La llegada de Trisha a la casa logró que la relación que teníamos papá y yo se fuera por completo a la basura. Ahora no había un momento en que no discutamos, y por lo mismo ya casi no estoy en casa, de por sí me la pasaba casi todo el día con los Wilkerson, ahora ya casi vivo con ellos, créanme, si tuvieran una cama extra dormiria ahí.
Gracias a Díos llegó el día de compras semestrales. Cada seis meses, Lois levanta a todos de la cama a la seis de la mañana, los mete en el auto y los lleva a tiendas de saldos para comprar ropa y accesorios.
Como es una costumbre desde que me hice amiga de esta familia, los acompaño a cada viaje que involucre compras, en especial compras de ropa.
Y como decía es una verdadera alegría que ya llegará esa fecha del año. Necesitaba desestrezar me de los problemas con papá y la presencia de Trisha en mi casa.
Trisha me quiso llevar de compras con ella hace un mes, obvio fue un total desastre, porque a pesar de que me negué, papá me obligó a ir con ellos, si, el se unió.
No concordamos en nada!. Al final creo que me llego a agradar menos.
Pero como dije, ir a comprar ropa en familia, bueno, con la familia Wilkerson, me hizo alegrar me.
-Se los juro! Jamás salgo decepcionada de la villa del ahorro.- confesó Lois desde el asiento de copiloto en el auto.- Nunca he visto otra tienda con tanta selección de irregulares.- afirmó.
Tenía razón, la villa del ahorro tenía una variedad inmensa de ropa. Era la ropa que en las demás tiendas nadie compro (Saldos), pero compras eran compras.
-¿Está camisa es de un lugar donde los humanos no son simétricos?- pregunto Dewey detallando una de las camisas que su mamá escogió para el en la tienda.
- No te quejes- le ordenó Lois.- Si no fuera por la villa del ahorro parte de esta familia andaría desnuda.- explicó.- La villa es lo único que nos separa de los simios.- añadió.
Era cierto, la mayoría de nuestro guarda ropa era comprada en la villa del ahorro.
Di un vistazo por una de las ventanas, aunque la tarea era algo difícil, la camioneta estaba llena de bolsas de compras, ya que no sólo logramos comprar ropa en la villa del ahorro, abrieron una nueva sección donde venden alimentos y productos para el hogar en oferta, por lo cual también habían comprado los víveres de la quincena.
Mis ojos se encontraron con un gran anuncio de un club de Striptis, en el había una mujer en ropa interior dejando nada a la imaginación. Hice una mueca, era obvio que muchos trabajos son dignos y respetables, pero creo que la mayoría de las mujeres (independientemente de que algunas busquen y les guste ese trabajo), muchas veces aspiraron a más, y por alguna u otra razón ya no lograron continuar con sus sueños. y no es que tenga nada de malo ser una Striper, al final es un trabajo.
Deje de mirar el anuncio después de que se hizo un silencio. Mire a los demás dentro de la camioneta y note a todos los hombres con la boca abierta mirando el anuncio que yo veía hace unos segundos. Hasta Jamie babeaba literalmente mirando lo mismo que sus hermanos.
Le di un pellizco a Malcolm y este se quejó por lo bajo para después mirarme con arrepentimiento.
- No puedo creerlo!- exclamó Lois sorprendida.
-¿Qué?!- pregunto Hal dejando de mirar el anuncio.- ¿Yo que?! Tu estas mejor!- se excusó rápidamente.
-En paga menos tienen los paquetes de 48 rollos al 2X1!- explicó Lois leyendo el anuncio que estaba debajo del gran anuncio del club de Stripers.- como me gustaría tener más espacio en este auto, no hubiéramos puesto las pechugas arriba.- se quejó.
Al ver que ninguno de los hombres les contestaban los miró a todos, por mi parte mire por mi lado de la ventana, no quería ver cómo Malcolm babeaba por la Striper del anuncio junto con los demás.
-¿Qué les sucede a todos?- les pregunto.
-Estamos pensando en tanto papel del baño.- contestó Hal.
- Si! Y en las pechugas que se quedaron arriba.- añadí con sarcasmo. Era medio verdad.
- No sólo a ustedes les gustan las baratas.- murmuró Hal intentando que Lois no se diera cuenta de lo que en realidad vieron.
-¿Estas molesta?- pregunto Malcolm a mí lado.
- No.- respondí.- Es normal que veas chicas en ropa interior.- afirme mirando lo. Sonrió ante lo que dije, estaba sorprendido de que no me molestará.- Yo veo a otros chicos.- añadí encogiendome de hombros y haciendo que su sonrisa desapareciera.
Me reí internamente. Marcador : 1-1
(...)
-¿Entonces miras a otros chicos cuando vas conmigo?- pregunto Malcolm mientras estábamos la ropa del auto.
