〘Actualizado 27/Ago/2021 | 10:54 A.M.〙
Luisa
Bajo los intensos rayos del sol me encontraba corriendo por el laberinto cerca de la salida para ir al Área, estaba orgullosa de lo que había hecho hoy puesto a que no me había movido tan rápido en días y eso le gustaba a Minho, incluso Ben me había felicitado por ello.
Esta vez comenzamos a pensar en lo que haríamos para dar una mejor explicación del laberinto porque ya era molesto explicarle a Alby con manzanitas desde salíamos hasta las paradas más absurdas; durante nuestra merienda, acordamos montar un modelo del laberinto con lo que encontráramos en el Área para que ningún detalle se nos pasara, al fin de cuentas, Minho tenía una memoria fenomenal y con nuestra ayuda sólo bastarían un par de meses más para recorrer el laberinto para conocerlo a la perfección.
—Entonces entre Ben y yo nos ocuparemos de marcar los lugares principales, los números de las secciones y algún atajo, tú harás la maqueta poniendo los lugares por donde hemos encontrado las asquerosidades de los penitentes junto a algunas marcas de las secciones. —Yo asentí de acuerdo con mi tarea porque si dejaba a esos shanks a cargo de la maqueta terminaría en catástrofe—
—Ya vámonos de aquí porque necesito un baño urgente. —Tanto Minho como yo nos burlamos de Ben, lo empujamos y trotamos riendo hacia el Área para finalizar nuestro trabajo—
En cuanto entre, no faltaron los piropos por parte de algunos mierteros que me miraban de arriba a abajo, yo les volteaba los ojos porque muchos esperaban tener una oportunidad conmigo, aún sabiendo que no estoy interesada en esas cosas. Llevo exactamente tres meses en este lugar, es bastante tranquilo si realizas tu parte y te mantienes a raya con los demás, incluso puedes hacer buenos amigos si te lo propones.
—Llegaron justo a tiempo. —El chico rubio sacudió mi cabello rizado, varias veces me había dicho que le encantaba como se veía así que lo dejaba continuar— Te traje algo de agua, ¿Qué tal el recorrido de hoy?
—¿Y mi agua? —Minho se mostró indignado ante la falta de atención a su persona así que cuando Newt intentó disculparse por eso, el asiático se fue diciéndole que su corazón perfecto había hecho "crack"—
Yo me reía cada que Minho hacía un drama porque a pesar de parecer tan serio con el resto o a veces sarcástico, sabía como divertir a sus amigos. Terminé con las mejillas de un color carmín genuino que Newt dijo que no se comparaba con los jitomates que había en su huerto, él era sumamente dulce cuando se lo proponía.
No marchamos a comer en el pasto, algo alejados de los demás porque no estaba de humor para que me hicieran enojar con sus galorpadas.
—¿Qué harás durante la tarde? —La pregunta de Newt me tomó por sorpresa porque ambos conocíamos nuestros horarios a la perfección, pensé en decirle sobre eso pero finalmente me decidí por encogerme de hombros terminando mi agua—
—Supongo que Minho querrá que empiece la maqueta del laberinto lo más pronto posible así que, estaré en el bosque recolectando materiales. —El rubio asintió dejando a un lado su plato, mecía su talón sin poner mucha atención a su alrededor. Estaba nervioso—
—¿Puedo acompañarte? —Sonreí por su pregunta. Le golpeé el hombro de manera leve para que me mirara y asentí— Entonces te veré más tarde.
—Nos vemos, Newtie. —Dejé mis trastes en la cocina despidiéndome de Sartén. Caminé un rato rumbo a mi hamaca para ponerme algo más cómodo, se estaba haciendo tarde y no quería ser devorada por los mosquitos mientras esté en el bosque, ni siquiera le pregunté a Minho que era lo que íbamos a necesitar—
Terminaba de hacer una lista mental sobre los materiales, calculando cantidades y algunas otras cosas que ni siquiera me percaté de que los molestos shanks que estaban al lado de mi hamaca vinieron a molestar. Hablaban de lo feliz que parecía estando al lado del rubio y el apodo que le había puesto, por lo regular, ellos escuchaban comentarios sarcásticos de mi parte a Minho y Ben con los que estaba más tiempo fuera, con Alby siendo este el líder y hasta con Gally que no parecía importarme si me daba un golpe por denegar sus ordenes.
