𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:
El día del primer partido del año había llegado. Tendría que haber sido Gryffindor vs Slytherin pero Marcus reclamó que el mini-Malfoy alias cliché de niño rico tenía el brazo lesionado, de esta forma podríamos llevar a cabo el plan que tenía en mente para afectar a los de rojo y dorado. Después de que Sirius Black haya entrado en el castillo todos estaban un tanto nerviosos y el ambiente al rededor de los estudiantes era tenso y cauteloso. De todas formas, se habían relajado bastante por el partido, pero con la lluvia y el viento presentes nadie sabía exactamente quién ganaría. Por mi parte ya tenía una leve intuición de quien vencería este juego, y podría apostar por el equipo de Hufflepuff.
- Adhara, ¿Estás lista? - Preguntó en un susurro Graham, el otro cazador de mi equipo, a mi lado viendo como los profesores se acercaban al campo para ver que todo este en condiciones.
La lluvia ya había comenzado, teníamos puestos chalecos de plástico que nos cubrían la ropa del agua, pero no servía de mucho ya que de todas formas estaba empapada de pies a cabeza. El partido comenzaría dentro de unos minutos y ya había gente en las tribunas. Los equipos completos se encontraban con la profesora Hooch hablando sobre algo de amistoso y de poca competitividad. No le presté demasiada atención porque allí no estaba mi objetivo.
- Si, vamos - Le respondí entrando en los vestuarios del equipo de Gryffindor con cuidado de que nadie nos viera.
Nadie estaba dentro, solo algunos objetos, las tácticas que llevarían a cabo en el aire y... ¡Bingo! Las escobas. Graham sacó su varita desde dentro de su túnica y apuntó al centro del lugar, pero de un manotazo le arrebaté la varita bruscamente.
- ¿Qué haces? - Murmuró molesto.
- Si lo hacemos con varita podríamos partir las escobas en dos y el juego sería aplazado para otra fecha - Me quejé ante su inutilidad.
- ¿Entonces que hacemos? - Le devolví su varita y el la guardo bajo su remera.
- Bueno, solo dañaremos las escobas más costosas y, por lo tanto, de los dos jugadores estrella - Me acerqué a los estantes de los jugadores, cada uno tenía un nombre.
- Pero... las escobas más costosas aquí las tienen Wood y Potter - Comentó algo confundido.
- Exacto - Me detuve frente al estante de Oliver - Son los mejores jugadores de su equipo, pero si sus escobas están dañadas ni la mismísima Gwenog Jones podría participar en su máxima potencia. Si el jefe cae...
- Sus seguidores caerán con él - Completó la frase comenzando a entender.
El estante de Oliver estaba desordenado en su totalidad, eso no me sorprendió. Tenía varias tácticas en distintos papeles y pergaminos, ideas que se le ocurrían y las anotaba antes de que se olvide. En el fondo pude ver la escoba brillar por su cuidado meticuloso. Un sentimiento amargo vino a mí cuando recordé que yo le compré esa escoba, y que él ahora la usaba para dar paseos. Los celos me estaban consumiendo, el rencor crecía dentro de mí cada que recordaba. Era tóxico y horrible lo que estaba haciendo, pero no me detendría, no ahora. Saqué la escoba y se la entregué a Graham para que la dejara sobre una banca. Me iba a dirigir al estante de Potter cuando vi que de una remera de Oliver sobresalía un pequeño pedazo de papel. Sentí curiosidad así que la tome para ver de que se trataba. Era una foto, pero la piel se me erizó al ver cuál era. Una nimbus 2000. La imagen estaba algo desgastada, pero recordé el día que me caí sobre Oliver en el tren y le robe su foto por pura diversión. Un nudo se creó en mi garganta junto con unas increíbles ganas de llorar, pero me contuve. Giré la fotografía para ver la parte vacía de detrás y me encontré con algo escrito.
"Oliver del futuro, recuerda que Adhara te robó esta foto el mismo día que comenzó tu historia junto a ella. El día que te enamoraste aunque no te diste cuenta. Recuerda como empezó todo".
Entreabrí los labios por la sorpresa y di un paso hacia atrás algo shockeada, no me esperaba algo así. Era su letra desprolija, igual a la del año pasado. Mierda, todo se había jodido tan bruscamente que aún dolía.
