Mi destino eres tú (Calum Hoo...

Von Lila_LyL

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Él famoso, ella una chica más, pero el destino les tiene preparado algo diferente. Todas las parejas se con... Mehr

¡Bienvenidas!
Mi destino eres tú.
1. "Mundos diferentes"
2. "Australia ¡Allá voy!"
3. "¿Una chica?"
4. "Una agradable bienvenida"
5. "No le agrado"
6. "Los chicos"
7. "Compartiendo con ellos"
8. "Primer día de clases"
9. "La pelirroja y la rubia"
10. "Verdad o reto"
11. "Mali-Koa Hood"
12. "Ensayo y playa"
13. "Tarde de chicas"
14. "La pulserita"
15. "Una canción dice más que mil palabras"
16. "Chloe"
17. "¿Sentimientos? o ¿Alcohol?"
18. "Un agradable desayuno"
19. "Un poco de Ariana y yo"
20. "¿Amigos? Amigos."
21. "¿Quién es el amo?"
22. "Yo sí quiero besarte"
23. "Tu baba es mía"
24. "Batido de frambuesa."
25. "Nadie se mete con mi fresita."
26. "Llamadas."
27. "Estas cosas no me pasan a mí"
28. "Guerra"
29. "Siento cosas por Calum Hood"
30. "Su baba es malditamente mía"
31. "Tiempo de amigos"
32. "Linda pijama"
33. "Faltemos a clases juntos"
35. "No estamos destinados a estar juntos"
36. "No es la única mujer que existe"
37. "Escape Room"
38. "Orgullo y corazón roto"
39. "Es lo mejor"
40. "Ya no somos amigos"
41. "Olvidaré a Calum"
42. "Bolas de papel"
43. "Haciendo planes"
44. "Ian"
45. "Nueva salida: todos juntos somos un desastre"
46. "Nueva salida: la verdad"
47. "Eres mía"
48. "¿Celoso?"
49. "Que Dios te acompañe, Calum"
50. "Estaba celoso"
51. "Sí que me gustas"
52. "Empalagosos e inseparables"
53. "¿Cuál es la verdad?"
54. "Abrazos mojados"
55. "Siempre fue ella"
56. "Me haré cargo de mis desastres"
57. "Aminovios"
58. "La psíquica"
59. "Excursión"
60. "Confianza"
61. "La luna"
62. "Estoy orgulloso"
63. "No hay esperanzas"
64. "¿Que clase de aminovia fui?"
65. "Estás peleando sola"
66. "Este no es un final de cuento"
¡Mi inevitable destino!
Para más noticias...
MUY IMPORTANTE

34. "Una canción, una conexión"

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Von Lila_LyL

Narra ______ (Tn).

Al momento de la salida no había señales de Ariana por ninguna parte, así que decidí enviarle un mensaje.

-"No sé dónde estás, ni con quien estás, pero juro que te buscaré, te encontraré y te mataré."

Reí ante mi ocurrencia. Había visto esa película hace tiempo y siempre que la veía me imaginaba a Ariana y a mí.

-"Estoy con Luke, no te preocupes."

Mis ojos se abrieron de la impresión y sonreí de inmediato. Sabía que entre ellos dos había sentimientos que ninguno de ellos podía explicar, pero jamás pensé que dejarían de ser tan estúpidos y se darían cuenta de lo que sienten. Me alegraba por ellos.

-"Genial... Simplemente genial. Bueno, entonces me voy a ir a casa. Recuerda que tengo que pasar a buscar a Kiara al aeropuerto. Te quiero, besos."

Guardé el celular en mi bolsillo y caminé hacia el paradero. Me senté a esperar el autobús. A pesar de estar en otro país, todo parecía muy normal, olvidando la playa, claro. Las playas de Chile eran algo... diferentes.

Bueno, el agua de Chile es increíblemente helada, aunque no es tanto hacia el norte. La arena es oscura, muy oscura y pues no la gente no es muy limpia.

Entonces mientras mi mente divagaba entre todas las diferencias que podía encontrar, unas manos se posaron en mis ojos.

—Calum.

