Insaciable Deseo ©

By Estrada_Belle

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Mack trabaja para una importante y prestigiosa Editorial en Madrid. Está harta de su vida cotidiana. Busca e... More

Sinopsis
Capítulo 1
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Aviso
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Apartado de Personajes
Capítulo 39
Capítulo 40
Aviso.
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
Epílogo
Datos Curiosos ♡
Propuesta Editorial
"Extra 14 de Febrero ♡"

Capítulo 2

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By Estrada_Belle

Como todas las mañanas, suena la odiosa alarma. Me paro luego de mis estiramientos diarios y me dirijo al armario escogiendo el conjunto de ropa que usaré hoy.

Decido ponerme una falda amarilla con pequeñas manchas verdes, una blusa que se sujeta a mi cuello sin mangas, un blazer casual y unos tenis blancos con una pequeña plataforma. Me hago una coleta alta peinando mis ondas, me maquillo al natural y me pongo unos cuantos accesorios.

Recojo el cuarto y bajo para desayunar algo.

Una vez lista, me doy ánimos antes de salir y me dirijo a la estación del metro. Repito el mismo proceso como todos los días y llego a la Editorial saludando al portero.

Registro mi hora de entrada y voy a mi módulo tras saludar a todos. Gretel como siempre me barre con la mirada y yo sonrío para mis adentros.

Le he de ser demasiado importante ya que no para de verme o checar cada dos por tres qué es lo que hago.

Saco los papeles de mi gaveta y me pongo a revisar los errores faltantes de la novela pendiente. En la computadora busco el registro de la autora y decido mandarle un e-mail concretando una cita para darle las soluciones a su obra y que ésta no sea negada.

Niel se acerca a mí con una caja de donas y un café casi al medio día. Alzo una ceja en su dirección y él me da una sonrisa de niño bueno que no rompe ni un plato.

—Son las doce Niel, no es hora para donas y café—Abre la boca indignado y apoya la caja en la mesa.

—Siempre es buena hora para comer donas, y no lo niegues—Recuesto mi espalda en la silla giratoria y niego con la cabeza. Por el rabillo del ojo veo a Gretel dirigirse hacia nosotros.

—Muchas gracias Niel, pero no se me apetecen las donas en este momento. El café si lo acepto—Él agarra una dona y justo cuando le va a dar la primer mordida, Gretel le arrebata la caja de las manos.

—Dame una, tengo hambre—Niel se le queda viendo mientras ella come y yo le tomo al café queriendo disimular el gesto de molestia.

Qué mujer tan desagradable.

—¿Escucharon que vendrá uno de los Jefes a dar revisión? Cuidado Mack... no te vayan a correr de aquí.

—Si, mira quién habla, la que debería tener cuidado es otra, no vaya a ser que te agarren con el celular y te reduzcan el salario, o peor, te despidan—Mis palabras van cargadas de veneno, realmente nos harían un gran favor a todos. Ella no se inmuta y sigue ignorándome por completo.

La detesto.

—¿Quién crees que venga Niel? ¿El seductor de James? ¿O el candente de Ashton?—Se muerde el labio y Niel rueda los ojos fastidiado.

—Realmente no me interesa quién venga—Le quita la caja de donas y se despide de ambas yéndose malhumorado.

Lo entiendo perfectamente.

Sigo tomando sorbos de mi café y lo apoyo en la mesa mientras Gretel me ve altiva.

—No puedes beber nada en la oficina, más que agua y yo no veo que eso sea agua—Venga ya, me dan ganas de lanzarle un reglazo. La ignoro y sigo con lo mío. Ella hace un movimiento que no detengo a tiempo y logra derramar lo restante del café en mí.

Hija de...

Pego un chillido al sentir la bebida caliente en mis piernas desnudas y la fulmino con la mirada.

—Ups, no me fije—Me sonríe como el malvado gato de Alicia en el País de las Maravillas y yo hago mis manos en forma de puños. Conteniendome de no hacer una locura que involucre gritos, despidos y regaños. Se ríe y camina hacia su módulo.

