El sonido del teléfono retumbando por toda la casa de los Pinzón. Nadie contesta, Don Hermes estaba comiendo, quejándose de que esta mal la sal, o que estaba frío, común de él. Hasta que apareció Michel.
M: ¿Si?
DH: Deje ahí Michel
M: No, sh - Echa una risita - Diga - Colgo -
DH: ¿Quien era?
M: Nada importante - Dejo su vista perdida en un lugar - ¿Que hora es?
DH: Las - Mira su reloj - Diez y media ¿Porqué? - Habla con la boca llena -
M: No por nada - Se queda pensando un rato - Me tengo que ir - Se levanta -
DH: ¿No va a comer algo antes?
M: No, no puedo, voy con betty
DH: ¿Para?
M: Por qué - Se queda pensando - Par algo, Don Hermes - Dedica una sonrisa - Para algo, nada malo, pero, me tengo que ir, si puedo se lo cuento en la noche o cuando lleguemos, si me acepta
DH: ¿Como qué le acepta, Michel? - Se pone serio - ¿Le anda caminando a mi hija? ¡Ah! - Da un golpe en la mesa -
DJ: ¿Que pasa? ¿Porqué está gritando Hermes? - Sale de la cocina con un plato -
DH: Que aquí el señor Michel - Dice enojado - Le está caminando a nuestra niña, Julia - Se pone enfrete de el -
DJ: Ay déjelos, si se ven bien juntos. Usted vaya Michel, no le haga caso
M: Gracias, nos vemos más tarde
DH: ¡Hey! - La sigue hasta la puerta, al igual que su mujer -
M: ¿Si? - Contesta nervioso -
DH: Cuide a mi hija, y acuérdese que el diablo es puerco - Se regresa al comedor - ¡Julia! Venga y sírvame
DJ: Chao Michel
M: Chao
Michel salió de la casa de los Pinzón pensando que hacer ese día. Tenía problemas en Francia, con su familia, quiere pasarla bien antes de irse, por qué sabe que cuando llegue va a ver una persona que no le va a dejar respirar, o que tal vez esa persona deje de respirar en algún momento de su vida, de que su corazón deje de latir.
...
Carpetas de colores en la mesa, manos y manos tocando estas junto con una cuantas fotos.
B: ¿Y bien?
AM: A mi me gustaron
M: También ¿Tu Hugo?
H: Son mis diseños, ellos solo los recrearon en donde se ve mejor, claro que me gusta
B: Ya, pues estamos de acuerdo que ya se pueden poner en revistas las fotos ¿No?
MC: ¿A mi no me va a pedir mi opinión, betty? - Se balancea sobre la silla, de adelante para atrás -
B: ¿Que le pareció, Don Mario? - Echa un suspiro -
MC: Me gustaron - Pone una sornisa -
B: Bien - Se levanta - Las fotos se publicarán en entrevistas sociales de moda, solamente una editorial es extranjera
AM: ¿De qué país?
B: España - Comienza a jugar con su bolígrafo - Es un paso grande para la empresa, aunque solo gente vea la ropa, se hará promoción y eso podría ser bueno, si se reciben buenos comentarios y si están interesados, estaríamos listos para salir al extranjero
M: Usted sabe que no podemos sin una aprobación de la junta directiva - Le señala con el dedo índice -
B: Lo sé, pasado mañana se hará la junta, para que se vote si podemos salir de Bogotá y sacar más sucursales por fuera, no se, tal vez en, Cartagena, Medellin
M: ¿Usted cómo asegura que les gustara la ropa? ¿Que no nos vamos a poner en quiebra por poner demasiado dinero en sucursales en otros estados, que no sean Bogotá?
B: Eso, se expondrá cuando sea la junta, por lo tanto, se aceptan las fotos en las revistas que conocemos todos, obviamente de aquí, la editorial Española nos mandara una revista para ver como quedaron, en que sección y que dicen sobre la empresa, sin más, se levanta el comité - Sale por la puerta principal de la sala de juntas -
Beatriz se dirigió hacia el ascensor, iba a ir a la planta de producción para ver que tal están las máquinas, vio que algunas se necesitan mantenimiento, y algunas remodelaciones, pero cuando se abrieron las puertas metálicas de par en par, se encontró al francés que tanto quiere.
