Tú, Yo y El Mal

By MabelPazAvalos

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Dicen que todos tienen un hilo rojo conectado con otra persona. Bueno, pues yo creo que mi hilo es más bien d... More

PRÓLOGO
• CAPÍTULO 1 •
• CAPÍTULO 2 •
• CAPÍTULO 3 •
• CAPÍTULO 4 •
• CAPÍTULO 5 •
• CAPÍTULO 6 •
• CAPÍTULO 7 •
• CAPÍTULO 8 •
• CAPÍTULO 9 •
• CAPÍTULO 10 •
• CAPÍTULO 11 •
• CAPÍTULO 12 •
• CAPÍTULO 13 •
• CAPÍTULO 14 •
• CAPÍTULO 15 •
• CAPÌTULO 16 •
• CAPÍTULO 17 •
• CAPÍTULO 18 •
• CAPÍTULO 19 •
• CAPÍTULO 20 •
• CAPÍTULO 21 •
• CAPÍTULO 22 •
• CAPÍTULO 23 •
• CAPÍTULO 24 •
• CAPÍTULO 25 •
• CAPÍTULO 26 •
• CAPÍTULO 27 •
• CAPÍTULO 28 •
• CAPÍTULO 29 •
• CAPÍTULO 30 •
• CAPÍTULO 31 •
• CAPÍTULO 32 •
• CAPÍTULO 33 •
• CAPÍTULO 34 •
• CAPÍTULO 35 •
• CAPÍTULO 36 •
• CAPÍTULO 37 •
• CAPÍTULO 38 •
Liam Davis
• CAPÍTULO 39 •
• CAPÍTULO 40 •
• CAPÍTULO 41 •
• CAPÍTULO 42 •
• CAPÍTULO 43 •
Hermes Sevilla
• CAPÍTULO 44 •
• CAPÍTULO 45 •
• CAPÍTULO 46 •
• CAPÍTULO 47 •
• CAPÍTULO 48 •
• CAPÍTULO 49 •
• CAPÍTULO 50 •
• CAPÍTULO 51 •
• CAPÍTULO 52 •
Antonella Pasquarelli
Maxon Lee
Bratt Smith
• CAPÍTULO 53 •
• CAPÍTULO 54 •
• CAPÍTULO 55 •
• CAPÍTULO 56 •
• CAPÍTULO 57 •
• CAPÍTULO 58 •
• CAPÍTULO 59 •
• CAPÍTULO 60 •
• CAPÍTULO 61 •
• CAPÍTULO 62 •
Liam Davis
• CAPÍTULO 63 •
• CAPÍTULO 64 •
• CAPÍTULO 65 •
Bratt Smith
• CAPÍTULO 67 •
• CAPÍTULO 68 •
• CAPÍTULO 69 •
• CAPÍTULO 70 •
Lily Brooks
Lily Brooks
Lily Brooks
• CAPÍTULO 71 •
• CAPÍTULO 72 •
• CAPÍTULO 73 •
• CAPÍTULO 74 •
• CAPÍTULO 75 •
• CAPÍTULO 76 •
• CAPÍTULO 77 •
• CAPÍTULO 78 •
• CAPÍTULO 79 •
• CAPÍTULO 80 •
• CAPÍTULO 81 •
• CAPÍTULO 82•
• CAPÍTULO 83 •
• CAPÍTULO 84 •
• CAPÍTULO 85 •
• CAPÍTULO 86 •
• CAPÍTULO 87 •
• CAPÍTULO 88 •
• CAPÍTULO 89 •
• CAPÍTULO 90 •
• CAPÍTULO 91 •
• CAPÍTULO 92 •
• CAPÍTULO 93 •
• CAPÍTULO 94 •
• CAPÍTULO 95 •
• CAPÍTULO 96 •
• CAPÍTULO 97 •
• CAPÍTULO 98 •
FINAL
REPORTAJE POLICIAL
MARILIA

• CAPÍTULO 66 •

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By MabelPazAvalos

Karol Sevilla

Siento como si estuviera en alguna película de ficción.
Una donde ves a la persona que más te ha traicionado detrás de un espejo blindado. Los agentes Jackson y Turner le hacen preguntas que se niega a contestar sin un abogado.

Lo miro cruzada de brazos incapaz de recordar algún momento feliz sin saber que muy en el fondo todos fueron mentira porque nunca me quiso o le importé muy poco como para haberme regalado a un hombre malo.

—¿Qué relación tiene con el señor Ruggero Pasquarelli alias "el rey"?

—No lo conozco.

—No se haga el desentendido, tratamos de hacer este interrogatorio a la buena y si no gusta cooperar tendremos que sacar otras tácticas así que por su bien le recomendamos que hable.

—¿Acaso usarán la fuerza conmigo? Yo no diré nada porque tengo derecho a un abogado.

—Veo que no quiere cooperar —Harry se posiciona detrás de mi—Tendremos que traer los elementos de tortura.

