Pasé solo uno segundos pensando en como me he llegado a involucrar tanto en esta situación. Tomé aire tratando de calmar cualquier pensamiento que me sacara de mis casillas.
-Muy bien-dije-Quiero que en este preciso instante desaten a ambos, no juego cuando digo que puedo ser peor que ustedes en tema de secuestros o sea lo que sea que le hagan a ellos dos, los quiero sentados no medio muertos en mi cuarto junto con una media en la boca, ¿oyeron?, bajaré un segundo para tranquilizar todo allá, ya que las chicas mueren por tener a estos-señalé a Xav y Evan-en sus camas para el final del día, si no las conociera mejor diría que están buscando el momento para llevarselos, den gracias por eso, Ximena, te dejo a cargo.
-¡¿Qué?!-aullaron Dylan y Alan, de inmediato les fulminé con la mirada para que se callaran, supongo me pasé un poco con respecto a eso ya que de inmediato se callaron, pero sus rostros mostraban nada más que temor.
-Oyeron claramente, ella se queda acargo de todo-esta vez me dirigí a Ximena-Procura de que no vayan a mi armario...tengo...animales-al concluir con eso, bajé dando saltos largos en lñas escaleras con sumo cuidado de no tener la suerte de caer de cara contra el mármol.
-¡Hola a todo el mundo!-dije apenas llegué junto a mis padres-¿En cuánto estará lista la cena?, estoy que me pudro del hambre-como si mi cuerpo aceptara aquella mentira bien articulada emitió un sonoro rugido.
-Se nota-dijo mi padre evitando reirse de mi penosa situación.
-Eh...bueno-mis palabras se me fueron por la borda-Creo que iré a ver como están los demás arriba, están metidos en el juego, ya sabes, hombres, además Ximena debe sentirse mal por ser la única chica, así que...¡adiós!-corrí de nuevo por las gradas esperanzada de no ver más rostros detrás de mi, pero mi intuición no me estaba sirviendo para nada.
-¿Deseas algo Emma?
-Mmmm...creo que si...¿qué es lo que sucede en tu cuarto?, como que tener a más de cuatro chicos contigo no es muy buena señal.
-No entiendo.
-Quiero subir.
-No.
-¿Por qué?-renegó.
-Porque yo lo digo-odiaba mi fase de hermana mayor que puede hacer lo que quiera, pero esta vez era necesario.
-No te pongas así, además...¿crees qué no me dí cuenta qué Xavier es el mismo del bar y del Games World?
Me congelé.
-No sé de que me hablas-traté de que mi voz no sonara ronca. Pero sentí como mi sangre se me puso fría o no circulaba.
-¡Oh, vamos!-dijo exaltada, puse los ojos en blanco, mi situación era plenamente estúpida. La miré con delicadeza.
-Creo que no puedo seguir mintiendo más, Emma-abrí paso junto a mi-Ven, pero debes estar comprometida que no dirás nada, solo así, te diré que sucede y te vas a arriba, y otra cosa, no puedes decirle a las demás, diles una comidilla para que se queden allí.
-Como digas.
En seguida ella fué donde las demás, no supe que les dijo pero parecieron entender todo. Emma vovlió a mi sonriente.
-Listo, vamos-dijo ella trepándose en mi espalda. Perdí el equilibrio por un momento pero lo recobré cuando con una mano me arrimé a la pared, escuché las risas de los demás por la locura de Emma-¡Arre, caballo!
-Hey, no te pases-dije entre dientes.
-Sígueme la corriente o sospecharán-dijo en mi oído, bufé molesta y la cargué-o eso intenté-hasta las gradas, el esfuerzo requerido fué bastante, o tal vez lo ví asi ya que no me acostumbraba llevas a más personas en mi espalda, la dejé en frente de mi cuarto, sentía las gotas de sudor recorrer mi frente-Eres un pésimo caballo.
-Cállate.
Abrí la puerta con sigilo, como había dicho todo se había dicho, o al menos la mayoría.
-Llegué, y traigo compañía-dije mientras hacia que Emma entrara al dormitorio, todos me miraron extrañados, tras un segundo escuché un suspiro de mi hermana, la miré-No seas tan sincera, Emma, guarda tus deseos para otro momento.