—Perra—Masculló enojada y alzó la mirada donde todos me ven. Unos murmuran preocupados y otros se ríen descaradamente, como si el dolor ajeno les divirtiera.

Idiotas.

Por el intercomunicador llamo al de limpieza y llega minutos después con un trapeador y una cubeta con agua limpia.

—Señorita Mack ¿Qué ha pasado aquí?—Dice viendo el café desparramado en el suelo y en el escritorio. Gretel no deja de reírse junto con Diana y yo tengo que calmarme para no ir a darle una bofetada de ida y vuelta.

—Una despistada—Inepta y estúpida víbora—Se cruzó por aquí—Le comento al señor Marco.

Gretel le dice algo a Diana y ambas me ven con burla.

Por favor, dame paciencia señor.

El señor Marco termina su labor y se despide amablemente de mí. Reviso que ninguno de los documentos que se encuentran en la mesa se hayan mojado, guardo todo bajo llave y me dirijo al cuarto de baño.

Me duelen las piernas por el líquido caliente, las limpio con papel y las mojo un poco aliviando el ardor.

Maldita víbora.

Aprovecho para hacer mis necesidades y regreso después de unos minutos a la oficina. Me acerco al módulo de Niel y me siento en una de sus sillas cruzando mis brazos.

—¿Qué ha pasado?—Pregunta preocupado desviando la atención de la computadora hacía mí.

—Pasa que la idiota de Gretel me tiró el café en las piernas—Bufo y volteo hacia otro lado.

—¡¿Por qué?!

—Porque le encanta joderme. Solo espero que nunca me agarre de malas o de lo contrario le voy a dar la paliza de su vida.

—¿Qué tiene Gretel en contra tuyo?—Pregunta con la mente puesta en otro lado.

—Es fácil de deducir, lo único que tiene es envidia ¿Qué más puede tener?

—Coraje, eres la mejor del área y ella lo sabe, ya que a cada nada Johnson te felicita, y no se arranca la lengua porque no puede pero desde que llegaste no ha parado de decir miles de rumores tuyos. Solo te quiere hacer quedar mal, pobrecilla, no tiene una vida propia—Dice con un toque de burla.

—Que no se meta conmigo, porque si sigue así me va a encontrar y no le va a gustar.

—Tranquila, es mejor que te mantengas a raya.

—¿Cómo? Se la pasa provocandome con sus insinuaciones absurdas y el que me moleste metiéndose con mi persona no se lo voy a tolerar.

—A Johnson no le gustaría un revuelo por aquí.

—No me interesa, si Gretel no me deja en paz le haré saber por las malas que conmigo no se mete solo porque quiere.

—Vaya, calmate fiera—Dice riéndose—Recuerdame nunca pelear contigo.

—Eres un tonto—Río.

Durante toda la tarde sigo revisando algunos pendientes más y recibo el e-mail de confirmación por parte de la autora de la novela pendiente. La cito para mañana a las 2:00 pm de la tarde en un café cerca de la Editorial y me agradece por la oportunidad.

Cuando mi reloj marca las 18:00 hrs, acomodo lo más importante en el archivero común y mis pertenencias las guardo bajo llave.

Nunca se sabe si las personas a las que no les caes bien puedan hacerte algo que te deje mal parada.

Dejo los papeles que me trajeron hace una hora en orden sobre el escritorio, es un proyecto en donde casi todos han dado su punto bueno, y si le dan la debida atención, será todo un éxito. Por el intercomunicador llamo a Melanie, para que lo recoja más tarde.

Sé que será un éxito, lo manifiesto así.

Me coloco el blazer de nuevo, acomodo mi cabello y agarro mi bolso alistandome para irme a casa.

—¿Ya te vas Mack?—Pregunta mi Jefe acercándose a mí.

—Es correcto, de verdad estoy cansada. Solo quiero llegar a casa, tomar una ducha y dormir hasta el amanecer—Digo tras un risa.

