Ruggero Pasquarelli
Los celos son horribles, es algo que sientes y tu corazón se achica cada vez más cuándo ves algo que no te gusta.
Conocí celos cuando conocí a Karol, ella es una mujer preciosa por dónde la mires, realmente. Captaba las miradas de todos los hombres cuándo ella pasaba, ella no tenía idea pero todos la observaban.
Nunca me moleste en pelear con nadie por ella, Karol es alguien de confiar y se que jamás podría hacer algo que me dañara de esa forma, por eso siempre confié en ella, pero ahora mismo creo que debería empezar a desconfiar un poco.
Era navidad, luego de la cena en casa de sus padres salimos con los chicos, como habíamos echo una vez y creo que ahora los papeles habían cambiado un poco, la primera vez yo era quién estaba con una chica y hizo que Karol se pusiera celosa, pero ahora era ella quién estaba con un chico.
—Hermano, deja de observar así. Parece que estás a punto de saltar sobre ellos— Dijo Darren llegando a mi lado, pronto mis otros dos amigos me rodearon tapando mi visión de Karol con aquel chico.
—¿Y que?— murmure y tome un trago de mi vaso que apenas había tocado.
—¿Cómo y que? — Bufo Ethan — Te fuiste por seis meses y Karol no estuvo con nadie hermano, ella confió en ti estando en otro contintente, ahora que volvieron ella no hará nada para arruinarlo — Apenas termino de hablar Ethan el volumen de la música se subió haciendo que tenga que tapar mis oídos un poco.
—Además, es solo un fan. No hará nada, solo es amable— La defendió Dylan. Me gustaba que mis amigos la quieran muchísimo, se que cuando me fui ella quedo con ellos y se hicieron muy buenos amigos.
Karol estaba conmigo cuando llego un grupo de fans, era una chica y dos chicos, eran como de nuestra edad, por lo que escuchaba de la conversación hablaba sobre que eran fotógrafos y bla bla bla, Karol parecía interesada de su charla y pronto no sé en que momento la habían alejado de mi. La veía desde lejos charlar con esos chicos pero por alguna razón sentía un poco de seguridad que este aquella chica allí.
—Relájate hombre— Gritó Darren palmeando mi hombro y asentí, me sentía un poco más relajado luego de las palabras que dijo Ethan.
—Si, eso haré — me inquietaba que no pueda ver a Karol por mis altos amigos pero debía tranquilizarme.
—¡Oye! ¡Ruggero!— Escuché el grito de un chico y me di vuelta buscando quién era y los chicos igual— ¡Boxeador se acaban de— Pronto mis ojos capturaron a aquel chico gritando desde arriba, en la parte VIP del lugar. Mi corazón latió fuerte por no entender mucho lo que él decía, la música estaba demasiado fuerte.
—¿Qué?— Grite tan alto que llame la atención de muchos.
—¡Se la llevaron!—Señaló la salida de una de las puertas, se lo veía alterado y por fin comprendí lo que decía.
Se llevaron a Karol.
Lo sabía, lo sabía, lo sabía. Yo no había visto nada bueno en la mirada de esos chicos.
Nisiquiera me había dado cuenta cuando estaba corriendo en dirección a la salida trasera que señaló aquel chico cuándo me choque con un par de personas y los chicos a mi lado también.
Una vez que salimos, todo estaba en silencio, el lugar dónde estábamos estaba alejado de las casas para poder poner música tan alto como quieran. Frente a nosotros había un bosque enorme y mi corazón latió fuerte con solo pensar qué tal vez se la llevaron en auto tan lejos de aquí.
No sabía que hacer, si correr al bosque, si correr a buscar mi auto y conducir sin sentido buscando a aquellos chicos hasta que un grito desgarrador me contestó.
—¡Ruggero!
Los cuatro chicos presentes corrimos como si nuestra vida dependiera de ello. Nos adentramos al bosque y por estar oscuro no podíamos ver mucho. Mis manos temblaron cuando prendí la linterna de mi celular.
—Hay que dividirnos, el que primero la encuentra, grita— Hablé y cada uno corrió en distinta dirección.
Quería encontrarla y sentía que los segundos estaban contados, que la alejarían de mí en cualquier momento.