La cuestión con el rubio es que, hubo momentos en los que ambos sufrimos mucho por no saber nuestro propósito en este lugar, recuerdo haberlo escuchado algunas noches en el bosque desesperado porque no quería estar aquí, se quejaba de lo mediocres que eran los creadores; conforme pasaba el tiempo, me fui acercando a él por la semejanza de pensamiento, a veces hablábamos de eso y seguíamos la idea de poder escapar, ser libres. Recuerdo haberme preguntado qué había más allá de esos muros mientras que en mi mente había imágenes de todo tipo de cosas, finalmente me convertí en corredora y le prometí a Newt que pondría de mi parte para nuestro sueño se cumpliera.
—¿Nos vamos? —La sonrisa del rubio me enternecía el corazón así que no perdí más tiempo, lo reté a unas carreritas hasta el bosque aún sabiendo que me iba a ganar. Corrimos alegremente por el lugar y se burló de mi por eso, yo le saqué la lengua mientras su risa causaba un enorme eco en el lugar—
Muchos de los larchos que estaban a nuestro alrededor no se veían perturbados por la forma en la que estábamos jugando puesto a que, la alegría que denotaba este lugar tenía sus inicios con la amistad que he estado formando con el rubio.
Llegamos al bosquecito donde estaba juntando todos los materiales entre risas con aquel chico, burlándonos de todo aquel larcho que realizaba sus actividades mal, tal vez Alby nos mataría por lo escandalosos que estábamos siendo hasta ahora, siempre lo había considerado como un hermano mayor que se preocupa porque todo esté en orden. Newt junto algunas piedras en el riachuelo coincidiendo sin querer con la idea que tenía Minho de poner los números en ellas, eso me dio la idea para juntar un poco más de arena y almacenarla por si acaso.
—¿Crees que todo eso sea suficiente? —Expresó el chico mirando lo que había juntado así que me senté a su lado para enseñarle los bocetos que tenía sobre el mini laberinto que haría— Vaya, tienes talento para esto, ¿no has pensado hacerles los planos a los constructores? Mucho de lo que hacen es horrible. —Solté una carcajada sonrojándome por lo que decía este chico—
Siempre había tenido la sensación de que no había una sola cosa en la que podía encajar y que, en su defecto, tendría que hacer mucho esfuerzo por poder hacer más de una cosa; ahora que soy corredora, disfruto de mi tiempo fuera de este lugar junto a Minho y Ben, ellos me habían dado una perspectiva diferente de los habitantes.
Salimos del bosque un poco apagados, estaba cansada y ni siquiera había probado un bocado de la comida de hoy. Me despedí de Newt caminando hasta mi hamaca para buscar una blusa de manga larga que evitara que los mosquitos me comieran viva, una vez que la tuve, regresé al bosque para adentrarme hasta la pequeña choza que ocupábamos los corredores para trazar los mapas que estaban aún pegados en la pared con cinta desgastada, algunos de ellos estaban en el piso con algo de tierra, había algunas hojas hechas bola en el piso por los intento fallidos de Minho por recordar lo que había en ciertas secciones. En algunas repisas estaban colocadas algunas plantes que Ben amaba cuidar en algunos botes de aluminio, había que decir que el chico era muy cuidadoso cuando quería pero también un desastre, varios de los jarrones que ocupábamos durante las noches de desvelo se encontraban aún en una mesa que ocupábamos para alimentarnos en caso de no poder salir de ahí pero por más que Minho le insistía a Ben sobre dejar los trastes en la cocina, siempre lo olvidaba.
Dejé los materiales en la mesa principal, fui quitando cada uno de los planos enrollándolos o pegándolos a la pared, haciendo un esfuerzo por limpiar el desastre que habían formado a lo largo de la semana, en cuanto estuvo listo, me encaminé a sacar los trastes de ese lugar yendo con Sartén para disculparme por milésima vez sobre el descuido de los chicos.
—Pensé que nunca llegarías a comer. —Minho me ofreció un plato de sopa tibia que acepté gustosa y comí con todas las ganas del mundo; mi estómago lo agradeció y una sonrisita se instaló en mis labios— ¿Qué tal va el trazado de la maqueta?
—Demasiado bien en realidad.. —Hice una pequeña pausa pasando el bocado y dándole un sorbo a mi vaso de agua que Ben me había traído recién— Tengo unos bocetos que le mostré a Newt y dijo que tengo talento, cualquier día de estos le quito su empleo a Gally.
Nos reímos del último mencionado mientras terminábamos la comida en silencio esperando a que pasara algo extraordinario, hacía mucho tiempo que las cosas aquí se habían vuelto bastante aburridas pero no tardaba en venir un novato.