—Excelente, espero que descanses bien. Sólo venía a decirte que mañana vendrá uno de los dueños para hacer la revisión. Te pido que vengas lo más formal que puedas. Te espero junto a tu equipo a las 8:00 am, no llegues tarde.

Cierto se me había olvidado lo de la revisión. Por fin tendré el gusto de conocer a uno de los hermanos Pennisher. Es obvio que es su apellido porque la Editorial en sí se llama "Editorial Pennisher CO".

—Bien, no te preocupes, estaré aquí puntual, como siempre.

—Perfecto, entonces de ser así, pasa una excelente tarde—Me sonríe y tras despedirse sale de la oficina.

Niel se acerca y también se despide de mí.

—Espero verte con ropa formal, te has de ver igual de hermosa como siempre—Se sonroja tras decir aquello y solo le doy un casto beso en la mejilla.

—Nos vemos mañana

Salgo de la Editorial y me dirijo como todos los días a la estación. Me adentro en el penúltimo vagón en donde encuentro a una pareja en su burbuja acaramelada, un señor durmiendo y más al fondo a un sujeto de unos ¿27 años? Viendo su teléfono.

Me acerco a uno de los asientos del fondo y el jóven alza la mirada impactandome con el azul profundo de sus ojos. Me siento frente a él sin prestarle atención y saco mi teléfono cuando éste replica con una notificación de mensaje.

Abro el primer chat que muestra un vídeo y bajo solo un poco el volumen.

Uno nunca sabe que te pueden mandar, así que mejor prevenir que lamentar.

Le pongo play y me encuentro con una escena cachonda. Son dos mujeres complaciendose, besandose desnudas entre gemidos y caricias.

"Maldita sea Cory"

Cory, mi mejor amiga. Ella es lesbiana y no sé por qué motivo le encanta mandarme este tipo de contenido. Los siento a veces como indirectas.

El hombre de enfrente alza la cabeza y me interroga con la mirada a la vez que que me da una media sonrisa.

¡Lo escuchó todo!

Qué vergüenza.

Mis mejillas las siento calientes. Él por su parte guarda su móvil y se me queda viendo fijo.

—¿Necesitas algo?—Le pregunto. Niega con la cabeza, se para y se sienta a mi lado. Giró la cara y lo detallo con esmero.

Tiene cabello castaño, ojos azules como ya lo he mencionado, pómulos marcados, barba apenas crecida que lo hace ver más guapo, cejas gruesas y nariz perfilada, sin contar con que sus labios se ven demasiado apetitosos.

Viste un saco informal azul, playera blanca, pantalones del mismo color y unas vans veraniegas.

Se acerca un poco a mí-Cuando veas porno asegurate de bajarle todo el volumen al teléfono o te verán raro, créeme, lo sé-Sonríe mostrando una hilera de perfectos dientes blancos.

¿Con qué derecho?

—Si veo o no porno, no es algo que te interese—Digo tragando saliva ante su cercanía. La loción que trae puesta hace estragos en mí y tengo que hacer acopio de toda mi fuerza de voluntad para no verlo como idiota.

¡Espabila menuda tonta!

Un leve cosquilleo recorre mi parte baja cuando una de sus manos toca mi rodilla desnuda.

J-O-D-E-R

—¿Te has puesto cachonda o es mi percepción?—Por supuesto que mis niveles de cachondeo están por los cielos.

—Claro que no, será tu imaginación. Me he puesto incómoda que es muy diferente—Saco su mano de mi rodilla y volteo al ventanal que muestra los edificios de la ciudad al no ser un metro subterráneo.

Él niega y sonríe de forma socarrona.

—¿Sabes? Podría ayudarte un poco, con la temperatura corporal—Se encoge de hombros.

Ah, así de casual.

¿Este qué se cree? ¿Que estamos en un video pornográfico?

