Los labios de Camila atraparon los de Lauren en un brusco movimiento, los presionó. Lamió y succionó. Su dedo pasó por la línea de la mandíbula de Lauren y cuando ella jadeó, Camila metió su lengua en la boca de Lauren. Ambas fundiéndose inmediatamente.
Lauren volvió a jadear, pero por el repentino alejamiento de Camila.
La miró a los ojos, Camila sonreía.
—Asquerosa. —Dijo y se marchó de allí.
Lauren se tocó los labios y abrió los ojos, frunciendo el ceño.
Debía admitir que era una gran besadora.
Pero también debía admitir que no entendió porque Camila se marchó de allí.