Fuimos a dejar los platos con uno de los chicos que estaba ayudando a Sartén a lavar los platos, él los recibió con una mueca y nos marchamos al bosque platicando acerca de lo cansados que estábamos, Ben bromeó con sentir que estaba muerto y yo lo apoyé confirmando que así seguiríamos por mucho más tiempo.
Narradora
A partir de ese día, los corredores se encargaron de trabajar en los bocetos que Luisa había hecho junto con los materiales que había traído, era una buena idea para Alby que así vería las cosas más clara y seguro conforme se siguiera explorando, encontrarían algo más que los hiciera encontrar una salida.
La chica se había desvelando durante los siguientes días tras haber comenzado a armar la maqueta, acomodaba los dibujos de Minho en orden para pasarse horas intentando recrear los espacios, a veces tallaba las piedras y la madera para asemejarlo lo mejor que podía hasta lograrlo, incluso Minho se tomaba algunas horas para indicarle el lugar por el que iban a quedar cada una de las secciones que iban en una especie de código que Luisa fue aprendiendo; tan sólo la primera sección le había tomado una semana, le faltaban ocho más y sentía que ya no podía más. Newt la iba a ver algunas veces, llevándole de los frutos que había recogido de los jardines para que fuera la primera en probarlos, eso se lo agradecía la morena porque así se sentía más fresca que comiendo estofado.
—Deberías decirles a ellos que te ayuden, es demasiado trabajo para ti. —El chico la abrazaba mientras dejaba un beso en su frente, podía ver sus ojeras y la falta de una sonrisa en sus labios ante el cansancio pero ella se negaba a hacerle caso. Estos días habían encontrado cosas fascinantes en el laberinto—
—Alby está interesado en lo nuevo que se ha encontrado en el laberinto y él cree que puede ser una salida así que, sólo estaría bien si se nos unieran más chicos para apoyarnos con eso pero son novatos en esto, no sobrevivirían a eso. —Luisa esbozó una mueca recordando al último chico que había intentado seguirles el paso y terminó lesionado por eso, ya hasta tenía alucinaciones con los penitentes gritando que eran criaturas horribles—
Newt tomó la decisión de perderse de sus actividades para ayudar a Luisa con lo que estaba haciendo y ella se lo agradeció, sabía cuanto amaba el rubio el jardín, él haría lo que fuera con tal de que ella estuviera bien, las noches en que hablaban dejaron que Newt sintiera mucha nostalgia, iban creciendo y eso alimentaba su bienestar más que en otras ocasiones, no había cosa que lo perturbara.
Llegada la noche, la maqueta tenía mucha más forma de la que pudiera haber tenido al final de la semana y eso enorgullecía a Luisa, ella estaba satisfecha con lo bien que se estaba quedando; decidió continuar con unas cuantas rocas más antes de marcharse a dormir pero el cansancio fue más fuerte, dejándola dormida en la mesa. Newt regresó a la choza en busca de la chica pero la vio durmiendo tranquila, dejó las rocas a un lado y movió la maqueta hacia otro lado para poder cargar a la chica y salir del bosque. Conforme avanzaba, Luisa se fue acomodando en su hombro, pasando sus brazos alrededor de su cuello con la intensión de sostenerse. Newt no dijo nada ante los chiflidos de los habitantes, la llevó a su hamaca arropándola y dándole un beso en la frente.
—Descansa Lu. —Se marchó hasta su hamaca para descansar de igual manera. Pensó en toda su travesía con la morena y sonrió recordando la primera interacción de ambos, lo enojado que estaba Alby cuando perseguían a las gallinas provocando un desastre garrafal—
Varios de sus recuerdos aquí lo hacían felices y no había nadie que lo hiciera más feliz que Luisa, ella era perfecta, pocas veces había hablado con Alby acerca de como se sentía con ella, era muy penoso pasar por las burlas del moreno dándole codazos cuando ella pasaba o que los demás les dijeran "tortolitos", como odiaba ese apodo, más que a cualquier cosa pero tampoco se encargaría de romper las reglas por lo ridículos que parecían algunos.
Esa noche su cabeza sobre pensaba toda la situación sin chance de parar, Newt se convencía a sí mismo de que lo mejor era que siguieran como amigos, lo que menos quería es que ella se sintiera mal porque sólo se había acercado a ella ante la idea de tener algo.
