Tú, Yo y El Mal

By MabelPazAvalos

216K 21.7K 15K

Dicen que todos tienen un hilo rojo conectado con otra persona. Bueno, pues yo creo que mi hilo es más bien d... More

PRÓLOGO
• CAPÍTULO 1 •
• CAPÍTULO 2 •
• CAPÍTULO 3 •
• CAPÍTULO 4 •
• CAPÍTULO 5 •
• CAPÍTULO 6 •
• CAPÍTULO 7 •
• CAPÍTULO 8 •
• CAPÍTULO 9 •
• CAPÍTULO 10 •
• CAPÍTULO 11 •
• CAPÍTULO 12 •
• CAPÍTULO 13 •
• CAPÍTULO 14 •
• CAPÍTULO 15 •
• CAPÌTULO 16 •
• CAPÍTULO 17 •
• CAPÍTULO 18 •
• CAPÍTULO 19 •
• CAPÍTULO 20 •
• CAPÍTULO 21 •
• CAPÍTULO 22 •
• CAPÍTULO 23 •
• CAPÍTULO 24 •
• CAPÍTULO 25 •
• CAPÍTULO 26 •
• CAPÍTULO 27 •
• CAPÍTULO 28 •
• CAPÍTULO 29 •
• CAPÍTULO 30 •
• CAPÍTULO 31 •
• CAPÍTULO 32 •
• CAPÍTULO 33 •
• CAPÍTULO 34 •
• CAPÍTULO 35 •
• CAPÍTULO 36 •
• CAPÍTULO 37 •
• CAPÍTULO 38 •
Liam Davis
• CAPÍTULO 39 •
• CAPÍTULO 40 •
• CAPÍTULO 41 •
• CAPÍTULO 42 •
• CAPÍTULO 43 •
Hermes Sevilla
• CAPÍTULO 44 •
• CAPÍTULO 45 •
• CAPÍTULO 46 •
• CAPÍTULO 47 •
• CAPÍTULO 48 •
• CAPÍTULO 49 •
• CAPÍTULO 50 •
• CAPÍTULO 51 •
• CAPÍTULO 52 •
Antonella Pasquarelli
Maxon Lee
Bratt Smith
• CAPÍTULO 53 •
• CAPÍTULO 54 •
• CAPÍTULO 55 •
• CAPÍTULO 56 •
• CAPÍTULO 57 •
• CAPÍTULO 58 •
• CAPÍTULO 59 •
• CAPÍTULO 60 •
• CAPÍTULO 61 •
• CAPÍTULO 62 •
• CAPÍTULO 63 •
• CAPÍTULO 64 •
• CAPÍTULO 65 •
Bratt Smith
• CAPÍTULO 66 •
• CAPÍTULO 67 •
• CAPÍTULO 68 •
• CAPÍTULO 69 •
• CAPÍTULO 70 •
Lily Brooks
Lily Brooks
Lily Brooks
• CAPÍTULO 71 •
• CAPÍTULO 72 •
• CAPÍTULO 73 •
• CAPÍTULO 74 •
• CAPÍTULO 75 •
• CAPÍTULO 76 •
• CAPÍTULO 77 •
• CAPÍTULO 78 •
• CAPÍTULO 79 •
• CAPÍTULO 80 •
• CAPÍTULO 81 •
• CAPÍTULO 82•
• CAPÍTULO 83 •
• CAPÍTULO 84 •
• CAPÍTULO 85 •
• CAPÍTULO 86 •
• CAPÍTULO 87 •
• CAPÍTULO 88 •
• CAPÍTULO 89 •
• CAPÍTULO 90 •
• CAPÍTULO 91 •
• CAPÍTULO 92 •
• CAPÍTULO 93 •
• CAPÍTULO 94 •
• CAPÍTULO 95 •
• CAPÍTULO 96 •
• CAPÍTULO 97 •
• CAPÍTULO 98 •
FINAL
REPORTAJE POLICIAL
MARILIA

Liam Davis

1.3K 157 174
By MabelPazAvalos

Dejo la última caja de la mudanza en el suelo y me estiro para descansar un poco.
Nos hemos tenido que mudar de mansión dado a los ataques para encontrar a mi amiga, pero esta casa no es en la que estaremos los del equipo Sevilla, sino que aquí estarán los Pasquarelli.
Yo simplemente he ayudado con el cargamento porque me lo han pedido de por favor.
Es claro que todos los trabajadores están ocasionando desastres allá afuera.

—¿Me puedes ayudar a mover ese cuadro por favor?

—Por supuesto.

