante la guerra, el legado Uzumaki de Naruto es sentir los sentimientos negativos de las personas.
— No sé cuánto lo desarrollo mi otro yo pero Ero-sennin me ayudó a mejorarlo, podría hacer varias copias e ir a cada nación-ttebayo.
— A que raro tener dos Naruto— el Mizukage rasca su sien— Pero yo acepto tu propuesta, el País del Agua tendrá las puertas abiertas para ti.
— También el País de la Tierra.
— El País del Viento siempre les dará la bienvenida, cuando acabemos podremos empezar con los sellos.
— Vaya, no puedo negarme a tal ofrecimiento, el País del Rayo se une.
— Ya que todos están de acuerdo Naruto irá con cada uno después de terminar la reunión.
— Entonces tu también eres Hokage — la Tsuchikage voltea, ahora ya con una expresión amable— ¿Utilizas ninjutsu médico o eres especialista en otra cosa?
— En taijutsu.
— ¿Sólo taijutsu?
— Sí, soy discípula de Maito Gai.
Todos lanzan una exclamación de asombro.
— El Gran héroe de guerra...
— Si no te molesta que pregunte, ¿quiénes son los Kages de tu realidad?
— Ōnoki es Tsuchikage, A es Raikage, Sasori es Kazekage y Tadase es Mizukage.
— ¿Tadase Uzumaki?
— ¿Lo conoce Lord Mizukage?
— Sí, era el mejor de su generación y una gran promesa para el País del Agua.
— Hermano de Kikyo — dice Naruto— ¿en dónde está? Debería de saber cómo está su hermana.
— Él murió, a la edad de doce años durante una misión mal catalogada.
Naruto se queda mudo, los demás Kages fruncen el ceño.
— ¿Mal catalogada? ¿Si quiera es posible?
— O tal vez quien la haya pedido mintió acerca del tipo de misión Tsuchikage-sama, no sería la primera vez — el Séptimo sonríe con nostalgia, Naruto y yo nos volteamos a ver recordando nuestro viaje a la tierra de las olas.
— No se sabe mucho al respecto, aunque es de conocimiento público que Kirigakure tuvo una época bastante sombría durante el periodo del Cuarto Mizukage.
Seguramente fue Akatsuki, en mi realidad se asentaron un tiempo en Kiri, razón por la cual tres de sus miembros eran del País del Agua, Kisame, Haku y Kimimaro.
— Ellos son el más claro ejemplo del peso que tienen las decisiones de cada persona— Gaara retira los brazos de la mesa— Supongo que muchos les habrán preguntando acerca de sus propios destinos.
— No, a decir verdad prefieren evitarnos.
Naruto voltea para otro lado y eso llama mi atención, cuando él hace algo que no le parece a Sasuke inician una pelea, cuando hace algo que no me parece a mí me desvía la mirada.
— ¿Quién te preguntó Naruto?
— Tenten... Llevé a Ursa por algunas herramientas y ella era la dueña del establecimiento.
Los Kages cambian de tema sin tomarle importancia, cada uno preguntando por cómo se desarrollaron las cosas en sus respectivas naciones.
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— Agh creo que fue la comida.
Naruto vuelve a toser y a taparse con la manta.
— Nos dolería el estómago no la garganta.
— ¿Cómo siguen?
El Séptimo pasa a nuestra habitación con Shikamaru pisándole los talones.
— Me voy a morir...
— No seas exagerado Naruto... Pero estamos mal, tenemos escalofríos desde hace media hora.
— No lo entiendo, seguí las instrucciones al pie de la letra.
Shikamaru nos toma la temperatura y niega con la cabeza.
— Tal vez deberíamos de apresurar el viaje, Sakura podrá verlos una vez que lleguemos a Konoha.
— Si, creo que es lo mejor.
El resto de la noche ambos se quedan para cuidarnos, la reunión de Kages ha terminado, empieza la purga.
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Narrador omnisciente
— Ten, puedes comer esto.
Amado le dió un plato de arroz a la niña para luego alejarse al otro extremo de la habitación, donde los demás miembros de Kara estudiaban cada uno de sus movimientos.
— ¿Por esa mocosa interrumpió la captura de Kawaki?
— Tranquilízate Delta, aún no sabes el porqué la quiere.
