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Malcolm Wilkerson

Se separó de mis labios para acomodar las bolas en la mesa de billar.

Creó que ahora entiendo lo que esta pasando. Claramente me esta dando señales, me deja que la toque, me besa más seguido, le gusta provocar me; la cuestión es averiguar hasta dónde se dirige con todo esto.

Toda la tarde nos la habíamos pasado coqueteando.

-Estas detrás de la proverbial bola ocho.- Ay! Proverbial, ¿Quien usa esa palabra para coquetear?.Tal vez no lo escuchó.

-Malcolm me das la Tisa.- pidió.- esta detrás del proverbial Dip de queso amarillo.- mencionó burlona mente.

-Si, Si, Si fue exagerado.- acepte dándole la Tisa.

-No.- negó tomándola.- diste en el proverbial clavo.

-Ya entendí!- le informe para que dejará el tema atrás

-Lo siento.- se disculpó.- ¿Te di en el proverbial orgullo?.- preguntó triste

-Oye tu crees que eso es coquetear y en realidad es hostilidad.- le dije acercandome a ella.

-No estoy bien segura de que es coquetear.- sonrió acercándo su rostro al mío.- O entonces no soy tan coqueta como yo creía.- respondió.

Mire sus labios rosas, su piel daba una linda ilusión con la luz de la sala de juegos de Chad.

-¿Podrías darte prisa?- preguntó.

Tome sus mejillas para besar la, la recargue un poco contra la mesa del billar y disfrute de la cercanía de nuestros cuerpos.

Sus manos pasaron por mi cabello y lo acarició. Amaba cuando hacia eso. Ponía una presión sobré mi haciéndome imposible despegarme de ella.

(...)

Interrumpió nuestro beso para beber más de su cerveza. Amaba a esta chica.

Tenía que admitirlo este era el mejor día de acción de gracias en mi vida. Memorizare este momento para no olvidarlo.

Di unos tragos a mi cerveza. Esperen! ¿Donde estoy?... Ah si! La casa de Chad.

Podría decir que este es el mejor día de acción de gracias en la vida. Memorizare este momento para no olvidarlo.

-¿Donde estan todos?- pregunte notando la sala de juegos vacía.

-¿Ya no estan?- preguntó Tn mirando a su alrededor.

-Malditos!- me quejé.- No vinieron por nosotros! Al diablo con ellos.!-

Tn me tomó de los brazos y me acercó a ella. Se subió a la mesa de billar recostándose y poniéndome encima de ella.

Sabía lo que quería, y yo también lo deseaba.

Uní nuestros labios aún sobre ella. Sonrió y soltó una risa cuando comencé a esparcir besos en su cuello. Su maravilloso cuello que olía tan delicioso. Hice un pequeño chupón para subir mis besos de nuevo a su boca.

Mi pregunta es, ¿Como logra excitarme tan rápido?. Colocó sus piernas alrededor de mi cintura atrayendo me más a ella. Mi erección chocó contra sus caderas y ambos soltamos un jadeo sin dejar de besarnos.

Comenzó a mover se logrando que nos sintiéramos más. Soltó unos cuantos jadeos más mientras besaba sus labios los cuales me volvían aún más loco.

La puerta de la sala de juegos se abrió y ambos nos separamos levantándonos de la mesa.

-No digas nada.- le susurre y ella me abrazó por la espalda.- Muy buenas noches señor.- salude al padrastro de Chad.

She's My Girl || Malcolm In The Middle Where stories live. Discover now