Maestro de la Muerte || Harry Potter

XXXV | Rita Skeeter

|||

Rita ayudando a Harry me da vida, ¿ok? :D

|||

Dumbledore estaba enojado, muy enojado.

Desde que Harry Potter entro al castillo sin Ronald a su lado supo que sus planes estarían en peligro. Su enojo solo creció mas a lo largo del año escolar, nada estaba saliendo como lo había planeado y eso lo enfurecía. Se suponía que Harry Potter debía estar entre sus manos, pero ese chiquillo se alejaba cada vez mas de ellas.

Dumbledore había pensado que con el imperius las cosas volverían a su camino, cuan equivocado había estado. Ahora sus días los pasaba con temor, sabia muy bien que este Potter podría demandarlo y ni siquiera su cargo como jefe brujo iba a salvarlo.

Dumbledore fue idiota, un completo idiota. Se dejo llevar del enojo y la ira, no había pensado con claridad ¡Pero las cosas no debían pasar de ese modo! Había hecho todo lo posible ese año para tener a Potter en sus manos y cada plan fue tirado a la basura.

Su ira solo empeoro cuando al finalizar el año escolar noto la piedra desaparecida. Él no entendía que pasaba, estaba seguro que Tom había estado poseyendo a Quirrell y que este robaría la piedra, pero Quirrell cambio desde navidad y ni siquiera podría culparlo, no había ningún rastro mágico que no fuera el suyo en la habitación del espejo.

Sus planes estaban al borde del precipicio, no tenia a Harry Potter en sus manos y había desaparecido el trasto de Tom, se preguntaba todos los días si en algún momento había hecho algo mal pero no lograba captar que.

Dejo sus intentos de manipulaciones con las compulsiones el mismo día en que Severus dijo que Harry era su ahijado y protegido ¿Por qué él no sabia eso? Ahora sería el doble de difícil controlar a ese mocoso. ¡Se supone que el debía acabar con Tom y luego morir!

Ahora Dumbledore estaba reorganizando sus planes, planes que había hecho hace años, pero ahora no le servían de nada. Había investigado y Severus era tanto el tutor de Harry en el mundo mágico como en el muggle, cuando se entero casi asesina a los Dudley.

En su mente, los planes volverían a tener sentido, en su mente Harry Potter estaría en sus manos y lo doblegaría hasta que no quedara nada de él.

Claro que todo eso murió cuando recibió el profeta esa mañana.

"¡Lord Slytherin-Gaunt regresa! ¡Primer aliado de la casa Potter!"

Por: Rita Skeeter

¡¿Qué?!

Su café cayo sobre su barba al leer la primicia ¡¿Qué se supone que hace el estúpido de Potter?! y mas importante aun ¡¿De que lord hablaban?! Oh no, eso no iba ayudar nada en sus planes.

Dumbledore leyó con rapidez el artículo, debajo del título había una fotografía de Harry sonriendo a dos hombres, rápidamente desecho al ministro y se enfoco en el otro hombre.

Tom. Ese era Tom y no lo engañaba.

Claro que se veía diferente, su cabello negro ahora parecía mas castaño y sus ojos habían cambiado a un azul, pero su rostro seguía igual – en partes – Dulce Merlín, necesitaba saber con urgencia como era que Harry Potter se había aliado con ese supuesto lord y lo necesitaba ahora.

Su desayuno quedo en el olvido y corrió por los terrenos de Hogwarts para poder aparecerse directamente a la madriguera.

Todo el año estuvo mandando cartas a Sirius, necesitaba Grimmauld Place para el cuartel de la orden, pero todas eran ignoradas, supuso que Black estaba enojado por su encierro, pero él necesitaba que fuera así, no podía permitir que criara a Harry, pero ese plan se hecho a perder por Severus.