—¿Torturarás a tu suegro? —bromeo volteando a verlo—Eso no es muy lindo de tu parte.

—Si tú me dices que no lo torture pues no lo hago.

—Para nada, deberías de usar electricidad con él. O de plano matarlo.

—No puedo hacer eso —suspira—Lamento haberte despertado para que vinieras a verlo, creí que te pondría feliz ver que lo arrestamos.

—Ese hombre jamás me pondrá feliz —vuelvo a verlo, es tan desagradable tenerlo ante mi.

—¿Qué hay sobre su hija Karol Sevilla? —le preguntan—No somos tontos, sabemos que usted la comprometió en una relación con Ruggero, ¿también negará eso?

—Si no hay pruebas no diré nada.

La furia me invade en menos de dos segundos y para cuando quiero reaccionar, ya había abierto la puerta para entrar al interrogatorio.

Cierro la puerta, mi padre se me queda mirando sin entender nada y para mi mejor.

—Hija... tú...

—Te jodiste Hades, es mejor que hables desde ahora porque después será peor.

—¿Tú qué haces aquí?

—¿Quién crees que ayudó a dar contigo?

—Tú serias incapaz.

—Pues mírame, aquí estoy —el detective Jonson me sede su asiento frente a él—¡Vas a contestar todas las preguntas quieras o no!

—Hija...

—¿¡Dónde mierda quedaron tus estúpidas reglas!?

—¿Mis qué?

—¡Tus reglas! Las malditas reglas que dijiste que siempre debía de cumplir al pie de la letra.
Un Sevilla debe de tener Sinceridad, Lealtad, Respeto y Palabra. ¿Dónde quedaron las reglas? ¿Acaso pensabas que no sabía lo de tu amante? ¿Acaso me crees tan estúpida? Le juraste lealtad a mi madre sobre toda las cosas y mírate, me das vergüenza.

—¿Por qué me haces esto? ¿Por qué me entregaste? Somos familia Karol, todos allá afuera te están buscando y tú... ¿juegas a hacer policía? Me decepcionas.

—Qué pena, lastima que no me importas.

—Eres una vergüenza para nuestro apellido.

—¿¡Yo una vergüenza!? ¿¡Yo!? —me altero—Yo sólo soy una víctima del apellido Sevilla.

Se ríe, así que trato de controlarme para no golpearlo.

—¿Una víctima? ¿Tú? Eso nadie te lo cree.

—¡Era una niña! ¡Acabo de salir de la maldita adolescencia! —no llores Karol—Hice todo lo que ustedes me pidieron, todo lo que Hermes y tú querían para mi. Siempre respetaba todo.
Era una buena estudiante, sacaba buenas notas, no daba información sobre ustedes. Si, me metía en problemas pero siempre sabía salirme de ellos yo misma. Papá, era una niña, y tú me obligaste a comprometerme con una mala persona.
¿¡Sabes que estoy yendo con una psiquiatra!? ¿¡Sabes que tengo ataques de ansiedad y crisis mentales!? ¡Mi cuerpo tiene marcas! ¡Marcas papá! ¡Me estoy volviendo loca! —su expresión cambia—Yo lo único que quería era ser una joven normal. Quería terminar mi carrera, trabajar, conocer el amor y tener hijos pero tú... tú me arruinaste la vida. Fuiste tú.

—No tenía idea de que te estaba pasando eso.

—¡Pues claro que no! —golpeo la mesa—Así que te vas a pudrir en la prisión sabiendo que fuiste tú el causante de todo lo que me está pasando. Tú eres el que conllevó a que yo me vengue de todos ustedes.
No me importa que seas mi padre, no me importa nada.

En el instante que me quedo callada mi padre comienza a llorar frente a todos.
"Un Sevilla nunca llora"
Creo que esa regla ya se fue a la mierda, sólo espero que Hermes la siga cumpliendo.

—Él prometió darte todo lo que querías. Yo sólo quería lo mejor para ti. Él prometió que jamás te faltaría nada, ni el amor.

—¿Tú crees que lo que tengo son marcas de amor?

—No tenía idea de que pasaría todo esto.

—Tú te lo buscaste.

—Perdóname hija...

—Muérete Hades. Porque para mi ya estás muerto.

Mis palabras lo golpean en el corazón, y se echa a llorar más.

—Ruggero va a ganar —dice después de unos segundos—Yo lo sé, y tú también lo sabes. Ruggero sabe todo, nunca se le escapa nada.

—Sobre mi cadáver va a ganar.

—Él te ama.

—¡Es obsesión! Para Ruggero nada más soy como el juguete que no puede tener, pero como es un niño malcriado lucha para conseguirlo ya sea a la buena o a la mala.

—Hija...

—Ahora contesta a la pregunta Hades, porque de no ser así seré yo quien aconseje tus formas de tortura —no dice nada—¿Cuál es el paradero de Ruggero y Hermes?

—No lo sé, yo estaba en Malibú.

—¡Claro que lo sabes! ¡Habla!