B: Michel ¿Que hace aquí? Ojo que aún no es la hora del almuerzo JOJOJO M: Bueno, es que se me ocurrió salir
B: ¿Salir? ¿A dónde?
M: Ehmm ¿A una sala de juegos?
B: Ay Michel, quisiera decirle que si pero tengo que ver la planta de producción
M: Bueno - Baja la cabeza - Pero, después de eso ¿Puede?
B: Eh si, claro que si
M: ¿Cuanto tarda?
B: Como tres o dos horas, es que tengo que ver la maquinaria, más el personal, son muchas cosas - Se le quedo viendo - ¿Porqué tanta prisa de salir de una vez? Podemos salir mañana si quiere
M: Es que mañana me voy
B: Pero ¿Porqué? - Mira para otros lados - Vamos a mi despacho - Comienzan a caminar por el pasillo hasta llegar en donde dijo la morena - Siéntese - Se pone en el sofá - Digame ¿Porqué? ¿No dijo que se iba a quedar dentro de un mes o más? No se, dijo de vacaciones ¿No? ¿Que pasa? Se que no es nada del trabajo porq... - La interrumpió -
M: No es nada del trabajo, no te preocupes - Echa una risa que no llego a sus ojos - Es por algo familiar, voy a Francia, mi hermano menor, junto con amigos y otro familiar, tuvieron un accidente automovilístico por la carretera, ya están en un hospital pero tengo que ir a ver como esta, es por eso que quiero salir contigo de una vez, por qué se que esto va para largo - Se frota sus manos la una con la otra -
B: Ya, pero ¿No tiene nada grave su hermano?
M: No me dijo nada Alizee, llamó a tu casa y pues, me dijo nada más que los llamaron del hospital para que se encuentren con el, pero que estaban haciendo estudios para ver si no está nada mal con órganos, huesos, lo que sea
B: Bueno - Silencio - Pues - Se levanta y va por su bolso - Vamos de una vez - Le dedica una sonrisa -
M: Vamos - Salen del despacho -
B: Aura María
A: Mande - Pone una sonrisa muy grande y a la vez mira a Michel -
B: Llame a Don Roberto y Doña Margarita, al igual Don Daniel, y dígales que se va a hacer una junta pasado mañana, para que asistan, no hay detalles, todo se va a hablar en la junta, por favor - Voltea a ver a Michel - Vamos
M: Vamos - Van al ascensor -
Bajaron hasta la recepción, ahí se despidieron de Freddy, al igual que con Camila y Wilson, salieron para la calle, se subieron al carro de Beatriz, ese azul miniatura. Antes de arrancar Beatriz penso en lo que tenian pensado, no sabia a quién contarle sobre eso.
Cuando llegaron a un local, muy parecido a una casa o departamentos, bajaron y se encontraron que era la sala de juegos. El de bailar, agarrar un muñeco con la pinza, y otros más.
M: ¿Que tal?
B: Muy bueno, solo que hay mas adolescentes que adultos
M: Haya hay más adultos, en la sala de comida
B: Ya, sigamos - Llegaron al mostrador - Hola, bueno días
X: Buenos días ¿En qué le puedo servir? - Dice un chico con una sonrisa leve -
B: Digame los paquetes que tiene
X: Claro que si señorita - Le explica todo lo que tienen, combos, comida, bebidas, mesas, de cuanto vale cada boleto de niño o de adulto, etc - Y bien ¿Cual desea?
M: Nos da el paquete sencillo
X: El de ¿Cincuenta mil pesos?
M: Si
X: Bueno ¿Cuantas personas?
B: Solo dos, el señor y yo
X: Muy bien, al final de todo va a ser - Comienza a poner números en una calculadora - Ochenta cinco mil pesos, todo lo quieran después de este pago, vienen ¿Vale?