- Adhara, ¿Que haces? Ya tengo la escoba de Potter, ven a hacer lo que vinimos a hacer - Volví a la realidad pestañeando varias veces.
Por más que me doliera o no entendiera el cómo, no podría volver el tiempo atrás. Era momento de mirar hacia adelante y si el futuro me convertiría en una villana o en una guerreara estaba preparada para aceptarlo, incluso si tendría que jugar sucio.
Me acerqué a la escoba de Oliver y saqué un lápiz muggle de mi bolsillo. Con un encantamiento de filo logré convertirlo en algo parecido a un pedazo de cristal. Comencé a quitar varias ramas de la punta trasera de la escoba bruscamente, arruinándola. También despedacé varias partes de la madera quitándole trozos, como si arrancara la corteza de un árbol. Cuando ya estuvo lo suficientemente mal me desplacé hasta la escoba de Potter e imité mi anterior acción. Cuando terminé, ambos pusimos las escobas en sus lugares y salimos de los vestuarios sin que nadie nos viera. Estaba caminando en dirección al campo para subir a las gradas cuando Graham me tomó del brazo deteniéndome.
- Espera, ¿No quieres escuchar como reaccionan? - Preguntó con una mirada maliciosa y una sonrisa divertida.
- ¿Y arriesgarme a que me atrapen? Paso - Dije restandole importancia e intentando volver a irme, pero una vez más me detuvo.
- No seas así, nos pondremos detrás de la campaña y nadie nos verá - Insistió señalando los pequeños espacios que habían entre las campañas. Lo dudé por un momento pero finalmente asentí con la cabeza.
- Bien, vamos.
Caminamos entre los espacios y nos ubicamos detrás del vestuario, hacía frío y estaba lloviendo cada vez más fuerte, pero no importaba demasiado. Nos arrodillamos contra una punta de la campaña, no podíamos ver lo que sucedida dentro pero sí escuchar. Esperamos unos cinco minutos cuando escuchamos muchos pasos entrando en el lugar.
- Ya escucharon equipo, gane quien gane tendremos otra oportunidad. Pero de todas formas den lo máximo de ustedes, necesitamos ganar la copa este año - La voz de Oliver me congeló la piel, o capaz ya estaba congelada pero la sentí recién cuando lo escuché hablar.
- Sin presiones, Oliver - Bromeó uno de los gemelos.
- Eso, no se preocupen, solo mueran si es necesario - Siguió bromeando el otro gemelo. No solo eran iguales si no que también tenían casi la misma voz. Malditos Weasley's.
- ¡Oh por Merlín! - Gimoteó la que creo que fue Katie - ¡Harry! ¡Mira tu escoba! - Escuché varios pasos apresurados antes de escuchar otros jadeos de sorpresa.
- Esta... destruida - Murmuró Potter con un tono de horror y sorpresa que pagaría por ver.
- ¡No, no, no, no, no! - Casi gritó de desesperación Oliver - Mi escoba también esta hecha un desastre - Podría jurar que estaba al borde del llanto. Graham a mi lado se tapaba la boca para contener la risa, yo ni siquiera sonreí. Me mostré indiferente.
- Pero... ¿Que pasó? - Preguntó Mateo, vaya no escuchaba su voz desde hace meses.
- ¿No es obvio? - Preguntó Angelina, su tono era irritante por lo tanto la reconocí rápidamente - Nos sabotearon.
- Pero los de Hufflepuff estaban con nosotros en la junta con Hooch - Respondió Katie.
- No fueron los de Hufflepuff - Comentó sombríamente Oliver - Fueron los de Slytherin.
Graham tomó mi brazo y jaló levemente para que lo mirara. Ladeó con la cabeza indicando las gradas haciéndome entender que nos fuéramos, asentí con la cabeza y ambos nos levantamos. Nos escabullimos y nos adentramos en el montón de gente en las tribunas, nos sentamos con los demás de nuestro equipo y les comunicamos que ya habíamos concluido el plan. Marcus asintió mirándome con orgullo y satisfacción para devolver su mirada al campo, emocionado.
Yo no me sentía especialmente bien, tampoco me sentía especialmente mal. Me sentía indiferente, como si no me importara, pero algo muy en el fondo me decía que lo que había hecho estaba mal y que debería estar arrepentida. Dylan me tomó de la mano sacándome de mis pensamientos. Últimamente estábamos pasando mucho rato juntos. No hablamos del beso en ningún momento, tampoco lo repetimos, pero estaba claro que ambos queríamos volver a intentarlo. El soltaba comentarios con doble sentido más seguido cuando estaba conmigo, y yo respondía de forma irónica dedicándole miradas pícaras. La cosa estaba rara, pero no me sentía en disgusto con eso.