—No lo sé, no me lo quisieron decir. Yo todo este tiempo he estado con Estefanía y también en Denver encargándome de la mercancía.

—Mientes —los fulmino—Dame la ubicación o te juro que me encargaré de hacerte la vida miserable aquí en prisión. Dámela o prometo que te pondré en algún lugar donde los presos te violen. Dámela, ¡O te doy mi palabra de que mataré a tu amante y a su hija! —la sangre me hierve—Sabes bien que cuando doy mi palabra siempre lo cumplo.

—¡Con Estefanía y Mariana no te metas!

—¡Dame la puta dirección! ¡O las mato! ¡Te juro que las mato!

—¡Serias incapaz!

—¿Incapaz? ¡Mírame! ¡Te acabo de entregar a la ley! Así que no me retes Hades, porque yo si cumplo mis promesas.

—Eres una decepción para los Sevilla.

—¡Dame la puta dirección!

—¡No!

—Okay, entonces me tocará tener una seria conversación con Estefanía y la niña de primaria que ya están aquí en la central —miento—Tendremos un encuentro pero no te aseguro que sea nada agradable.

—Maldita...

—Te daré una última oportunidad, Hades.

—No. Me. La. Se.

—Okay —sonrió cínica—Detective Jonson, ¿me podría llevar al salón de interrogatorio de la señora Estefanía Montéz y su mocosa?

—Claro que si —me sigue la mentira—¿Vamos?

—Adiós Hades.

Me pongo de pie camino a la puerta cuando...

—¡Indiana! ¡Ohio! —sonrío aún dándole la espalda—Las direcciones exactas no me las sé, pero tu hermano se ubicó en Indiana con tus amigos y Ruggero se fue rumbo a Ohio. Te juro por mi vida que no me sé las direcciones exactas.

—Gracias Hades, le has salvado la vida a tu amante.

—¡Debes estar demente como para ir tras ellos! —sigo caminando hacia la salida—¡Es tu hermano! ¡Se quedarán tus sobrinos sin padre! ¡Son tus amigos! ¡Es Valentina! ¡Tu madre! ¡Tu abuelo! ¡Liam!

»Liam«

Salgo del salón de interrogatorio y me encamino al lugar que estaba, yendo directamente al mapa que hay en la pared.

—Lo conseguiste muy fácil.

—Vayamos primero por Ruggero —digo, ya que si atacamos primero ahí probablemente Hermes volverá a mudarse pensando que sabemos su paradero también. Sólo esa forma encuentro para que mis amigos estén a salvo—Ohio se encuentra aquí —señalo el mapa—Él es demasiado inteligente, probablemente no estaría en la zona habitada, así que descartaremos estas zonas —coloco puntos verdes en los lugares, llamando la atención de los demás sujetos a mis alrededores—También descartamos esta parte; a él le gusta el aire libre, es fanático de los caballos.

—¿Igual que tú?—pregunta Harry y decido no contestarle.

Okay, piénsalo bien Karol. Hay dos bandos, el de Ruggero y el de Hermes. No quiero que lleguen al de mi hermano ya que eso involucra que mis chimpancés y Liam se vean afectados, la mejor opción es la de Ruggero, ¿hay alguien ahí que me caiga bien?

Agustín, Dalton, Sophia, Natalia, joder esa última la detesto. Pero fueron ellos los que se sintieron superiores a mi aquel día que me mandaron a mi peor sufrimiento.
Por otro lado está Ana. Ella no me cae mal, pero tampoco me cae bien.
Tengo que decidirme, ¿de verdad pienso sacrificar a Ana por mis tres amigos?

—Aquí —señalo. Si, soy egoísta y protejo a los que me importan—A las afueras. Al sur.

—¿Cómo estás tan segura? —me pregunta Greta.

—Mis instintos no me engañan, estoy segura que están ahí —volteo a verlos. Ya han sacado a mi padre del salón y ahora puedo pensar un poco más tranquila sin tener que mirarlo a través del cristal—Pero sería bastante estúpido el querer atacarlos por la espalda.

—¿Por qué?

—A Ruggero nada se le escapa. En serio, literalmente nada —excepto que se le pasó cuando estaba enamorada de mi maestro a escondidas de él. Pero creo que ha sido lo único—Propongo que elaboren un plan de ataque inteligente, algo que jamás se haya visto venir.

—Ilumínanos —me dice Harry—Lamentablemente aquí eres la única que conoce a estos infelices al pie de la letra.

En el salón donde estábamos comenzaban a reunirse más personas. En ellos estaba la mamá de Harry en una esquina mirándome con los brazos cruzados.
Sus palabras me vienen a la cabeza: "Eres apenas una niña, tienes 21 años, deberías de estar en la universidad en tu último grado o saliendo con amigos a fiestas y alcoholizarte. No deberías de estar con traumas psicológicos. Eres muy pequeña"

—¿Señorita Sevilla? —Harry hace que vuelva a la realidad acercándose a mi de una forma protectora—Mi amor, ¿te encuentras bien? ¿Quieres un vaso con agua? ¿Necesitas descansar? Ya has hecho mucho tan sólo esta mañana, sabes que no te explotaré .

