Ashton
La veo irse y yo sólo tiro de mi cabello completamente frustrado y sintiéndome como un imbécil celoso de otro.
—¡¿Qué es lo que están viendo?!—Les grito a las personas que no dejan de conglomerarse y algunos se ríen al ver mi patético estado.
Menuda mierda.
Empujo cuerpos y salgo a toda prisa del hotel.
Mi teléfono vibra con la llamada de Valentina, la chica con la que estaba pero simplemente la ignoro.
Se me ha amargado la noche.
¿Qué carajos es lo que estoy haciendo?
No puedo ir por la vida celando a alguien que no es completamente mía y tiene razón al decirme que soy un idiota, porque es lo que estoy demostrando ser últimamente.
Me dirijo al bar más cercano, con la ayuda de mi chófer personal y pido una botella de tequila. Me voy a la planta alta que tiene una espectacular vista al mar y sólo hay pocas personas bebiendo en la improvisada terraza.
Me traen la botella junto con un vaso y una cubeta de hielos. Me lo preparo como me gusta y bebo de él quemando de inmediato mi garganta.
Desde que estuve con Mack la primera vez no la deje de pensar, luego al enterarme que trabajaba en mi Editorial me hacía sentir de una manera indescriptible, las demás veces que cogí con ella fueron maravillosas.
Pero ¿Qué siento por ella?
No es cómo otras chicas a las que me follo y ya está. No es como otras veces en las que no me importa si las dejo tiradas o no. Sí, admito que he sido un patán rompe bolas, un mujeriego sin escrúpulos y alguien a quien le vale mierda todo lo relacionado al sentimentalismo.
Entonces ¿Por qué ahora es diferente con ella? ¿Qué tiene ella que otras no?
Me da rabia ver a otros intentando acercarse a ella, intentando llamar su atención. Me da rabia que la deseen, que la añoren, que les guste.
Y yo no puedo estar con ella.
—¡Joder!—Grito y los demás se me quedan viendo como si estuviera loco y me importa un carajo, porque creo que lo estoy.
Estoy loco por ella.
Yo creía que era solo la lujuria de tenerla para mí, de que gimiera para mí, de que se corriera por mí.
Pero ya no es así y eso lo confirmé desde que dormimos juntos sin tocarnos un mísero cabello.
Definitivamente me gusta.
Mack Henderson me gusta.
Toco mi frente sudorosa, miro mis nudillos de la mano derecha rojos por el puñetazo y vuelvo a tomar de mi vaso.
Me sirvo 3, 4, 5... vasos de tequila y sus efectos empiezan a hacer de las suyas. Mi visión se nubla y yo solo tengo a alguien en la mente, solo tengo una imagen, solo la veo a ella sonriendo o haciéndome una mamada.
Es que es preciosa.
Sus piernas esbeltas y estilizadas llegan a mi mente, su trasero abultado y sus tetas me golpean y yo siento como algo cobra vida en mí. Siguen llegando flashazos de su cuerpo y cara a mi mente.
Siguen llegando los recuerdos de nuestras veces juntos.
¡Puta mierda! ¿Por qué siento esto ahora? ¿Por qué con ella?
El pantalón me aprieta y llega a un punto donde me lastima. Tengo que sacarlo ahora.
Tengo que saciarme.
Me paro y logro aferrarme a la baranda. Camino a la salida y todo me da vueltas. Mi visión se nubla a cada nada y yo solo me dejo guiar por el chófer, quién me espera al finalizar las escaleras.
Sigo caminando hasta oír la puerta de un auto abrirse y una voz femenina llamándome.
—¿Eres tú Mack? ¿Ya no estás enfadada?
......
Me sientan en un cómodo lugar y me pegan algo frío en la frente. Algo pasa por mis fosas nasales. Es un aroma entre dulce y amargoso que hace que me mareé más. Sigo escuchando la voz femenina y sonrío cuando se posa delante de mí con el ceño fruncido. Habla, pero no soy capaz de entenderle.
La necesidad me tiene a sus pies todavía y yo me abalanzo sobre ella besándole los labios. Es un beso necesitado, que clama perdón. Mis manos se mueven por sí solas y soy tumbado al colchón boca arriba. Ella se posiciona sobre mi y me quita con prisa los pantalones y los calzoncillos. Toma mi falo erecto con ambas manos y me masturba.