Code seguía con la mirada clavada en sus ojos, eran mecánicos sin duda.
— Lo voy a averiguar.
— No la toques, si Jigen se entera que le has hecho daño te hará trizas.
— Sólo quiero ver su especialidad.
— Delta...— gruño Amado.
La mujer ignoró a su compañero, al verla acercarse Hikari se encogió en su lugar mientras empuñaba la cuchara como arma, si tenía que arrancarle los ojos con ella lo haría.
— Alto ahí Delta, no causes problemas.
— Hazte a un lado Code.
Levantó el puño partiendo en dos la pared de su lado, eso fue suficiente para que las emociones de Hikari aumentaran. Empezó a hiperventilar y la habitación incrementó su temperatura.
Los otros tres miembros de Kara se levantaron para combatir con lo que sea que esa niña estaba haciendo. Se esperaban fuego masivo, vapor o incluso una invocación, nadie esperaba las cadenas.
Blancas, tan puras como la nieve. Salieron en su defensa, encapsulando con ella al muchacho que la defendió, Code instintivamente procuro que ninguna lo tocara, si estar cerca de esas cosas lo estaba sofocando no sería muy bueno estar piel contra piel.
Delta por otro lado no corrió con la misma suerte, una cadena le golpeó el lado izquierdo quemando todo a su paso. Gritó como nunca pensó que lo haría, la herida no era normal, sentía muchísimo dolor.
Los otros miembros intentaron aplacar las cadenas, fuego, agua, virus, ninguna de sus técnicas daba resultado. Las instalaciones no resistirían mucho tiempo más, el techo comenzaba a cuartearse.
— Ey ya todo está bien— Code se puso de cuclillas para que la niña lo viera— Le diste su merecido ¿ves? No le quedan ganas de volver a asustarte.
La niña sólo lo miraba, si lo protegió de Delta eso significaba que le caía bien ¿no?.
— Incluso si así fuera, ¿ves a los tres tipos de allá? No van a permitir que se te acerque.
— Mentira, hace un momento no se movieron para protegerme ¿quién me asegura que lo harán en un futuro?
Maldita niña lista. El calor y la estructura temblando no mejoraban la situación de Code.
— Porque ahora es una orden de su superior.
Cinco pares de ojos voltearon a ver a Jigen, Delta estaba tirada en el piso, sin energía para discutir. Lo que ya era mucho.
— Incluso yo te protegeré, eso es lo que hubiera querido tu mamá.
Al oírla mencionar el enojo de Hikari disminuyó, poco a poco las cadenas comenzaron a contraerse. Code que estaba encerrado con ella, tuvo que agacharse para que ninguna de esas cosas lo tocara.
— ¿En dónde está mi mamá? ¿Por qué no viene por mí?
— Ella está muy ocupada.
La sonrisa de ese hombre se le hizo más bien perversa, se encogió detrás del muchacho.
— ¿Está mal? Ella nunca me dejaría.
— Lo está haciendo.
Al ver que la niña amenazaba con salirse nuevamente de control Jigen cambió de estrategia.
— Sólo necesita unos días, por el momento tú y yo vamos a divertirnos.
— No.
Tuvo que tomar una gran bocanada de aire para reunir paciencia, se fijó en los ojos artificiales de la niña. Casi podía asegurar que su kekkei genkai era el responsable de la pérdida de su Byakugan, una pena considerando la pureza que tenían.
— ¿De verdad quieres ir con ella? Sólo serías una carga.
— No me importa.
— Tus padres están muy ocupados para encargarse de ti.
— Tengo hermanos.
— No son adultos.
— Está el tío Hiashi.
— Es muy viejo.
— La tía Hinata.
— Ahora serias una carga para ella.
— El tío Nagato, no tiene hijos es adulto e increíblemente poderoso.
— ¡No!
El hombre la tomo del brazo mientras la arrastraba a lo largo de los pasillos. Llegaron a una habitación diferente, fortificada y con una puerta de hierro.
— Te quedarás aquí hasta que aprendas cuál es tu lugar, te aconsejo no tardarte tanto a menos que quieras acabar por completo con mi paciencia.
Le cerró la puerta en la cara, antes de que la niña pudiera hacer algo un extraño gas salió de las esquinas, durmiéndola al instante.