Debería de estar en mi último año de universidad. ¡Joder! ¡Odio tanto a mi familia! ¡La odio! ¿¡Es tan difícil querer ser una niña normal con amigos normales y vida jodidamente normal!?

—Señores, la señorita Sevilla no se encuentra bien en este momento y se retirará para descansar —una vez más, la voz de Harry me vuelve a la realidad—Con su permiso.

—Dalton Baker es el más inteligente —hablo de nuevo—Ruggero sabe también cosas sobre la tecnología pero nadie supera a Dalton en nada. Ni ustedes. Así que él es el más difícil.

—Es verdad, es el que nos ha estado amenazando soltando información clasificada del gobierno de los Estados Unidos. Por su culpa unos embajadores fueron acusados y llevados a la corte injustamente por malos entendidos —Jonson Turner sigue de mi—Me encantaría saber cómo ha sacado esa información.

—Él es los ojos y oídos del rey. Prácticamente es su lamebotas y hace todo lo que él le pida. Así que como lo vuelvo a decir, él sería un problema para ir a atacar.

—Exacto.

—Otro problema es Agustin Bernasconi. Ese hijo de puta está demente y crea artefactos químicos altamente peligrosos y radioactivos.
No olvidemos que Ruggero cuenta con su mejor equipo de combate; Sophia Miller y Natalia Marsden. A ellas no se les escapa absolutamente nada.

—Bien —habla Harry—Tendremos que infiltrar a alguien para que vea los alrededores y arme un mapa de todo. De cuánta seguridad hay, de cuantas cámaras, de los que lideran ahí. Elegiré a personas de aquí para que se infiltren como su gente, ya sea seguridad armada o sus amas de llave.

—Eso es... muy peligroso —le digo—¿No me escuchaste Harry? Ruggero tiene ojos en todas partes, ¡a él nada se le escapa!

—Es la única manera de intentarlo señorita Sevilla. El querer ir a hacerle una emboscada es imposible, seguramente cuenta con agentes de seguridad armados hasta el tope y esos crimínales no son de lo más sencillo. Si no hacemos algo lo más probable es que nos quiten el operativo y que gente de otra organización venga a hacer nuestro trabajo —frunce el ceño—Ellos ya conocen al agente Adam por salir en la televisión, conocen a Mason, probablemente a mi familia y a mi. Así que tienen que ser personas que...

¡No Harry! ¿¡Acaso no me está escuchando!? ¡Él sabe todo de todos! Maldito sea el día que me di cuenta que hay personas que me importan: mis amigos.
Porque si no fuera por ellos, ahorita mismo les estuviera diciendo que he visto la fotografía de cada una de las personas que hay aquí allá con Ruggero.

Recuerdo que una vez entré a su oficina y que tenía en sus manos carpetas, quise ayudarlo a encontrar al que ahora ya sé que es Harry...

Flashback

—A un rubio de ojos claros. —Frunce el ceño y me guía a la última hoja—Es el nieto del difunto jefe del FBI. Es una persona importante, su padre es quien creemos que lleva el mando pero si conseguimos información sobre aquel chico, tendremos todo en las manos.

Su difunto abuelo fue asesinado por una mafia.
Tienen a la esposa del abuelo con bastante protección así que sería muy difícil llegar a ella como en el caso de la mamá.
Del papá se saben cosas, pero no las suficientes y lo único que saben del chico es que es hombre, tiene los ojos claros y el cabello rubio. Claros como el agua...

Fin del Flashback

Si, el rostro de cada uno estaba en el expediente que tenía Ruggero en sus manos.

¿Les digo? O no les digo. ¿Les digo? O no les digo. ¿Les digo? O no les digo.

—¿Entendido? —Harry termina de hablar—Se llevará acabo el próximo año, en unos días. Ya saben, estas temporadas la gente estará como loca y queremos que sea lo más discreto y sin muchas muertes. Queremos a todos los integrantes vivos, ¿lo recuerdan? —asienten—Bien. Señorita Sevilla, ¿algo más que quiera aportar?

—No mi General.

—Perfecto, buen trabajo muchachos, se pueden retirar.

Todos se fueron dándole un saludo cordial a Harry y a mi me saludaban de lo más amable.
¿Alguno se dará cuenta que les mentí?
Bueno, no les mentí, les he ayudado mucho, simplemente no les he dado la información completa.

¡Joder! ¡Odio tanto que me importen las personas! ¡Esto no estaría sucediendo por culpa de los chimpancés y Liam!

»Se los debo« me recuerdo.

Salgo yo primero antes de que Harry pueda verme. Necesito aclarar ideas, necesito pensar con claridad, ¡joder! ¡Maldita Carmen! ¡Maldita psiquiatra que me hizo pensar bien! Si no fuera por ella ahora mismo no estaría haciendo esto por ellos. Estaría dejándolos morir.