—Ni siquiera te conozco ¿Crees que le permitiría a un extraño tocarme?—Digo indignada ante la propuesta tan descarada. Me vió cara de ¿Qué?

"Aunque... siempre ha sido una de mis fantasías". Montarme a alguien en un lugar público.

—Sé que lo deseas, por la forma en la que estás apretando las piernas ahora—Dejo de hacerlo sintiéndome expuesta y giro los ojos—Y yo también me he puesto cachondo cuando te ví.

Ay por Dios.

—Así que... ¿Lo intentamos? Porque mi polla está a nada de reventar bajo mi pantalón.

Mi moral diría que no, porque no es correcto hacerlo en un lugar como este. Mi lado excitado y caliente que me nubla el juicio ahora diría que lo hiciera, así sin pena, tabúes o barreras. Mi lado santurrón diría que no, porque...porque hay personas, no soy una exhibicionista. Pero mi lado malo y juguetón quiere siempre probar cosas nuevas.

¿Qué más da? El tipo está mono y yo llevo tiempo en el cual no hago nada.

Bueno...

Estoy harta de la estúpida rutina diaria, me voy a follar a quién se me plazca, cómo se me plazca y nada va a salir mal.

Asiento en su dirección y es él quién da el primer paso. Su boca cubre la mía y medio sonrío con el sabor a menta que tienen sus labios.

¡Jodida gloria! Es un muy buen beso.

Sus manos traviesas suben a mi cuello, apretándolo levemente lo cual me excita más. Mis manos por el contrario recorren sus piernas y mis uñas hacen de las suyas, insertándose levemente en sus muslos. Siguen su trayectoria hasta llegar al punto que quiero y masajeo por encima de la tela su miembro. Se muerde el labio inferior y yo me relamo los labios mientras ataca mi cuello.

Ahora son sus manos las que viajan por mi cuerpo y se cuelan por debajo de mi falda bajando las finas bragas que llevo puestas.

Un jadeo suave sale sin permiso de mi cuando hace a un lado la tela y me penetra con un solo dedo.

El morbo, la adrenalina y la excitación son la combinación perfecta en estos momentos.

Mi temperatura sube más y me subo a horcadas de él, poniendo mis rodillas sobre el acolchonado asiento en el que está sentado. Parece que nadie se ha dado cuenta del acto inmoral y descarado que estamos haciendo.

—Montame aquí—Dice jadeando mientras se saca de un tirón los pantalones, los cuales deja caer a sus pies, sin sacarlos de un todo.

Saco su miembro del bóxer negro y mis ojos se abren al ver el tamaño que tiene. La boca se me hace agua y lo tomo con una mano.

Lo miro fijamente y meneo la cabeza.

—¿Traes condones?—Él me mira absorto y niega con la cabeza

—Joder, no lo haré sin un preservativo.

—Está bien, estoy limpio de cualquier enfermedad, me hago constantemente los estudios pertinentes—Alzo la ceja cuestionandolo—Si te preocupa un embarazo no deseado puedes tomar la píldora saliendo de aquí.

Pff

Tiene razón pero aún no estoy completamente segura de lo primero que dijo. La duda se ha de ver reflejada en mi rostro, que el suspira y saca su móvil del bolsillo.

Me remuevo incómoda y tras escribir algo me enseña el aparato.

Hay un logo clínico, seguido de texto.

—¿Qué es?—Pregunto achicando los ojos para leer las letras chiquitas.

—Los estudios que me realicé—Oh, vaya ¿De verdad me está enseñando ahora sus estudios? Me río por dentro. Vaya situación cómica. Guarda nuevamente el teléfono y hace un movimiento con el cuál roza su pene con mi clítoris.

Ahogo un gemido y me sostengo de sus hombros.

—Ahora que ya te has asegurado... ¿En qué estábamos?

Trago grueso y luego de anotar mentalmente que debo pasar a la farmacia antes de llegar a casa lo dirijo a mi entrada. Caliente y deseosa.

