Despegue mis labios de los Malcolm cuando el teléfono de la casa sonó por tercera vez consecutiva.
- Si es importante insistiran.- afirmó Malcolm volviendo a unir sus labios con los míos.
Me separe de nuevo.- Malcolm ya es la tercera vez que llaman.- le recordé.- debe de ser importante.- agregue con obviedad.
Malcolm se levantó de la mesa de la cocina y tomo en teléfono, en cuanto vi su cara supe que era uno de los tantos reclutadores universitarios.
Me dio una mirada de cansancio, ya estaba harto de que lo estuvieran molestando.
-Si por supuesto yo le llamo.- contestó Malcolm por el teléfono.- Voy por una pluma.- aviso para colocar el teléfono sobre su pecho, espero unos segundos sin hacer o decir nada, después volvió a colocar el teléfono sobre su oido.- ¿Cuál era el número?- pregunto para después fingir escribir sobre una hoja imaginaria.- Bien ya está, yo lo llamo lo prometo.- se despidió y colgó.
- Si ese no era un pariente me voy a molestar.- dijo Hal detrás de mi.
Lo mire, venía llegando del trabajo.
-Solo otro reclutador.- respondió Malcolm con cansancio.
-¿Sólo otro reclutador?!- pregunto Hal ofendido.- Cuando yo buscaba no había reclutadores universitarios, si no hubiera visto ese anuncio en una cajita de fósforos no tendría una educación superior.- nos contó.
- Es que nos llaman todo el tiempo.- intervine esta vez yo.- Como veinte veces al día
- y cuando me llaman a mí preguntan por Tn o viceversa.- agregó Malcolm. Tenía razón, cuando me llamaban a mí después preguntaban por el.
-¿Cómo demonios saben que somos novios?- Pregunte.
-Cada llamada la deben tratar como a la universidad a la que irán!- nos recomendó Hal.- Se llaman opciones.- afirmó.- ¿Por qué creen que las chicas salen con los chicos feos?- nos pregunto.
Mamá entró por la puerta trasera, venía molesta y todos sabemos que es por culpa de la boda de Reese con Raduca.
Malcolm y yo optamos por alejarnos cuidadosamente, un movimiento brusco y explotaria contra alguno de nosotros.
Entramos a su habitación, ahora Dewey y Malcolm tenían sus camas propias.
- Ya me voy.- nos aviso Dewey tomando su maleta.
-Dale mis saludos a Francis y Piama.- le pedí dándole un beso de despedida en su mejilla.
- Nos vemos después!- se despidió el niño saliendo de la habitación.
-Woah! La habitación para mi sólo.- exclamó Malcolm mirando el lugar.
(...)
-Y entonces le dije que no podía hacer gases de efecto invernadero sin un previo reporte.- comenté a Malcolm
-Kevin es demasiado confiado.- agregó el riéndose de eso, abrió la puerta de su casa.
-Ahi están los estudiantes!- exclamó Hal.
Me quedé un poco confundída, la verdad no lo había visto y hasta ahora note que estaba acompañado.
-Malcolm, Tn, dejen me presentarles a Rick Anderson, un reclutador de la MIT.- Hay señaló al hombre.
- Oye..- susurro Malcolm.
- Ya lo hablamos, y se sentarán a escuchar lo que dirá.- nos ordenó susurrando.- Se que ambos tendrán muchas dudas.- exclamó fuertemente Han guiándonos al sofá.
Los dos nos miramos y resignados nos sentamos en el sofá junto a ese tal Rick.
La verdad es que no era por ser grosera pero la MIT no me ofrecía el departamentos de Leyes que yo quería.
-¿Viene de la MIT?- pregunto Malcolm sin saber que decir.
-Así es, Instituto Tecnológico de Misisipi.
-¿Qué?- preguntamos Malcolm y yo confundidos. ¿Que no eran de Massachusetts?.
-Todos asumen que somos de Massachusetts.- admitió Rick.- Y son buenos pero, ¿Les ofrecen el mismo enfoque cristiano de la ciencia y las leyes que nosotros?- pregunto.
Malcolm y yo nos quedamos callados, ¿Enfoque cristiano dentro de una institución?.
- Se que son unos buenos chicos y que no tomarían una decisión hasta que vengan con nosotros y les concinen el mejor Bagre que hayan tenido en la boca!- exclamó sonriendo.
No pude soltar una sonrisa sincera.
Hal nos chico señas para que fingieramos.
- Papá, ¿Tn y yo podemos hablar contigo unos segundos?- pregunto levantándo se y me tomo de la mano para ir con el.
Una vez que nos alejamos Malcolm habló.
- Es una pérdida de tiempo , ya te dije que sólo cuatro universidades tienen el programa de Biología nuclear que me interesa.- afirmó.- y este MIT con "K" de Colombia no es una de ellas.- agregó sarcástico.
-Puede no ser la universidad que quieren pero deben tener una de respaldo.- nos alentó.
-Olvida lo! Esta es nuestra decisión, y ya no hablaremos con estos bobos!- afirmó Malcolm para tomar mi mano y caminar hacia su habitación.
(...)
- Me gustan más los autos rojos.- admiti señalando uno en la revista que tenía Malcolm.