Las personas malas, merecen cosas malas.
Las personas buenas, merecen cosas buenas.
Los chimpancés son malos, pero buenos conmigo.
Liam es bueno en todos los sentidos y ¡mierda! ¡Se los debo!

Sin darme cuenta comencé a respirar más rápido muerta de la desesperación.

¿Hice mal? ¿Hice bien? ¿Por qué me siento mal si hice algo bueno? O mejor dicho, ¿por qué me siento bien si hice algo malo?

Todo me da vueltas, siento que la presión se me sube de tanto pensar. El cuero cabelludo me pica, me suda, las manos me tiemblan y...

*•*•*•*•*•*•*•*

—Se encuentra bien, está estable y ya le hemos hecho estudios. La señorita Carmen Medina se ha encargado de hacerle unos de la cabeza rápidos y después les dará el resultado. Mi especialidad no es la rama de la psiquiatría mi General, pero el de ella si así que deben esperar a sus resultados.

—Muchas gracias doctora. ¿Qué tratos me recomienda para mi novia? ¿Algo en especial?

—Eso lo veremos cuando la psiquiatra Medina la diagnostique. Probablemente estará medicada por algunos meses, pero eso ya se lo confirmará ella.

—Por supuesto.

—Sobre el golpe que recibió al caer, no se preocupe que todo marcha de maravilla. Le he puesto un medicamento que calma el dolor, con eso bastará.

—Gracias. Esperaré las indicaciones de la doctora Medina.

—Si gusta puede salir, ella tardará.

—Para nada, me quedo con ella.

Cierro los ojos nuevamente. No siento mi cuerpo, nada me duele pero ni siquiera sé si estoy viva o muerta. Creo que es por el medicamento.

*•*•*•*•*•*•*•*

—Si. Cancela las reuniones de hoy, y dile a Mason que lo necesito aquí lo antes posible —Harry habla por teléfono—Perfecto, ponte en contacto con él y dile que me tomaré unos días hasta que la señorita Sevilla se recupere, él quedará a cargo hasta que yo regrese. Si. No quiero errores, porque sino habrán despidos.

Habla con su secretario.

*•*•*•*•*•*•*•*

—¿Aún no despierta? —Es Greta.

—No, la doctora dice que es normal pero yo comienzo a preocuparme. Ha estado así por 8 horas.

—¿Me está diciendo que no has salido de la enfermería por todo ese tiempo?

—No la puedo dejar aquí.

—¿Por? Karol es muy independiente.

—No me gustaría que se levantase y que no me viera, eso es lo que pasa.

—Diablos mi General, sí que está loco por ella. Jamás me imaginé que después del operativo "Derek Clark" todo sería distinto para usted.

—¿Qué le puedo decir? Me gusta mucho, señorita Elliot. Así que no se preocupe que usted ya se puede ir marchando a descansar que yo me quedaré con mi novia.

—El agente Adam ya ha llegado de Malibú al igual que Mason de Denver.

—Gracias por el informe.

—Hasta luego mi General.

*•*•*•*•*•*•*•*

Es de noche, es 30 de diciembre, lo veo en el calendario y siento que la energía dentro de mi ha aumentado. Es como si lo único que me hubiera hecho falta era estar inconsciente para no tener todos estos líos en mi cabeza.

—¿Harry?

—Karol, por fin despertaste cariño.

—Harry, ¿cuánto tiempo llevo aquí?

—24 horas.

—¿¡Un día!? —sigue con la misma ropa—¿Qué es lo que tengo? ¿Por qué me desmayé?

—Porque estás embarazada.

—¿¡Qué!? ¡Vaya forma de decírmelo! ¿¡Embarazada yo!?

Ay no, ay no, ay no, ay no, ¡No!
Aunque un bebé con Harry no es lo peor. De hecho, es linda la noticia.

—¿Seremos papás?—le pregunto cuando me hago a un lado y se acuesta conmigo—¿De verdad?

—No Karol, ha sido una broma.

Siento un poco de decepción.

—No bromees así conmigo.

—¿Cómo te sientes?

—Con muchas energías.

—La doctora Carmen Medina está aquí, está esperando a que despiertes y le dije que le avisaría cuando eso pasara pero soy egoísta y te quiero tener conmigo un rato más —me abraza—Me he asustado mucho pequeña. Salí del salón y te encontré tirada, fue lo peor que me ha pasado en la vida.
Pero no te volverá a ocurrir, ya lo verás, lo sanaremos juntos ¿si mi amor?

Los ojos se me hacen agua. Él sigue dispuesto a querer sanarme.

—Harry... —las lágrimas se me resbalan— ¿Cómo se sana algo que está muy roto y no tiene reparación?

—Todo tiene reparación cariño.

—No, no todo. Me estoy volviendo loca y no lo digo metafóricamente. Estoy mal de la cabeza.

