"No hay encuentros accidentales entre almas". Sheila Burke.
ESTELA TESSIER
Su voz tan profunda...
La reconocí inmediatamente, era él, no podía moverme, estaba paralizada, podía sentir mi corazón latiendo como loco, ¿por qué?. Estaba atrapada y no podía escapar.
—Uh, ya veo quién es la acosadora —su voz tenía un tono burlón.
Gire sobre mi eje, el espacio era menos de lo que esperaba, el estaba a unos cuantos centímetros de mi. Su rostro varonil era más atractivo de lo que recordaba, su cabello azabache un poco largo estaba desordenado, pero aún así se veía bien, su camisa de color verde esmeralda, las mangas yacían enrolladas hasta sus codos, dejaba ver los ligeros músculos de sus brazos.
Necesito alejarlo, cualquier movimiento y nuestros rostros estarían rozándose.
El ladeo su cabeza—. ¿Ya terminaste de admirarme?
Arque una ceja y cruce los brazos sobre mis pechos, sin dejar de mirarlo, no quería que pensara que le tenía miedo o algo por el estilo—. Que egocéntrico.
—Que acosadora.
Mordí la parte interior de mi mejilla.—No te estaba —me interrumpió.
El movió su cabeza en forma de negación varias veces y se río, —claro, y los carros vuelan.
Me encogí de hombros y mi mano tomo mi barbilla fingiendo que pensaba, —mmm —lo mire de nuevo y mis labios imitaron su sonrisa burlona, —En Harry Potter si.
Él bufo, —que creativa.
—Oww, gracias —agradecí sarcásticamente mientras una de mis manos se posaba en mi pecho.
—No era un cumplido.
Nadie dijo nada más, era como si él estuviera esperando que yo dijera algo, pero nada salió. Su mirada verde se conectó con la mía azul.
Sus ojos eran tan profundos y intensos como un océano, «¿Un océano verde?, Dios, que estoy diciendo», decían tantas cosas tan difícil de descifrar, tan difíciles de leer. Nunca había visto unos ojos tan encantadores, pero con ese toque de misterio tan atrayente que podía llegar a ser peligroso.
¿Quién eres, ojos verdes? ¿por qué causas tanta curiosidad en mi?
Tomo un mechón de mi cabello y empezó a jugar con el en sus dedos, su mano estaba rozando mi pecho. Su mirada volvió a mis ojos, trate de controlar mi respiración antes de que se agitará más. El aroma de su perfume llegó a mi.
—Quizás deberías irte.
—Si. Tal vez si te quitarás podría irme, ¿no crees?
—No es mi culpa que estuvieras divagando por un bosque a estas horas.
Tu estabas haciendo lo mismo, idiota.
Sentí mis mejillas arder, sin razón, no lo comprendía, apenas lo conozco y hemos cruzado algunas palabras que claramente no han sido las mejores, no es la mejor persona para iniciar una conversación estable. Di algunos pasos hacia atrás para tratar de alejarme, pero el dio pasos acercándose más, sentí mis espalda chocar contra el tronco de un árbol, estaba entre el tronco y el, mis manos se posaron en su pecho para detenerlo, solté un jadeo a esa acción.
¿No sabe que es espacio personal?
Trague con dificultad y remoje mis labios, —¿como te llamas?
—¿Para qué quieres saberlo? No creo que te importe.
Si te lo estoy preguntando es por algo.
"¿Para que querría perder mi tiempo en seguirte?"
"¿estoy frente a una celebridad y no me he dado cuenta?"
Sus palabras de aquella noche se hicieron presentes en mi mente.
Puse los ojos en blanco, mis manos se envolvieron en puños sobre su pecho para luego dejarlas caer a mis costados. —Entonces supongo que yo no te importo en lo absoluto, ¿qué haces perdiendo tu tiempo conmigo? —hice una pausa —que yo recuerde, habías dicho que no perderías tu tiempo siguiéndome, —ladee mi cabeza. —La otra noche.
Su mandíbula se tenso y su rostro tomo una expresión fría, dándome una mirada fría igualmente, él retrocedió.
Una sonrisa de victoria se formó en mis labios, lo había callado.
—Cambias muy rápido, ¿ya te lo han dicho? —y es cierto, cambia de humor muy rápido, primero estaba con su personalidad egocéntrica y ahora está a la defensiva.
—No me conoces —me sorprendió lo fría que sonaba su voz. Paso a mi lado, mi hombro choco contra el suyo y yo me voltee para seguirlo.
—Ni tu a mi —contraataque.
—Eres muy molesta, ¿sabes?
Crucé mis brazos y me encogí de hombros—, al menos no soy como tu
Además, él había iniciado la conversación, no yo, pero claro, el rey de el mundo debe de pensar que todas lo buscan como que si fuera la única coca cola de el desierto.
Se volteó y se acercó a mí con su estúpida sonrisa.
—De nuevo juzgando sin conocer a los demás, ¿eres así todos los días, bonita?