Lo sabía, porque en cuanto sus manos se acercaron a mi rostro pude sentir su olor. No importaba lo raro que eso sonaba, pero podía diferenciar a Calum donde fuese solo por su olor. No estaba segura si era su perfume o una mezcla rara entre eso y su sudor, pero no era malo.

—¿Vas apurada? —me preguntó cuando dejó mi visión libre y nuestros ojos se encontraron—. No me esperaste en la salida.

—Lo siento, lo había olvidado. —reconocí.

—¿Me habías olvidado? —me preguntó haciendo un gesto de dolor.

—No. —aclaré de inmediato para luego decir en un tono más burlón—. Había olvidado que ya no eres ese Calum mal humorado que se encargaba de atormentarme con su mirada.

Recordar esos días me ponían triste. Me dolía admitir que su mirada de desaprobación solía afectarme tanto.

Sonrió y luego me miro serio—. Lo siento, jamás debí ser así contigo.

—Oh, no te preocupes, ya pasó. —lo tranquilicé restándole importancia—. Además, no puedo caerle bien a todo el mundo.

Lo último era cierto. Mamá siempre usaba la frase de "no eres monedita de oro". Así desde pequeña me había enseñado que, no importaba las decisiones que tomara o cómo actuara, siempre habría alguien a quien no le agradaría, así que solo debía agradarme a mí misma.

A veces eso no suele ser tan fácil como suena.

—Es imposible que no le caigas bien a todo el mundo con esa sonrisa encantadora, fresita. —debatió haciendo que me sonrojara.

Bien hecho, Hood.

Una vez en casa le pedí que me esperara para ir a cambiarme. Cepillé un poco mi cabello y bajé a la cocina.

—Pensé que lo primero que harías era venir para estar junto a mí, después de estar tortuosos minutos sin mí. —habló una vez me vio.

Solté una carcajada al oír el tono de voz que utilizó. Jamás podría aburrirme de este Calum que estaba empezando a conocer.

—Ese ego, hijo. —le reprochó riendo la Sra. Hood.

—Pero, mamá, es verdad. —se defendió mirándome con picardía.

Joy nos miró con algo sonriente por unos segundos y luego comentó—: A mi parecer es al revés, cariño. Tú no puedes pasar ni un segundo sin ______ (Tn).

Yo ya me encontraba preparando mi tazón con yogurt y cereales. Por inercia me detuve de hacerlo, pero no quise mirar hacia ellos. Su comentario me tomó totalmente desprevenida y agradecí que no estuviera de espaldas para no enfrentarlos o tener que decir algo.

Nunca supe con seguridad si se lo había dicho específicamente a Calum o su intención era que lo escuchara, pero nadie habló después de eso. Al menos no escuché a Calum decir algo para debatirlo, como tampoco para confirmarlo.

Seguí a Calum hacia el living y me desplomé al lado de él. En cuanto hice eso él comenzó a comer de mi cereal.

—¡Calum! —lo reprimió su madre. Ni siquiera había notado que se encontraba con nosotros.

—¿Qué? —le preguntó el moreno con la boca llena de cereal.

—¡No le quites la comida a ______ (Tn)! Si quieres hay en la cocina. —le sentenció.

La verdad es que me había acostumbrado tanto a que Calum me quitara la comida que ya ni siquiera peleaba por eso. Era algo tan natural en nosotros que a veces olvidaba lo extraño que podía parecer para otros.

—¿Por qué no vas a prepararme un tazón, fresita? —preguntó mirándome una vez que su boca estaba vacía.

Abrí la boca sorprendida de su descaro, pero todavía divertida de la escena que estaba montando.

—¡Calum! —volvió a retarlo su madre.

—No se preocupe, Sra. Hood. —la tranquilicé tomando una cucharada de mi cereal al fin—. No iré. Él debe aprender a ser independiente, ya que después cuando tenga su propia familia no podrá pedirle a nadie que lo haga por él.

—No. —reconoció haciendo que yo comiera mi cucharada de manera ganadora—. Porque te tendré a ti.

Gracias a Dios todavía no empezaba a tragar, de lo contrario me habría atorado y me habría muerto ahí mismo. Comencé a masticar con cuidado pensando en no ser muy obvia.