—No estás mal, no pienses eso —de repente, siento como si me hiciera pequeña en sus brazos y quisiera esconderme en su pecho. No sé qué me pasa, me siento tan vulnerable—Estaré contigo en cada momento para ayudarte.

—¿Y si te cansas?

—No me cansaré de ti. Te amo Karol.

—Pero y si... —muerdo mi labio—¿Y si te cansas? ¿Y si lo de nosotros no funciona? ¿Qué será de mi? ¿Adónde iré? No me gusta depender de una persona.

—A ver, creo que lo que tienes son dudas. Te las voy a aclarar, seré un momento el general Moore y no tu novio, ¿vale?

—Vale.

—Si alguna vez usted se separa de su novio, cosa que no la creo posible porque su novio la ama, usted no será ingresada a una prisión ni tratada como una criminal. Usted servirá para la central de Washington D.C. Y vuelvo a aclarar, si usted y su novio se llegasen a separar, tendrá derecho a adquirir una vivienda por parte del FBI ya que es peligroso que salga sin protección.
Hemos dado el comunicado a las personas que la buscan que usted se encuentra en paradero desconocido en una prisión de alta seguridad, claro, para que sea creíble de que la hemos arrestado, así que todos sus gastos estarán cubiertos.

—¿O sea que si nos separamos me asignarán donde vivir y seguiré sirviendo a la ley con gastos incluidos?

—Así es señorita.

—Vale, así me quedo más tranquila.

—Pero eso es en caso de que nos separemos, porque ahora que estamos juntos yo te prometo darte todo los lujos que desees.

—No quiero separarme de ti, pero sé que en algún momento te cansarás de mi.

—¡Jamás! ¿Es qué no lo entiendes? ¡Sueño una vida contigo! Ahora ya deja de pensar esas tonterías, le hablaré a la señora Carmen, ¿si?

—No quiero que me dejes de abrazar.

—Pues entonces la señora Carmen puede esperar.


Me quedé en sus brazos un largo tiempo, incluso me quedé dormida y al despertar él seguía abrazándome. Sonreí a mis adentros, se siente lindo que te cuiden.

Le dije que ya podía hablarle a la psiquiatra, tan sólo llegó y él se fue para darnos privacidad.
Sentí una emoción muy grande de volver a verla, ya la echaba de menos.

—Hola señorita Karol, ¿cómo ha estado? —me pregunta con un tono y una sonrisa amable.

—Pues, si no me ha visto, estoy en una camilla.

—Me contaron sobre unos ciertos ataques de ansiedad. ¿Te suceden muy a menudo?—asiento algo avergonzada—Eso es súper normal Karol, después de la situación que has vivido es claro que te deje traumas —se sienta en el sofá para verme—¿Estás lista para saber lo que te pasa?

—Si.

—Tienes trastorno de estrés postraumático.

—O sea que sí estoy loca.

—El TEPT suele darles a las personas que experimentaron eventos violentos. Ya sean malos tratos, agresiones, desastres naturales, combates militares e incluso violaciones.
Es una crisis altamente peligrosa si no se sabe controlar. Para eso estoy yo —me sonríe—Llevaré tu diagnostico muy detalladamente, el General Moore me ha informado que me mudaré con ustedes por unos días.

—¿De verdad? —es una buena noticia, me agrada.

—Si. Le he entregado los medicamentos que de ahora en adelante tomarás. Es más bien para la ansiedad, y también unos antidepresivos.
La ansiedad y depresión no son un juego, tenemos que tratarlo delicadamente y con responsabilidad.

—Entiendo.

—Así que considérame tu amiga. Recuerda que todo lo que me digas no saldrá de mi o...

—La mato.

—...Si, me matas.

—Qué gusto tenerla de vuelta señora Carmen.

Fue imposible no querer sonreírle.

*•*•*•*•*•*•*•*

Volvemos a casa, Harry fue a dejar las maletas de Carmen en su nueva habitación.
Ella se presentó con la señora Martina, pero la señora no la saludó muy entusiasmada porque ahí estaba yo y como era de verse, me seguía teniendo miedo.
Eso es algo que me gusta de Carmen, que a pesar de todo lo que le he contado no me teme como los demás. Y eso que le he contado el método de tortura que utilicé con Cooper.

*•*•*•*•*•*•*•*

Admiro el precioso vestido que escogí por internet y que Harry ofreció comprármelo.
Es color plateado, y es perfecto para mi porque no sólo es largo hasta el piso sino que es de manga larga pero de encaje, es divino, esconde mi cuerpo pero a la vez me hace sentir bonita.

Carmen me ayudó con el peinado y maquillaje.
Ella también viene vestida para la ocasión, es 31 de diciembre e iremos al baile que ofrece la central para recibir el Año Nuevo.

Me miro en el espejo y acaricio mis curvas, después toco mi collar que no me he quitado desde que me lo compró.
Me hubiera gustado ponerme el brazalete que me dió pero desgraciadamente no le quedaba al vestido.

—Karol, siento que me va a dar un paro al corazón.