-Malcolm fue un decir.- respondí ya algo irritada. Lo que le dije en el auto no le había caído muy bien, y ahora está de dramático creyendo que no lo quiero.
-¿Ya no me quieres?- me pregunto aún en su papel de dramatismo.
-Malcolm ya te dije que si te quiero!, sólo dije eso por decir!- afirme tomando una más de mis bolsas con ropa.
-Malcolm ya cállate! Pareces una niña.- le dijo Reese
-Vete al demonio Reese- le respondió Malcolm.
-Te veré ahí cuando Tn te mande.- le dijo Reese para marcharse con sus bolsas de ropa.
Dewey se rió y siguió a Reese.
- No me puedo calmar, dijiste que ves a otros chicos, y eso me hace sentir mal, ¿Cómo no me voy a sentir mal?, eres mi novia y te amo.. y no puedo evitar sentir...
Antes de que siguiera con su discurso de "No me quieres" le Di un beso interrumoendolo. Al principio se quedó quieto y muy posiblemente confundido, pero poco a poco logre que me siguiera el beso.
- No te quiero Malcolm, te amo.- le dije sonriendo una vez que despegue nuestros labios.- Sólo dije lo de los chicos para desquitarme.- expliqué encogiendome de hombros.
-¿Crees que un beso lo arregla todo?- pregunto nerviosamente
- No.- afirme.- Pero te daré más cuando regrese.- afirme guiñandole un ojo y caminando a con dirección a mi casa cargando mis bolsas.
Lo perdí de vista. Hombres.. aveces tienes que fingir que estas cediendo para que se calmen.
(...)
Después de acomodar mi ropa nueva en mi closet y de discutir de nuevo con papá, termine en casa de Los Wilkerson mirando televisión.
La televisión era nuestro único buen y "sano" entretenimiento, ya que era lo único que no nos hacía terminar en la estación de policía.
Mi cabeza estaba recargada en el hombro de Malcolm, una de mis manos se entrelazada con las de él. Fue fácil que olvidará lo que le dije en el auto. Sólo había requerido de media hora para darle besos y listo.
Mi mirada estaba atenta a la televisión, no voy a decirles que teníamos la mejor programación, la verdad es que cada día se esfuerzan menos los canales para darnos buenos programas. Pero hoy estábamos mirando "1000 maneras de morir". Un clásico.
Lo bueno de esto es que tenía un contenido muy extenso: humor, falsedad, sangre, muerte, en ocasiones sexo, y bastante ingenio; hasta se podría decir que este programa nos enseña algo.
Comi otra palomita mientras la chica en la televisión estaba a punto de hacer una "estupidez" que la haría morir .
¿Quién en su sano juicio conecta una grabadora, una secadora, plancha para el cabello y las utiliza mientras está en la bañera llena de agua?
La grabadora se resbaló de una de las orilla de la bañera y justo cuando iba a caer en el agua la pantalla se puso en negro.
-Oye!- exclamamos Malcolm, Reese, Dewey y yo cuando vimos a Lois dejar el control remoto después de apagar la televisión.
-Evitó que su cerebro se haga puré, llevan sentándos ahí mirando televisión por horas.- se excusó Lois caminando hacia la mesa de la cocina.- esa basura les dañara el cerebro.- afirmó
- No es basura.- se defendió Dewey.
- Si! Con ese programa aprendí a diferenciar entre columna y vertebra!.- confesó Reese señalando la televisión que seguía apagada.
-Hagan otra cosa.- nos ordenó Lois
- No hay nada que hacer.- respondió Malcolm
-Nunca hay nada que hacer aquí.- murmuró Dewey.
No dije nada, si no nos daría un sermón. Metí más palomitas a mí boca.
-Porque no tienen imaginación por estar frente a la caja idiota todo el día.- afirmó Lois colocándose su camisa de Lucky Aide.
- Su madre tiene razón! Es muy triste que cuatro adolecentes no encuentren nada que hacer en un sábado tan lindo.- la apoyo Hal quien comia un sándwich desde la mesa de la cocina.- Pueden jugar al Yoyo, salir a caminar, o inciar una colección, ahí tienen! Tres ideas en cinco segundos, Debería darles vergüenza!- exclamó.
-No saben que afortunados son, llegará el día en que no tendrá que quejarse porque no tienen nada que hacer.- afirmó Lois
Los cuatro agachamos la cabeza, el sermón no nos sentaba bien.
- Es cierto, tendrán responsabilidades, pareja, niños.- nos recordó Hal.- Entonces se preguntarán : ¿Dónde quedó mi aburrimiento?!.
- Ya basta de sermones!- pidió Reese gritando.
Los cuatro sin pensarlo nos levantamos del sofá para caminar fuera de la casa.
