Me encontraba en la salida hecha un manojo de nervios y mirando en todas direcciones. No quería imaginarme lo que pasaría en la salida, pero mi cerebro no colaboraba mucho. Trataba de no mirar hacia la puerta principal, pero de vez en cuando, disimuladamente lo hacía de igual forma.
De repente alguien tocó mi hombro haciendo que tomara una bocanada de aire. La verdad era que no quería enfrentar lo que venía, porque podía presentir que no sería bueno.
Me giré intentando tranquilizarme. Solo es una salida amistosa. Mi cuerpo se relajó cuando mis ojos se encontraron con esos ojos verdes.
—Eras tú. —dije dejando escapar todo el aire que había tomado.
—Así es, soy yo, Ariana ¿Quién más? —dijo sonriendo, iba a hablar, pero ella me interrumpió—. Lo sé, lo sé, Connor. ¿Estás asustada? Porque pareciera que fueras al dentista, yo me pongo así.
Reí leve ante si comentario, ella siempre me alegraba en los momentos más difíciles.
— Iras ¿cierto? —le pregunté esperanzada de que su respuesta fuera un sí rotundo.
—No puedo meterme en tus citas, ______ (Tn).
A pesar de que normalmente hubiera corregido que no es una cita, sino una salida, lo que más me preocupó fue que me hiciera pensar que no iría, que debería enfrentar a Connor yo sola y eso me enloqueció.
Estuve a punto de hacer una escena, incluso arrodillarme si eso significaba que Ariana accedería a ir conmigo. Ella amaba sentirse ganadora, pero antes de que pudiera abrir la boca, ella volvió a hablar.
—Aunque... —la miré con ilusión esperando que continuara con su oración—. Si tú me necesitas, cosa que es obvio, y me ruegas que te acompañe, lo haré.
Sonreí enormemente y la abracé con fuerzas. Ariana no era cariñosa, pero yo sí que lo era, aunque eso no impidió que pudiera hacerlo. Que no fuera cariñosa no significaba que no me dejara hacerlo.
—Claro que necesito que vayas, pero que no se te suba el ego. —le advierto apuntándola con el dedo, lo que causa una sonrisa en sus labios.
Estábamos conversando animadamente, tan animadamente que hasta se me había olvidado que estaba esperando a Connor y que después iríamos a nuestra salida, porque eso era una salida. Reía a carcajadas ante nuestros temas cuando sentí que una mano rosó mi bazo e hizo que sintiera nervios nuevamente.
—Lamento el retraso. —se excusa cuando nuestros ojos se encuentran—. El profesor me había pedido que me quedara un rato, realmente lo siento ¿Nos vamos?
Inspeccioné en su rostro algo que me indicara que estaba mintiendo y que todo esto era una mala idea, pero todo lo que pude ver fue lo entusiasmado que me sonreía.
Pensar que él realmente estaba feliz de salir conmigo me hizo sonreírle. Sentí a Ariana a mi lado y recordé que no le había comentado de mi idea de invitar a mi mejor amiga. Esperaba que eso no lo pusiera triste.
—Ah, por cierto, Ariana también irá.
Intenté que mis palabras sonaras simples, para que Connor comprendiera que eso no cambiaba nada. Él se volteó a verla, ya que hasta el momento sus ojos no se separaban de mí. Vi como le sonrió y la saludo cordialmente, asintió y nos dispusimos a caminar.
Íbamos caminando mientras Ariana y yo dominábamos el tema de conversación, Connor era muy agradable ya que se hacía participe de él, aunque no supiera de que hablábamos.
De repente una cabellera de colores se apareció en mi vista y luego una castaña de puntas rosas. Sonreí de inmediato cuando la vi que olvidé completamente a mis acompañantes y me detuve para caminar hacia ellos.
Chloe no dijo nada, pero apresuró el paso para llegar a nosotras. Cuando lo hizo la abracé y ella me devolvió la demostración de afecto. Había cosas de Chloe que todavía no comprendía, pero sabía que a medida que la fuera conociendo podría ser capaz de leerla mejor.
—Las extrañé tanto. —dijo esta vez mirando a Ariana y a mí.
—Sentimos el retraso. —se excusó Mike cuando llegó a nuestro lado, lo cual fue un poco raro, porque Mike no suele ser el chico que se disculpa ser, simplemente Mike—. Es que Chloe no se decidía por cuales zapatos ponerse.
Vi como Chloe se acercaba a él para propiciarle un golpe en el brazo, lo cual me hizo reír. Hasta ese momento estaba tan absorta en mis amigos que olvidé por completo a Connor. Pero Connor no es el típico chico que se deja olvidar.
¿Me perdí de algo? —me preguntó en un susurro. Entonces lo recordé. Connor no estaba enterado y hasta hace unas horas... yo tampoco lo estaba.
A medida que pasaban los minutos juntos me daba cuenta de que esto no podía salir bien.
—Lo siento, yo tampoco sabía. —me excusé sin la intención de que se sintiera desplazado de las decisiones que involucraban a su propia salida—. Son mis amigos y quisieron venir. Realmente son muy agradables.
