En cuanto Diciembre llegó, todo estaba demasiado tranquilo en la Editorial, como por la tercera semana empezó a ser un desastre monumental, literalmente. Todo el mundo prepara y detalla manuscritos como lunáticos, pues el trabajo se ha acumulado bastante y está por acercarse la Navidad.
El ambiente se siente tenso y estresante y yo estoy más irritable que nunca.
Necesito algo que me quite todo esto... un masaje, un día entero durmiendo. No estaría nada mal.
Mañana me voy a México y al menos eso es lo único que me mantiene cuerda en estos momentos.
—¿Mack?—Niel viene a mi con cara de preocupación—Mira esto—Me muestra el Ipad que lleva en las manos con una imágen en el centro. Leo el título y casi se me sale el corazón.
"¿Nueva conquista o alguna trepadora en busca de la fortuna Pennisher?"
¿Quién mierdas escribió esto?
En la imágen estamos Ashton y yo caminando por Málaga sonriendo. Menos mal que llevo lentes de sol. Aún así ¿Trepadora? No soy ninguna trepadora.
Definitivamente le sacaré los ojos a quién haya escrito esto. Busco la fuente de quien lo publicó y.... ¡Bingo! Revista Española lo ha hecho.
—¿No vas a decir nada?—Pregunta mi amigo extrañado. Me encojo de hombros y me paro de mi silla.
—Que digan lo que se les dé la gana, no me interesa, sé quién soy yo y mis más allegados también. Sabes cómo son, solo son "populares" por chismes y noticias fake. No te preocupes.
—Está bien, recuerda también que si siguen con este tipo de contenido podemos demandar por difamación—Le palmeo el hombro cuando pasó a su lado y le sonrío a boca cerrada.
—De todos modos, veo que la pasaste bien—Se rasca la nuca. Señal de que está nervioso—Es decir, ibas con Ashton Pennisher...—Duda un poco y me sonríe pícaramente-¿Es guapo verdad?—Lo que dice provoca una risotada de mi parte.
—¿Qué insinúas Niel?—Abro los ojos como platos y lo señalo—¿Acaso él te gusta?
—¡Qué! ¿Mack, te golpeaste la cabeza? No seas ridícula claro que no me gusta. Quieras o no creer los hombres también aceptamos cuando alguien de nuestro género es guapo—Respira rápidamente y se pasa la mano en el cabello.
—¿Y por qué te pones tan nervioso?
—Joder, estás loca. El tipo no me gusta, no soy gay. Sólo lo pregunto porque mi mejor amiga es bellísima entonces... si ella cree que es guapo puede estar con ella.
¿Eh?
—Ya me confundí pero bueno, no eres gay.
Exhala y hace un ruido raro—A lo que me refiero es que mi bella amiga debe estar con alguien a su nivel, tanto de belleza como inteligencia. No te quiero con alguien que sea un bruto.
—¡Ja! Oh vamos Niel ¿Seguro que es por eso?
—Qué sí, joder.
Meneo la cabeza y volteo hacia enfrente.
El módulo de Gretel se encuentra vacío y en perfecto orden.
—¿Dónde está la bruja?—Hago un ademán con la cabeza señalando el módulo.
—Está indispuesta, parece ser que se cayó de las escaleras de su casa, pobre—Se encoge de hombros—La veremos hasta el año entrante, supongo—Se encoge de hombros. Vaya que horrible...
—Bien, voy al sanitario—Él asiente y se retira.
Después de verificar que no haya nadie en el sanitario, cierro la puerta con seguro y marco el número de Ashton.
Al tercer tono contesta.
—Hola Mack ¿Cómo estás?—Pregunta amablemente como si no supiera la bomba que estalló en las noticias.
—¿Tú cómo crees que estoy después de que me dijeran trepadora?
—¡Qué! ¿Quién diablos lo ha dicho?—Pregunta molesto.
—Revista Española, al parecer tiene contenido de nosotros en Málaga, lo que más me ofende es el contenido tan despectivo que tiene la nota contra mí. Es decir, no me conocen ¿Por qué insultar a una persona de esa manera?
—Ese hijo de perra...—Masculla entre dientes.
Guarda un minuto de silencio y una voz se escucha a lo lejos.
—Señor, su pedido ha llegado.
—Gracias Chelsea
¡¿Y quién diablos es Chelsea?!