La mañana siguiente, Newt se mantuvo pensativo, sentía una opresión en su pecho que lo estaba dejando sin aire pero de nueva cuenta lo acallaba esperando que fuera suficiente. Se concentró en la llegada del novato de ese mes para evitar a la chica en lo que lograba apaciguar su mente, confiaba en que todo estaría mejor pasados unos días, le daría el tiempo suficiente a su mente para acostumbrarse a su ausencia pero, pasadas las primeras horas de ese día, fue sumamente complicado.
La veía de lejos, ayudando con algunas cajas, sonriendo al novato, con la mirada perdida y eso no le ayudaba mucho, pensaba en lo que haría una vez que tuviera un pequeño espacio para descansar del resto, toda la situación lo estaba asfixiando y quería aislarse de todo.
—Alby, ¿podría pedirte unos días libres de todo esto? Realmente me estoy sintiendo mal, no creo poder seguir. —El moreno lo miró exhausto, sabía que Newt era de los más responsables en ese sentido que le permitió retirarse. Lo había notado extraño pero esperaba el momento indicado para preguntarle—
Newt caminó hasta su hamaca con unas tremendas ganas de llorar. Incluso un par de lágrimas se acumularon en sus ojos una vez que tocó la suave tela de su hamaca en la que reposó su cuerpo, meciéndose de un lado para el otro mientras observaba el techo pensando en lo que habían construido en este lugar; si bien, estaba complacido con haber mejorado este lugar, nunca le había gustado, a veces soñaba con que estaba en algún otro lugar, con su familia y deseaba con todas sus fuerzas que lo que estaba pasando en el Área sólo fuera una pesadilla de la que se burlaría después pero no fue así. Recordó las veces en las que había hablado con Luisa sobre su necesidad de salir de ese sitio que le dieron tantas ganas de acabar con su sufrimiento lo más pronto posible, nunca lo había podido consumar porque de una u otra manera lo habían detenido en el momento clave. Llegó a hablar con Alby sobre la forma en la que se sentí pero él estaba más ocupado en buscar un perfecto equilibrio del lugar que no le tomó mucha importancia, incluso algunas veces le dijo que él era más fuerte que eso, que no debía de estar mal porque estaban vivos y eso era importante, dejó de confiar en Alby para hablar de esos temas, cerrándose en un mundo completamente falso en donde todo era respecto al trabajo, las relaciones con los demás y mantener la esperanza de que llegaría el momento de salir.
Newt se cubrió con la manta aún siendo un día caluroso, dejó que su mente divagara en todo aquello que había pasado en los últimos días, con Luisa precisamente, la chica estuvo tanto en su cabeza que en determinado momento creyó que se encontraba a su lado, soltó un par de lágrimas y se dio cuenta que no estaba siendo el mejor al dejarla sola, él no quería que ella pasara por lo mismo, la quería tanto como para dejarla irse al abismo. Por su parte Luisa, se mantenía concentrada en no cometer errores con la maqueta, quería que fuera perfecta para que finalmente tuviera que aplicar algunos conocimientos técnicos acerca de sus recorridos y en mejor orden del que habían comenzado.
Había extrañado al rubio mucho ya que no pasaba mucho tiempo para que la saludara o algo por el estilo pero lo había visto agotado, conocía ese lado de Newt y le preocupaba tanto no poder estar con el que sintió la necesidad de hacer trizas la maqueta para que ya no tuviera más por hacer.
—Larcha, vete a comer, yo terminó lo que falta. —Ben había regresado del laberinto con una enorme sonrisa, lo que la chica agradeció porque no la había estado pasando tan bien. Luisa se levantó de su asiento limpiando su manos en sus pantalones, dejó los materiales en orden y Ben tomó su lugar para ponerse manos a la obra—
No estaba segura de dejar el trabajo porque ahora todo parecía tan extraño, era como si hubiera estado alejada de todo esto por mucho tiempo y como no, había llegado un novato al Área a lo cual ni siquiera había escuchado la alarma -algo raro para ser la primera en avisar de eso en el lugar-, atribuyó eso a la falta de descanso que se había acumulado en mi cuerpo aunque tal vez eran más ganas de salir de ese lugar que no la dejaban.
Lavó sus manos formándose en la fila de la comida y pidiendo por Newt ya que no lo veía desde hace rato y quería devolverle el gesto que tuvo con ella hacía unos días atrás, se cuidaban mutuamente y esta vez no sería la excepción; primero fue a los jardines pero no encontró al rubio, fue a preguntarle Alby por él pero lo único que le dijo fue que tenía días libres lo cual, no sonaba muy bueno en él, siempre mantenía su mente ocupada en otra cosas para no pensar en el encierro, era algo natural en ellos de un tiempo para acá.