Le sonreí preocupada ante su reacción, pero bastó unos segundos para corresponderme la sonrisa. Me sentí tranquila de que fuera tan comprensible, pero al mismo tiempo me sentía abusadora. Gracias a Dios no tendría que abusar de su generosidad de nuevo.
Comenzamos a caminar nuevamente cuando escuchamos unos múltiples llamados. Al principio no prestamos atención, porque no esperábamos a nadie, pero cada vez los llamados se hacían más frecuentes y no cesaban. Nos giramos y pude ver esa cabellera castaña llena de rulitos. Ashton.
Todos nos detuvimos. Mi estómago se revolvió y miré a todos mis amigos ahí presentes. Uno de ellos debió abrir la boca, de lo contrario, ¿por qué sabría que estábamos allí? Aunque también pudo ser casualidad. No me quería cerrar a las opciones.
—¡Dios, chicos! Pensé que me iban a esperar. —dijo mirando a Chloe y Mike. Ella se encogió de hombros sonrojada y Mike solo se rió—. ¿A dónde iremos?
En ese momento volví a mirarlos, pero esta vez de forma acusatorio. Connor me miró como preguntándome «¿Y ahora?» Yo solo repetí la acción de Chloe.
Quería enterrarme ahí mismo y rogaba que Connor no volviera a interrogarme, porque, para esa vez, no tendría respuesta.
Retomamos nuestro camino hasta llegar a una heladería-cafetería muy sencilla y linda. Connor quería algo más grande, pero mis amigos y yo insistimos en que era perfecto.
Nos pusimos a conversar y me alegró saber que Ashton hablara con Connor, así no se sentiría excluido. Estaba empezando a agradecer que mis amigos fueran tan buenos para invitarse sin más.
Los miraba a todos conversar y eso hacía que yo mantuviera una sonrisa en mi rostro. Contenta por como estaban yendo las cosas, seguí hablando con Ariana y Chloe, pero mis pensamientos viajaron hasta Calum. Él me había dicho claramente «Nos vemos a la salida», y no había tenido noticias de él desde ese momento. Yo, claramente, no estaba en la salida y él, claramente, no apareció. Dejé de pensar en él y me obligué a volver concentración a mi exquisito batido de frambuesa.
—Disculpen la demora.
Mi corazón se puso como loco en cuanto el sonido de esas palabras llegó a mis oídos. Traté de relajarme controlando mis acciones. Cuando lo logré, me giré para dedicarle una sonrisa, pero cuando tuve la oportunidad de una vista panorámica mi sonrisa desvaneció ante una Holly ganadora ¿Qué carajos hacia ella aquí?
Nadie dijo nada. Todo se volvió demasiado silencioso, como si nadie supiera como reaccionar.
—No se preocupen. —se escuchó la voz de Connor—. No hay problema.
Sonaba muy amigable para mi gusto, pero quise no darle importancia y dejar de prestar atención hacia esa pareja desagradable para encontrarme con otra pareja desagradable. Mi amigo rubio se encontraba avergonzado al lado de una contenta Aleisha ¿Qué demonios estaba pasando?
Busqué con la mirada a Ariana y ella estaba igual de confundida que yo, solo que lo disimulaba perfectamente, no para mí. No quise seguir mirando la escena ridícula así que volví a la conversación con las chicas y a mi exquisito batido. Sentí como Calum se sentaba al lado de Mike, luego le seguía Connor y yo me encontraba delante del rubio, pero no le tomé mayor atención. Conversé animadamente con las chicas cuando Connor me habló.
—No quería molestarte, pero quería hablar contigo. —me miró tímido—. Y como estamos en una cita algo grande necesitábamos un tiempo a solas.
Sonreí nerviosamente, no quería estar a solas con nadie. Además...él había usado la palabra "cita". Dios mío. Me puse extremadamente nerviosa en ese momento y no supe qué hacer, por lo que miré a Ariana y ella asintió con la cabeza. Su gesto me dio confianza y salí con Connor del lugar.
Bien, eso no tenía nada de malo, ¿no? Era una salida de amigos, porque era una salida. No hay que olvidar eso. Uno de mis amigos quiso que nos alejáramos un poco para hablar de algo que quizá es importante para él, pero todo eso era extremadamente normal.
—Esto es un desastre.
Habló Connor interrumpiendo mis pensamientos de la salida. Ya estábamos fuera del lugar cuando quiso aprovechar su oportunidad de hablar. Yo no sabía que decir, solo sonreí al recordar el caos de tener a mis amigos en una salida con un chico. Una salida totalmente amistosa, solo que algo rara.
—Quería que fuera algo más... ¿Íntimo? Pero resultó todo lo contrario. —confesó haciendo una mueca—. Solo quería que me conocieras, que entendieras que no soy mal tipo como Calum debió haberte dicho. Solo somos diferentes.
Me quedé plasmada en sus primeras palabras. ¿A qué se refirió exactamente con la palabra "íntimo"? Mi cabeza comenzó a salta a conclusiones de las que mi estómago no estaba contento.
