Terminé de cerrar una de las tantas cajas con cinta adhesiva, Sarah hacia lo mismo que yo. Las dos estábamos terminando de empacar por que en poco tiempo nos iríamos.
Mi tío Edd logró su transferencia en el condado, así que vendrá a vivir aquí con toda la familia, por ello Sarah estará de nuevo junto con su familia. Ella logró entrar a una Universidad de estos tres condados.
-¿Esto es extraño no?- pregunto Sam ganándose mi atención.
Mire nuestra habitación ya medio vacía, sólo quedaban unas pocas cosas sin empacar ya que esas aún las estamos utilizando.
- Bastante extraño.- Concorde. - Será difícil estar en otra ciudad, con nuevas personas, y lejos de todo lo que conocíamos.- afirme acariciando uno de mis muebles.
- Te voy a extrañar.- confesó con cierto tono de tristeza.
La mire.- y yo a ti Sam.- le dije para después acercarme a ella, las dos extendimos nuestros brazos y nos unimos en un abrazo.
-Son 8:30!- exclamó Sarah señalando el reloj una vez que nos separamos.
- Vamos!- exclame abriendo la puerta de la habitación.
(...)
La luz de la luna era lo único que nos alumbraba en el jardín trasero de los Wilkerson.
Al llegar me alivie de saber que aún no iniciaban con el ritual que Dewey había preparado. El niño vestía un traje formal mientras que nosotros portabamos lo mismo de todos los días.
-Perdón si tardamos.- me disculpe colocándome junto a Malcolm para depsues dar le un beso corto.
- Nos entretuvimos empacando.- aclaró Sarah junto a Dewey.- ¿Y Reese?- pregunto buscándolo con la mirada.
-Ahí viene.- señaló Dewey.
Era cierto, Reese Y Craig estaban llegando con varias bolsas de compras. Al parecer ya estaban haciendo cosas de compañeros de cuarto.
- Ya llegamos!- aviso Craig a pesar de que eso ya lo habíamos notado.- Hubieran visto que pleito por unas cortinas de baño.- comentó mirando a Reese disimuladamente.
- Los delfines son Gays!- se quejó Reese tomando de la cintura a Sarah.
- Crees que todos los delfines son Gays.- le recordó Craig.
-Porque todos son Gays.- afirmó Reese.
-Matan a los tiburones.- le informó Craig en un intento de que Reese cambiará de opinión.
-Un Gay puede hacerlo y sigue siendo Gay.- atacó Reese.
-¿Podemos empezar?!- pregunto Dewey desesperado por la pelea.
-Luego hablamos de los delfines Gay bebé.- le susurro Sarah a Reese, aunque se escuchó perfectamente.
Dewey nos dio una mirada a Malcolm y a mi, mi novio me entregó una caja de fósforos, cada quien tomo uno y lo encendió para después dejarlo caer sobre un pequeño aparador en donde reposaba el estuche de la radiografía, este se encendió de inmediato.
-Con este fuego un terrible secreto que nos tenía unidos ha desaparecido.- inicio Dewey.- Jamie crecerá sin el miedo que nos acosaba cada segundo de nuestra vida.- afirmó mirando a su pequeño hermano que estaba observando entretenido el fuego.- dará regalos de cumpleaños por amor, no por chantaje.- aclaró.- Será generoso de corazón y vivirá sin dolor de estómago.- afirmó.- Con este fuego se va la maldición, y nace un brillante amanecer!- finalizó.
- Amén!- exclamamos todos al mismo tiempo.
Unos cuantos chispazos salieron del fuego, era la pirotecnia que había colocado Dewey.
-Lindo detalle.- lo felicito Reese.
Craig asintió.
(...)
-Borra esta parte, y coloca lo del primer ensayo.- le dije señalando le una parte del discurso que estábamos redactando.
-Claro.- aceptó él tomando un borrador.- Agregué lo de la hoja amarilla, el quinto párrafo, dime que opinas.- me pidió mostrándome.
-Si quieren que vea su discurso de despedida lo haré con gusto.- comentó mamá desde el sillón en donde doblaba la ropa limpia.
-Mamá basta!- le pidió Malcolm irritado.
- No lo verán hasta que esté listo.- expliqué.
Entendía perfectamente que estaba emocianada por leer lo que Malcolm y yo habíamos escrito hasta ahora, pero ambos queríamos esperar hasta estar satisfechos con el resultado. Así que nadie vería nuestro discurso hasta estar términado.
-Bien!- aceptó mamá.
Tome mi lapicero para hacee algunas correcciones.
-Pero si quisieran sólo unos oídos.- dijo mamá de momento.
-Estamos muy bien así mamá! Déjanos trabajar.- le exigió Malcolm desesperado.
- Por favor mamá, no queremos que nadie lo escuché hasta que esté listo.- le dije para que ya se calmara.
- Esta bien, esta bien.- aceptó ella por fin.
Sin más interrupciones me dediqué a seguir en mi trabajo, tal vez podría tomar el párrafo que tenía en el primer borrador y..
- Pero no se porque citan a un grupo rapero habiendo gente como Paul McCartney que no anda exhibiendo el elástico de sus calzoncillos!- se quejó mamá.
Malcolm y yo nos miramos, el arrugo la hoja que estaba entre sus manos por la manera en que nos enteramos de que mamá ya había leído sin nuestro permiso el discurso.
(...)
-Esta será la última vez que tengamos que hacerlo en tu habitación.- comentó Malcolm mientras me abrazaba por los hombros.
Tenía razón, sería la última vez en que Sarah nos dejará la habitación para nosotros solos cuando papá y Trisha no estaban.