Ana es la encargada de decorar la nueva mansión, ahora vivirán en una ciudad de Ohio, a las afueras, eso es para tener privacidad.

Por otro lado, Hermes ha decidido que nosotros nos iremos a Indiana. ¿Por qué a ese país? No tengo ni la menor idea. Hace mucho que ellos no se les ve por aquí últimamente, Ruggero y él han estado ocupados tratando de resolver el tema y son casi inseparables.

Lo bueno de todo esto es que después de que acabe estaremos viviendo lejos unos de los otros.

—¿Aquí está bien?

—Perfecto. ¿Te quedarás a cenar?

—Yo...

—Dale Liam, no me dejes sola con la pesada de Natalia. Con esto del embarazo se ha estado portando muy insoportable.

Ah si, Natalia Marsden está esperando un bebé de Ruggero. Lleva ya casi un mes, la verdad no voy contando pero ya le faltan pocos días para cumplirlo.

—Hoy llegan los demás, eso tengo entendido.

—Lo sé, pero no tengo idea si estarán para la hora de la cena y de verdad de verdad de verdad no me gusta para nada aquella chica.

—Bien, me quedaré.

—¡Gracias!

Seguimos desempacando algunas cajas y me percato de que esta mansión es incluso más grande que la otra, pero lo que tiene de diferente es que su patio trasero es mucho más grande y cuenta con más laboratorios pues Agustin ha estado enseñándoles a las niñas Brooks un poco de química.

El tiempo pasa, el cielo se oscurece y nos dirigimos al gran comedor que tiene prendida una televisión para ver el noticiero.

Ana se mueve de un lado a otro colocando la comida en su lugar.
Yo no conocí tanto a la pelirroja antes de que fuese secuestrara, tenía entendido de que era una "lagartona" como alguna vez le llamó Karol.
Pero sin duda ahora es una mujer nueva, es una mujer que ha cambiado y no sé si para bien o para mal porque ahora aprovecha todo al máximo.
¿A qué me refiero?

—¿Te gusta? Hice poca ensalada porque somos pocos y no quiero que se desperdicie la comida.

A eso me refiero.

—Es suficiente.

Puedo ver que uno de sus traumas es la comida y el hecho de que no se desperdicie.
Eso me dice que sufrió mucha hambre.

También aprovecha cuando sus amigos/hermanos están aquí en casa y les recuerda que los quiere mucho.

Hablando del Rey de roma...

—¿Me afeité bien?

—Te ves guapísimo Simón, ya hacia falta que te quitases aquella barba.

—No lo sé, tal vez la barba me sienta mejor.

—Te veías más viejo.

Simón se percata de mi presencia y me sonríe.
Pasa de largo, y cuando nos sentamos para comer los tres la puerta se abre y entran Ruggero y Hermes.

Vienen con el ceño fruncido, se ven cansados pero el porte de superioridad nadie se los quita.
Ruggero saluda a Ana, y es todo porque se van a subirle a la televisión.

Las noticias son sobre nosotros obviamente. He trabajado con Dalton para que el video de Ruggero se transmita en las mayorías de las ciudades.

Natalia entra, y a la pobre mujer se le iluminan los ojos cuando ve al padre de su hijo quien muy apenas la mira de reojo.

—Amor, no me avisaste que llegabas hoy.

—No tuve tiempo de avisar —mentira.

—Me hubieras dicho que vendrías para hacer que las criadas te preparasen la cena.

El hombre la ignora, sigue viendo la televisión con Hermes y parecen muy atentos a todo lo que dicen.

Ana se le acerca a Ruggero para tomarlo del hombro y todos vemos como ella recibe más atención por parte del rey que Natalia.

—Iré a preparar más comida, no los tenía contemplados para la cena.

—Claro hermana, no te preocupes que aquí te esperamos.

»Incómodo«


Al pasar de los minutos Ana improvisó con la cocinera y la mesa ya estaba más llena para los seis.

Agustín, Maxon, Bratt, Lily, Madison, Dalton y Valentina no están. Ellos se encargan de otras cosas.

Mi papel en este operativo es hacer equipo con Dalton, siendo sincero él me enseña muchas cosas de tecnología pero a veces siento que nada más le estorbo en su trabajo.

La cena es en silencio, le han bajado el volumen a la televisión y trato de notarme lo menos posible porque ahora Ruggero y Hermes vienen muy de mal carácter.

—Cariño, he querido hablar contigo acerca del bebé.

—Mmh.