—No, ¿pero qué más puedo pensar de alguien que me habla de ese forma por primera vez?
—¿De que forma? —el metió sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.
Negué con la cabeza, —olvidalo.
—¿Cómo te llamas? —su mirada permaneció sobre mi en todo momento, como si estuviera observando cada uno de mis detalles sin perder ningún movimiento.
Dude un poco antes de responder.
—Estela.
—Mmm, bueno es hora de que te vayas y dejes de molestar, Estrella.
—Mi nombre es Estela—
El chasqueó la lengua interrumpiendome mientras se inclinaba más a mí—. Okey —hizo una pausa y me dio una mirada divertida —Estrella.
Mi boca se abrió para decir algo pero la cerré rápidamente, sabía que lo hacía apropósito. —¿No piensas decirme tu nombre?
—Hades.
Hades...
Fruncí mis labios para evitar una risa, ¿Adivinen que? fue imposible. Reí por lo bajo y con eso confirme que mi humor está roto. No he conocido a alguien que se llame como un dios griego, los nombres raros que conozco son de mis amigos extranjeros. Realmente no sé si me estaba riendo porqué me causaba risa o porque estaba nerviosa.
—Disculpa, —añadí por haberme reído—. ¿Como el dios griego? —sonreí y mordí mi labio inferior, mi mirada era divertida—, que originalidad tuvieron tus padres, eh.
—Sí, muy originales —la incredulidad era clara en su voz.
—Agh, que amargado, ¿eres así todos los días, Hades?
—¿Te metes siempre en la vida de los demás, bonita?
Su cara estaba a unos centímetros de la mía, trague saliva para luego mover mi rostro hacia un lado, —no me digas bonita. —Retrocedí.
—Como digas, Estrella —dijo con una sonrisa de lado.
Lo fulmine con la mirada.
—¿En serio no me estabas siguiendo?
—No —respondió—. No soy un acosador.
—Claro.
—Cree lo que quieras, no me importa.
—Eres odioso.
Hades me mostró su dentadura en una sonrisa.
—¿Qué parte no entiendes de "no me importa?
—Con esa actitud no llegarás a ningún lado, te lo aseguro —le recordé lo obvio.
—Apenas sabes mi nombre y crees que tienes mi biografía de vida.
—Hades —repetí su nombre, esta vez posando mi mirada en el cielo—. Suena de rompecorazones.
—¿Crees que lo soy?
—¿Crees que lo eres? —contraataqué.
—No lo sé, quizás rompa el tuyo.
Y me reí, muy gracioso su chiste.
—No tengo planeado verte nunca más en mi vida.
La notificación de un mensaje hizo eco en el lugar, tome mi teléfono y vi un mensaje de Hannah preguntando que donde estaba.
Mis ojos se abrieron como naranjas, mire el cielo y estaba mucho más oscuro que cuando me encontré a Hades, o bueno, que cuando él me encontró.
¿Cuánto tiempo había pasado?
Levante la mirada para despedirme de el pero ya no estaba, ¿en qué momento se había ido? no escuché ni un solo ruido, que ágil.
Encontrarlo en el mismo lugar dos veces ya no era casualidad, me asustaba un poco, o simplemente si era casualidad, pero yo sé que no.
El frío aumentaba cada vez más, el viento rozaba las ramas de los árboles, y el olor a tierra mojada se acentuaba cada vez más, probablemente en la mañana había estado lloviendo. Me abrace a mi misma mientras miraba a los alrededores.
No había nada. Retrocedí y me voltee para volver por el camino de hojas secas, era un camino de unos cuantos minutos donde estuve mirando a todos lados, todos se habían ido, solo estaba Hannah en una esquina.
Ella se acercó a mí rápidamente y me tomo de la mano, su cabello rubio en una cola alta se movía con el viento—. Vámonos.
—¿Y Jackson? —pregunte mirándola confundida.
—Ah, se fue.
"Ah, se fue" la dejo sola en un bosque que ella no conoce donde podría pasarle cualquier cosa, se suponía que era su cita.
Mis labios se entre abrieron y mi entre cejo en molestia se hizo presente. —Te dejo sola en un lugar que no conoces.
—Su madre tuvo un accidente, Estela, está en el hospital —hizo una pausa — y un chico moreno me dio esto —ella me entrego un trozo de papel de bordes desiguales con un número de teléfono.
Max, se me había olvidado completamente, no se ni cuánto tiempo pase con Hades, había perdido por completo la noción de el tiempo.
—¿Sabes quién es? —articuló curiosa, —él tenia un piercing en su labio inferior, creo que era él sentado al lado de ti.
—Si, vamos.
Teníamos que irnos antes de que se haga más tarde y reciba algún mensaje de mi madre, siempre que llego tarde me da la típica plática de que no sé quién es el que tiene malas intenciones y quiere hacerme algo, típico.
Hannah se quedará a dormir está noche. En el camino solo hablo de su "cita" con Jackson y lo encantador que era.