—Como digas, Hood. —le dije con ironía—. Ahora mueve tu flojo cuerpo fuera del sillón. Recuerdo que luego debo ir a buscar a mi hermana.

Él miró su reloj con el ceño fruncido.

—Pero apenas son las seis de la tarde y tu hermana llegara aproximadamente a las ocho.

Era algo raro que Calum recordara las cosas que le decía, porque nunca nadie recordaba las cosas que decía. Ariana lo hacía... a veces.

—Tienes razón. ¿Qué propones? —le pregunté.

Él solo le sonrió, lo cual hizo que yo sonriera. Agarró de la mano y moví mis ojos asustada hacia donde había visto a la Señora Hood, pero ya no estaba allí.

Lo seguí mientras caminamos hasta un salón al cual yo ya había ido. Fue al primer lugar que visité de la casa. El lugar donde lo vi por primera vez. Vi como cuando estuvimos cerca del gran piano me miró incentivándome a sentarme. Con mi mano aún sujeta a la de él me acomodó en el sillín y me hizo un ademán.

—¿Podrías tocar para mí? —me preguntó con una tierna sonrisa.

Sentí satisfacción ante su pregunta, lo digo en serio. Mi estómago se estremeció por un calambre y mi cuerpo tembló, incluso se puso piel de gallina.

—Yo... No lo sé, no puedo.

La sonrisa de Calum se desvaneció y me sentí tan culpable de ser la causante, sobre todo cuando su sonrisa era para mi gozo personal, pero mi vergüenza era muy fuerte. Desde pequeña siempre tuve problemas con mi timidez y, aunque ya no fuera tanto como cuando niña, seguían ahí.

—¿Por qué? —preguntó en seguida—. ¿No confías en mí?

—Si lo hago. —le aseguré asustada de que ese pensamiento cruzara por su cabeza—. ¿Por qué tu no tocas para mí?

Mi voz sonó entusiasmada y en realidad lo estaba. Siempre había soñado que Calum Hood me cantara en vivo, solo para mí.

—¿Qué tal si tocamos juntos?

Su sonrisa fue adorable y mi cuerpo entero se durmió. No podía resistirme a algo así, porque lo deseaba mucho. Asentí sin poder dejar de sonreír.

Vi como caminó para tomar una guitarra que descansaba en un sillón y pensé en cómo sería compartir el apasionante mundo de la música con él.

—¿Por qué no me tocas algo? —le pregunté, pero él me miró queriendo que fuera más explícita—. Digo... algo que estés componiendo.

Algo cambió en su rostro y sentí que quizá había cruzado la línea. Me arrepentí en seguida de sentirme con la confianza de pedirle algo así, pero antes que pudiera retractarme él habló.

—Es que... He tenido problemas al componer. —me explicó haciendo una mueca, muy tierna, por cierto—. Tengo ideas en mentes, pero jamás puedo concluirlas.

Noté lo acomplejado que lo tenía el tema. Calum Hood siempre había sido un chico brillante, sabía con seguridad de que gran parte de las canciones eran compuestas por él o con ayuda de él, así que podía comprender su frustración.

—¿Ah sí? Pues muéstrame lo que tienes.

Quise incentivarlo para haber si, de alguna manera, podía ayudarlo, aunque lo dudaba profundamente. Yo jamás había compuesto algo, pero no perdía nada con intentar.

Es realmente corto. —me respondió dudoso. Una parte de mí sintió su vergüenza en no tener más.

Yo le hice una seña para que empezara y le regalé una sonrisa tranquilizadora para transmitirle confianza. Jamás me burlaría de Calum, menos si se trata de la música.

«Tonight we're fading fast

I just wanna make this last

If I could...»

Se quedo por unos minutos en silencio, lo vi pensar y luego mirarme. Sus dedos comenzaron a hacer un nuevo acorde y comenzar a cantar nuevamente.

«...say the things that I wanna say,

I'd find a way to make you stay

I'd never let you get away

Catch you in all the games we play»

Mientras su voz resonaba una y otra vez dentro de mí, sentí algo que jamás había sentido. Mis dedos comenzaron a moverse solos, recorriendo cada una de las teclas del piano y mi mente comenzó a idear palabras las cuales, a su vez, formaron oraciones. Una vez que él acabo de cantar mis dedos se estaban moviendo ágilmente por las suaves teclas y el miedo de cantar delante de él se esfumó por completo.