—La doctora vino a hacerme análisis y al parecer todo marcha de maravilla. Ella me dice que lo más recomendable es que desde que está en la panza necesita escuchar la voz de sus padres. Eso siempre les hace bien a los niños.

—No tengo tiempo, me voy mañana en la mañana.

—¿Qué? Pero acabas de llegar, no te he visto en hace ya casi un mes y ya será noche buena.

—Mmh.

—Me encantaría pasar la navidad contigo.

—Odio la navidad.

Hermes se echa a reír consiguiendo las miradas de todos.

—Perdón perdón, es que oírte decir que odias la navidad me hace recordar a alguien.

—Si, yo sé a quien.

Es claro que hablan de Karol.
Nadie se atreve a preguntar sobre ella, y me aterra tener que dar el primer paso pero de verdad necesito saber si han averiguado algo.

—Y... ¿han sabido de ella?—carraspeó la garganta—Saben si... ¿la están torturando?

—¿Torturando?—se mete Simón—¡Para nada! Karol vive una vida de lujo

Ruggero lo fulmina, creo que nadie se había parado a preguntarle a Simón acerca de lo que vivió allá adentro porque todos estaban más concentrados con mi amiga.

—¿Qué sabes sobre mi princesa?

—Harry la tiene como su reina. Ella no tenía celda, ella dormía en el mismo lugar que el general Moore.
Ah, y ese hombre sin duda que es celoso.

—¿Por?

—Karol me platicó lo que estaba sucediendo acá afuera y...

—Espera, ¿no te metieron algún micrófono a la ropa?—cuestiona Ana y Simón asiente.

—Jamás me di cuenta de cuando me lo metieron, pero Karol fue asusta y me lo quitó.
Pero cuando se dieron cuenta y regresaron a vernos, ella improvisó y sólo puedo decir que Harry me sacó a patadas de ahí.

—¿Qué hacías con ella? ¿Como te dejaron entrar?

—No tengo ni la menor idea, yo no supe nada, simplemente llegaron a mi celda y me fueron a arrojar con la niña Sevilla que porque se sentía sola y quería compañía.

—Es joda, ¿verdad?—se burla Hermes—Eso es imposible. Algo tuvo que hacer como para que le dieran ese privilegio.

—¿No me estás escuchando? ¡El general Moore está loco por ella! ¿Saben de qué me enteré? De que en sus interrogatorios jamás utilizaron pinzas, agua fría, amenazas o electricidad.
Bueno, eso era lo que rumoraban los demás presos.
Así que no se preocupen, Karol Sevilla sigue siendo una princesa —sonríe—Claro, ahora es la princesa de alguien más.

Ruggero lo fulmina y entre dientes vuelve a hablar.

—¿Por qué es que se ha puesto celoso el imbécil de Harry?

—Oh... es que... —traga saliva—Parecerá gracioso pero estaba completamente confundido ese día.
Imagínate que llegan a tu celda, te llevan con una presa pero que no tiene celda como la tuya porque ella vive de lujo, de repente pasas tiempo con el general que te torturó porque, hasta eso, Karol hizo que nos hiciera de comer, ¿te imaginas? Qué loco.
El punto es que me sacó el micrófono, lo dejó lejos de nosotros en otra recámara y cuando fuimos hacia el era demasiado tarde porque Moore ya había entrado y... y... y pues a Karol sólo se le ocurrió besarme para que no sospechara lo del micrófono, entonces...

Simón estaba muy nervioso. Pero era de verse porque Ruggero tuvo exactamente la reacción que sabíamos que tendría.
Golpear la mesa con el puño.

—¿¡La besaste!?

—¡Ella me besó!

El enojo le corre por las venas, pero trata de tranquilizarse y tras unos segundos vuelve a su color natural.

»Incómodo, porque Natalia está presenciando todo«

—No te quiero ver, Simón.

—Por eso no te preocupes —aclara—Yo pertenezco al grupo Sevilla, ya no al Pasquarelli. Pero lo sabrías si tan sólo me hubieras prestado tantita atención desde que salí, porque aquí las únicas que me han preguntado cómo me trataban son Ana y Sophia.
Ni siquiera Agustín, mi mejor amigo, no sé qué mierda le hiciste pero no me ha venido a ver desde que salí —lo mira dolido—¡Yo también sufrí! ¡Me torturaron! ¡Y a nadie le importó!
No digo que me hubiera gustado ser recibido con flores; un simple "¿cómo te sientes?" Bastaría.
En cambio, todo se fue a la mierda.
¿Dónde están Bratt y Maxon? ¿Por qué se separaron? ¿Qué les hiciste? ¿Por qué Sophia está loca? Porque si, sé que mi hermana no está bien de la cabeza, ya no es la misma de antes.
¿Por qué mamá Antonella no está? ¿Por qué Bruno está muy enojado? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

—Simón...—Ana trata de tocarle la mano pero él se para histérico de la mesa; llorando.