-Trataré-dijo ella con un tono pícaro, se alejó de mi para ir donde los chicos-Ustedes dos largo-dijo a los gemelos que estaban sentados junto a los otros dos, ellos con un gruñido se apartaron y Emma ocupó el lugar en mitad de los chicos.
-¿Xav, no?-dijo ella con pleno interés-Se nota que el destino trata de decirte algo acerca de mi hermana, pero no te engañes, lo que ves que tiene de linda, lo tiene de inteligente-dijo ella con una sonrisa de complicidad, el alargó una sonrisa de oreja a oreja.
-No discuto esa parte, ¿así que tú eras su hermanita?, te ví en el bar-dijo el badulaque con más ánimo de lo que habría supuesto.
-Exacto, creo que le salvaste a mi hermana el trasero-dijo ella en respuesta.
-¿Hola?, sigo aquí-dije al ver que hablaban de mi y de todo lo que pasó en mi cara y me habían excluido deliveradamente.
-Si, la rescate-dijo el ignorandome por completo.
-¿A eso le llamas rescate?-suspiré-¡Dios, si que lo hacías perfecto!-dije con puro sarcásmo, el me miró arqueando una ceja.
-¡Bombón!-dijo con pleno júbilo-Sin mi no estaríamos teniendo esta conversación.
En mi interior desee que nunca hubiera topado cara con el.
Mi respuesta fué un gruñido, y esta vez sentía que me arrojaría a el y le daría unos cuantos golpes en su muy sexy rostro.¿Yo dije eso?, ¡oh vamos, cerebro! ¡No me traiciones!
-¿Cómo así te encuentras aquí, Xav?, no creo sea una coincidencia que llegues así por así-prosigió Emma, esta vez el no la miro, solo fijó sus ojos en mi, esos ojos que para mi eran relativamente espectaculares, un brillo en ellos me dijo que algo estaba escondiendo.
-Creo haberte dicho que nos veríamos, ¿no es así, bombón?-dijo el badulaque, todas las miradas del cuarto se posaron en mi, lo cual no termino por agradarme, había sacado el tema de lo que hablamos ayer, tenía que saber que iba a decir y si decía una estupidez o se me iba algo, estaría muerta.
Nadie de la familia sabía de mi encuentro con Xav, nadie. Eso fué lo que me hizo poner más nerviosa. Notaba que el se divertía con esto, sabía que yo no podía hablar de eso y que esta vez me había puesto contra la espada y la pared. Relativamente. No sabía que decir, trataba de ver como salir de este momento o por lo menos de esta conversación.
-Creo oír que lo mencionaste-dije de forma neutra.
-¿Cúando pasó eso?-preguntó Emma, ahora ella estaba más que atenta a nuestra conversació, noté las expresiones perplejas y furiosas de mis primos que se estaban conteniendo, o eso noté yo, aparté Ximena no entendía la mayoría pero como que captó lo que sucedía de cierta forma y por último estaba Evan, el estaba con la mirada fría sobre mi, pero cuando miraba al badulaque lo hacía de una forma poco regular, tanto así que temí lo peor. No sabía como me metí en esto. Era sumamente estúpido, pero estab aquí y ahora trataría de salir.
-Eso no importa-dije despreocupadamente-Mientras tanto, pediré de forma considerada que todos em sigan, excepto el badulaque-apenas acabé todos no entendían la última palabra-¡Xav! ¡El badulaque es Xav!
-Oh...-escuché que todos dijeron al coro, miré a Xav que se mostraba más que sonriente.
-¡Caminen!-dije sacandolos del cuarto, abrí la puerta del clóset el cual utilizabamos toda la familia, por esa razón se encontraba en mitad del pasillo.
-¿Pero qué haces...-interrumpí el quejido de Alan y le cerré la puerta en la cara, supongo que le golpeé ya que se esuchó como algo se cayo, seguido por unas maldiciones muy bien dichas de su parte.
-En verdad lo siento-dije en un murmuro, oí como trataban de abrir la puerta pero ellos no sabía que la había dejado con seguro. Entré al cuarto y cerré la puerta con fuerza, forcé una sonrisa, pero termine por querer romper su cara.