Un gemido ronco sale de mi garganta al sentir su experta lengua en él y yo sonrío ante la electrizante y placentera sensación. Pasan los minutos y yo me corro en su boca.
Quiero verla desnuda para mí.
Trato de alcanzarla pero me detiene.
"No lo hagas Mack" "No te detengas"
Aún con mi inconsciencia sé lo que quiero y sé que ella también lo desea.
Le hago cosquillas y ella se ríe dándome manotazos pero no me importa. El que se ría conmigo ya lo es todo.
Se quita la ropa quedando totalmente desnuda y la llamo para hacerla mía. Para convertir nuestros cuerpos en uno solo, para sentir que somos perfectos y estamos hechos a la medida.
El uno para el otro.
Se deja caer sobre mi miembro y sus gemidos son música para mis oídos. La acaricio, la beso y trato de volverla loca, como ella lo hace conmigo. Embisto y embisto y es que no me canso y nunca creo cansarme.
Gemidos, embestidas, sonidos de nuestros cuerpos chocando, gritos, risas y un me gustas se toman la noche.
Cierro los ojos cuando mi cuerpo ya no tiene más energía.
La hice mía de todas las maneras posibles y me siento lleno, siento algo que hace tanto no sentía y es... felicidad.
Siento un casto beso sobre mis labios y luego un leve pinchón el cuál me marea y hace que me sumerja en la oscuridad.
Mack
Despierto con dolor de cabeza y una arcada hace que me apresure al cuarto de baño. Abro el váter y desecho todo.
Jodida noche. En mi vida vuelvo a tomar de esa manera.
"¿Cuántas veces en nuestras vidas hemos dicho eso y lo hemos vuelto a hacer?"
Regreso al cuarto y el hombre que está en mi cama me hace cuestionar todo.
¿Por qué lo traje aquí luego de lo que pasó?
Su pómulo está morado y su labio hinchado. Sus ojos cerrados muestran sus largas pestañas y yo por instinto acaricio su mejilla con mis dedos.
Dylan...
Lleva puesta la ropa y en su camisa se le nota una mancha de sangre.
Maldito Ashton.
Llamo al servicio a cuartos y pido una pastilla para el dolor de cabeza y varios platillos para comerlos con él cuando despierte. Después de aproximadamente 40 minutos llaman a mi puerta y me apresuro a abrirla. Un señor lleva un carrito con varias bandejas y entra con él luego de decirle que procure no hacer ruido.
Mira a Dylan quien parece no querer despertar ahora y se voltea acercándose a mí.
—¿Requiere algún otro medicamento? Recuerde que el botiquín de primeros auxilios está en la tercera gaveta del baño—Dice preocupado por el estado de mi amigo.
Que buen dato.
—No se preocupe, así estamos bien, muchas gracias por la comida—Agradezco y él sale después de un asentimiento.
Trato de despertar a Dylan pero parece momia, ya que ni se mueve. Suspiro y decido darme una ducha rápida.
Mientras me baño pienso en todo lo ocurrido.
¿Por qué Ashton actúo de esa manera?
Es que no lo entiendo, él se estaba divirtiendo con su morena y yo con Dylan.
¿Qué lo besé? Sí ¿Y eso qué le importa? No debió hacer eso. Su forma de hablar y actuar solo me demostró lo celoso que estaba.
¿Pero estoy segura de que eran celos?
A lo mejor se quiso demostrar algo, yo que sé.
Menudo lío.
Termino y me envuelvo en una toalla antes de salir ya que me percato de no haber metido ropa. Me encojo de hombros y abro la puerta del baño encontrándome frente a frente con un Dylan ya despierto y con cara de espanto.
—Mack...—Dice con la voz ronca y con eso se me comprime el estómago.
—¿Te duele algo? ¿Quieres alguna pastilla o algo?—Pregunto preocupada al ver que no se mueve. Niega y trata de pararse, pero se tambalea y queda de nuevo sobre el colchón.
—Maldita sea... mi cabeza va a explotar—Reacciono y corro al carrito de la comida en busca de las pastillas que pedí. Le paso una junto con el vaso de jugo.
Se lo toma lentamente y hace una mueca al tragarla.