—¡Tenía la esperanza de regresar con mi familia! ¡Pero ya no tengo! ¡Nadie! ¡No tengo a nadie!
¡Soy huérfano! ¡Mis padres me dieron en adopción! ¡Mis amigos actúan como locos! ¡Todo se fue a la mierda! ¡Todo!—Ruggero lo mira con odio—Yo no sé qué te traigas con Natalia Marsden, no tengo ni puta idea de porqué es que está esperando un hijo tuyo ni porqué la tratas como la tratas.
No sé porqué hay esclavas en la casa, no sé porqué hay cuadros de Karol por todo el lugar y ¡no sé porqué Agustín no ha venido a verme!
Pero doy gracias de que ya no te sirvo a ti, de que le sirvo a Karol y si estoy en tu casa es por Ana. Nada más.

Una persona normal hubiera esperado las disculpas de Ruggero. Pero eso jamás sucederá.

Enojado vuelve a golpear la mesa y lo fulmina, Ana decide intervenir antes de que se lancen a los golpes pero por suerte la puerta se abre y entra otra persona.

»Sophia«

—¿Qué ocurre? Me voy por unos días y ustedes ya se están agarrando a gritos —ríe—La discusión se escucha desde allá afuera.

Ruggero se va del comedor, enojado.
Natalia le sigue por detrás y se escucha como él le grita en el pasillo que lo tiene harto y que deje de seguirlo.

Simón desaparece también como por arte de magia, Ana va a ayudarlo y simplemente nos quedamos Hermes, Sophia y yo.

Es un silencio incómodo, nadie vuelve a decir nada.
Sophia se va cuando me ve y maldigo porque haya regresado.

Nadie está en la ciudad, nadie había visto a los chicos en mucho tiempo y yo me moría por dentro por no tener que cruzarme en el camino con Sophia ya que la última vez que nos vimos yo estaba volándole la cabeza al hijo menor de los Pasquarelli.
De ahí en fuera, esta es la primera vez de nuevo.

—Nos vamos mañana —habla Hermes con el ceño fruncido—Odio venir con la familia Pasquarelli. Son todos tan extraños y siempre discuten.

—Si, eso veo.

—Encárgate de llevar a Simón mañana por la mañana a Indiana. La mansión ya está amueblada, encárgate de supervisar a los que estén ahí —se remueve la bolsa del pantalón y me entrega un sobre—Tú eres el menos loco que conozco, y Valentina no está así que te pediré un favor.

—El que quieras.

—Les hice una carta a mis hijos para que no me extrañen. Sé que soy un mal padre porque no tengo idea de que si ya saben leer o no, pero si ese no es el caso me gustaría que se las leyeras.

—Por supuesto.

—La niñera dice que me extrañan mucho.

—¿No irás a verlos?

—No puedo. Viajaré con Ruggero a Washington DC.

—Indiana no queda tan lejos.

—Sí queda muy lejos —suspira—Por eso te recomiendo que viajes de madrugada con Simón. Así podrán llegar a una buena hora como por la noche.
Recuerda que si ves paradas de policías y te detienen, tienes que ejecutarlos.

—Entiendo.

—Bien. Además es mejor que estén en un lugar cómodo y no con esta gente loca.

[...]

Salgo de la recámara de Simón porque le avisé que partíamos mañana en automóvil, y me dió un poco de tristeza verlo y recordar sus palabras en la cena.

»Él también pasó por mucho, y nadie le prestó atención. Para acabarla de joder él quería refugiarse en su familia pero ya no tiene, lo ha perdido todo«

Por un lado lo entiendo, a mi tampoco no me queda mucho después de que Ruggero mandase a Sophia a matar a todos los Davis.

No tengo padres, ni tíos, ni primos, ni abuelos ni nada de nada.
Lo único que me queda es Karol y Valentina.
Pero una está secuestrada y otra mueve cielo y tierra para encontrarla. Aparte en sus tiempos libres se la pasa con los hijos de Hermes.

»Joder, de verdad me he quedado solo«

Me meto a la ducha, me pongo algo abrigado porque afuera está nevando y cuando estoy apunto de acostarme la puerta se abre.

—Hola.

—No te quiero ver, por favor vete.

—Tenemos que hablar, Liam por favor.