-¿Puedes pararte?-le pregunté, el desconcertado se levantó, noté que su altura era como tener tres cabezas extra en mi, no sabía como era bien junto a el ya que los zapatos que usaba esa vez y la otra vez...estaba con tocones...
Traté de verme enfadada, coloqué mis brazos en mi cintura y traté de hacer mi expresión seria.
-Te ves adorable cada vez que tratas de verte dominate-dijo el.
Sentí el rubor subía por mi rostro.
-¡¿Qué diablos crees que haces aquí badulaque?! ¡¿Cómo carajos terminaste aquí?! ¡Debes de estar topandome el pelo!
-Lamento desilucionarte, no fué nada del otro mundo, creo que fué una maravillosa coincidencia, creo yo-se encogió de hombros.
-¡Eso no es cierto! ¡Tú sabías que volverías a verme después de lo que te dije! ¡Estabas más que seguro! ¡Exijo una respuesta!
-¿Sabes algo, bombón?, aún no busco la palabra badulaque, sigo con la intriga, de esas que matan.
-Pues creéme que va bien a tu descripción, badulaque.
El soltó una sonora carcaja. ¿Acaso no notaba que estaba preparando mis puños para golpearlo?
Se acercó a mi de forma tan rápida que ni yo supe a que momento fué que estuvé así con el. A centímetros de mi rostro, su mano rodeando mi cintura de forma protectora y su aroma, una colonia que buscaba desde hace tiempo ya, era una de esos perfumes que traían recuerdos vagos, pero hermosos, me pregunté como era qué el sabía de ese perfume, traté de ignorar su cercanía pero sus suspiros me lo impedían. Noté más claramente la ropa que usaba, unos vaqueros negros junto con una camisa gris, y una chaqueta negra que resaltaba el aire peligroso en el, pero a la vez uno muy despreocupado.
-Trata de no hacer nada tonto, tengo primos que pueden sepultarte-dije tratando de que mi voz no saliera en un suspiro, ¿pero qué diablos hago?, ¿po ruqé dejaba que hiciera esto?, de un salto me separé de el-Te lo advierto, no juegues conmigo, no soy como las demás...no pretendo caer en tus enredaderas de chico bonito.
-¿Crees que soy bonito?
-¡Si que quieres que te parta la cara!
-Solo decía...
-¡Pues no!, quiero que dejes eso, de cierta forma te conozco y pasan cosas raras, eso no es coincidencia, no creo que sea todo el famoso destino del que todos hablan, dime: ¿acaso tú sabías que me verías antes?
Se quedó callado, cuando iba a gritarle, mi madre se abrió paso por nosotros.
-¡La cena! ¡Todos abajo!-dijo feliz, cuando se detuvo notó que faltaba gente, para ser exacta: cinco-¿Qué ha pasado con los demás?
-Eh...-no sabía que decir, pero el badulaque se adelantó por mi.
-Realizabamos un juego que se hace en mi país, es algo como el juego de las escondidas pero se mezcla als cogidas y congeladas, algo elaborado, a Danna y a mi nos ha tocado ser los buscadores-dijo de una forma tan natural que hasta por un segundo sentí que en verdad jugabamos a eso.
-Oh.
-Los encontraremos e iremos todos abajo señora Henman, no se preocupe por ello-dijo el muy bien portado, mi madre sonrió, a ella le gustaba que los invitados fueran cortéses como ella, pero lo más importante: amables.
-Por supuesto-dijo ella mirandome de forma coqueta, parecía que mi madre había captado otra idea cuando entro, y por lo visto no se equivocaba. Después de sonreirnos nos dejó solos.
-Eres un imbécil-dije sin quitar mi vista de la puerta.
-De nada, es un placer salvar tu trasero por segunda vez.
-¡Tú creaste esta segunda vez en primer lugar, así que no cuenta!
-¡Claro que cuenta!
-¡Mejor vamos a buscar a los otros en tu juego de: escondidas-atrapadas-congeladas y todo lo que termine en das!
-¡Claro, es mejor que estar aquí después de hacer un misero favor y ser despreciado!
-¡¿Crees que me hiciste un favor?!
-¡No lo creo, lo sé!