Después de varios minutos el partido comenzó, desde lejos se notaba el mal humor de todo el equipo de Gryffindor y la lluvia no ayudaba demasiado a que estén concentrados. De todas formas jugaron y, como era de esperarse, perdieron.
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Habían pasado dos días desde el partido. Los jugadores de Gryffindor estaban hechos una furia, no solo habían arruinados las escobas de su guardián y su buscador, si no que también perdieron a causa de los dementores que aparecieron en el cielo en el medio del partido. El equipo de Slytherin se escondían mayormente en su sala común y comían fuera del comedor, estaban asustados por lo que pasaría cuando los de Gryffindor los encuentren. Para mi suerte y la de Dylan, no anunciaron oficialmente a los otros equipos que nosotros estábamos dentro, por lo tanto ahora nos encontrábamos comiendo juntos en el patio del reloj. Estaba medianamente vacío exceptuando alguna persona que otro, por lo tanto estábamos sentados en el suelo en tranquilidad.
- ¿Saldrías con alguien de Hufflepuff o con alguien de Ravenclaw? - Preguntó mientras revolvía su comida antes de llevarla a su boca.
- Los de Hufflepuff son muy tiernos y amables, pero demasiado empalagosos a veces, y tienen un temperamento difícil de tratar. Por otro lado, los de Ravenclaw son muy atentos y generosos, pero algo estrictos y controladores. Diría que hasta manipuladores - Tomé un sorbo de mi botella de agua.
- ¿Entonces...? - Indicó que siguiera.
- Creo que tendría un trío y saldría con ambos - Finalicé en tranquilidad, él soltó una risa contagiosa negando la cabeza con diversión.
- Ahora entiendo porque no sales con nadie - Rió, yo lo miré indignada y lo golpeé en el hombro bastante fuerte como para tirarlo hacia atrás.
- Por "eso" no salgo con nadie - Lo señalé en el suelo.
- ¿Por tus instintos primitivos de violencia? ¿Tú dices? - Rió apartando nuestras comidas a un lado.
- ¿Yo? ¿Violenta? - Pregunté divertida, él desde el suelo asintió con la cabeza - ¡Ahora verás lo que es violencia! - Exclamé divertida tirándome sobre él y comenzando a golpearle.
Tiré a matar porque sabía que él detendría los golpes a tiempo. Me sujetó las manos por las muñecas y con un movimiento rápido dio una vuelta y me dejó acorralada debajo de él. Me removí torpemente para soltarme, sin embargo seguía manteniendome encerrada. Dylan se rió burlándose antes de hablar.
- Capaz seas violenta, pero no tienes buenos reflejos ni estrategias - Murmuró en mi oído dándome un escalofrío por todo el cuerpo.
- ¿Cómo estas tan seguro? - Pregunté con una sonrisa pícara y levantando mi rostro para solo dejarlo a centímetros del suyo.
- Sorprendeme - Su aliento chocó contra el mio y supe que ese era el momento.
Lo bese pegando nuestros cuerpos más de lo que ya estaban. Él en pocos segundos se arrimó y me sujetó contra el suelo para besarme con más intensidad. Sentí como los agarres en mis muñecas se aligeraban y la tensión en su cuerpo desaparecía, así que con demasiadas fuerzas de voluntad le pegué una patada en sus partes intimas y saqué un brazo rápidamente para pegarle en el pecho y empujarlo a un lado. Me paré en un instante y apoyé mi pie en su garganta con algo de presión.
- Buena estrategia - Me felicitó algo sonrojado.
- ¿Por qué parece que dirás "pero"? - Cuestioné entrecerrando los ojos.
- Pero... - Exclamó divertido - Tu mayor fuerza no son los pies - Fruncí el ceño confundida.
Pocos segundos después, Dylan me sujetó los tobillos y jaló haciéndome caer sobre él. Cuando tuvo mi cabeza sobre su pecho me aferró a si mismo con sus brazos. Por más que me removiera no me dejaba salir. Reí ante el nerviosismo mirándolo y él se contagió riendo también.