B: Si
X: Muy bien, síganme - Los lleva a su mesa - ¿Quieren de una vez la comida o esperan otro rato?
B: Tienen buffet ¿Verdad?
X: Si, se meten a al cuarto que tiene el gran ventanal, ahí mismo está la puerta, ahora mismo es buffet de sushi, sus bebidas las pueden pedir a las personas que están pasando por las mesas
B: Bueno gracias
X: Los platos y cubiertos están igual ahí, ponen el circulo en rojo para que se sepa que esta ocupada esta mesa, los dejo, que tengan buen provecho y se que diviertan
M: Gracias
B: ¿Que hacemos primero? ¿Juegos o comer?
M: Los juegos, vamos
B: Esto es como una cita para cuando te escapas de la escuela JOJOJO - Se acomoda sus lentes -
M: Es nuestra cita, a nuestra manera, venga - Se levantan -
Pasaron a un juego donde se podía bailar, pisando los botones del suelo del juego, no se les daba tan bien, pues Beatriz casi con todos los pasos se caía, pero lo bueno, es que ahí estuvo Michel. Estuvieron entre risa y risa en ese juego. Luego pasaron a uno de futbolito. Ambos tenían un concepto básico de cómo jugarlo, mover los manubrios que tienes a tu lado, evitar goles, como si fuera un juego real, solo que con este, no podían ni si quiera comenzar el primer partido. Luego fueron al Villar, en este ganó Michel, después de triunfo le enseñó con lujo de detalle de cómo sacar la bola, como entronerar, también de que tiene que tener los pies en suelo, al igual que no puede pegar de nuevo la bola Blanca cuando las demás están en movimiento. Después de esa explicacion se fueron a su mesa para descansar un poco.
B: ¿Vamos por comida?
M: Claro - Se levantan de nuevo y llegan hasta donde el joven les dijo en donde estaba el buffet - ¿Que vas a agarrar?
B: No lo sé, nunca he probado esto
M: ¿Te ayudo?
B: Por favor
Michel con las pinzas que tenian al frente de cada charola comenzo a poner el tipo que Beayriz pedía, que se le hacía interesante por su aspecto, de halgas. Luego vieron otra mesa llena de bolas de pollo, costillas y verduras para poner en tu plato y no se te sea tan pesado. Agarrón solo un poco de eso, pues ya iban demasiado bien con el sushi.
Llegaron a su mesa y comenzaron a comer, entre que compartían del mismo troso de arroz, o que hacían bromas con este, terminaron. Cuando terminaron vieron que aún era temprano, bueno tan, pero algo para ir a otro lugar antes de que Michel se vaya y tal vez, por mucho tiempo más, sin tener comunicación, ni nada.
Salieron del salón de jugos para que Michel condusiera, daban las cinco y media, de la tarde. Llegaron a un bar, al que fueron la primera vez que Michel estuvo en Bogotá, entraron y eligieron una mesa en el rincón, viendo los músicos, llegó un mesero con saco rojo.
X: Hola, buenas tardes ¿Que van a ordenar?
M: Yo quiero un brandy, por favor
X: Claro que si ¿Para usted, señorita?
B: Ehmm
M: Traigale un vino, uno que esté bajo de alcohol, que no sobrepase la cerveza, por favor
X: Claro, enseguida se los traigo
M: Tranquila Betty, que solo vamos a estar aquí tranquilos, no vamos a tomar demasiado, es más, no mas de dos copas ¿Si?
B: Vale, pero si mi papá huele de que tome, usted le explica
M: Tranquila, no va a pasar nada, aquí estamos para pasar el rato, aparte, esta en buena compañía - Le dedica una sonrisa -
Llegaron sus bebidas, a Beatriz le trajeron el vino, uno blanco y espumoso, y Michel, su brandy, con sus pedidos llevaron una cubeta pequeña de hielos, junto con un plato que estaba lleno de cacahuetes pelados, para que no se les suba el alcohol y tampoco tengan un dolor de estómago muy fuerte.
