El tiempo ya había transcurrido, deslizándose entre los días que pasaban sin afan. Caminaba tranquilamente por las instalaciones que el ducado le había otorgado al grupo del que era parte. Gracias a sus habilidades y también a Geto, consiguió escalar rápidamente llegando a estar incluida en una de las ramas más importantes de grupos defensores que servían a la zona sur del imperio. T/N estaba tan satisfecha que no podía pedir mucho más, incluso el trabajo complicado parecía ser una bendición para ella.
Estaba cómoda en su espacio de trabajo, con las tareas que se le daba, lo único con lo que estaba en desacuerdo, era con sus colegas. Habían algunos cuantos idiotas que pensaban acercarse con intenciones inapropiadas solo porque las brujas tenían fama de ninfómanas prostitutas, cosa que estaba alejada de la realidad. Las brujas regularmente llevaban ropa ligera debido a que su cuerpo funcionaba como catalizador a su poder, cosa que algunas prendas demasiado cerradas terminaban por bloquear el flujo de poder y estropeaba la productividad, la ropa ligera o ajustada funcionaba en base a utilidad, eventualmente cuando se borra la vergüenza de la exposición, la mayoría de las brujas se formaban como mujeres seguras de sí mismas, cosa que resultaba verse en algunas ocaciones coquetas o demasiado desafiantes y eso parecía encender el instinto animal de los hombres.
Principalmente debía lidiar con Arthur, el hijo del capitán en jefe, era un imbécil con demasiadas mujeres a su disposición, quién de algún modo lograba convencerlas de hacerle favores para subirles el rango. Por supuesto Arthur también le ofreció un poco de sus favores, sin embargo se negó rotundamente, no porque fuese diferente a las demás, sino porque el éxtasis que ya había experimentado con Geto había sido lo suficientemente importante como para marcar de por vida el sentimiento. Aquel hermoso hombres que exuda sensualidad por cada poro de su cuerpo, quién se revolvió en sus sábanas, le ofreció educadamente un trato caliente y de hundió y lamió su flor cómo una fruta madura y jugosa, esas eran cosas que no podía reemplazar, aunque el toque con Geto era ínfimo, pues la mayoría del tiempo estaba como una serpiente.
Más allá de los momentos incómodos, t/n no tenía nada de lo que quejarse, el lugar era tan grande que era casi extraño que se topará con personas indeseables, si tan solo eso siguiera así.
Al entrar a la biblioteca, lo primero que hizo fue caminar por los pasillos formados por los bibliotecarios hasta encontrar lo que necesitaba. T/N se acercó, el libro estaba en lo más alto, cosa que podía no esforzarse y pedirle a Geto que subiera y empujara el libro por ella, sin embargo, estaba profundamente dormido enroscado en su cuello. T/N tomó la escalera deslizante y subió para tomar el libro, sin embargo se pasmo al sentir una mano empujando suavemente su trasero. Giro rápidamente para notar a Arthur quién parecía completamente cómodo con lo que hacía.
-Hoy llevas medias completas, buen detalle. -Canturreo feliz, mientras ella apartaba su mano molesta y bajaba de las escaleras. -Aun tan arisca ¿No lo pensaste ni un poco?
-No. -Paso a su lado sin mirarle, con el libro completamente abrazado a su pecho.
-Eres testaruda ¿No sabes lo que te beneficia esto? -T/N no le prestaba atención en lo absoluto, él caminaba detrás de ella esperando un poco de atención. -Te estoy ofreciendo estar en uno de los puestos más altos del equipo.
-No me interesa. -Dejo los libros sobre la mesa, firme, sin titubear ante sus palabras. Arthur se colocó del otro lado al frente de ella.
-Escucha, ahora mismo con las mujeres de tu calaña, nadie quiere tenerlas cerca. No sólo te ofrezco un mejor trabajo, sino también la mejor noche de tu vida. Piénsalo muy cuidadosamente. -Su sonrisa egocéntrica se llevo toda la atención y rabia que había contenido hasta el momento.