—¿Qué? ¿Harry? ¿Te sientes mal?

—Es que verte hace que mi corazón se detenga —suelto un suspiro ruborizándome por su comentario—Te ves preciosa, y lo sabes.

—Tú también te ves bien...

—No. No te lo digo como un cumplido solamente —se acerca por detrás de mi para que nuestros ojos se conecten por el espejo—Eres muy bella. Tendré que cuidar que nadie te vea de más sino me enojaré —me hace sonreír—Ese vestido es perfecto para ti. Aunque siento que todo te queda bien.

—Lo dices sólo porque eres mi novio.

—Lo digo porque es verdad —me hace girar, sus ojos azules se mezclan con el verde de los míos y hay tanta conexión entre los dos que incluso me da miedo—Sé mi esposa.

Me río como instinto, tomando su mejilla para sentir lo suave de su piel sin barba.

—Hoy no estamos para bromas, Carmen ya está lista es tiempo de irnos.

Me alejo de él pero me toma de la mano y hace que nos volvamos a ver a los ojos como hace apenas unos segundos.
No dice nada, así como yo. Pero es como si me estuviera hablando con la mirada y me dijera cuánto me ama. Todo me lo dice el brillo de sus ojos.

—Harry, vámonos —le doy un jalón y me sigue el paso.

Siento que vuelo por recuerdos de mi pasado cuando salgo del Penthouse y la seguridad de Harry se me queda mirando admirando mi belleza.
Lo sé, sé que este vestido me sienta bien, y me alaga que todos lo sepan.

Carmen se sube en el asiento de enfrente con el chofer, nosotros venimos atrás y mientras miro por la ventana Harry me vuelve a hablar.

—Cariño, toma tus pastillas —joder—Éstas te las daré después, pero éstas te las tienes que tomar ahorita.

Hago lo que me dice y las vuelve a guardar en su bolso de su saco.

Tardamos en llegar, no reconocía la central cuando entramos, todo estaba tan cambiando y no podía reconocer bien a las personas con sus atuendos de gala.

Las primeras que se me acercan son las chicas: Greta, Brisa y Vanesa que me llevan por algo de tomar alejándome de Harry que se va con sus amigos.

A pesar de que cada quien está por su lado, siento su mirada sobre mi.
Por otro lado, la señora Carmen habla con unas personas de aquí y me alegro de que en sólo unos minutos haya formado empatía con otros.

—El trabajo de mañana será exhausto, por eso hoy quiero embriagarme y disfrutar al máximo.

—¿Mañana? —le pregunto a Brisa—¿Qué hay mañana?

—Mañana tendremos que estar atentos para cuando los chicos se infiltren con la gente de Ruggero.

—Menos mal que no nos tocó a nosotras.

—¿Y quiénes irán?

—Jessica Sánchez, Hannah Aguilar y Mateo Espinoza. Son agentes altamente calificados para estos operativos.

—No los conoces Karol, pero son unos tipos muy agradables.

Claro que los conozco, sus nombres me suenan porque como ya lo dije, todos ellos están en la mira de Ruggero y sabe todo de todos.

Sonrío para disimular y trato de beber mi agua pero Harry llega.

—No le estarán dando alcohol a la señorita Karol, ¿cierto agentes?

—Es agua —lo tranquilizo sonriéndole.

—El General Moore siempre al pendiente de ti, Karol —habla Vanesa y las chicas se ríen.

—Sé que es muy temprano y que acabamos de llegar pero, ¿gustas bailar?

Las chicas me empiezan a sonreír cómplices y yo no puedo estar más roja, me siento como una maldita colegiala.

—No sabía que bailabas en público.

—¿Por qué no? Teniendo a tremenda mujer conmigo obviamente querría hacerlo.

Lamo mis labios aceptando su mano y dejando el vaso con agua a un lado; seguramente ya no me lo tomaré.

Es música clásica la que suena, música instrumental, y me dejo llevar por sus brazos que me guían al ritmo de esta balada lenta.

—Nadie te quita el ojo de encima, amor.

—¿Será porque soy una criminal y me odian?

—Actualízate, aquí ya nadie te odia —me hace reír—Y el que te odie se las verá conmigo.

—Tu madre nos mira.

—Probablemente de una buena forma, fue a visitarte cuando estabas en la enfermería.

—¿De verdad? —asiente.

—Nos hizo compañía por unas horas.

Me apego a su pecho, coloco mi cabeza sobre este y escucho el latido de su corazón.
Es tan calmado, sin preocupaciones ni temores.
Me gustaría sentirme así siempre.

Nos quedamos bailando por tres canciones más, eran del mismo género de lentas y por más que me decía a mi misma que ya lo debía de soltar no quería, amaba a Harry, y como una vez ya lo dije, me aterra el amarlo demasiado.

—Antes de salir de casa te dije algo —lo escucho, mas no lo veo por tener los ojos cerrados—Pero creíste que era broma.

—No lo recuerdo, me perdí en tus ojos.

