capítulo treinta y seis:
los demonios
de paradis.
Leyna abrochó su uniforme asegurándose de que todo estuviera en su lugar, si bien era muy distinto al que usó desde que fue cadete, el nuevo uniforme era muchísimo más funcional. La pelirroja recorrió su melena del rostro, el temblor en sus manos era evidente, creyó que el día de atacar jamás llegaría, que se hundiría en la locura antes de notarlo, pero finalmente cumplió su misión con éxito, solo debía esperar a que aquel evento comenzara.
Becker dio una mirada a la ventana una vez más, había cientos de familias en las calles dispuestos a escuchar de lejos, entre ellos niños, sangre inocente.
Nuevamente la imagen de Colt y Falco Grice invadió su mente, Becker suspiró entrecortado tratando de repetir aquella frase.
''Todo fue mentira, ellos no son tus amigos".
El sonido de las trompetas y la multitud afuera fue la señal de que había empezado, llegando el momento justo.
—¡General!—un soldado marleyano se acercó a Magath—. Son los guerreros, ellos y los soldados que usted convocó están desaparecidos.
—Convoca al escuadrón de reserva, que los busquen de inmediato.
—Ya los encontraron, todos tienen una bala incrustada en la cabeza—informó.
—Imposible, ya están aquí... no, estuvieron entre nosotros dese hace mucho.
—¿General?
—Ya comenzó.
En el depósito de un edificio, Falco miraba lleno de horror a Eren, quien se encontraba sentado frente a Reiner mientras regeneraba su pierna.
—Tú... me engañaste, yo en serio te respetaba—dijo Grice.
—Lo lamento Falco, tuvimos que hacer lo necesario.
—¿Tuvimos?—se preguntó el menor.
—No fuiste mi única ayuda, ella fue mis ojos y oídos durante toda la misión.
—¿Ella?—Falco lo pensó por un instante, hasta que las piezas comenzaron a armarse en su cabeza—. N-no, no es cierto.
—Comprenderás que solo hacía su trabajo.
—No puede... ella—Falco sintió como un nudo en su garganta le impedía hablar.
La imagen de aquella dulce pelirroja, esa soldado que Colt tanto apreciaba, era para infiltrada del enemigo.
—¿Qué, de quién...?—dijo Reiner, recordando su alucinación de días atrás—. Leyna.
—Todo es verdad, tal como lo dijo Will Tybur, soy el malo de su mundo, es posible que destruya todo mi paso, pero debo decir que para mí ustedes son los malos de la historia, aquel día destruyeron la muralla... y vi como los titanes devoraban a mi madre—contó Eren—. En esa época no lo entendí ¿Por qué Reiner, por que destruyeron la muralla?
—Para poder infiltrarnos en su mundo, así veríamos la reacción del rey, debíamos recuperar al fundador y salvar al mundo.
—¿Has sufrido durante todo este tiempo?
—¡Annie y Bertholdt querían abortar la misión! Trataron de volver a Marley, los obligué a seguir el plan ¡Solo quería ser el héroe de todos, deseaba que alguien me admirara! Fue mi culpa, ¡Cúlpame a mí! ¡Por favor acaba con mi vida!
Eren se puso de pie—Sabía que éramos iguales.
Reiner elevó la cabeza, confundido, Jaeger le extendió la mano para que se levantara.
—Siempre continuo mi camino, avanzo hasta matar a mis enemigos.
Sin más los rayos comenzaron a cubrir el lugar, Eren se transformó en titán justo frente a todos, horrorizados por la escena, solo pudieron ver como Will Tybur fue devorado por el titán de ataque.
La multitud comenzó a correr en pánico, Colt se apresuró a buscar un hospital para salvar a Udo, quien fue aplastado por la aglomeración, Gabi lo acompañaba.
Los escombros volaban por todo el lugar aplastando a cualquiera que fuera impactado, Colt caminaba lo más rápido posible junto a la niña Braun, ambos desesperados por llegar al hospital.
—Mierda, comenzó la guerra de la nada.
—¿Cómo está Udo?—dijo Gabi.
—Solo hay que apresurarnos en llegar, debemos abrirnos paso entre esta gente, necesito encontrar a Falco—el mayor levantó la vista buscando ayuda, lo primero que encontró fue a un oficial corriendo en dirección contraria—. ¡Oiga, necesitamos ayu...!
Antes de poder completar su oración, una bala atravesó la nuca de aquel hombre haciendo que todos a su alrededor corrieran.
El cuerpo del soldado cayó sin vida, detrás del mismo, Leyna se encontraba con la respiración agitada, apuntando directamente a la cabeza de Colt, sus ojos reflejaban total frialdad, pero por dentro sentía que el miedo la dominaría en cualquier momento.
—¡Ámbar! ¿¡Qué estás...!?—Grice la miró con detalle, aquella expresión indiferente no era propio de ella, el uniforme que llevaba, no quería creer lo que sus ojos le mostraban—. No... no es cierto.
—Intenta algo y le vuelo la cabeza—dijo la pelirroja sin temblor en su voz, Gabi la miró con temor.
—¿¡Eres... eres una de ellos!? —el soldado sentía una presión en el pecho imposible de ignorar.
Leyna forzó su propia voluntad para no mostrar debilidad ante él, pues lo último que quería era que Colt llegara a saber cuan culpable se sentía de haberlo traicionado, no podía mostrar afecto por el enemigo.
—¿Por qué?—se preguntó Colt—. Yo realmente... ¡Ámbar, te quería dentro de mi vida, y tu solo me utilizaste para matar a mi pueblo!