- *Ejem* - Alguien se carraspeó la garganta. No me hizo falta ver quien era para saber de quien se trataba. Me alejé sentándome a un lado y levantando la cabeza para la persona parada frente a mí - Hola, Adhara - Su tono de voz sonaba realmente molesto y pude sentir su ira en el ambiente.
- Hola, Oliver, ¿Qué tal todo? - Saludé un tanto nerviosa parándome. Dylan me imitó agarrando los platos con las sobras de lo que habíamos comido.
- Mal, muy mal. ¿Quieres saber por qué? - Estaba siendo directo. Oh oh, ¡Sálvame Merlín!
- ¿Tengo opción? - Pregunté con cautela, él suspiro frustrado y negó con la cabeza.
- Mi escoba fue despedazada y casi destruida minutos antes del partido.
- Si, lo noté - Contesté siendo obvia.
- Y sé que fue el grupo de Slytherin - Continuó ignorando mi comentario - Te vi hablando con Marcus varias veces, no sabía que ahora eran amigos. Cuando vayas a tu sala común dile algo de mi parte - Se acercó amenazante a mí, pero no me moví ni un centímetro. Sabía que Oliver no me haría daño, ni aunque quisiera - Cuando salga lo arrastraré hasta las afueras de Hogwarts y se lo daré a los dementores - Fruncí el ceño, él nunca había sido tan frío y cruel con nadie, ni siquiera con Marcus.
- Espera, ¿Estamos hablando de la escoba que yo te regalé? - Interrumpí con ironía siendo lo más cruda posible - Capaz por eso me dejaste, porque ya no puedo comprarte otra - Escupí con maldad dando un paso hacía delante, el retrocedió un paso - ¿Qué harás ahora que no tenes ninguna novia rica que te mantenga? - Eso salió de mi boca sin que yo quisiera, pero no había tiempo para arrepentirse.
- ¿De qué hablas? ¡Si tu me dejaste abandonándome como si fuese basura! - Exclamó enfadado. Vi a Dylan amagando para acercarse pero con una seña de manos le dije que se detuviera. Él a regañadientes accedió y se quedó al margen.
- ¡Perdón por pensar en mi vida antes que en estar a tu lado una semana más! - Grité ya harta de que se haga el inocente.
- Si, ya sabía que dejarme fue una decisión egoísta. ¡Que nunca pensaste en cómo podría afectarme! - Entreabrí la boca indignada sin entender como podía ser tan cruel conmigo - Pero no te preocupes, ya te encontré un reemplazo - Abrí los ojos de par en par dolida. Retrocedí un paso sintiendo un golpe en el pecho que, aunque no fue real, se sintió como uno.
- ¡ERES UN HIPÓCRITA Y DESGRACIADO! - Escupí sin cuidar el tono de mi voz.
- ¡Y TÚ UNA ZORRA QUE SE VA CON EL PRIMERO QUE SE CRUZA EN EL CAMINO! - Señaló a Dylan con asco. No aguanté más y le pegué una bofetada. Cuando volvió a mirarme le pegué otra. A penas podía mirarme. Cuando se armó de valor y levantó la mirada le dediqué mi mejor cara de enfado - Perdóname, Adhara. Yo no quería decirte así... Yo no creo que seas...
- Basta - Lo detuve a medio camino - No quiero escucharte, no quiero verte. Ni te me acerques - Murmuré entre dientes. Comencé a alejarme hacia los pasillos del castillo pero me detuve antes de entrar y hablé sobre mi hombro - Ah, y para que lo sepas; la que arruinó la escoba que te regalé, fui yo. Oficialmente Slytherin tiene una nueva cazadora - Finalicé. Ni siquiera me giré a ver su reacción, solo me adentré en el colegio perdiéndome de todos los demás.
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Holaa, voy a subir este y otro cap seguidos, y en el próximo les voy a hablar un poquito más pero quería aclarar algo sobre este cap.
Tener celos es humano, no es algo que podamos evitar o fingir que no existe. Tener dudas y desconfiar también, es un método de defensa. Lo que esta mal es llevar los sentimientos a un extremo tóxico. Lo que hizo Adhara con la escoba y lo que le dijo Oliver a ella no esta bien. Es tóxico y enfermizo. No quiero romantizarlo ni mucho menos, solo quise mostrar un poco de realidad en las personas y mostrar que nadie es perfecto. Pero weno, solo quería aclarar eso.