She's My Girl || Malcolm In The Middle

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Las vacaciones de Navidad son geniales, vas de compras al centro comercial, disfrutas de tu familia, sales a fiestas con tus amigos, haces muñecos y ángeles de nieve y más.

La cuestión aquí es.. que Malcolm y yo no tenemos todas esas cosas en las vacaciones de Navidad.

Prácticamente estamos en quiebra, por lo que las compras al centro comercial no es una opción. Nuestros padres trabajan o no están casi todo el día, así que casi no convivimos mucho como familia. No tenemos amigos, a excepción de Stevie y nuestros ex compañeros Kreylboyne, así que no vamos a fiestas. Y aqui, casi nunca cae nieve para Navidad, así que tampoco hacemos muñecos o ángeles de nieve.

¿Ahora entienden como son las vacaciones para nosotros?. Los primeros días estas bien, disfrutando despertar tarde, desayunar tarde, ver televisión todo el día, y dormir tarde. Pero después todo se vuelve: ABURRIDO.

Como ahora, Malcolm y yo estábamos recostados en el sofá de su casa, su espalda y cabeza reposaban en mi pecho, mientras que mis manos lo abrazaban formando una unión justo sobre su estómago.

El estaba igual de aburrido que yo, realmente no estábamos haciendo nada. La televisión ya no se estaba esforzando y no había nada bueno que ver en ella.

Su mano con ayuda de un lápiz, escribía una y otra vez en las hojas de una pequeña libreta la palabra: "ABURRIDO". Variaban los tamaños de las letras en cada hoja, pero no importaba. Eso nos definía a ambos.

-Malditas vacaciones navideñas, no hay nada que hacer.- se quejó Malcolm cerrando la libreta en la que hace unos momentos escribía.

Solté un suspiro agotada.  Acaricie su cabello.

-Seria mas fácil si tuviera algo que me preocupara.- admiti aún pasando mis dedos entre su cabello.- porque lo haria y ya no estaría aburrida.- acepte.

El sonido de la puerta se escuchó y de esta entró Dewey corriendo.

- Se lo perdieron! Fue asombroso!- exclamó ya frente a nosotros.

Reese entró a la casa y note su ropa y rostro sucios, sus prendas estaban casi rotas y tenía algunas heridas.

-¿Qué?- preguntamos Malcolm y yo al mismo tiempo mientras nos sentabamos. Aún así no deje de abrazar a Malcolm.

-A Reese se le ocurrió lo más divertido.- admitió Dewey.- Ir en bicicleta al cementerio, con los ojos cerrados- aclaró eufórico.- choco con una lápida, volo por el aire, luego choco con otra lápida, y cayó en una tumba abierta.- explicó el niño sonriendo.

¿Cómo demonios me pude perder de eso?! Llevo más de dos horas aquí sólo acariciando el cabello de Malcolm. Merecíamos algo de diversión también.

-Estar ahí fue extrañamente pacífico.- admitió Reese.- ahora ya no le temo a la muerte.- confesó.

- Estamos muertos de aburrimiento hace más de cuatro horas!- exclamó Malcolm molesto.- ¿Por qué no nos invitaron?- les recriminó.

-¿No lo hicimos?- pregunto Dewey mirando a Reese.

-Pues yo te vi muy entretenido con los labios de Tn.- afirmó Reese echándole en cara a Malcolm.

-Pasaron junto a nosotros, creímos que jugarían en la cochera.- opine yo dejando a un lado el comentario de Reese.

- Si! Eso fue justo lo que hicieron.- me apoyo Malcolm.

Deje de abrazarlo para sentarme mejor en el sofá.

-Ah!- murmuró Reese recordando lo.- ni modo.- dijo encogiendose de hombros.