—¡Karol! ¡HAZ ALGO PARA QUE TE OIGA!— Grite con todas mis fuerzas, parecía que era aproposito, todo estaba en silencio, no se escuchaba nada.
—Suéltame.. ¡Ru..
Apenas escuché su voz, supe que estaba más cerca de lo que esperaba así que corrí y pronto escuché más pisadas de como se alejaban de mí pero no podía verlos aún.
Hasta que por fin vi a los chicos llevándola.
—¡Chicos!— grite en aviso a mis amigos para que vinieran y entonces mis ojos se enfocaron en la persona que la tenía sujeta obligándola a correr. La estaban literalmente arrastrando del suelo para que corriera pero ella no lo hacía por lo que sus rodillas daban contra el piso, el otro chico y chica corrían a la par.
Fue como si me cegara por completo y me enfocara solamente en aquella persona que la tenía. Hasta que cuándo recupere mi visión, lo tenía debajo mío con su rostro ensangrentado.
Vi de reojo a mis amigos correr a los chicos que querían escapar y cuando vi que el que tenía debajo mío estaba medio desmayado miré a mi lado.
—Karol...— Me aleje del cuerpo de el chico y caminé a la rubia que lloraba contra un árbol, temblando y con el labio partido y sus rodillas manchadas de sangre, lo que hizo que la sangre me hierva y quiera volver a golpear a este chico y sus amigos.
—Sácame de aquí— trague saliva mientras ella se aferraba a mi cuerpo como si su vida dependiera de ello. Miré el cuerpo de aquel chico y me debatí entre llevarme a Karol de aquí y dejar que el chico se escapara y se saliera con la suya o que Karol sufra un infierno esperando a la policia y hacer la denuncia.
—Karol, cariño— La observe y su mirada me lastimó tanto, ella estaba muy mal— Debemos llamar a la policia, sabes que te amo y te sacaría de aquí si no fuera porque este hijo de puta puede volver a hacerte algo— su cuerpo tembló al escuchar eso y su mirada no se apartaba de la mía hasta que asintió.
—Estas conmigo siempre ¿verdad?— Asentí rápidamente ante su pregunta y saque mi celular mientras me apoyaba en el suelo más cómodo para poder aferrar a Karol conmigo. Parecía una bebe en mis brazos, estaba acurrucada en mi pecho tratando de tranquilizarse.
Llame a la policía y no tardaron en llegar, minutos antes habían llegado los amigos del chico y la policía pudo detenerlos a todos así que ahora estábamos en camino a una comisaría para hacer la denuncia, Karol nisiquiera hablaba y temía por lo que podrían haberle echo.
Rogaba que solo la hayan echo pasar ese mal momento alejándola de mí y no que la hayan tocado o peor, abusado. No respondería de mi mismo, lo sé.
—Señorita Sevilla necesitamos que nos diga todos los detalles de lo que sucedió para escribirlo en la denuncia— Suspire nervioso con Karol al lado mío. Estaba con mi campera de cuero, nos habían llevado a una oficina apartados de todos, teníamos dos policías hombres, uno frente a la computadora y el otro acompañando.
—Estábamos bebiendo con mis amigos, se acercaron esos chicos, Sam, Peyton y la chica, Sasha. Dijeron ser fans míos y estuvimos hablando un buen rato hasta que en un momento me di cuenta que estaba alejada de mis amigos pero no me preocupe. Entonces Sasha habla por teléfono y grita "Es ahora, súbele". Por lo que entiendo era subirle más al volumen de la música ya que de esa forma mis amigos no me escucharían gritar. Nadie impidió nada cuándo me tomó Sam de la cintura fuerte llevándome afuera, gritaba con todas mis fuerzas y nadie hacía nada— Karol tomo un largo suspiro y comenzó a temblar por lo que coloque mi mano en su pierna descubierta y traté de calmarla demostrándole que allí estaba. — Cuándo llegamos al bosque a la fuerza, Sam subió mi vestido hasta mi cintura — mis ojos se cerraron con fuerza y podía sentir como todo a mi alrededor se ponía negro pero me controlé en mis salir de aquel lugar y golpear otra vez a ese hijo de puta. — Antes de que pudieran hacer algo, escuché los gritos de Ruggero, entonces me llevaron más lejos tapando mi boca para que no grite hasta que Ruggero me encontró.— Su pierna comenzaba a subir y bajar rápidamente nerviosa y yo ya quería sacarla de allí y llevarla a casa
—¿Está diciendo que no llegaron a violarla o tocarla?— Mi rostro y el de Karol subieron rápidamente a aquel policía
—No, lo intentaron— susurró.