—Newtie, despierta. —Acarició su mejilla mientras ponía la comida a un lado esperando que el chico se incorporara para demostrarle una sonrisa— Te he traído el almuerzo, necesitas comer algo.
—No tengo mucha hambre pero gracias por eso, Lu. —Expresó levantándose de su hamaca para tomar el vaso de agua, acabándoselo de un jalón, empezó con el postre y estuvo dudoso en probar el recalentado— ¿Qué tal vas con el modelo?
—Seguro que esta semana finalmente se acaba, estoy confiada en que nos será de mucha ayuda aunque me volvería loca si de repente alguna cosa llegara a cambiar y con ello todo nuestro trabajo se fuera a la basura. —Ambos dejaron de hablar para poder comer a gusto en un silencio invadido por los sonidos habituales del Área. Era un día bastante tranquilo para estar en ese lugar—
Al terminar su comida, se marcharon un rato al bosque para despejar su mente, corrieron por ahí riendo y divirtiéndose como nunca, aún sintiéndose totalmente drenados, podría haber un poco de felicidad para compartir con el otro, eso lo sabía Luisa que no dejaba de hacerme miles de escenarios fuera de ese lugar con Newt, viéndolo con una sonrisa sincera y lleno de vida, agradecido de poder estar en otro lugar que no fuera aquí dentro, incluso Gally, el más amargado de ese lugar estaría gustoso de estar fuera. Se sentaron debajo de uno de lo árboles, Luisa descansaba en el hombro de Newt mientras el rubio miraba con tristeza la postura de la chica, ambos se recostaron en el pasto dejando que la luz del sol cubriera algunas partes de su cuerpo por mínimos instantes, ellos estaban complacidos con el momento que ni siquiera prestaron atención a los ladridos del pequeño Ronco que circulaba por ahí.
—¿Crees que algún día seremos libres? —La chica sonrió ante la pregunta del rubio y asintió segura de que las cosas fuera de este lugar serían mejores, estarían mejor viviendo cada uno por su parte—
Newt se daba más fuerza para aguantar por la chica que jamás desistió de su propósito, ponía mucho de su esfuerzo para que eso se lograra que ni siquiera consideraba que fuera alguien real, creía que tenía todas la cualidades para ser su salvadora.
Se acercó a la chica que aún mantenía sus ojos cerrados, acarició su rostro y en cuanto tuvo la atención de sus hermosos ojos, se acercó para unir sus labios, ella no se opuso en ningún momento por lo que aprovechó para atraerlo más a ella, quedando él encima de ella, acariciando sus labios con la punta de su lengua, provocando que todos sus sentidos se descontrolaran, la hacía fantasear con llegar más allá del cielo y concluir en los brazos del chico; ninguno pronunció palabra alguna, se encargaron de que sus deseos fueran saciados de uno en uno, con la intención de que eso les ayudara a darle una respuesta más cercana a lo que pasaba en su mente y, al menos la encontraron cuando las primeras gotas de lluvia cayeron en el Área.
—No puedo creer que justo ahora empezara a llover. —La chica se mostró sorprendida pero busco evitar hablar de aquel momento que habían compartido, se había sonrojado mucho estando entre los brazos del chico que no hacía más que acabar con el gran nudo que lo obligaba a quedarse callado—
Tomó su mano, marchándose al Área protegiéndola de la lluvia y dándole su suéter para que se secara, jugaron y bromearon más animados que de costumbre, fue Alby quien les sonrió al verlos juntos de nueva cuenta, se mantenía a la distancia viendo su comportamiento, como todo buen líder, dejó que las cosas dieran sus frutos beneficiando al resto con su acercamiento. Algunos chicos se habían burlado de ella. Luisa dejó que continuaran el resto del tiempo para que al final se burlara peor de ellos, Minho la felicitó por aprender tan bien de él y su sarcasmo pero la realidad es que ambos se habían complementado muy bien, lo mismo pasaba con Newt, había pasado de ser una persona sumamente apagada a tener un hermoso brillo, no lo sabía pero desde ese momento Luisa se convertiría en la más importante en su vida, aún después de Thomas quien no tardaría en ganarse su confianza logrando su propósito inicial con la chica de sus sueños.