Draco Malfoy era un niño mimado. Él lo sabia muy bien, hijo único de una prestigiosa familia sangre pura, heredero de la noble y antigua casa Malfoy ¿Cómo no iba a ser mimado?
Creció con todo lo que quiso, sus padres eran exigentes con su educación, pero al finalizar el día siempre lo premiaban, Draco era un chico que tendría todo lo que deseaba.
Como todos los niños creció escuchando y leyendo sobre Harry Potter, el niño-que-vivió, Draco recordaba decirle a su madre que quería ser amigo de Potter, recordaba llorar cuando sus lechuzas volvían con la carta que le envió al elegido sin leer, recordaba hacer rabietas cuando su padre no lograba localizar a Harry. ¿Y como no hacerlo?
A medida que crecía el fanatismo que tenia por Potter disminuía, ahora entendía algunas cosas y pensaba que tal vez, solo tal vez, Harry estaría en un lugar tan bien cuidado que no lo dejaban entablar con el mundo mágico para su seguridad. De otro modo no entendía por qué nunca lo había visto en las reuniones del ministerio y sus padres.
Draco sabia que Harry tenia su misma edad, sabia que lo mas seguro era que entrara a Hogwarts con él y contaba los días para que su carta llegara. Sin notarlo nuevamente su mente solo pensaba en Potter, el quería, deseaba estar a su lado, según su padre seria alguien que le ayudara muy bien en su imagen política.
El pensamiento de 'Imagen política' cambio por completo el día en que conoció al vencedor del mundo mágico. El creyó hablar con un chico cualquiera en la tienda de túnicas, su mente le dijo de inmediato que ese niño estaba mal, solo el recordar como Harry se veía el primer día hacia que su pecho doliera
¿Ese era el famoso Harry Potter? ¿Ese niño pequeño y delgado para su edad los salvo? ¿Por qué se veía tan débil y vulnerable? ¿Por qué se veía enfermo? ¿Por qué se veía lastimado?
Draco no era idiota, sus padres le habían enseñado a observar de manera detallada a las personas, Draco sabia que algo muy, muy malo sucedía con Potter, algo que no entendía y tenia miedo de las respuestas en su mente.
Su pecho se calmo un poco al ver a Severus con el menor, su padrino era bueno, él le ayudaría, él podría sanar a Harry. Aun así, seguía teniendo miedo. ¿Quién había lastimado a un niño mágico? ¿Quién le había hecho tanto daño a Potter?
Algo en su corazón había cambiado ese día. Draco era muy protector con sus amigos, Pansy era prueba de ello, siempre la protegía en las reuniones y ver así a Harry Potter levanto una llama en su pecho que no sabía que tenía. Él iba a protegerlo.
Le conto a sus padres de su encuentro con el salvador, les conto como Harry no se veía bien, les conto como Severus estaba a su lado y no fue hasta que Lucius hablo con el pocionista que le creyeron completamente. La familia Malfoy podría ser fría fuera de su hogar, pero si un niño mágico estaba involucrado pelearían con garras y colmillos por salvarlo. Y eso era lo que harían con Harry.
Draco observo como sus padres ayudaban a Severus para tener la custodia del menor, observo como Severus iba a su hogar para hablar con los abogados de su padre respecto a las heridas de Harry, observo la felicidad en los adultos cuando la custodia fue aceptaba y solo con eso su pecho dejo de doler como lo había estado haciendo por dos largas semanas.
Draco era mimado, todo lo que quisiera lo tendría... Pero él no quería algo material, él quería ser amigo de Harry Potter, él quería proteger a ese pequeño niño de cualquier mal.
Justo por ese pensamiento comenzó la correspondencia con Potter, no estaba seguro que le contestara y corrió gritando feliz por la mansión cuando recibió la carta del menor ¡Nunca le había pasado!
Sus padres notaban el cambio en su hijo, pero no decían nada, en parte porque agradecían que Draco estuviera madurando de algún extraño modo y también se hacia responsable. Narcisa estaba feliz de la felicidad de su hijo, por eso tuvo una charla con él respecto a sus tradiciones.
Su familia era sangre pura, una línea antigua criada con mucho sobre la supremacía de la sangre, Narcisa no quería que su hijo actuara así, ella había luchado con Lucius para sacar los pensamientos que Abraxas le inculco por mucho tiempo.
Draco lo entendió por completo, en su infancia se le hablo sobre la sangre pura pero nunca se le enseño a ver a mestizos o hijos de muggles como inferiores, claro que tenia que actuar al igual que su padre en cada una de las reuniones. Mas por su padre al ser un mortifago.