Su sonrisa se amplió aún más, —dijo que era diferente a todas las chicas con las que a salido—
La interrumpí —es lo que le dice a todas, Hannah, —un golpe de realidad, no quería que jugarán con ella, y se que Hannah no era tonta, pero suele ilusionarse demasiado rápido con unas simples palabras. Ya hemos estado en esta situación más de una vez, yo aconsejándole o viceversa.
Su boca se abrió para decir algo pero la cerro de inmediato y asintió.
—¿Dónde estabas? tardaste mucho,
—su mirada estaba sobre mi.
No tenía porque mentirle pero no quería hablar sobre el rey de el egocentrismo.
"De nuevo juzgando sin conocer a los demás, ¿eres así todos los días, bonita?"
Me causaba risa que se llamará como un dios griego, o aún mejor, como un villano de Disney, ahora será inevitable pensar en él sin que se me venga a la mente el personaje de fuego azul.
Hannah paso su mano en frente de mi cara.
Salte un poco y vacile, —caminando, quería...estar sola un rato, —mentí mirándola a los ojos.
—Mentira, siempre que mientes empiezas a jugar con tus anillos, —ella soltó una risa —mientes bien, yo no podría mentir mirando a los ojos, pero conmigo eso no te funciona, Tessier. —dijo lo último dando unas palmaditas en mi hombro.
Mi mirada bajo hacia mis manos y es cierto, estaba jugando con mis anillos y no me había dado cuenta, suspiré en frustraron. Dios, Hannah me conoce tan bien, no puedo mentirle, bueno, en los casi 8 años de amistad me ha leído muy bien, a veces siento que sabe cada cosa que pienso.
Humedecí mis labios y mordí mi labio inferior. —Luego te cuento.
"Luego te cuento" es lo que siempre digo, pero después nunca cuento nada.
[...]
Llegamos a mi casa, Hannah está en mi habitación poniéndose su pijama, en camino a la cocina me encontré con una nota sobre el desayunador.
La cena está en el microondas, no podré ir a casa está noche, nos vemos mañana por la tarde, te quiero, descansa.
Atte: mamá.
Ah, ya estaba acostumbrada a leer estas notas unas 5 veces por semana, la mayoría de el tiempo mi madre se la pasaba fuera de casa.
—Estela, ¿cual es la clave de el internet? —preguntó Hannah mientras miraba su teléfono, apareciendo por la puerta de la cocina, ella ya estaba en su pijama de Stich, su cabello estaba recogido en un moño desordenado.
La mire y reí, —¿no puedes estar ni un segundo sin internet?
Ella me ojeo y hizo puchero. —Solo dame la clave.
—Es Flâner.
Su expresión se convirtió en confusión pura. —¿Qué significa y como se escribe?
—Bueno, no es exacta su traducción pero la palabra significa "el arte de pasear tranquilamente por las calles de París" eso es lo que me dijo mi madre cuando vivíamos en París —informe al mismo tiempo que rodeaba el gran desayunador para tomar un lápiz y una hoja que estaban a el otro lado.
Me tomo unos cuantos segundos escribir la palabra para dársela a ella. —Toma —estire mi brazo y ella al otro lado de el mesón tomo el papel.
—Gracias —agradeció, sus pulgares estaban escribiendo sobre la pantalla.
Me moví para llegar a la nevera y abrirla y sacar una botella de agua.
Hannah dejo su teléfono en el mesón y me dio una sonrisa divertida.
—Okey, ahora cuéntame cómo te fue con ese chico.
Sus palabras causaron que me atragantara con el agua, haciéndome toser, tape mi boca con una de mis manos.
Me quedé helada por unos segundos.
Le di una mirada que yo ni siquiera podía explicar. ¿De que chico hablaba?
¿Max?
¿Hades?
Pero, ¿como ella podría saber que estuve hablando con Hades?
Se supone que todo el tiempo estuvo con Jackson.
Tal vez nos vio.
—¿Que chico? —deje la botella en la nevera.
★
¡Hola, Hola!
¡AL FIN! saben el nombre de él. Quiero aclarar que su nombre se pronuncia "ades" con la «H» muda.
¿Que piensan sobre este cap?
¡Muchas gracias por votar y comentar! De verdad me pone muy feliz leer sus comentarios♡, los quiero mucho. Gracias por leerme❤️
Quiero aclarar que este capítulo lo escribí hace bastante (hace dos meses o tres más o menos), obviamente tenía errores, sobretodo en el uso de guiones lo cual ya arreglé. Pero si encuentran alguna falta ortográfica u otra cosa podrían decirme, así puedo corregirlo.
Nos vemos «¿o leemos?» en la próxima actualización <3,
Nota actualizada de la autora: oigan ajaksja noté que varias personas en los comentarios dicen que ya no les gustará el libro (o que lo dejarán de leer) porque es "triángulo amoroso" entre Max, Hades y Estela. Sólo diré que de triángulo amoroso este libro no tiene nadita, así que tranquilxs, disfruten de la historia sin tener que preocuparse por eso, jeje💜