No tengo ni la menor idea de dónde saqué la valentía para hacerlo, pero sucedió.

«So go ahead rip, my heart out,

Show me what love's all about

Go ahead rip, my heart out

That's what love's all about»

Al cantar esa pequeña frase Calum comenzó a acompañarme con su guitarra y, extrañamente, la melodía que salía de ambos era hermosa. Las palabras salían solas, lo único que hacía era pensar en él y todo se me hacía mucho más fácil, jamás había experimentado algo así. No me di ni cuenta cuando ya me encontraba cantando de nuevo acompañada de la melodía de su guitarra.

«I want you to want me this way

And I need you to need me to stay

If you say that you don't feel a thing

If you don't know, let me go,

Let me go, let me go, let me go

If you don't know then just let me go»

Ambos paramos de tocar. Calum me miró sorprendido. En ese momento toda la vergüenza que no sentí llegó. Oculté mi rostro con pelo y luego de sentir el silencio incómodo me oculté entre mis manos.

—No te quedes en silencio. —le pedí sintiéndome avergonzada. Si no hablaba en los próximos segundos me pararía y me iría.

—Yo...

No lo dejé si quiera terminar. ¿Y si me decía algo que no quería escuchar? No estaba dispuesta a escucharlo de su boca, mejor lo decía yo o mejor lo dejábamos así.

—Mejor no digas nada. —lo corté de inmediato—. Lo siento. ¡Qué vergüenza!

—¿Vergüenza? ¡Dios, ______ (Tn)! —exclamó él y no sabía si sonaba demasiado alterado por algo malo o bueno, pero claro, la inseguridad ganó y deduje que era lo primero—. ¿No te das cuenta lo que acaba de pasar?

Todavía intentando ocultarme negué. Pensé que volvería a hablar, pero, en vez de eso, se acercó a mí y, con sus propias manos, me sacó de mi escondite. Puse un poco de resistencia, pero fue tan leve que no tardó mucho en dejar mi cara totalmente descubierta.

Al instante estuvimos muy cerca. Lo único que miraba eran sus ojos que en esos momentos se veían más oscuros que de costumbre. No podía apartar los ojos de ellos, porque la intensidad que se sentía era demasiada.

Empecé a sentir los tipos de cosas que sentía cuando él se me acercaba y traté de ocultar lo débil que me sentía. Débil porque quería besarlo, sin importar nada, pero sabía que no podía.

—Hace mucho tiempo que no podía escribir. —reconoció sin apartar la mirada de mí y haciendo que cada vez me costara más tragar la saliva que se me estaba juntando con tan solo verlo—. Me has ayudado, has hecho un trabajo increíble.

No sabía qué responder ante eso, porque me hacía extremadamente feliz que hubiera podido cumplir mi propósito mejor de lo que esperaba. Era tan intensa la manera en la que me miraba y al mismo tiempo parecía tan confundido.

Quise llorar sin importar lo patética que me hubiera sentido después, pero los sentimientos que Calum me estaba haciendo sentir estaban siendo tan abrumadores que no sabía si podía seguir ocultándolos o intentando apagarlos.

Quise compartir con él que yo jamás había hecho algo así, ni siquiera recuerdo haber compuesto algo, pero con él todo salió como si fuera tan sencillo. Quise decir y hacer muchas cosas, pero no pude y mi teléfono tampoco lo permitió.

La conexión se rompió y le susurré un lo siento para después dejar de mirar a Calum y tomar mi teléfono entre mis manos

-"¡Oye, bruja! Mi vuelo se adelantó, estoy ahí en una hora"

Miré la hora y me lo había enviado hace treinta minutos atrás.

—Mi hermana ya va a llegar. —dije sin poder mirarlo de nuevo—. Su vuelo se adelantó.

—Te acompaño. —dijo en seguida parándose.

