¿Vampiros que ayudan a adelgazar?
Peores monstruos pueden haber. Nos hemos ido a pasear al Perú con la esperanza de traerles una variante interesante del vampiro.
Mientras que los vampiros Europeos y la mayoría de sus primos en las Américas se entretienen succionando sangre, en Perú existe una criatura de características vampíricas conocida como Pishtaco que encuentra más interesante alimentarse de la grasa de sus víctimas.
¿Dónde anda este vampiro que nos puede solucionar la vida más rápido que un bisturí? ¿Les motiva el altruismo y el amor por la buena figura o hay algo más siniestro tras su conducta?
El pishtaco paso a ser del típico vampiro con apariencia europea (en un principio se le describía como extranjero, alto y pálido) a ser parte de la cultura criolla. Se comenta que convenciendo a damas y caballeros entraditos en "buenas carnes", les alejaba de los centros urbanos a campo adentro, en donde, ya fuera a través de un ritual o por una proboscis parecida a la del mosquito robaba a los individuos de su grasa corporal. Lamento por los que andan con planes de ir a Perú y ahorrarse una lipo. La extracción de grasa es en medidas críticas y las víctimas, por lo general terminaban siendo fatales.
¿Qué hace al pishtaco obsesionado por la grasa? Pues cada cultura valora elementos de acuerdo a la necesidad y en las culturas pre-colombinas del Perú, la grasa superaba a la sangre como elemento sacrificial. Para los habitantes andinos la grasa (por lo general de llama o alpaca) era un elemento utilizado comúnmente en rituales religiosos. Es de esperarse que se interpretara que si un monstruo habría de atormentarnos, robaría este elemento tan preciado para sostener su existencia.
Esta entrada ha sido corta, pero no le quita lo curiosa ¿no creen?