-¡Pues no tendrías que brindar favores a los otros si tú no creáras el problema en primer lugar!
Los gritos se hicieron más fuertes, pero como em empecé a cansar de la situación tomé un cojín y se lo arrojé la cara, por mi buena suerte el no logró atarja lo que me favoreció, ya que la fuerza del cojín en su cara fué lo suficiente para hacer que se cayera de trasero al suelo. No pensé dos veces en salir del cuarto donde sabía que me estaba poniendo más furiosa. Fuí al clóset y les abrí la puerta, todos cayeron unos sobre otros como una estampida, levantaron su vista a mi.
-No estabamos escuchando nada-dijo Dylan. Todos lo vieron con una cara de: "Si serás idiota".
-Como sea. La cena está lista, bajémos-dije y sin más dí pasos grandes hacia las escaleras dejando a todos atrás y preguntandose que rayos acabó de pasar. Bueno, el badulaque debería explicar eso.
-¡Ya estamos aquí!-grité al bajar. Los demás ya estaban en la mesa, lo bueno de neustro comedor era que su forma era triangular y muy grande, todos cabríamos perfectamente, estaban en orden, mi padre iba en una de las puntas con mamá, junto a ella noté un asiento vacío, suponía sería para Emma, mi tío Drew estaba a lado de papá, luego Salomé, seguido por Felix, Alexa y Tania, las gemelas estaban depsués del asiento guardado para Emma, mi tío Will tomó la otra de las puentas, Vero estaba junto a el, dejando los asientos libres para los demás.
Ximena apareció a mi lado. Me hizo una señal con la cabeza y murmuro.
-Ese chico...Xav...no es de mi agrado.
-Tampoco para mi.
Caminamos hasta escoger nuestros asientos, tomé la última punta, Ximena iría junto a mi, lso demás puestos de mi lado serían para los demás, Emma fué a su lugar rapidamente, los cuatro chicos llegaron con un aire intenso, como si algo hubiera ocurrido antes. De un segundo al otro Evan se sentó a mi lado, noté la cara de Xav, estaba al borde de que le saliera fuego por los ojos, pero Evan ni se inmutó.
El badulaque se sentó rapidamente junto a el, y mis primos fueron a los sobrantes.
La cena comenzó normal, las personas conversaban entre si, relatando sus historias. Hasta hubo una donde decía algo sobre un loco mental que trató de raptar a mamá y demás. No les creí. En todo eso sentía la mirada del badulaque sobre mi, como la de los demás que estuvimos arriba.
Hasta que todos se me quedaorn viendo.
-¿A qué universidad es la cuál irás, Dan?-preguntó Salome, traté de pasar el bocado que tenía en mi boca lo más rápido, terminé atragantandome. Las personas esperaban mi respuesta aunque ya sabían. Ella no, así que era comprensible, los gemelos irían conmigo a la universidad.
-Stanford.
-¿De verdad?, sorprendente Dan, felicidades-dijo ella con una sonrisa delicada.
-¿Ustedes también irán chicos?-intervino mi padre, dirigiendose a los gemelos.
-Así es, de cierta forma nos atrajo aquella universidad, nos daba muchas opciones para lo que queremos seguir, así que no me quejo, además podré seguir molestando a Danna, serán unos años geniales-dijo Dylan sin dejar de tragar de su plato.
-No para mi-aclaré.
-Será divertido, creo que podremos hacer más cosas seguido, así estamos todos nosotros juntos y nadie se preocupa, es como un bono extra-concluyó Alan guiñandome un ojo.
-Estupendo-dijo Felix mientras daba un mordisco a la sabrosa lasaña de mamá-No son los únicos que irán a esa universidad.
-¿Qué?-preguntaron los gemelos.
Yo sabía que su sobrino, osea Evan, iría con nosotros, creo que había olvidado ese detalle de contarselos a los gemelos. Ups.
-Mi sobrino, Evan y Xav, ellos irán igual.
-¡¿QUÉ?!
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NOTA DE AUTORA:
Hola! vale aqui esta el cap, voten y comenten eh!!!! jajajaja los quiero mucho jajaja besos.
CANCIÓN: The boys-SNSD
Ale.