—No es necesario. —le dije intentando evitarlo. Estaba demasiado nerviosa con lo que acababa de ocurrir, además de confundida. No sabía si podría soportar con él a mi lado en ese momento.

—No pregunté, fresita. —me deteniéndome con su mano. Me obligó a mirarlo, pero fue solo por leves segundos antes de comenzar nuestro camino hacia el aeropuerto.

Cuando llegamos al aeropuerto la incomodidad que sentía hacia Calum se había esfumado y volvíamos a ser los mejores amigos de siempre. Eso fue un alivió.

De repente mi celular volvió a vibrar, pero esta vez era Ariana.

— "Hola..."

Pero no alcanzó a terminar porque me adelanté.

— "Me tienes que contar muchas cosas." —le advertí sintiendo como ella soltaba una risita—. "Estoy en el aeropuerto, a Kiara se le adelanto el vuelo."

— "Estoy allá en 10,"

Luego de eso cortó.

Mientras esperábamos ninguno dijo nada, pero el ambiente había dejado de ser incómodo. Yo estaba demasiado concentraba en las personas que pasaban a nuestro lado y en mi teléfono por si tenía noticias de Kiara.

Sonreía cada vez que me imaginaba las muchas cosas que haríamos juntas ahora que estaría aquí. No me extrañaba que viniera, ya que, aunque Kiara nunca lo dijera, siempre había sentido que ella solía seguirme fuera donde fuera. Lo que es raro, porque las niñas suelen seguir a sus hermanas mayores, pero Kiara siempre prefería estar conmigo antes que con cualquier otra persona.

—Llegué. —anunció una vocecita a mi lado.

—Miren quien llego. —comentó Calum divertido—. ¿Dónde dejaste a Hemmings?

—No seas así, Calum. —le recriminé viendo lo sonrojada e incómoda que se había puesto Ariana—. ¿Lo ves por algún...?

No pude terminar, porque lo siguiente que vi fue a Luke caminar hacia nosotros con dos cafés.

—No puede ser. —solté lentamente, palabra por palabra.

Ariana simplemente soltó una risita y se encogió de hombros negándose a que sus ojos se encontrar con los míos.

—Hola. —saludó el rubio con algo de timidez.

Miré a Luke con los ojos entrecerrados, porque sabía que andaban en algo raro y, por supuesto, lo averiguaría todo. Calum rio ante su asertividad.

Iba a seguir hablando, porque necesitaba respuestas, aunque fueran solo reacciones para comenzar a atar cabos, pero una voz conocida me hizo reaccionar.

—¡Bruja! —gritó en español.

Vi a Kiara a unos centímetros de mí vestida tan elegantemente que podría ser confundida con alguien de la realiza. Corrí hacia ella y la abracé. Hace dos meses que no la veía y ya la estaba empezando a extrañar.

—¡Te extrañé! —le dije en nuestro idioma natal mientras la abrazaba fuertemente.

—Yo también. —aseguró para volver a mirarme—. Creo que hasta luces diferente. No me digas que...

Estuvo a punto de decir algo vergonzoso, pero Ariana se acercó y la interrumpió. Gracias a Dios que los chicos no podían hablar español.

—Hola, Kiara.

—¡Hola, bruja dos! —mi hermana saludó a mi mejor amiga con alegría y la abrazó.

Vi como Ariana se resistió un poco, pero luego la dejó. De repente Calum se aclaró la garganta y recordé que no habían sido presentados, además, estábamos hablando en español.

Kiara estaba metida en todo el mundo del modelaje, así que tuvo que aprender a hablar en inglés y francés. Aunque este último recién lo estaba iniciando y le estaba costando un poco.

—Kiara. —la llamé haciendo que ella me mirara—. Ellos son Luke Hemmings —apunté hacia Luke hablando en inglés—, y él es Calum Hood.

Cuando ella puso su vista en Calum sentí una sensación extraña. Siempre fui una chica que de vez en cuando se dejaba llevar por su intuición. Esta vez no era bueno, algo no andaba bien. Cuando ambos se miraron sentí mi removerse intranquilo y saboreé un sabor amargo en mi boca.

Solo esperaba que mi intuición se equivocara. 

__________________

*Capítulo corregido*

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