—Vete Sophia que no te quiero ver.

—Liam...

—¡Lárgate!

—¡Tenemos que hablar!

—¡Lárgate te odio! ¿No lo entiendes? ¡Te detesto!

—Liam por favor escúchame. Ruggero me obligó, yo sólo cumplo órdenes y...

—Deberías de matarme de una vez por todas. Soy el único en mi árbol genealógico que sigue con vida.

—¡Jamás! ¡Yo te he estado protegiendo a pesar de que mataste a Leo! ¡Yo te encubrí a ti y a tus amigos! ¡Yo esparcí agua por todos lados y quemé a personas para que no dieran con sus huellas! ¡Lo hice por ti! ¡Porque no quería que nada te pasara! ¡Te quería proteger!

Camino amenazante hacia ella y la miro con el ceño fruncido.

—¿Y quién cojones te dijo que nosotros nos escondíamos? ¿Eh? ¿Por qué mierda pasó por tu cabeza cubrir nuestras huellas?
Si no te matamos fue para que sirvieras de mensajera pero ni eso sabes hacer bien.
Ahora jódete y vete de mi vista.

Se me hace el corazón pequeño cuando empieza a llorar.

Sus lágrimas se le resbalan por el cuello y al final decide irse, pero antes de que cruce la puerta me vuelve a hablar:

—Te amo.

—Cuando todo esto acabe, seré yo quien te mate a ti.

Su cara se puso roja y decidió salir lloriqueando.

Es una hija de puta, la odio tanto.
No quiero saber nada de ella nunca más porque aunque sólo haya estado cumpliendo órdenes, no le quita lo desgraciada que es.

[...]

Ayudo a Simón con sus cosas cuando salimos de la mansión y las ponemos en el coche.
Hermes también va de salida y cuando camino para despedirme, se me figura ver a Natalia con Ruggero discutir no muy lejos de nosotros.

—¿Es acaso que no me apoyarás con nuestro hijo? Dímelo de una vez, porque de ser así...

—De ser así, qué, ¿me vas a dejar?—le contesta él—A mi no me andes con amenazas Natalia. Te dije que sólo serías la portadora de mi hijo. Yo no planeo tener una familia feliz contigo y eso te lo dejé muy en claro desde un principio pero te hiciste a la idea de que de la noche a la mañana sería el padre ejemplar y cuidaría de él.

—O sea qué, ¿no lo vas a cuidar?—lloriquea.

—Por supuesto que si. Ese mocoso tiene mis genes, es un Pasquarelli, por lo tanto cuidaré de ti y de él.
A lo que me refiero es que me haré cargo de sus seguridades y sobre sus economías.
Pero no seré niñera. No cambiaré pañales, no iré a comprar la cuna, la ropa, no le daré biberón y no quiero saber nada de ese niño hasta que tenga una edad máxima que lo pueda guiar por el camino de los Pasquarelli. Así que tú hazte cargo.

—Creí que... creí que si teníamos un bebé tal vez te podrías olvidar de aquella castaña y nos casaríamos. Pero ya veo que eres un infeliz que ni siquiera me ha venido a ver desde que le dije que estaba embarazada y que ahora se marcha como un vil padre desobligado.

—Yo no te di falsas esperanzas, ahora deja de llorar porque vas a arruinar lo único qué haces bien. Cargar al niño en tu vientre.

—Está fuerte, ¿verdad?—me susurra Hermes poniéndose en mi campo de visión—Ruggero no quiere tener al niño pero desde que Leo murió, alguien necesita procrear para que el gen Pasquarelli no se rompa.

—Pobre de Natalia, no merece que la traten de esa forma.

—Hace muchos años cuando ellos aún vivían en Europa, siempre pensaron que Natalia y Ruggero terminarían juntos. Ella era la mujer perfecta para él, era una hermosa guerrera y no digo que ahora no lo sea, sólo que se enamoró del hombre equivocado y ahora es lo que ahora es.

—¿Los conocías desde hace mucho?

—Yo a ellos si, ellos a mi no. En esos tiempos yo jamás hubiera estado a su nivel y mírame, ahora soy su ex cuñado.

—¿Qué... qué pasará después de que encuentren a Karol? ¿Estarán juntos? ¿Qué pasará con Natalia?

—Ruggero está enfermo al tope. Lo que él tiene hacía mi hermana no es amor, es obsesión. ¿Cómo no? Mi hermana es lo que todo el mundo quiere pero no pueden tener. Es como... como un trofeo.

—Si, eso se ve.