Draco estuvo feliz ese mes restante para ir a la escuela, Harry – Porque ahora podría llamarlo así – Era un chico divertido según podía leer en sus cartas, eran 'amigos por correspondencia' y quería invitarlo a su hogar, claro que eso no se pudo aun ya que Severus no dejaba salir al menor de donde vivían, decía que era por seguridad y el entendía por completo.
Cuando llego él día de partir estuvo con sus padres buscándolo por el andén, quería que lo conocieran y se decepciono al no verlo ¡Estuvo hasta que dio el ultimo silbato el tren!
Iba a seguir refunfuñando todo el camino, pero lo encontró, ahora se notaba un poco mas saludable, aun se veía delgado, pero ya no estaba como antes ¿Un poco mas lleno? Merlín, al menos ya no parecía un muerto en vida.
Draco solo se alegro mas al notar como Harry se llevaba bien con sus amigos, sabía por él mismo que odiaba la fama que tenia por ser el salvador y lo dejo muy en claro con pequeñas actitudes hacia los que hablaban de él, sin saber claro, de que él era el maldito Harry Potter.
Casi salta de la felicidad cuando Harry fue asignado a Slytherin ¡Merlín y Morgana lo aman! Ahora podría protegerlo y cumplir la promesa que se hizo a él mismo.
Con el paso de semanas y meses noto como era Harry en realidad, a veces lo encontraba mirando a la nada y otras veces actuaba tan frio que el escalofrió corría su espalda, eran amigos, por ahora solo amigos, sabia que el menor aun no confiaba por completo en él y por ahora no le preocupaba.
Draco cuidaba de Harry, le recordaba sus pociones y lo guiaba cuando parecía que Potter estaba metido en su mundo, Harry le decía 'Mamá gallina' y no pudo negar que tenia razón.
Se sintió muy feliz cuando Harry le mostro su reliquia familiar ¡Una capa de invisibilidad! Por Salazar él nunca había visto una, pero no, la sorpresa no quedo ahí. Harry-mimado-Potter era un jodido hablante pársel. Si Draco le tenia admiración por como era de bueno en sus clases, esa admiración había subido por completo al escucharlo sisear.
Y si, Harry Potter era un maldito mimado. Le gustaba molestarlo con eso, pero no se negaba nunca a lo que el menor le pedía, casi siempre eran los dulces que su madre le enviaba y él era feliz dándole aquello, la sonrisa en el rostro de Harry al darle lo que quería era lo mejor.
Pero eso no era todo. Con el tiempo Draco y Harry tenían una relación fuerte 'mejores amigos' era como se describían, pero ambos sabían – aunque ninguno lo decía – que era mucho más.
Draco ayudaba a Harry a calmarse cuando el menor despertaba de una pesadilla, pesadillas que tenia la mayor parte de los días ¡Hasta habían terminado durmiendo juntos algunos días! Draco iba a replicar, pero cuando noto que la compañía hacia que Harry durmiera tranquilo no lo hizo, en cambio lo alentó cada noche a dormir juntos.
Draco ayudaba a Harry a controlar su furia, siempre que se encontraban con la comadreja o Granger debía llevarlo a un aula vacía hasta que se tranquilizara, ya había probado un poco de la magia enojada del menor y trataba siempre de ayudarlo, no quería que saliera herido por el mismo
Draco ayudaba en materias que a Harry se le dificultaban, transfiguración y astronomía eran las que al menor le daban dolor de cabeza.
Pero Draco notaba que al igual de como él era con Harry, Harry lo era con él
Le gustaba como todas las mañanas Harry le preparaba su té favorito – sin que el mismo se diera cuenta – le gustaba como lo protegía al igual que Draco hacia con el menor, le gustaba como ahora Harry hablaba de sus miedos con Draco, le gustaba la confianza que se había construido en ambos
Tanto Harry como Draco se cuidaban y protegían el uno al otro.
Por esas razones y muchas más Draco reacciono de la peor manera cuando lo vio.
Iba a buscar a Harry en su habitación, creía que ya había acabado con su padre y debían almorzar, iba a darle un recorrido por toda la mansión, iba a mostrarle la biblioteca e iba a llevarlo a volar.
Todo se olvido y su rostro pálido solo demostró temor. Frente a él, en los brazos de su profesor de defensa - El único profesor que Harry le pidió no dejarlo a solas - estaba Harry, su amigo, SU mejor amigo y estaba inconsciente.
"¡¿Harry?!"