ya estamos en la recta final uwu
200 votos + 100 comentarios = siguiente actualización
El levantarse día a día empezó a ser más complicado. Y por supuesto, todo se debía al peso extra que llevaba en el vientre.
Si YoonGi diera un vistazo a su vida hace un año, probablemente no cargaría con tantos kilos demás, ni con el insoportable insomnio por no encontrar una posición adecuado y cómoda, con los dolores en sus pies cada que daba un maldito paso o, lo más reciente, el leve hinchazón que empezó a sufrir en sus pezones ya no tan pequeños.
JongIn indicó que era algo normal, alegando que su cuerpo se estaba preparando para que sea él la fuente de alimento de los cachorros. Y así, se sumaba otro hecho a las crónicas de su vida como un omega primerizo en el embarazo de trillizos.
Obviamente, si lo pensaba mejor, era claro que se ahorraría lo que actualmente estaba padeciendo si no le hubiera propuesto a JiMin lo que le propuso, sin embargo. ¿Qué hubiera seguido haciendo en aquel tiempo? ¿Estaría tolerando las discusiones con Sehun? ¿La falta de interés en mejorar la relación? ¿Llorando ciertas veces por volver a su antiguo apartamento y acurrucarse en los brazos de su mejor amigo? ¿Teniendo el horrible sentimiento de incertidumbre sobre si su anhelo no sería cumplido nunca?
No, sin duda alguna no anhelaría el tiempo que vivió atrás. No cuando ahora estaba yendo del brazo de JiMin, el alfa que desde hace muchos años encajó tan bien con él, quien fue su paño de lágrimas y su mayor pilar de apoyo, ese hombre que podía ser todo un cachorro infantil para sacarle sonrisas y hacerle olvidar un día amargo. O que era capaz de amarlo por completo, en medio de besos que le quitaban el aliento y caricias cálidas recorriendo su piel.
Si la vida le había puesto obstáculos en los cuales tropezó, tal vez sus malas elecciones estaban siendo recompensadas en estos momentos. Porque siempre habrá decisiones que tomaremos y puede que no sean perfectas, pero eso no significa que no haya algo que podamos hacer.
── En momentos así me doy cuenta de que robas mucha atención de esa plaga.
JiMin arqueó una de sus cejas, entendiendo muy poco a lo que se refería su omega, oh-sí, su omega.
Y es que el peliazul estaba más enfocado en apreciar lo bonito que se veía YoonGi comiendo su crepa con extra de Nutella, que no existía nada más a su alrededor.
── JiMinie, ¿me estás escuchando?
── Obviamente, cariño.
── ¿En serio? Pues te hice un pregunta.── ambos se detuvieron, más por el hecho de que YoonGi dejó de caminar y JiMin lo miró con extrañeza.
Ah.
── Respóndeme, entonces...
El alfa abrió sus ojos totalmente, formando dos perfectos círculos mientras intentaba rebuscar en lo más profundo de su mente algún indicio o pista sobre lo que YoonGi estuvo comentándole.
Tardó segundos, pero no halló nada.
── ¡No me estabas tomando atención!
── ¡Sí lo hice! ── se excusó de la misma forma.
── Pero no respondiste.
── Ah, sí. Sí a todo lo que preguntes, Gigi. ── se rindió totalmente, intentando retomar el paso. Sin embargo, se sorprendió al notar que el omega se zafó del agarre de ambas manos -que anteriormente estaban entrelazadas- y sus ojitos gatunos empezaban a cristalizarse.
JiMin ni siquiera sabía lo que había hecho ahora.
── ¡Eres un tonto!
Entonces los intentos del omega por golpear a su alfa no se hicieron de esperar. Park intentó cubrirse al menos la cara, no entendía el arranque de locura en YoonGi. Se suponía que la etapa de revolución de las hormonas había cesado.
── ¡Auch! Pero- ¿Qué hice ahora?
── Te pregunté si esas omegas eran más lindas que yo, me dices que sí y- ¡¿Esperas que no te golpee?! ¡Eres un insensible!
Y para que YoonGi se calmara, JiMin tuvo que dejar que pasaran al menos treinta segundos. Hasta que el rubio quedara agotado, o hasta que decidiera que seguir comiendo su postre era mejor que seguir regañando al alfa.
── No puedes estar molesto en serio. ── comentó con indignación, siguiendo a donde sea que el omega estuviera yendo.
── Tú no me dices qué hacer.
── Ya te dije que estaba distraído. ¡Lo admito!── alzó ambas manos en rendición, poniéndose de frente de YoonGi para bloquearle el camino.── No te estaba escuchando y dije lo que supuse que estaría bien. ¿Ya me puedes perdonar?
Los ojos de JiMin se asimilaban a los de un cachorro a opinión de YoonGi, quien se cruzó de brazos e hizo un gesto de estar pensándolo. Le gustaba hacerse el interesante hoy, no sabía por qué, pero eso tampoco era importante.
── Solo si me compras una tarta de-
── ¿JiMin?
Oh. No.
Y justamente cuando el alfa creía haberse salvado.
