𝐀𝐧𝐲𝐰𝐚𝐲 │Oliver Wood

V. Fase número uno del plan

𝑵𝒂𝒓𝒓𝒂 𝑨𝒅𝒉𝒂𝒓𝒂:

- ¿Están listas? - Pregunté susurrando mientras miraba a Oliver, él se encontraba en la mesa de Gryffindor charlando felizmente con Mateo. Pobrecito, no sabía lo que se le venía.

- ¿Listas para qué? - Preguntó Allison, siguiéndome el juego del susurro.

- Para el espectáculo - Sonreí maliciosamente. Después de dos semanas de preparación llegó el momento, este plan no podía fallar.

Me levanté y caminé con la cabeza bien alta hacia la mesa de Gryffindor, varios me miraron mal y gruñían como si fuesen animales. Decidí ignorarlos, aunque cuando pase al lado de los gemelos Weasley no pude evitar pegarles en la cabeza con mi libro, ambos se acariciaron en el lugar del golpe y yo solo reí en silencio. Quizás también era un poco inmadura como Camila. Una vez llegué al lugar en donde estaba Oliver me senté a su lado, apoyé mi brazo sobre la mesa y mi cabeza sobre mi brazo.

- Hola, Wood - Sonreí de forma melosa, usando mis encantos.

- ¿Que quieres, Theory? - Me miró irritado Mateo, siempre me contestan los mismos. Los chicos de hoy en día tienen que ser más originales con sus preguntas.

- Cálmate, Campos, vengo en son de paz - Me enderecé como si fuese a proponer un negocio.

- Bien, ¿Qué ocurre para que vengas a mi humilde morada? - Oliver me siguió el juego con una sonrisa falsa, a lo cual reí levemente, divertida.

- Primero que nada quiero devolverte esto - Le extendí la foto de la escoba.

- ¡¿Tú la tenías?! - La agarró y la guardó en su pantalón, viéndome con los ojos entrecerrados como si hubiese cometido un asesinato.

- No exactamente, los detalles sobran - Reí nerviosa, quizás no empecé de la mejor manera - De todas formas, vine por otra cosa. Capaz lo sepas, capaz no, pero la cuestión es que estoy intentando entrar al equipo de Quidditch de mi casa.

- ¿En serio? - Me miró sonriendo levemente, aunque no supe distinguir si sonreía de alegría o subestimandome.

- Sí... y vengo a pedirte ayuda.

- ¿A mí? ¿Por qué a mí? - Frunció el ceño acomodándose sobre su banca para escucharme mejor, ya se había interesado en el tema.

- Eres el mejor jugador de Quidditch que conozco - Adular siempre sirve para convencer a la gente. Miré mi reloj de mano, necesitaba apurarme, pronto sería la hora...

- Que no te escuchen los Slytherin.

- No me importa, solo necesito que tú me ayudes.

- Y... ¿Qué conseguirá el a cambio? - Me preguntó Mateo, yo sonrei dándole gracias a la vida de que por fin alguien me lo preguntara.

Justo en ese momento entraron todas las lechuzas para repartir sus cajas, sobres, etcétera. En el fondo, la ultima lechuza y la mas lenta se acercaba con un gran paquete. Esa era la mía, una lechuza negra como la noche y a pesar de que era un poco lenta para los paquetes mas grandes tenía una gran resistencia, podría volar por horas si se lo pidiera. Paso por encima de Wood y soltó el paquete. Este cayó delante suyo, era largo y estaba envuelto. Tenia un moño rojo y amarillo en el centro, decorado de forma bonita.

- Esto es lo que conseguirá a cambio - Sonreí y miré a Wood con superioridad - ¿Qué esperas? ¡Ábrelo! - Oliver, que sus ojos le brillaban como si fuesen dos platos y sonreía como un tonto, comenzó a romper la envoltura para encontrarse con...

- ¡Una Nimbus 2000! - Gritó un chico de primer año desde detrás, entrometiéndose para ver mejor.

- Aléjate, niño - Lo empujñe levemente hacia atrás haciéndolo a un lado, que chicos chusmosos.

Nunca había visto a Oliver tan feliz, tenia la boca abierta de par en par y la miraba con deseo de probarla. Hasta reí levemente por su pequeño shock y su expresión sorpresiva.

- ¿Es... es m-mía? - No dejó de mirarla, completamente hipnotizado.

- Toda tuya - Sonreí, se sentía bien hacer felices a los demás. Ese sentimiento me pegó como una patada al estómago, quizás no era tan malo ser buena persona.

- Y-yo no se como agradecerte... - Esta vez si me miró a los ojos con algo de culpa y vergüenza al no saber como reaccionar.

- Ni lo menciones, mas tarde tendremos tiempo para hablar, ahora corre a probarla - Él asintió contento y se la llevo al campo de entrenamiento, detrás suyo fueron casi todos los Gryffindor's para verlo usarla.

Yo volví a mi lugar junto a las chicas, satisfecha. Me senté y abrí mi paquete con tranquilidad, como si no hubiese pasado nada; mi abuela me envió algunos caramelos muggles, libros que le había pedido la semana pasada y cosas extras para la escuela.

- ¿Qué-hiciste? - Me preguntó lento Camila con la boca de par en par y asombrada, Allison estaba igual. Yo solo sonreí con autosuficiencia.

Fase numero uno de mi plan completado...