Salieron de ahí como si nada hubiera pasado, ya era de noche, y eso que apenas daban las ocho. Pero es verano. Caminar en silencio hasta llegaron al carro, no había nada que decir, los dos la pasaron muy bien ese día, muy juntos, una cita más para su lista y las que siempre va a recordar Beatriz, por qué nunca tuvo una cita así, de salir a salón, y luego ir a un bar, después ir a su casa para soñar que pasara de nuevo. Simplemente perfecto ese día, pero se desaparecería la magia cuando Michel se fuera a Francia, seguramente no habría comunicación, nada de nada.
Llegaron a su casa, vieron que había alguien sentado en al pavimento, con se veía bien si cara, Beatriz comenzó a pensar quien podría ser, ¿Armando? No, no podía ser el por qué el no viste como el hombre que estaba ahí, ¿Antonio? Tampoco, el es más alto y se vería más voluminoso el cuerpo de esa persona. Después de unos minutos de inspeccionar esa persona y que al final no llegaran para nada. Salieron del auto, cuando esa persona levantó la cara, todo se fue para abajo.
B: ¿Que hace aquí?
MI: Hablar con usted, deme una oportunidad
B: Le dije que no, váyase
MI: Por favor betty
B: ¡Miguel no! No me toque, y váyase, llamaré a la policía
MI: No. ¿Usted que mira?
M: Vengo con ella
MI: Pues váyase ya, ¿No ve que ella ya tiene quien la proteja?
M: Yo veo lo contrario, es mejor que se vaya
MI: Le cambian muy rápido los gustos, Beatriz
B: Por Dios Miguel, váyase
MI: Hablamos primero usted y yo
B: No - Miguel se acerca a ella y la agarra del brazo con brusquedad que hizo que su bolso cayera al suelo -
M: Dejela - Empuja a Miguel -
MI: No se meta
B: ¡Me está lastimando, suélteme! - Se intenta zafar -
MI: ¡NO! ¡VAMOS A HABLAR Y VAMOS A INTENTARLO UNA VEZ MAS!
B: ¡A usted solo le importa el dinero!
Michel no espero más, agarro a Miguel del cuello para que la soltara y lo logró, solo que el golpe que Miguel le dio, no se lo veía venir, le sacó sangre de la nariz y ahí Beatriz se acercó a ayudarlo. Michel nunca fue de peleas, es más, ni sabe pelear, pero para que soltaran a esa mujer que tanto quiere, hubiera peleado con el, pero la puerta de la casa de los Pinzón se abrió dejando ver la figura de Hermes y Julia.
DH: ¿QUE ESTA PASANDO AQUI? - Se acercó hasta donde están ellos - ¡Ah, pero miren, aquí está el señor Miguel! ¿Que hace aquí? ¿Ah?
MI: A hablar con su hija Don Hermes
DH ¡Usted no va hablar con nadie, así que váyase si no quiere que yo le dé unas clases! - Comienza a dar golpes de karate en el aire -
MI: Si, si, claro - Se va corriendo -
DJ: Ay no Michel, no se tuvo que poner en esas
M: No se preocupe
B: Hay que entrar para que se lave y curarle
Entraron a la casa y enseguida pisaron ese piso, fueron al cuarto se bañó para que Michel pudiera escupir y tirar la sangre que tenia acumulada en la boca y las manos. Cuando salieron se fueron para sala, le pusieron hielos.
B: De verdad lo siento, Michel, mire como lo dejaron
M: No se preocupe
B: Perdone
M: ¿Porqué? - Dice un poco con la voz ronca -
B: Pues por qué le pegaron por defenderme
M: Yo lo hubiera echo sin problemas, no me gusta que la maltraten, usted es como una niña pequeña para cuidar, de porcelana
Tenia en parte razón, Beatriz, es como una niña para cuidar, a pesar de todo lo que le pasó en su infancia, adolescencia y parte de su adultez, sigue siendo dulce, con una inocencia, eso la caracteriza. De porcelana.