YoonGi entrecerró sus ojos, pasando del alfa a la omega exhuberante que se ubicaba detrás.
El peliazul tragó saliva y con pesar giró lentamente. ── ¿Ho-hola?
La castaña soltó una risita coqueta, dándole un leve empujoncito en el hombro derecho. ── ¡Hey, cuánto tiempo! ¿Por qué esa cara? ¡No me digas que te olvidaste de mí!
YoonGi rodó los ojos, sintiéndose prácticamente invisible.
Ante la notoria mudez del único alfa. Ella prosiguió. ── Ouch, eres malo, Jim. Y yo que estaba esperando otra de tus llamadas, hace muchos meses que no nos vemos.
── Ninosvolveremosaver. ── murmuró con los labios casi pegados.
── ¿Disculpa?
── ¡No, nada! ── dando un suspiro y tomando la mano de YoonGi a pesar que este se resistió con alta terquedad, le sonrió forzosamente a la omega. ── Escucha, Nayeon. Lamento no haberlo aclarado antes, pero ya no busco ni buscaré ningún encuentro de ese tipo.
La expresión de sorpresa en el rostro de la omega fue muy clara. Tanto que YoonGi se sintió ofendido. Su -ahora- alfa sí que fue todo un casanova, el fuckboy de esas estúpidas historias cliché para adolescentes.
── Woah, jamás creí que esto pasaría. Creo que fui muy ciega al no ver a este encanto de omega. ── su mirada se conectó con la de YoonGi, y extrañamente, el pálido no encontró atisbo de rencor que le diera un mal presentimiento. ── Anda, suelta el secreto de cómo domaste a la bestia.
── Nayeon...
── Aunque, ¿tú te debes llamar YoonGi, verdad? ── ante el asentimiento confundido, ella sonrió más. ── ¡Oh, con razón! ¡JiMin siempre hablaba de ti! Lo tienes idiota desde la universidad, amigo.
── ¡Im Nayeon!
── ¿Qué? No he dicho nada malo. ── se encogió de hombros, ignorando a su ex amigo con derechos para volver su atención a YoonGi. ── ¿El imbécil se tardó mucho en declararse? Siempre tuve esa duda. ── inclinándose un poco más hacia el rubio, le susurró algo al oído: ── ¿Sabes? Al paso que éste iba, pensé que terminaría siendo como un sugar daddy pero sin dinero.
El comentario fue tan extra que YoonGi terminó riendo fuertemente, carcajadas que dejaron a JiMin más que perdido en el tema.
Nayeon siempre fue un alma libre y sin ataduras, es por eso mismo que accedió a lo que únicamente JiMin buscaba en ese entonces en su época de soltero. Fuera de aquellos encuentros, eran solo amigos, de esos que se contaban lo pesado de sus días en el trabajo e iban a fiestas como cualquier persona joven.
Por ello suponía que era entendible que ambos omegas se llevaran de maravilla. Nayeon irradiaba alegría y su omega era dulce cuando se sentía cómodo. Ahora JiMin podía respirar en paz sabiendo que no dormiría en el sofá.
── Ya no siento mis pies. ── se quejó a pesar de que solo dieron cinco pasos desde que salieron del taxi.
Habían tardado mucho luego de que se puso a charlar un poco más con Nayeon en el centro comercial. Y recién estaban por llegar a la agencia en donde el omega pediría su licencia de maternidad.
── Falta muy poco, cariño. Cuando lleguemos a casa puedo hacerte unos masajes.
── Ah, sí, por favor... ── contestó con los labios abultados, siendo besado efímeramente por JiMin.
En medio de un silencio tranquilo, aminaron lo necesario, llamando la atención de muchos una vez estuvieron dentro de la empresa. Incluso NamJoon y HoSeok estuvieron un rato con ellos, haciendo menos aburrida la espera en recepción.
── Ouh, ¿También vas a renunciar, YoonGi-ssi? ── preguntó Jisoo mientras tecleaba rápidamente.
── ¿También? ── repitió confundido, dejando en los asientos a sus amigos y a JiMin hablar sobre si habría algo de un baby shower.
── Ah, qué torpe. Estuviste descansando y no lo supiste, pero Sehun renunció hace tres días. El productor Kang estuvo muy sorprendido como muchos de nosotros, pero respetó su decisión porque era lo único que quedaba.
> Y casi lo olvido, pero él me dejó esta carta a cargo para entregártelo cuando volvieras.
YoonGi dudó por un momento si era buena idea tomar el sobre. No obstante, terminó por guardarlo dentro de su holgado suéter.
── Bien, formularé el documento y pondrás tu firma donde sea necesario. Luego de eso podrás irte, YoonGi-ssi.
Dando un asentimiento rápido, la cabeza del omega trataba de indagar sobre lo que posiblemente Sehun le haya escrito. Ni siquiera se esperó que renunciara, pero de alguna forma, esperaba que todo le fuera bien sean cual sean sus razones. Lo mejor para ambos era la distancia, y agradecía internamente aquello.
perdón por la tardanza para que saliera tremendo capítulo random [llanto]
les dejo un regalito re bonis 👇🏻