—El rey piensa que Karol se le aventará a los brazos y lo perdonará por todo lo que me han contado que le hizo, pero conociendo bien a mi hermana porque yo la eduqué, lo va a mandar a volar y no se dejará manipular de nuevo por él.

—¿Ruggero sabe eso?

—Ruggero vive en su fantasía. Déjalo que siga así, es él quien carga con más locura y se le ocurren estas geniales ideas.

—¿Ahora qué tienen en mente?

—Quítate estorbo —me veo agresivamente empujado y casi caigo al suelo cuando Ruggero pasa a mi lado para hablar con Hermes—Dalton no tarda en llegar, se irá con la perra de Karol para que lo ayude con el operativo.

"La perra de Karol" soy yo.
Así me ha puesto como apodo Pasquarelli desde que me vio besarme con ella en Hong Kong.
Me odia, pero ¿cómo le digo que yo lo odio más?

—Sabes que tú y tu equipo son bienvenidos en la mansión Sevilla pero... ¿No crees que si Dalton va sea una mala idea? Dalton es amigo de Sophia y...

—Me vale madres las amistades o los enemigos en este momento. Dalton se irá con la perra de Karol, sino ninguno se va.

—No es que me meta en lo que no me llame pero, creo que deberías de hablar con Simón —lo señala con la cabeza, el chico ya está arriba de mi coche esperándome.

—A ver cuñado, creo que no me entiendes —se soba el arco de la nariz, está estresado—A mi no me importa Simón, no me importa Natalia, no me importa Dalton o si Sophia sigue a Dalton y se encuentra con la perra de Karol y tienen una discusión. No me importa nadie, ¿me escuchaste? Nadie más que mi princesa. Es todo. Por mi que cada uno se joda y se maten entre sí...—se detiene cuando ve a alguien salir de la casa y era claro de esperarse, son Sophia y Ana, pero él sólo tenía ojos para su hermana pelirroja—Bueno. También me importa Ana. No es nada personal, pero siento que le debo mucho y es la única que de verdad me preocupa de todos mis hermanos.

—Ruggero, que te vaya bien en el viaje, cuídate —Ana besa su mejilla—He visto que tu mujer está llorando allá por atrás, ¿le pasó algo al bebé?

—No no, ya sabes cómo son las mujeres y más cuando están embarazadas —la abraza—Puedes seguir decorando la casa, ¿sí hermana? Decórala a tu gusto y si tienes algún problema recuerda que te puedes comunicar conmigo con los teléfonos especiales que hizo Dalton.

—Por supuesto, gracias.

Ruggero no quiere que Ana se vea involucrada en esto del rescate, así como tampoco Natalia pero ella más bien porque está esperando al hijo del rey.
Así que son dos personas menos para esta búsqueda.

—Cuídate Ana, come bien.

—Claro que sí hermanito. Adiós Hermes, tú también cuídate que tus hijos ya necesitan verte.

—Lo sé lo sé —suspira—Mi buzón de voz está repleto de mensajes de ellos. Pero no los quiero borrar porque me gusta escucharlos a cada rato.

La pelirroja le sonríe, y en eso llega Sophia y justo se pone a mi lado.
Pero antes de que pueda decir algo, yo me despedido.

—Adiós Hermes, buen viaje. Adiós Ana.

—Ey, Dalton está por llegar, espéralo —asiento ante la orden del hombre al que más odio; Ruggero.

—¿Dalton viene? ¿Puedo ir? ¿Puedo ir?

—Me vale madres lo que hagas con tu vida Sophia. Dalton irá a hacer un trabajo con la perra de Karol allá en Indiana.

La pelinegra me mira, así que me obligo a mirarla también.

—¿Puedo ir, Liam? Hace mucho no veo a Dalton y...

—No —y me voy.

Me subí al coche, Simón tiene la vista fija en la nada y me da un escalofrío saber que nadie se despidió de él.

—¿Ya nos vamos?

—Esperaremos a Dalton. De hecho, creo que ya viene entrando.

Dalton ya había visto a Simón, pero no lo recibió como todos hubiéramos deseado que nos recibieran después de salir de la cárcel y que hayan fingido su cruel muerte.

Vemos al cerebrito hablar con los "patrones" y le indican que se suba conmigo.
Una vez ya todos listos, pongo en marcha un viaje de muchas horas porque cada uno vivimos en un extremo muy separado.

La primera media hora nos venimos en silencio, Dalton se entretiene con su tableta inteligente.
Hasta que Simón habla.

—Perdona, ¿qué tan lejos vamos? Para saber si alcanzo a dormir un poco.