Su erección entra en mí llenándome por completo y cierro los ojos disfrutando de la sensación que el acto provoca. Trato de permanecer así unos segundos para acostumbrarme al tamaño y hago una mueca reflejando el leve dolor que se ha incrustado en mi intimidad. Sostiene mis caderas y él se lame los labios ansioso.

Comienzo a moverme en pequeños círculos y él se muerde los labios a la vez que yo lo veo fijamente.

Parece modelo sacado de una revista de modas.

¿De dónde ha salido este tío tan guapo?

Quisiera gritar mientras me meneo sobre él pero eso sería dar a demostrar lo que estamos haciendo y no me apetece que me corten el polvo.

Sus manos se encajan en mi cadera y hace más profundas las estocadas. Se siente exquisito el choque de nuestros sexos y el sonido que provoca el choque de nuestras caderas, es un deleite para mí.

De un momento a otro me voltea, quedando de espaldas a él. Inclina mi espalda hacia enfrente y me tira una nalgada obligándome a taparme la boca con la mano derecha. Los gemidos y gritos se acumulan en mi garganta y me muerdo los labios para no dejarlos salir.

El sabor metálico se instala en mi paladar y dejo de morderlos pasando saliva. Mis ojos se cristalizan de placer cuando nuevamente uno de sus dedos se mueve rápidamente sobre mi clítoris.

¡Carajo!

El metro emite como siempre un pitido cuando anuncia que hay nuevos pasajeros por subir y la adrenalina sube a niveles impresionantes.

Las puertas se abren dejando ver el andén solitario. Podemos ser vistos al estar en la entrada de uno, sería fácil que alguien vea cómo me penetran.

Se vuelven a cerrar las puertas luego de los 20 segundos reglamentarios y por el tablero electrónico visualizo que en la próxima parada debo bajarme. Tengo que llegar al orgasmo, o de lo contrario voy a estar malhumorada y no podré dormir plácidamente.

Me pongo recta saltando sobre él, sintiendo los rudos empellones y escuchando sus jadeos y gruñidos.

Ni siquiera sé su nombre, pero ese es el chiste de la fantasía. Coger con alguien de quién no sé nada, en un lugar dónde podamos ser vistos fácilmente.

Se pega a mí—¿Te gusta que te follen duro no es así? ¿Que te dejen untada y mojada?—Son sus crudas palabras las que me llevan al borde.

Estoy a nada de llegar y él lo sabe.

—Puedo sentir como tus paredes me abrazan, correte muñeca. Quiero que derrames tus líquidos en mi dureza—Hace un movimiento extraño en mi interior y aprieto los ojos dejándome llevar por el placer. Llego al punto que anhelo y me paro saliendo de él, totalmente mojada por su causa.

—Que delicia saber que fui yo el que ha provocado eso—Se fija en mis muslos mientras me vuelvo a colocar las bragas frente a él. Mi corazón martillea y cada una de mis extremidades tiembla.

Veo como se toca y llega en gran cantidad. Me acomodo la ropa y él por su parte saca un pañuelo de su saquillo. Se limpia y posteriormente guarda su miembro.

Qué elegancia.

—¿Te ha gustado?—Pregunta justo cuando el metro se detiene en mi estación y asiento dándole un último beso en los labios.

—Fue un placer llegar al orgasmo contigo—Le guiño el ojo y camino lejos de allí.

Antes de ir a casa, pasó por una farmacia, compro la píldora así como también un botellón de agua para poderla tragar fácilmente.

Llego al departamento y tomó una ducha refrescante. Flashbacks de mi encuentro erótico con aquel sujeto toman mi mente y sonrío mordiéndome el labio inferior. Me pongo el pijama, ceno algo para después meterme a la cama, dónde me quedo dormida de un momento a otro.

*****************

Segundo capítulo y ya empezamos con el fuego jajajaja

Déjenme sus comentarios y voten si les gusta este rollo.

Vamos por el tercer capítulo, se viene....

-Brenda.

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