Okay, tranquila no explotes, es sólo su secretaria o algo por el estilo.
—Bien Mack, no te angusties lo resolveré, tengo que irme estoy ocupado—No deja ni que me despida cuando cuelga.
Abro la boca al ver la llamada finalizada y me lavo las manos un poco aturdida por lo que acaba de pasar.
Seguro se la iba a follar y por eso cortó. O ella ya se le estaba insinuando. O puede que ya no se interese tanto en mí.
La ansiedad incrementa y los pensamientos negativos también.
"No me importa, no somos nada y él puede hacer lo que se le venga en gana"
Retuerzo la boca y salgo del baño.
A las cuatro de la tarde me encuentro totalmente estresada con los manuscritos que tengo sobre la mesa. Después de leer aquello en la mañana sobre mí, el "buen humor" que me quedaba se esfumó.
Cabrones ¿Cómo se atreven?
Niel pasa por mi módulo con una sonrisa en el rostro y se queda parado frente a mí.
—¿Qué?—Pregunto de mala manera bajando las hojas que estaba leyendo.
—Sí que estás de muy mal humor, no te preocupes tengo la solución a tus problemas.
—¿Sí? No creo—Me recuesto sobre el respaldo y lo veo fijamente—¿Qué esperas para decirme qué tienes en mente?—Mis dedos tamborilean en la mesa a la espera de su respuesta.
—Tú y yo tendremos una cena en el restaurante Italiano Augustine ésta noche a las 7:00pm—Me sonríe y a mi se me hace agua la boca de tan sólo pensar en las deliciosas pastas que cocinan—¿Qué dices?—Asiento emocionada y él me avisa que hará la reservación.
Genial, algo bueno al menos en este día de mierda.
Sigo trabajando hasta que da la hora de salida y yo guardo todo bajo llave.
Pude terminar algunas obras pequeñas y esas las llevo a la oficina de Johnson quien sostiene una discusión por llamada. Me hace un gesto para que los deje sobre su escritorio y salgo evitando interrumpir.
Limpio mi módulo y me pongo el saco de vestir a la par que cargo mi bolso.
—¿Lista?—Pregunta Niel. Asiento y salimos, dándole una última vista a mi módulo.
Admito que lo extrañaré, pero volveré en unos días.
Niel como el caballero que es, abre la puerta para mí, para luego meterse él y encender el motor con rumbo al restaurante. Pongo música y cantamos como dos locos en medio del tráfico escuchando a Doja Cat.
—Estás canciones deberían ser ilegales—Dice Niel parándose en un stop. Frunzo el ceño y giró mi cabeza como muñeca diabólica.
—¿Por qué?
—Porque me hacen tener ideas lujuriosas todo el tiempo y uno no se lo puede montar en el auto cada que quiere—Una risotada sale de mi boca y meneo la cabeza viéndolo. Él sonríe y empieza a reírse a la par. El semáforo pasa a verde y conduce por las transitadas calles de Madrid.
Cuando llegamos, el lugar se encuentra lleno y me ayuda a bajar. Le da sus llaves al del staff y nos adentramos.
La hostess pide el nombre de reservación y luego de verificar la lista nos dirige a nuestra mesa.
Estamos en la planta alta y tenemos una vista magnífica de la ciudad. Recorre mi silla para que pueda sentarme y posteriormente se sienta frente a mí con una sonrisa ladina en el rostro.
Niel pide un vino Chardonnay para poder degustarlo con la pasta que pediremos.
El camarero toma la orden y en lo que llega nuestro vino platicamos sobre cosas triviales.
Ashton
Hago la llamada inmediatamente una vez que he colgado con Mack y Chelsea deja mi orden de comida sobre el escritorio. Pido que se retire y ella sale asintiendo.
—¿Aló?—Contestan al otro lado del teléfono. Me da jaqueca cada que se quiere hacer el imbécil.
—¿Por qué has publicado tal cosa Samuel?—Reclamo y el sólo suspira.
—Oh, ya te has enterado, ¿A tu nueva conquista no le ha gustado el título? Podemos cambiarlo a: "La nueva ramera de Ashton Pennisher" si quieres, sabemos cómo eres con las mujeres, no te preocupes no diremos tantas cosas malas sobre ti.
—Deja de decir estupideces, no es ninguna trepadora ni mucho menos una ramera, antes era un mujeriego del asco y lo sabes, pero eso quedó en el pasado, quiero que borres esa nota ya mismo.