—Te dije: "Sé mi esposa".

Mis pies se detienen y me obligo a alejar mi cabeza de su pecho para verlo. Él también se ha detenido.

—No lo he dicho por decir.

—Harry, yo...

De repente, saca algo brilloso de su saco.
Me muerdo el labio al ver el diamante del anillo y mi corazón se acelera.

—Prometí que no te lo daría hasta que estuvieras un poco mejor porque la señora Carmen me dijo que cualquier noticia fuerte te podía afectar y yo... no cumplí mi promesa.

—Harry es precioso.

—Eres lo más bello de mi mundo, cuando llegaste a mi vida todo me cambió. Descubrí que te amo, amo todo de ti y... y sé que me conociste siendo Derek Clark y que tú te enamoraste de él. Pero yo sabía quién eras tú desde un principio y sin embargo como quiera me enamoré de ti —mis ojos se llenan de lágrimas—Prometo estar siempre contigo. En las buenas y en las malas. Prometo amarte hasta la eternidad y... —se arrodilla frente a mi—Karol Sevilla. Me harías el hombre más feliz del mundo si aceptas casarte conmigo.

De repente, la música era otra, no me había dado cuenta que en todo este tiempo había estado sonando Perfect de Ed Sheeran. Es la canción que bailamos en su casa cuando me dió el ataque de ansiedad y él me ayudó. Es nuestra canción.

Las personas sonreían a nuestros alrededores, todos estaban entusiasmados e incluso grabando.
Les sonreí a todos, dándoles a entender que este momento era único y especial para mi.

Entonces, conecté la mirada con Mason, el chico que nos miraba con tanta serenidad y al percatarse de mi mirada me sonrío con sinceridad y asintió con la cabeza.

»Es mi momento«

Lo vuelvo a ver y las lágrimas de felicidad se resbalan por mis mejillas. Sé que no me gusta que me vean llorar, pero esta es una excepción, estas son de alegría.

—Si Harry, Acepto.

Las personas gritan y aplauden a nuestro alrededor pero me encierro en una burbuja con Harry.
Se pone de pie y pone el anillo en mi dedo.

»Es precioso«

Entonces, me besa para sellar nuestro amor eterno.

—Juro hacerte muy feliz, Karol.

—No sabes cuánto te amo Harry —vuelvo a besarlo—Te amo, te amo, te amo, te amo, te amo.

Si, es mi momento de ser feliz.



*•*•*•*•*•*•*•*

La noche ha sido espectacular, hemos iniciado el año con fuegos artificiales y no sólo eso, sino que yo lo he iniciado comprometida con el amor de mi vida.
Todos se volvieron locos con la noticia y sentía que ya había encontrado mi lugar, que estos eran mis nuevos amigos y que iba a formar una familia aquí.

Fue maravilloso, hasta que salí a la área verde acompañada de la señora Carmen para dar una vuelta y alejarme un poco de tanta gente que nos felicitaba.

La angustia me invadió, sentía que debía de soltar mi secreto o iba a explotar. Así que me aseguré de que nadie más estuviera con nosotros ni que las cámaras de seguridad nos viera.

—Señora Carmen.

—¿Si futura señora Moore? —le sonrío por su comentario y desvío la mirada—Algo le preocupa, lo supe desde un principio.

—Hice algo malo.

—¿Tan grave es?

—Pues, prácticamente mandaré a morir a tres inocentes agentes de policía —se detiene para mirarme—Sé que suena horrible, lo sé, pero era la única forma de salvar a los que quiero.

—No estoy entendiendo nada, creí que nadie te importaba.

—Eso lo digo para despistar a las personas y que no los tomen como mis puntos débiles —suspiro, sabiendo que ella no dirá nada porque sabe que la mataré—Yo les advertí que Ruggero sabía todo de todos pero no me escucharon. Ahora tres agentes irán a infiltrarse con la mafia. Pero él los conoce a todos; ellos están muertos.

Me quedo callada esperando a que mi psiquiatra diga algo, más sin embargo tarda.

—Eso es muy malo Karol.

—Se los debo, son mis únicos amigos.

—No deberías deberle nada a nadie.

—A ellos si.

—¿Qué harás si ellos sí logran infiltrarse con la mafia? ¿Qué harás si llegan a tus seres queridos?

—No lo sé, pero sé que eso no sucederá.

—¿Cómo estás tan segura?

Tenía que aceptarlo de una vez por todas.

—Porque a él nada se le escapa. Nada. El que se infiltren con su gente es como si perdiera —hago una pausa para voltearla a ver—Y él nunca ha perdido cuando de esto se trata. Ruggero los descubrirá y los matará; lo conozco tan bien —suspiro—Es una de las pocas cosas que admiro de él.

...
Siguiente capítulo narrado por Ruggero, ¡por fin narrará después de una eternidad!

Posdata, literal le tengo miedo al capítulo 71 jajajaja apenas lo estoy escribiendo

Mabel Paz

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