—Puedes dormir lo que quieras, estaremos en el auto por más de diez horas.

—¡Simón! ¡Vienes en el auto!—exclama Dalton y hasta yo sentí feo—Hola viejo, ¿cómo estás? ¿Qué haces aquí? Creí que tu papel era cuidar a las mujeres que no están en el operativo.

—No Dalton, yo no cumplo órdenes de Ruggero y si me quería tener como niñera pues muy su problema.
Lo lamento por Ana que tendrá que soportar a la embarazada insoportable.

—¿Cómo? ¿Renunciaste?

—Trabajo para Karol. Y prefiero estar en la mansión Sevilla. Hermes me dijo que me tomase unos días de descanso, que ya después me dará instrucciones.

—Perdona, creo que no escuché bien, ¿traicionaste a Ruggero? ¿Tú?

Simón sería incapaz de traicionar a su rey. Pero después de que lo han tratado como una basura aún sabiendo que son familia, pues se ha enojado mucho.

—Yo no traicioné a nadie. Karol me liberó, si no hubiera salido del edificio hubiera muerto cuando Maxon lo destruyó por completo.

—Nosotros no sabíamos que estabas vivo. Ese no fue nuestro problema.

—Ya está, ya déjalo así Dalton, ya no trabajo con ustedes y aunque no creas, la prisión cambia a las personas.

—¿Te cambió?—se burla—Por Dios Simón, no digas tonterías —al ver que el chico a mi lado no le causa ninguna gracia deja de reírse y cambia de tema—¡Liam! Me enteré de que el Ruggero te apodó "la perra de Karol" ¿a ti también te gusta esa castaña? Porque al parecer trae vueltos locos a muchos.

—Karol es mi amiga.

—Pero te acuestas con ella.

—Pero es mi amiga. La quiero mucho pero es simplemente amistad. Ella no siente nada por mi, yo no siento nada por ella y lo único que quiero es que vuelva a casa para que así ya todo esto se acabe.

Dalton suspira.

—Pues esperemos que con esta bomba que soltaremos mínimo tengamos algún rastro de ella.
Sophia y Bratt han ido a un viaje a la India, han conseguido claves importantes con terroristas y me las han pasado para sacar la información más oscura de todos los gobiernos.
Oficialmente la Organización de las Naciones Unidas interferirá cuando saquemos todo a relucir.

—¿Vamos a difundir información clasificada?

—Exacto. Soltaremos uno por uno, los amenazaremos y así ellos deciden si sueltan a la mujer de Ruggero o no.

Mujer de Ruggero mis pelotas.

»Tranquilo Liam, recuerda que Hermes le sigue la corriente a Ruggero de que después estarán juntos pero no es cierto, Karol jamás lo perdonará porque es un maldito infeliz«

_____________________

Dejé de sentir la noción del tiempo después de que pasamos diez horas. Había mucha vigilancia por la carretera, pasaban policías y soldados a mucha velocidad a nuestros lados como si estuviesen apunto de ir a la guerra.
Pero por suerte no nos detuvieron en ningún lugar ni tampoco registraron nuestros rostros porque llevábamos gorra y lentes.

Las horas pasaron, y como lo dije ya no las seguí contando.

Llegamos a la residencia Sevilla en Indiana y al bajar, dos pequeños niños salieron corriendo como locos con los brazos alzados.
Buscaron con sus miradas si se veía su padre y se me removió el corazón cuando se dieron cuenta de que no estaba. Así que yo fui a saludarlos.

—¡Hola! ¿Cómo están los niños más inteligentes del mundo?

—¿Y papi?

—Papi no vino —le dice Apolo a Helios—Ya vámonos.

—Papi no vino pero me dio algo para ustedes —en seguida se les iluminan sus miradas y pareciera como si fuese navidad porque ambos saltan de alegría—¡Una carta!

—¡Léela Helios! ¡Tú lees mejor que yo!

—¡No Apolo! ¡Léela tú!

—¡Yo tardo mucho aún!

—¡Yo también!—ambos me miran sonriendo como dos traviesos y sé lo que me pedirán—¿Nos la puedes leer tío Liam?

—¡Claro!

—¿Ellos son los niños de Hermes?—Simón—Karol me habló de ellos.

—La tía Karol ya no nos quiere.

—Si si, menos charla y más acción, ¡papi nos envió una carta!—Helios me toma de la mano queriéndome llevar hacia adentro y tengo que sonreírle en forma de disculpa a Simón ya que él se encargará de su equipaje. Por suerte lo comprende y me sonríe.