-¿Qué rayos hacemos?- pregunte recargandome en una de las paredes de la casa.
-¿Aún tienes las latas de pintura que nos sobraron el Hallowen pasado?- me pregunto Reese
- Si.- respondí.- están en mi cochera. - expliqué.
-¿Qué tienes en mente?- le preguntó Malcolm junto a mí.
-Algo grande.- respondió Reese sonriendo.
-¿Qué tan grande?- pregunto Dewey.
-Algo tan grande como un anuncio.- afirmó Reese.- Vamos, nos espera un viaje en autubos de 45 minutos.- nos dijo para caminar en dirección a mi casa.
(...)
Reese agitó una lata de pintura y corrió hacia el otro extremo del gran anuncio donde estábamos.
Tome el sacó lleno de más latas y escogí una.
Siento admitirlo, pero mamá nos obligó a usar nuestra creatividad, y fue un buen consejo.
La verdad es que camino aquí dude mucho esta idea, mi primera cuestión era como lograriamos subir a el gran anuncio del club de Stripers, aunque fue más fácil de lo esperado, ya que utilizamos las escaleras traseras de la tienda "Paga menos", después sólo utilizamos las escaleras del anuncio.
Estábamos como a 40 metros del suelo. Una mala pisada y moriremos de una caída desde esta altura. Sería una buena idea para "1000 maneras de morir".
-¿Cuánto falta para que enciendan las luces?- pregunto Dewey
-Unos minutos.- respondió Malcolm mirando los autos pasar y agitando una lata de pintura.
-Le ponemos ojos locos, dientes de Drácula y una nube de gas en el trasero.- propuso Dewey.
- Ya esta muy visto, si nos molestamos en subir mejor pensemos en ..- me quedo callada cuando Vi que Reese ya estaba pintando el anuncio.
Malcolm y Dewey notaron lo mismo que yo y los tres caminamos hacia Reese.
-¿Reese que escribes?- pregunte.
-"Yo deseo a Reese".- respondió dejando de escribir.- Como si lo estuviera pensando- explicó.
-Nos descubrirán si escribes tu nombre ahí.- dijo con obviedad Malcolm .
-Estamos a kilómetros de casa, aquí nadie nos conoce.- se excusó caminando hacia nosotros, atropelló una lata de pintura y esta rodo hasta caer.
-Tiraste una lata de pintura.- le dije.
- No es mi culpa, esta todo oscuro.- se defendió.
-Tal vez deberíamos seguir planeando que hacer le al anuncio.- recomendó Dewey.
- Es algo ofensivo si lo vemos del lado feminista.- opine admirando a la mujer en ropa interior.
-Exacto, del lado feminista, nuestro lado sólo ve la posibilidad de buen vandalismo.- afirmó Reese.
Estuve a punto de decir algo pero escuche un grito a lo lejos.
-Esperen, ¿Escucharon algo?- les pregunté.
Los cuatro nos quedamos en silencio esperando escuchar algo más.
-¿Qué estan haciendo ahí arriba niños?!- se escuchó un grito más claro. Mis ojos se abrieron y supe de quien se trataba.
- Es mamá!- exclamó Malcolm pensando lo mismo que yo.
Los cuatro asustados nos recargarmos lo más posible en el anuncio esperando que no nos viera. Aunque creo que ya es tarde.
-¿Cómo supo donde estábamos?- pregunto preocupado Dewey.
-Les dije que nos puso rastreadores en las amalgamas, si se los hubieran arrancado como yo no estaríamos en esto.- afirmó Reese molesto.
Negué escuchando eso. Era obvio que no teníamos rastreadores, y no se que cosa se arrancó si es que no teníamos un rastreador en primer lugar.
-Tal vez no nos vio.- dijo Dewey ignorando a Reese.
-Tn! Malcolm! Reese! Dewey!- grito nuestros nombres Lois.- Bajen de ahí en este instante!- nos ordenó.
-Señora! Yo no saber quién creer que somos, pero sus muchachos ser muy diferentes que nosotros!- grito Reese con un acento evidentemente falso.
Reese no hizo más que terminar de gritar y de pronto las grandes luces del anuncio se encendieron golpeando nuestros rostros y todo nuestro cuerpo. Pegamos más la espalda al anuncio, pero era obvio que eso no ayudaba en nada.
¿Cómo vamos a salir de esta?!!
....
Hola! ¿Cómo están en este sábado?. Pues espero que bien.
También espero que les gustará este capítulo. Ya me siento mucho mejor y ya casi no tengo muchas tareas pues ya entregue varias.
Espero que opinen que tal les pareció el capítulo. Me gusta mucho leer y responder sus comentarios.
Les envío un abrazo.
Los ama
Horannella❤