No podía cambiar la fama que se había ganado por el estereotipo al ser una bruja, pero tampoco podía soportar el solo hecho de estar siendo acosada. Geto, quién había permanecido calmado en todo momento, se deslizó fuera de su cuello y bajo por su brazo hacia la mesa, cuando la biblioteca retumbó ante el eco de la enorme puerta siendo cerrada. Sus grandes y brillantes ojos le miraban de forma expectante. Aunque Geto había pasado bastante tiempo con ella, siempre había preferido ocultar el hecho de su acoso constante pata no causarle problemas, sabía que algún día se iba a dar cuenta y ese mismo era el día. Rápidamente un humo espeso cubrió el pequeño cuerpo vertebrado dando paso a una forma más grande.
Sobre la mesa había un hombre hermoso, con su cabello negro largo suelto, su cuerpo tonificado y duro, con una expresión fría, más sin embargo, su mirada guardaba un calor de molestia y contención. Cuando los afilados ojos la miraron tan atentamente, sintió como su cuerpo brincaba en un escalofrío. Expectante, admiro a Geto como quien admira a la más magnífica escultura.
-No me dijiste... -Geto se deslizó sutilmente más cerca de ella, hablando suavemente.
-No quería molestarte. -T/N sintió como su respiración se cortaba cuando Geto se encontraba más cerca a su lugar, apoyado en sus brazos se deslizaba levemente como una bestia indómita.
-¿Aceptaste su favor mientras yo no estaba? -T/N negó rápidamente, bajo la mirada avergonzada y se sumergió en otros pensamientos que no fuesen lujuriosos.
-Claro que no lo hice... Pero preferí no contarte, últimamente estamos tan ocupados, ya con que me ayudes es suficiente. -Geto le miró sin verdaderamente creer del todo. Rápidamente se bajó de la mesa y deslizó la silla en la que t/n estaba sentada para que saliera. Una vez se había levantado, Geto la tomó del brazo cuidadosamente y la llevo por los pasillos de la biblioteca hasta la parte más profunda. Geto apenas y estaba cubierto con una bata blanca con la que solía aparecer de vez en cuando.
-¿Geto? -T/N abrió la boca cuando noto como la biblioteca se sumergía en oscuridad.
Geto no se inmuto, camino un poco más hasta pasar por una de las estanterías y finalmente la colocó ante el. No podía ver mucho realmente, pero no era necesario, Geto, se acercó hasta que ella chocó contra la estantería firme y con su caliente mano empezó a acariciar su mejilla derecha.
-No me gusta esto... -Musito apagado, deslizando su pulgar en círculos por el pómulo femenino. -Eso de que ese humano te trate y hablé como si fueras nada. -T/N sintió su respiración caliente y profundo en su oreja izquierda. -No quiero reclamarte como algo... Pero quiero que sepas que se siente realmente pasarlo bien ¿Podrías permitirme hacerlo? -Con el corazón a mil y con su cabeza enmarañada, solo quería ser tomada en sus manos.
-Por supuesto que sí... Oh dios... -Geto empezó a darle besos suave en su cuello, mientras con sus manos iba quitando los listones de la cinturilla.
Poco a poco bajo sus delicados besos por mentón y después por su cuello, hasta que sus suaves labios tocaron sus clavículas. T/N se retorció por la suavidad de sus caricias, se deleitaba con cada toque de Geto, cada beso era como tocar el paraíso y revolcarse en las nubes. Mientras era desnudada tranquilamente por unas manos expertas, T/N sonrió finalmente la frialdad del lugar, que fue rápidamente cubierto por el calor que emanaba del Dios frente a ella.
Geto deslizó su mano derecha por su abdomen hasta finalmente llegar a su centro, en donde su dedo palpó el botón indicado y empezó a masajear circularmente, la humedad a causa de sus caricias le ayudaba bastante. Mientras buscaba con su boca su pecho derecho y envolvía el pezón con su lengua. T/N sintió una caliente suavidad succionando su pezón con delicadeza y los dedos de Geto explotando su flor. T/N que no podía evitar soltar suspiros y gemidos bajos, sentía como su cuerpo se llenaba de una satisfacción indescriptible. Geto se alejó de su pezón húmedo y lo soplo juguetonamente causando un escalofrío en el cuerpo femenino, quién se contrajo al sentir el cambio de temperatura.