—Suficiente—la chica llena de enojo se dispuso a apuntar nuevamente contra Gabi.
Sus ojos se posaron en el cuerpo de Udo, tragando duro la pelirroja devolvió su vista a los ojos de Colt, no podía reflejar más que dolor en su mirada, pronto sintió como el pánico la invadía, no quería matar a los niños, no quería matar a Colt.
No quería quitarle a Falco lo poco que tenía, no se sentía lo suficientemente fuerte.
—Tenías razón Colt, ambos somos víctimas de una misma guerra.
El sonido del equipo de maniobras sobre ella fue su señal de avanzar, debía encontrarse con su escuadrón. Sin más, Becker disparó su equipo al tejado más cercano para completar su misión.
—¡Espera!
Grice quedó sin la capacidad de articular un solo musculo, sentía que había echado todo a perder, le había dado tanta información que estaba seguro que si se enteraban iban a matarlo, pero ese no era su mayor dolor.
Ámbar jamás existió, se había enamorado de una demonio de Paradis.
—¡COLT, HAY QUE IRNOS!—Gabi, quien aún luchaba por salvar a Udo lo empujó para que poder sacarlo de su trance.
Leyna no tardó en incorporarse al escuadrón más próximo, lo siguiente sería comenzar la operación de la llegada del dirigible.
Eren se enfrentó al titán martillo de guerra, siendo abatido por la artillería anti-titanes, en un afán de acabar con la situación de una vez por todas, el titán martillo de guerra levantó su arma dispuesta a asesinar a Eren.
—Usurpador, Eren Jaeger—dijo la mujer Tybur—. Quiero que tú me digas tu última voluntad.
Eren se mantuvo en silencio por un instante—Ataquemos, Mikasa.
Por detrás, la soldado Ackerman se enganchó lista para arrojar sus lanzas relámpago, la muchacha logró explotar la nuca del titán martillo.
Los soldados de Paradis disparaban a todo soldado, en la cabeza se encontraban Leyna Becker y Jean Kirschtein, la pelirroja arrojó una de las granadas a la ventana donde los oficiales de alto mando se encontraban.
Cayendo en un tejado, ambos soldados miraron el lugar, Leyna no tardó en notar que estaban disparando contra todo civil que veían.
—¡Oigan!
—Esos idiotas...—dijo Jean—. ¿¡Acaso quieren quemar el gueto entero!?
Leyna se acercó al soldado llena de enojo—Tarado ¿Qué parte de minimizar las bajas civiles no entiendes?
—Lo único que hay aquí son hogares de los enemigos, y lo sabes muy bien Becker—dijo Floch—. No me digas que ya te lavaron el cerebro.
Jean intervino antes de que Leyna hiciera algo de lo que se arrepintiera—¿Por qué sigues diciendo esas estupideces?
—Eren dice que peleemos, necesitamos a un demonio como él.
Poco después, Connie y Sasha se hicieron presentes, haciendo que Leyna voltee.
—Jean logramos sellar los refuerzos—informó Connie—. ¡Leyna!
Aliviada, Leyna se acercó a ellos abrazándolos con fuerza—De verdad son ustedes.
—Vimos tu señal con las luces, supimos que estabas bien—dijo Sasha separándose.
—Hasta ahora vamos conforme al plan—dijo Jean mirando la escena.
—Todo resultará si derrotamos a ese titán a tiempo—añadió Becker viendo como Mikasa y Eren se enfrentaban al martillo—. Aunque todo puede pasar.
Eren logró tomar el cristal que protegía a la portadora, estaba dispuesto a devorarla, sin contar que por detrás, el titán mandíbula estaba en posición de ataque, de un salto se dirigió a la nuca del titán de Eren con el fin de recuperar el fundador.
Sin embargo, antes de poder morder, la mandíbula del titan se abrió de una forma que le fuera imposible cerrarla, había recibido un corte desde ambos costados.
—¡Es imposible, no puedo morder!—dijo Porco sin poder creerlo—. ¡Maldición, los Ackerman!
La lanza de Giselle Ackerman hizo que el titan mandíbula cayera en su intento de escapar, la mujer miró a los ojos al titán mandíbula, Galliard estaba aterrado. El sonido de las pisadas acercándose hizo que Levi y Giselle voltearan, encontrándose con el titán bestia.
—¡Que nadie escape, maten a todos!—ordenó Zeke.
—Giselle—llamó el Capitán.
—Lo tengo—la teniente salió disparada contra el titán bestia.
Leyna y Jean rodearon al titán carguero mientras que Mikasa atacaba al mandíbula, Giselle atacaba al titán bestia cortando sus extremidades de a poco, justo como indicaba el plan.
—Eren Jaeger no es rival para mí... antes de eso acabaré contigo, asquerosa Ackerman—dijo el titán bestia, mientras Giselle lo miraba desde un techo—. Pero, tú nunca estás sola ¡Sal de ahí, Levi!
Tras el ataque a Pieck, Leyna se encontraba contra una pared esperando que ninguna de las rocas lanzadas por Zeke le llegara, pero su atención se enfocó en aquel gran destello que desde la costa se extendió por parte del Liberio.
—Armin...
HOLAA ¿Cómo están tras el avance? Yo no estoy lista mentalmente ahhh.
¿Les está gustando? ¿Alguna queja?
¿Cómo andamos con la situación de Leyna y Colt? Se los dejo a su criterio u especulación, por que esto no ha terminado para ellos.
Espero estén disfrutando, nos vemos el martes, les deseo suerte para el siguiente cap digo-