—Oh vaya, ¿Tan embelesado te tiene con sus tetas?—Hijo de perra.
—Qué vulgar te oyes hablando de esa manera de las mujeres. Escúchame bien imbécil, si no borras la nota ya mismo, te demandaré por difamación—Aprieto fuertemente los dientes, tanto que siento que me los voy a quebrar.
—Tranquilo vaquero, es sólo una broma.
Broma mis pelotas, nadie se expresa mal de una mujer y menos éste de Mack.
—Te lo advierto—Cuelgo para no seguir escuchándolo y medio como por el coraje que tengo.
Mack no se merece esto y yo lo voy a arreglar.
Tocan a la puerta cuando terminó y Chelsea se asoma con una agenda.
—Señor, su hermano ha llamado para informarme que estará hoy en la ciudad, quiere cenar con usted en el restaurante Augustine.
Perfecto, otra cosa que agregar a la lista.
—Bien, desocupa mi noche, ah por, cierto quiero que busques una florería y mandes un ramo de rosas rojas con girasoles a la Señorita Mackenzie Henderson. En un momento te paso la dirección de su casa.
—Por supuesto señor.
—Bien puedes retirarte—No la reparo y abro mi laptop para mandar un e-mail a mi abogado. Sí el estúpido de Samuel no hace nada no voy a quedarme con los brazos cruzados.
Cuando alzó la vista Chelsea todavía se encuentra en la oficina y la cuestiono con la mirada ¿Qué espera para salir?
—¿Qué pasa? ¿Se te durmieron las piernas?
—He notado que ha estado muy estresado ¿Quiere un masaje?—Sé lo que quiere pero yo no así que la largo antes de que insista con otra cosa.
—Solo estoy fastidiado, puedes retirarte ahora Chelsea—La expresión que hace me indica que se decepciona con la respuesta y asiente para luego salir del despacho.
Chelsea fue una de las tantas mujeres a las que me folle. Pero ya no me interesa. Solo una persona ronda por mi cabeza día y noche.
Joder, si hace un año me hubieran dicho que dejaría de estar de cabrón por una mujer, me les hubiera burlado en la cara.
Estoy tan cegado por ella que no me importa quedar como un payaso. Solo quiero verla sonreír y hacerla sentir bien.
Me gusta demasiado.
Menudo idiota sentimentalista.
Me río y sigo trabajando con el tema de los presupuestos de la Editorial. Tenemos que poner más maquinaria y subir el sueldo a los trabajadores.
Veo la hora en mi reloj de mano y me pongo el saco del traje. Guardo todo y ordenó los papeles. Salgo de la oficina y Chelsea ni me repara.
"No me interesan sus berrinches"
Me acerco a ella para entregarle la dirección de Mack y le digo que quiero que le lleguen hoy a su casa, ella asiente diciéndome que lo hará y yo abordo el elevador para dirigirme al estacionamiento en busca del BMW gris. Me meto al auto y emprendo mi viaje al restaurante.
Una vez que llego le doy las llaves al mismo hombre de siempre y éste me da un pase especial.
Por ser cliente frecuente no me cobran. Es mi lugar favorito para acudir a reuniones de trabajo, charlas empresariales y para ver a mi hermano.
Entro y la hostess me indica el lugar. Visualizo a James sentado en una mesa para dos frente al gran ventanal y le agradezco a la chica una vez que me siento.
James alza su mirada del teléfono y me da una mirada seria.
—¿Y bien? ¿Qué es lo que quieres decirme?—Pregunto estirando un poco mis piernas recostando la espalda en el torso de la silla.
—Quiero que te lo tomes tranquilamente y que me escuches antes de que empieces a despotricar como siempre lo haces—Bufo y volteo la mirada a otro punto.
Mis puños se cierran por sí solos cuando mi vista enfoca a una Mack cenando con el tal Parks, del otro lado del salón. Van vestidos de una manera formal y su expresión corporal me dice que...
—Mi madre nos quiere en casa para Navidad—Fijo la vista en mi hermano y doy una risotada.
—¿Qué cosa?—Mi mandíbula se aprieta con la noticia.
—Lo que has oído Ashton, quiere vernos, quiere tener a sus dos hijos para Navidad—Ni de coña voy a ir.
—No, sabes bien qué pasaría si voy de nuevo a esa casa—Voltea los ojos y toma de su copa.