—Fue intentó de violacion— Dije duro y el policía suspiró.
—Se que ustedes tienen gran peso en la prensa y eso, lo maximo que podemos hacer es solo dar una orden de alejamiento, él no ha echo nada y lo más probable es que si van a juicio él lo ganará y se quedarán sin nada y sin orden de alejamiento.
—¿Está diciendo que es mejor la orden de alejamiento que nada? ¿Aquella orden de alejamiento que se puede romper como si nada?— me incline sobre la silla bastante enojado.
—Ella estaba algo ebria, vestía provocativa y estaba con ellos bajo voluntad al principio.
Él no dijo eso, él no dijo eso...
—¿Está diciendo que ella se lo buscó?— Me levante de la silla bajo la mirada de los tres presentes
—Claro que no, solo le estoy diciendo lo que dirían en la corte, si va a juicio.— Iba a reclamar pero la mano de Karol se puso en mi brazo y la observé, estaba cansada y con miedo así que guarde todo mi rencor.
—Okey, pediremos la orden de alejamiento —Murmure y ambos asintieron.
—Mañana probablemente tengamos todos los papeles y sólo quedará que entre sus abogados y los de él se aclare todo.— asiento y tome de la mano a Karol y ambos salimos de aquella oficina encontrándonos con nuestros amigos afuera esperando.
Subimos al auto y cada uno se fue a casa por más que querían acompañarnos, pero lo único que Karol quería era descansar así que ellos lo respetaron.
Cuando llegamos a casa Karol fue a bañarse y luego se acostó en la cama, pronto yo hice lo mismo y me recosté a su lado observándola.
—Dime que quieres que haga, sabes que lo haré, solo dímelo. Odio verte así.— Coloque mi mano en su mejilla y una lagrima rodó por su mejilla y negó.
—Te tengo a ti, eso es lo que importa.—Se acercó a mi y me abrazo, poniendo su cabeza en mi pecho y enredando nuestras piernas.
—Claro que si, amor— susurre.
No podía ni imaginar lo mal que ella debía sentirse, yo por mi parte me sentía furioso, estaba agotado de que todo lo malo le suceda a ella.
Karol durmió abrazada a mí durante toda la noche, lo sé , porque yo no pegue un ojo en toda la noche pensando en que ahora por la seguridad de Karol debía tener algún guardaespaldas, tal vez a ella no le guste la idea pero los hombres como ese no cumplen las reglas y dudo que no vuelva a acercarse a ella.
También pensé en poner cámaras de seguridad por la casa, por si las dudas y una alarma de seguridad. Cuando le diga todo esto a Karol se pondrá como loca y la asustaré, lo sé pero es necesario.
Me asuste cuando tocaron la puerta fuertemente, me sorprendió que Karol tenga el sueño tan pesado que no se haya molestado en abrir los ojos. Pero era mejor.
Me coloqué una remera y baje rápidamente, miré por la mirilla y vi a los dos policías de ayer con papeles en la mano.
—Hola, buenos días señor Pasquarelli. —Le di la mano de mal gusto a los policías. Aún recordaba lo estupidos que fueron ayer.
—¿Ya tienen la orden?— Pregunte mirando los papeles.
—Algo así, sus abogados dijeron que ya aceptaban el trato, así que ahora sólo necesitamos el número de su abogado para que ellos cierren este caos— Asiento lentamente y recordé a mi abogado, tenía al mismo desde hace tiempo por el echo de tener que cerrar tratos, además de un manager también tenía abogados en mi respaldo.
Les pase mi número de teléfono y suspire un poco más tranquilo que esos hombres jamás vuelvan a acercarse a Karol.
Me senté en el sofá, pensando que podría hacer para hacer feliz a Karol, no un viaje, aunque podría ser pero, algo más. Algo que la haga feliz y la despeje por un tiempo para olvidar todo lo malo.
Pensé y pensé hasta que una sonrisa enorme se formó en mi rostro sabiendo que eso la haría muy feliz y a mi muchísimo más.
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Los amo.
Mia💕