Lo abrace por la espalda y el recargo su cabeza en mi pecho.
-Lamento si no te deje dormir anoche.- se disculpó Reese llegando hacía nosotros.
-Reese no quiero saber sobre tu vida sexual.- comentó Malcolm asqueado.
-¿Qué?- pregunto Reese.- No, estaba limpiando las manchas de la entrada.- explicó.
-Ah.- murmuró Malcolm.
No había dicho nada, seguía enojada con Reese.
-Para tu información el matrimonio no es sólo sexo.- afirmó Reese.- Es un compromiso.- aclaró.- Además no puedes hacerlo por el periodo de espera.- agregó.
-¿Periodo de espera?- pregunto Malcolm confundido.
Yo también lo estaba, ¿De qué periodo de espera estaba hablando?.
Reese se burló.- El ingenuo y pobre Malcolm.- murmuró Reese.- Todas las esposas tienen un periodo de espera de seis meses a un año.- afirmó.- Si dejaras los libros y empezarás a vivir sabrías de estas cosas.- le echo en cara.
Yo no tuve periodo de espera, ¿De qué demonios hablaba de Reese?.
Mi mirada se desvió a un chico que salió de la cochera donde ahora vivían Reese y Raduca, este chico era alto, sólo llevaba unos pantalones de pijama puestos y estaba descalzo.
-Raduca es una flor delicada que debe ser tratada con respeto.- agregó Reese.
-¿Quién es el?- señaló Malcolm a ese chico que ahora hacia Flexiones.
- Su hermano Bella.
¿Su hermano?.. No lo Creo.
- No se parecen mucho.- comentó Malcolm.
-Se nota que no sabes, nunca he visto a dos personas más cariñosas.- opinó Reese.
(...)
-Oye no se si sea buena idea.- comenté caminando junto a él.
-Escondió mi carta !- me recordó.- Mi carta para Harvard!- recalcó.- Es como si echará mi futuro a la basura literalmente.
Bueno, tenía un punto. Su papá se tomó demasiado en serio lo de los reclutadores universitarios que ni siquiera aceptaba la elección de Malcolm por Harvard.
Mi papá también se estaba interesando en la atención que estos reclutadores le brindaban, mi casa estaba llena de cosas con los nombres de distintas universidades, como paraguas, gorras, protectores de vasos, hasta sueteres y camisas. Aunque al menos mi papá aceptó desde un principio que mis dos elecciones son Cambridge y Haravard, aún no decido, pero hay una que realmente me puede ofrecer lo que deseo.
Entramos al restaurante y observamos a Hal en una de las mesas, nos acercamos a el.
- Papá!- le llamo Malcolm. - ¿Me puedes decir que hacia mi carta para Harvard en tu cajón secreto del dinero?- pregunto mostrando la carta que tenía entre la manos. Ese cajón no era tan secreto que digamos.
-¿Harvard?!- pregunto molesto Vince, el reclutador de Cambridge.- ¿Es eso cierto Hal?
Hal tartamudeo nervioso.
-Claro que es cierto!- afirmó Malcolm.
-Creo que esta cena se acabó.- dijo esta vez Vince levantándose de la mesa.
-Deja me explicarte.- pidió Hal
- No quiero escucharte.- respondió Vince extendiendo le la mano.- Me prometiste que ambos irían a Cambridge!- nos señaló a Malcolm y a mi.
¿O sea que había asegurado que Malcolm y yo estudiariamos en Cambridge?.
Hal miró su mano y después se quitó un anillo y se lo entregó a Vince quien se marchó de inmediato.
- Esta es nuestra decisión papá, nuestro futuro.- le explicó Malcolm.
- Son unos niños.- nos recordó. - podían cambiar de opinión, necesitaban un periodo de calma.- afirmó Hal.
Los dos nos sentamos en la mesa frente a él. Tenía que admitir que tenía buenas intenciones.
-Casi me caso con una mexicana dos semanas antes que con su madre!- nos contó.
-¿Hipotecaste mi futuro por unas cenas y unos sueteres?- pregunto Malcolm.
-Y otras cosas más, impermeables, cojines, llaveros.- nos explicó.
Malcolm lo miro sorprendido.
-Escuchen, era obvio que tu padre y yo los íbamos a dejar tomar la decisión final.- afirmó Hal mirándonos.- Pero la atención nos gustó.- admitió mirando el suelo.- me encantó la atención.- recalcó.- Si fuera mujer sería una zorra.- opinó
-Solo les dabas alas.- afirme yo.
- Lo se.- aceptó Hal.- Es sólo que... soy un tipo promedio con un trabajo en el que podrían reemplazar me en una hora.- afirmó.- Me hicieron sentir importante.- recordó.- Tp y concluimos qud ustedes son lo único importante que hemos hecho en la vida.- confesó
Me quedé callada ante esa confesión, mi papá le admitió a Hal que yo era lo único importante que hizo en su vida.
-Ay no!- se quejó Hal apunto de llorar.
- No te sientas, te mereces la atención.- le animo Malcolm.
- No me quejo por ti!- afirmó Hal.- Vince dejó la cuenta!- nos explicó llorando .