- Se podría decir que vamos a seguir siendo vecinos.- pensé.- Tu edificio estará al lado del mío.- le recordé haciendo unas cuantas caricias en su pecho.
-¿Te imagínaste que terminariamos así?- pregunto el mirándome con nostalgia.- Y pensar que cuando te conocí fue algo de lo más normal.- se encogió de hombros.- Te ganaste mi amistad en un par de semanas.- afirmó.
-Tengo que admitir que eras un niño muy irritable, hasta cierto punto eras malo y sarcástico.- le confese.- Creí que te caía mal.- Agregué.
-¿Sarcástico y malo eh?- pregunto dándome un par de besos en el cuello.
-Muy malo, diría yo.- Atine a decir dejándome llevar por sus besos.
Aún Teníamos tiempo, creo que el suficiente.
Tome su rostro entre mis manos para unir nuestros labios con desesperación. ¿Era malo sentir toda esta adrenalina?.
La tarea era más fácil, porque ambos ya estábamos desnudos, enrede mis piernas por su cintura y deje que nos llevaramos por la emoción del momento.
Nuestros cuerpos formaban ya esa dichosa unión que nos volvía locos, su pecho sudado contra el mío rozaba de manera exquisita, su boca no se despegaba de la mía y de esta manera nuestros jadeos quedaban atrapados en nuestra bocas.
Estar así era como si lo demás desapareciera, era viajar a distintos mundos y perderse en ellos por completo.
Mis manos acariciaron su espalda mientras las de el tomaban mi cintura para generar mejores movimientos.
Ese éxtasis, ese caluroso ambiente, veo su pecho subir y bajar en un ritmo acompasado, su respiración agitada, las gotas tibias de sudor cayendo sobre mí, tan erótico, tan excitante, nuestros cuerpos convirtiéndose en uno solo, disfrutando ese delicioso placer, compartiendo sentimientos, disfrutando del ambiente sensual, entregándonos en cuerpo y alma.
-Te amo -susurro contra mi oído después de morder son suavidad el lóbulo de mi oreja
-Yo también te amo -respondí abrazándome a su cuello, besando sus hombros, ahogando mis gemidos, disfrutando de sus embestidas y perdiendo la razón.
Nuestros cuerpos se movían de manera sincronizada generando esa sensación de satisfacción en nosotros.
Una de sus manos busco la mía colocándola sobre la cama y así generamos un agarre.
Beso mi cuello por unos segundos mientras susurraba en mi oído.
Minutos después todo se terminó en la maravillosa cima del placer.
(...)
Narrador omnisciente
-Susan lo siento.- se disculpó Lois mientras caminaba hacia la sala principal de la casa.- Pero mamá me chantajeo para que le diera el último boleto de la graduación.- le explicó.
Hubo unos segundos de silencio mientras Susan hablaba por la otra línea.
-Porque la última vez que la desaire me lanzaron una cabeza de cerdo por la chimenea.- se justificó Lois.
-Mamá!.- llamo su atención Tn.- Yo tengo dos boletos que sobran.- le aviso sacando una soda del refrigerador.
-Genial!- exclamó Lois, aunque no se llevaba bien con su Hermana tenía ganas de compartir esta alegría con ella.- Tn tiene dos boletos extra, te veo mañana, no llegues tarde.- le pidió Lois mientras caminaba hacia la puerta de la casa.- Mamá ya viene para acá, viene con Francis y Piama.- le contó.
La puerta de al casa se escuchó al ser tocada con cierta desesperación.
-Lois! Creo que esta vez lo hará! Debes detenerlo por favor!- grito Piama exaltada.
Lois colgó la llamada, ya luego hablaría con su Hermana.
Francis entró sin saludar a la casa y se dirigió a la chimenea para tomar uno de los quemadores de esta.- Aquí estas!- afirmó tomandolo entre sus manos.- Aguante 120 Km pensando en ti.- le confesó como si de verdad lo escuchara.- Quiero oirte suplicar!- le exigió a su abuela la cual ya estaba en el porche mirándolo.
-Espero que no falles el primer golpe princesa!- comentó Ida fumando un cigarrillo.
Lois tomo la puerta y se la cerró en la cara a su mamá.- Hola mamá! Termina tu cigarrillo y te daré de comer!- le prometió lo suficientemente alto para que escuchara.- Vamos haremos las camas.- les ordenó Lois a Francis y Piama.
Caminaron hacia las habitaciones.
-Tenías que dar primero un discurso!- Malcolm se burló de Francis.
Tn comió una papa más mientras Hal comía un Sándwich frente a ellos.
Lois dejó el correo sobre la mesa de la cocina antes de seguir su camino al lado de Piama.
-Hal!- le pidió Lois a su esposo.
- Si!- aceptó él de inmediato para levantar se e ir con su hijo mayor.- Hijo no te sientas mal, en un universo paralelo lo hiciste.- lo animo quitándole el quemador.
Francis asintió y decidido soltar el objeto para caminar detrás de su esposa.
Malcolm tomó las cartas y abrió la que venía con su nombre.
- OH no! Cancelaron mi beca Person Grand!- se quejó leyendo la carta.
-¿Qué?!- preguntaron Tn y Hal al mismo tiempo.
-Esos eran $3,000 dólares!- recordó Hal molesto.
-Usarán el dinero para estudiar que pasa con los que no pueden pagar sus estudios.- leyó Malcolm.
Qué absurdo!
- No puede ser¡ de seguro también cancelaron la mía.- se quejó Tn.
- Me ofrecen $50 dólares si participó.- agregó Malcolm terminando de leer.
Los tres se miraron, esto era ridículo.
...
Horannella❤