La gente suele pensar que eres mojigata al sentirte nerviosa por una simple palabra, pero cuando no tienes experiencia en cosas de salidas, citas, chicos, chicas, confesiones, interpretaciones... te asusta pensar qué puede venir después y cómo deberías reaccionar.
Lo noté encogiéndose de hombros para proseguir—: Me agradas, ______ (Tn). Y hasta creo que me gustas, y de verdad me encantaría saber lo que tú sientes.
Me miró con esos ojos azules. Por primera vez me di el tiempo de observar con detención sus ojos. Diosito santo que eran lindos. Sí que eran lindos. Ahora todo tenía sentido cuando Calum me advertía de caer ante los encantos de Connor, porque el chico sí que era bueno para eso.
Lamentablemente, a pesar de sus hermosos y sorprendentes ojos, pero él no me gustaba para nada. Nunca fui de las personas que fueran capaz de intentar una relación. Para mí siempre fue tan simple como decir si te gustaba o no y Connor a mí no me gustaba.
Intenté ordenar mis ideas y pensar las palabras exactas para responderle. No era una chica cruel que no le importaran lo sentimientos de los demás y, si Connor estaba siendo honesto, mi intención no era romperle el corazón o hacerlo sentir mal consigo mismo.
Respiré profundamente y le sonreí tratando de ser lo más delicada con mis palabras. Mi idea era se sincera, pero encontrar un punto medio en donde Connor pudiera comprenderlo.
—Connor. —lo llamé acaparando su atención—. Eres muy agradable y fue un detalle muy lindo que decidieran invitarme a salir, pero enserio no estoy interesada. No quiero sonar mal agradecida, pero no te voy a mentir. No me gustas.
Sus ojos decayeron y pude sentir su decepción, si este chico me estaba mintiendo, déjenme decirles que era un increíble actor.
Por alguna extraña razón no se veía dolido, por lo que no me preocupara que no se pudiera recuperar.
—Te gusta Calum, ¿cierto?
La conclusión a la que llegó me dejó sorprendida. No supe que decir, porque ni siquiera tenía una respuesta razonable para ello, pero lo más preocupante de todo era ¿tan obvia podía? O sea, si Connor se dio cuenta, ¿eso quiere decir que todos los demás también lo notan?
—¿Qué? —fue todo lo que pude soltar. No quería quedarme callada—. ¿De qué hablas?
—Que te gusta Calum. —me responde con tranquilidad, pero se ve un poco más desesperado de lo que me deja ver—. ¡Vamos, _____ (Tn)! Es muy obvio, el único idiota que no se da cuenta es él.
Su última oración me deja totalmente boquiabierta, además de que causó que realmente me doliera. Como si ser tan obvia no fuese suficiente, además Calum no lo podía notar o quizá no lo quería notar.
—¡Guerra de agua!
Un grito se escuchó haciendo que Connor y yo nos giráramos para mirar de qué se trataba. Todos mis amigos corrían con ¿Bombitas de agua? ¿De dónde habían sacado? No me dieron el tiempo de protegerme cuando ya me tenían rodeada. Ariana y Chloe se miraban cómplice y lo último que me acuerdo escuchar fue mi grito ahogado con agua.
Las miré con el ceño fruncido, pero mi cara cambió y mis ideas se hacían cada vez más brillantes. Las miré cómplices e hice que me pasaran bombitas. Les señalé a las dos chicas que se encontraban sentadas en la vereda y las tres reímos sintonizando nuestros pensamientos. Tomé las que me pasaron y fuimos hacia ellas. Nos acercamos sin que nadie nos notara y cuando hice la señal las atacamos. Ellas se miraban sin poder creer el estado en el que se encontraban.
—¿Qué han hecho estúpidas? —me gritó-preguntó Holly. Debo reconocerlo, estaba totalmente indignada.
Reí inocente y le respondí encogiéndome de hombros—: ¿A caso no has escuchado? Guerra de agua.
—¡No estamos jugando! —gritó desesperada Aleisha.
—¡Todos están jugando! —le contraatacó Chloe a la rubia.
El tono que utilizó Chloe hizo reír a Ariana a carcajadas, pero eso no hizo más que molestar a la rubia.
—¿De qué te ríes? —le espetó Aleisha a mi mejor amiga, la cual dejó de reír ante su llamado de atención.
—Simplemente me gusta divertirme. —le respondió sonriente y corrió a jugar.
—Vamos, _____ (Tn). Dejemos a las aburridas en esta sección. —comentó Chloe en un tono burlón, lo cual causó que algo en la mirada de Holly cambiara.
Cuando me dispuse a correr con ella sentí que alguien me tiró una bombita en la espalda. Por unos segundos pensé que sería uno de mis amigos, pero cuando me giré pude notar cuán equivocada estaba.
Sus fuertes ojos azules estaban puestos en mí. Si las miradas pudieran matar, la de ella me habría rostizado.
—¿No te gusta jugar? —me preguntó usando el mismo tono que yo hace algunos segundos atrás—. Pues juguemos.
Eso ya no era un juego. Eso era guerra.
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*Capítulo corregido*