Nos vamos a la cocina, la niñera de los niños los había estado buscando porque parece algo agitada de tanto correr, pero a ellos no les importa y sólo ansían el escuchar lo que su padre les dice.

Los siento en la isla de la cocina a ambos y abro la hoja.

—"Hola ositos, sé que no he estado en casa desde hace mucho tiempo y que no hemos pasado el mejor momento para nuestra etapa de padre e hijos.
Pero tienen que entender que su tía Karol está en peligro y que necesita de mi ayuda.
Les prometo que cuando todo esto acabe, ustedes dos y yo nos iremos de vacaciones a donde ustedes quieran así que vayan escogiendo el lugar para vacacionar. Recuerden que debe de ser un lugar un poco reservado para tener privacidad, ya verán que nos divertiremos mucho y que nos desvelaremos viendo nuestras caricaturas favoritas.
Los hechos mucho de menos, ojalá y algún día entiendan que de verdad me esfuerzo para ser un buen padre para ustedes.
Esta vez me tocó ir de viaje a Washington DC, pero juro que después de estos días que esté acá iré a verlos aunque sea un ratito.
Valentina tampoco ha podido visitarlos, ella también está algo ocupada pero le diré que venga con nosotros a las vacaciones, ¿les parece? Ella los quiere mucho, así como yo también los quiero.
No, mejor dicho yo los amo mis ositos.
Me tengo que ir, pronto nos veremos, con amor, su papá oso.

El corazón se me hizo nudo con sus palabras.
Levanto la vista para mirar a las criaturas que parecen confundidas, creo que no les ha gustado algo.

—¿Qué pasa?—pregunto.

—Queremos a Valentina, pero no queremos que vaya con nosotros a las vacaciones.

—Si, ella no es nuestra mami.

Joder, pobrecita.

—Deberíamos de contestarle la carta a papá. ¡Vamos Apolo! ¡A practicar las letras para escribirle a papá oso!

—¡Si!

Salen corriendo de la cocina no sin antes quitarme la hoja de la mano y darme las gracias.
La niñera va de nuevo corriendo tras ellos y yo me quedo pensando en sus últimas palabras.

Valentina cree que los niños la adoran porque es una buena "mamá". Pero los niños tienen derecho a no quererla porque para mamá sólo se tiene una.

—Está grande la casa, Liam. Espero poder llevarnos bien —Simón me saca de mis pensamientos—No juego cuando digo que la prisión me cambió.

—Yo también espero poder llevarnos bien, te acompaño a tu habitación.

—Por supuesto.

—Liam —me llama Dalton—Liam, ¿pusiste la antena para poder hacer las llamadas hasta acá?

—Si, he instalado toda la tecnología dentro de la casa.

—Bueno, porque tengo que hacer una videoconferencia, ¿se podrá hacer aquí en la cocina?

—Donde no molestes a los hijos de Hermes está bien —digo—Aquí en esta casa esos dos pequeños tienen la misma autoridad como Natalia en la suya —asiente pero en eso le llega una llamada y me decido a irle a enseñar su habitación a Simón.

Me quedo tranquilo al verlo relajarse un poco. Después le indico que aquí también hay laboratorios y que si quiere ir a darle una vuelta a esos sótanos que estaba en su casa y que se sintiera a gusto.

Casi se le iluminan los ojos al decirle que volvería a hacer lo mismo que lo hacía feliz antes; experimentos locos.

Pero en eso alguien nos interrumpe cuando tocan la puerta; es Dalton y parece muy serio.

—Nos han dado la señal, es hora de sacar a relucir los secretos más sucios del gobierno. Liam, es hora de jugar.




Mabel Paz

Continue Reading

You'll Also Like

192K 16.3K 35
|𝐀𝐑𝐓𝐈𝐒𝐓𝐒 𝐋𝐎𝐕𝐄| «El amor es el arte de crear por la sensación misma, sin esperar nada a cambio,más allá del placer mismo del acto creativo...
6.5M 362K 77
Bilogia: "Los Hermanos Craft" (Libro #1). ❝Eran dos motores muy diferentes que al unirlos pasaban los límites de la velocidad❞. * HISTOR...
17.4K 2.2K 56
Fue enviada a investigar un asesinato en un pueblo pequeño, el único testigo y posible sospechoso es Cainán Done, un misterioso hombre que oculta un...
3.4K 568 35
Bienvenidos a un pueblo donde todo es perfecto, pero nada es lo que parece. Springholl aparenta ser el lugar en el que cualquier familia le gustaría...