Geto rápidamente la abrazo, envolviéndola firmemente en sus brazos, t/n quedó entre su formado pecho, intentaba asimilar el abrazo, sin embargo Geto había posicionado su mano ágilmente para penetrarla con sus dos dedos. El inesperado movimiento causo que formase un arco con su espalda, gimiendo sonoramente contra el pecho de Geto. Intentando deslizar sus brazos por el cuello ajeno para ganar estabilidad, mientras era moldeada por dentro por los habilidosos dedos de Geto, este empezó a amasar su trasero con su mano libre, para finalmente escupir en sus dedos y sin antelación meter dos dedos den su trasero.
Era estimulado por dos lados, mientras intentaba detener la marea de gemidos. No era una monja mansa, había explorado con todo tipo de objetos en su vida buscando la satisfacción, sin embargo no había ninguno que la hiciera sentir como los dedos de Geto. Rápidamente la ola electrizante golpeó su punto, mientras los dedos de Geto salían y entraban frenéticamente en un vaivén adictivo. Abrazo con fuerza y se mordió labio cuando sintió que expulsaría todo. Geto saco sus dedos y t/n, quién temblaba como un cachorro bajo la lluvia, libero todo su orgasmo en el suelo. El gemido agudo, las lágrimas que caían y su vista que parecía nublada. Estaba por caerse al suelo por sus piernas temblorosas, sin embargo Geto la levantó rápidamente y la cargo, poniendo su espalda contra la repisa, puso sus pantorrillas habilidosa mente sobre sus hombros y la sostuvo de la cadera firmemente. T/N estaba algo confundida por la posición, sin embargo toda su confusión se convirtió en nada, cuando sintió como la gruesa polla de Geto le había apuñalado muy profundo hasta tocar su núcleo.
T/N se agarro de donde pudo, mientras Geto movía sus caderas de atrás hacia adelante penetrando en su interior. Cada gemido que salía de sus labios era incontrolable, no solo era la vergonzosa posición, la excitación en su cuerpo había crecido a tal punto de ser casi imparable. Las embestidas fueron escalando hasta el punto en que sus pieles chocaban sonoramente, mientras Geto sabía cómo golpear y estimular su núcleo desde dentro, se encorvó para alcanzar sus labios y besarle bruscamente. Su lengua se deslizó con gran facilidad en su boca, mientras sus labios hinchados se acoplaban armoniosamente. Sus lenguas se enredaban, sintiendo la agitación en el ambiente. T/N mordió la lengua de Geto con algo de fuerza, cuando esté empezó a ir aún más fuerte en contra de su interior, causando que un nudo empezará a crecer en el abdomen de la joven. Intentando formular palabras incomprensibles, T/N apretó con fuerza sus ojos cuando Geto le mordió el labio inferior y con una fuerte estocada. Vertió todo dentro de su señora, quién no paraba de temblar y contraerse ante el orgasmo que recorría su cuerpo. Salió rápidamente de ella y la colocó en el suelo, rápidamente girándola.
A t/n no le dio tiempo ni de pedir un descanso, cuando Geto volvió a penetrarla con dureza. Estaba apoyándose en la estantería, mientras los libros amenazaban con caer en cualquier momento. Geto quién sostenía su nuca para que no se levantará de su posición, hundió sus dedos en su cadera, en un frenesí sexual. Estaba haciendo lo que había estado evitando tanto tiempo.