—Mi madre quiere vernos a ambos, ya está harta de sólo sentarse en la mesa con papá y conmigo. Ellos te necesitan también.
—Ellos no me necesitan, me lo dijeron cuando me fuí aquel día de la casa—Digo entre dientes con un nudo comenzando a apretarse en mi garganta. No me gusta el rumbo que está tomando esta conversación. Ella fue demasiado clara ¿Por qué ahora quiere verme?
—Ashton ya ha pasado mucho tiempo, tienes que superar lo de... ya sabes.
—Ni tú lo has superado puesto que no dices las cosas como son. Mis padres me echaron la culpa de lo que pasó con Marilyn, me creyeron un asesino y eso no se los perdono.
—No te creen culpable, fue un accidente. No eres responsable de la muerte de nuestra hermana, así que deja tus dramas existenciales y ven conmigo a casa para Navidad.
Vuelvo a voltear a la mesa de Mack y ella ríe, mientras que Parks se acerca para limpiar algo de su cara.
Todo colisiona dentro de mí.
—No voy a ir y es mi última palabra—Me paro de la silla pero James me detiene.
—¡No seas tan cobarde!—Grita llamando la atención de todos los comensales, incluyendo la de ella, que me ve con una mezcla de preocupación y sorpresa.
Me río y parezco loco. Escucho murmullos detrás nuestro.
—¿Cobarde yo? Aquí el único cobarde eres tú. Tú que te refugias en el maldito trabajo para no tener que dar la cara nunca—Respiro con dificultad—¡Cobarde tú que nunca me ayudaste cuando más te necesitaba! ¿Dónde estaba mi hermano cuando lloraba en medio de la nada por la desesperación y el dolor? ¿Dónde está cuando a mitad de la noche sufro pesadillas recordándola? ¡En el puñetero trabajo!—Siento acalorada la cara—Así que no salgas con que yo soy un cobarde porque he sabido salir adelante con todo y mis traumas. No me pidas que vuelva a una casa donde me señalaron como el culpable.
Me encuentro sumamente agitado y preso de la furia.
—Que pases una Navidad solo entonces—Dice con voz dura y mirada hostil, sin una pizca de culpabilidad ni empatía.
El corazón se me aprieta y asiento.
—Creo que ya estoy más que acostumbrado a pasarla solo—Me doy media vuelta y camino hacia la salida con los ojos llorosos.
Llego al estacionamiento y me entregan mis llaves pero escucho pasos persiguiendome.
—¡¿Acaso quieres seguir con la discusión?!—Grito con voz entrecortada a causa del sentimiento. Pero no encuentro a James, sino a Mack.
—¿Qué ha pasado allá adentro Ashton? ¿Estás bien?—Pregunta acercándose con cautela y vaya que es la primera persona que en todo este tiempo, me lo ha preguntado.
—No te interesa Mack—Volteo para limpiarme los ojos llorosos. No quiero que me vea de esta manera. Roto.
—Ashton, solo trato de ayudarte—Siento su mano en mi espalda y yo dejo escapar un sollozo. La volteo a ver y mis ojos vuelven a cristalizarse.
—No puedo más, estoy hasta los putos cojones de todo—Ella me mira con el ceño fruncido y trata de acariciarme, sin embargo, yo me muevo.
—Ashton...—Detengo su hablar.
—Tengo que irme—Digo como puedo. No quiero que me vea de esta manera—Sólo vete y déjame en paz.
—Ashton, solo trato de ayudarte—Se calla pero continua—No nos conocemos de un todo pero si buscas apoyo, aquí estoy—No percibo la mentira en sus palabras. Me ve de una manera que no se interpretar ¿Es amor? No, no creo. Recuerdo sus palabras cuando fue clara conmigo respecto al tema.
<<Es algo puramente carnal>>
—Gracias Mack, pero no lo necesito—Doy media vuelta, subo a mi auto y me pongo en marcha hacia algún lugar en dónde pueda pensar y despejar mi mente. Mi corazón vuelve a romperse cuando por el retrovisor la veo parada en el oscuro aparcamiento.
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Ayyyy no saben lo que lloré 😭😭😭 Ashton necesita la ayuda de alguien para poder superar sus traumas y sanar.
¿Será Mack quién logré aquello?
Aquí les dejo el capitulito, espero lo disfruten.
Los quiero 😘😘