—Que asco, se deshizo y sabe horrible esa mierda—Toma más jugo y yo intento no reírme con sus muecas. Me repara de arriba a abajo una vez que deja el vaso sobre el mueble de a lado y alza una ceja—¿Acaso no piensas vestirte? ¿O vas a modelar desnuda para mí como cuando éramos universitarios?—El calor sube por mi cara y ya me veo pareciendo un jodido tomate.
—Por supuesto que no—Giro sobre mis talones y lo escucho bufar. Abro el armario y saco una camiseta de Pink.
Me la pongo por encima de la toalla y ésta la dejo caer una vez que me cubre la otra. Me llega a la mitad de los muslos, pero alcanza a cubrir mis partes íntimas. Busco mis bragas y me las pongo sin dejar que Dylan me vea.
—¡Maldita sea! Ese imbécil me dejo un morado en la mejilla izquierda, infeliz—Dice mirándose en el espejo—¿De todas maneras? ¿Por qué actuó como un maniático?—Ruedo los ojos.
—No lo sé, pero no quiero hablar de él.
—Es fácil para ti decirlo, joder, no tienes la cara hecha mierda.
—Dylan...
—Perdóname, no quiero ser grosero en tu presencia—Nos quedamos en silencio por varios minutos hasta que el corta la tensión—Creo que es hora de irme, tengo que trabajar en el proyecto que me encargaron.
Reacciono y lo detengo antes de que vaya a la puerta
—Primero come y deja que te lleve a casa—Él comienza a negar pero lo convenzo—Por favor Dylan, para remediar un poco lo sucedido anoche.
—Está bien.
Comemos nuevamente en silencio y se me viene a la cabeza el momento de nuestro beso. Sus suaves labios contra los míos, sus manos sobre mi cintura y lo bien que se sintió. Aprieto las piernas al notar que me he empezado a mojar y...
—¿Mack, estás bien?—Pregunta dejando su plato de lado.
—Si...—Mi voz sale ronca y me doy una bofetada mental.
Lo tengo frente a mi y su mirada brilla. Nota como estoy apretando las piernas y se acerca cautelosamente.
Dejo mi plato en la mesilla del carrito y cruzo mis manos para detener los nervios que me consumen. Dejo de moverlas cuando noto a Dylan a centímetros de mí.
—¿Por qué tensas las piernas?—La pregunta me hace recordar a Ashton y meneo la cabeza alejándolo de mis pensamientos.
Si voy a hacer algo Dylan, él no debería ser siquiera recordado.
—Porque estoy excitada—Contesto sin pensar.
—¿Sí?—Dice de una manera sensual rozando sus labios con los míos provocandome.
—Dylan solo besame y ya—Le digo desesperada por su lentitud y él por fin los pega. Los mueve lentamente y el match que hacemos con nuestras bocas es perfecto.
El beso se torna pasional y nuestras lenguas se entrelazan. Con ella recorre mi cuello y besa mi clavícula. Sus manos toman mi cintura y me pega a él posesivamente.
Me pongo a horcadas sobre él cuando se sienta mejor y seguimos con nuestra sesión.
Besa delicioso.
Su mano se posa en mi pierna desnuda y la sube lentamente hasta donde se encuentran mis bragas.
—Recuerdo cómo te ponías mojada cuando te tocaba, me encantaba saber que era yo él que te ponía así—Mantengo mis ojos cerrados—Siento sus dedos rozarme y la sensación me envía a un recuerdo con Ashton.
Hasta estando con otro lo deseo y lo pienso, qué cabrón.
Dylan besa mi cuello y siento sus dientes morderlo. Jadeo y me sostengo de sus hombros como puedo.
Me da un beso húmedo y mis ganas están a tope ya.
—Oh...
Me restriego contra él y se aferra a mis caderas.
—¿Sientes eso?—Pregunta moviéndose contra mí. Asiento y trato de mandar lejos a Ashton de mi mente.
Es Dylan, es Dylan.
—Follame—Le pido aún con los ojos cerrados.
Sus manos bajan mis bragas y oigo el ziper de su pantalón bajarse. Estoy más que lista y justo cuando cuando va a pasar tocan a la puerta con fuerza.
—¿Mack?
¡Mierda!
**********
Ah no se vale, les cortaron la inspiración Jajaja
¿Ustedes qué harían en ese caso?
Bueno bueno aquí les dejo el otro capítulo y espero lo disfruten mucho.
No olviden votar y conentar
Besos 😚😚