Desde que la vio, había encontrado cierta química entre ambos, pero se quedó al margen, pues sabía bien que nada bueno traería a su juicio. Verla todos los días era como una constante tortura, queriendo tan solo probar un bocado de la delicia de mujer que le trataba tan amablemente siempre que estaban juntos, sin embargo un bocado podían volverse dos, cuatro y probablemente nunca estaría satisfecho de probarla. Se juro autocontrol, sin embargo allí estaba, metiendo su polla hasta la empuñadura. Mientras desde la punta de su pene hasta la base, era gustosamente recibido por una calidez suave y húmeda. La mujer bajo suyo gemía cada ves con más intensidad, balbuceando, cosa que solo le causaba aún más excitación. Con su mano izquierda sujetando su cintura firmemente y su pene entrando y saliendo, levantó su derecha y empezó a estampar su mano repetidas veces en el redondo trasero de la mujer, rojo y doloroso, pero sin embargo era tan estimulante.
Geto, sintió entre cada salida y metida, que pronto terminaría por eyacular. Dejo de darle golpes en su trasero y la pegó rápidamente a el, colocando su izquierda en su cuello, acercó su rostro a su oreja para morderla, dando fuertes golpes en su interior. Las paredes de la mujer se volvieron estrechas abrazando vívidamente su polla, con sonido sonoro Geto se corrió dentro de ella, siguiendo con algunas embestidas más. T/N quién pensó que ya todo había terminado, aún confundida, intento apoyarse en los brazos que la sostenían.
-Aun te falta terminar, cariño. -Geto salió de su interior, se colocó a su lado y mientras empujaba levemente su espalda con su mano derecha, con la izquierda introducía tres de sus dedos en su interior y empezaba a moverlos de forma frenética. T/N quién sollozaba ante la agresividad y la satisfacción, soltó un alarido mientras apretaba su agarre a la estantería. Su orgasmo salió mezclado en la semilla del Dios a su lado, mientras sus piernas temblaban, estaba dispuesta en caer de rodillas en el charco del suelo.
Sin embargo para su cansado cuerpo, la puerta de la biblioteca sonó, Geto, rápidamente le ayudo a colocarse torpemente la ropa y antes de marcharse le dio un sonoro beso en sus labios y una pequeña mordida en su cuello.
Arthur había ingresado a la biblioteca en busca de la mancorna dorada que se le había perdido. Cuando ingreso se encontró con que el lugar estaba silencioso y vacío, aún cuando los libros que t/n había usado, aún permanecían sobre la mesa. Con curiosidad se acercó solo para ver como un felpudo gatito negro de ojos brillantes salía rápidamente por la ventana, dejando de lado la aparición, levantó uno de los libros aún curioso, después de un breve silencio, escucho los tacones torpes de una mujer.
A la luz salió su figura, estaba roja como una manzana madura, apoyándose de la estantería, el sombrero alcanzaba a cubrirle un poco su rostro, más no su nariz y sus labios que se apretaban como si intentara contener algo.
-Veo que eres realmente trabajadora. -Parloteo sin intención de acercarse, en cambio solo recibió una mirada distraída.
-Si... Si eso... Yo estaba trabajando... Mmm lo siento... -Bajo la cabeza, Arthur le veía de la pelvis hacia arriba, con la ropa algo arrugada. -Tengo que irme, nos vemos después.
Rápidamente camino hacia la salida, dándole la espalda, Arthur bajo su mirada algo curioso hacia sus piernas. Encontrándose con que el dobladillo de la falda estaba levemente levantado, se encontró con un líquido escurriendo por sus piernas. Su vista fue rápidamente cubierta por la puerta al cerrarse, se quedó perplejo hasta que entró en razón.
Con farola en mano corrió hasta donde t/n había salido, para encontrar un charco de fluidos y el inminente olor del sexo. Ahora podía entender la indisposición de t/n, si la satisfacción ya era cubierta, probablemente ella no se buscaría un partido mucho peor, sin embargo el pensamiento le enerva y le divierte, apretando su puño mientras sonríe de forma torcida.
Ella ya tenía un hombre en su vida.
☕☕☕
Wenas
UFFF ya se, hace bastante no actualizó acá, para ser sincera no tengo excusas, intentaba escribir algo pero al final borraba y abandonaba. En fin.
¿Que les pareció?
Gracias por leer <3