La novia de Mario Calderón

AriiiCano द्वारा

32.9K 3.3K 993

Esta es una historia en la que Mario Calderon ejecuta el plan que tenia pensado para Armando. ¿Qué pasara con... अधिक

Introducción
Capítulo 1. ¿Usted está enamorada de...?
Capitulo 2. Supermario en acción.
Capitulo 3. ¡Eso es algo asqueroso!
Capitulo 4. Betty ¿Qué se hizo?
Capitulo 5. La nueva Beatriz Pinzón
Capitulo 6. Tercera etapa de la "Operación Alfabeto". Pt.1
Capitulo 7. Tercera etapa de la "Operación Alfabeto". Pt.2
Capitulo 8. ¿Tiene algún compromiso esta noche?.
Capitulo 9. Tres galanes al acecho. Pt. 1
Capitulo 10. Tres galanes al acecho. Pt.2
Capitulo 11. Eramos pocos y...
Capitulo 12. Empleandose a fondo. Pt.1
Capitulo 13. Empleandose a fondo. Pt. 2
Capitulo 14. Empleandose a fondo. Pt.3
Capitulo 15. ¿Vamos a mi apartamento?
Capitulo 16. ¿Pero qué demonios hace usted acá?
Capitulo 17. Lo que tengo que decirles es algo muy grave.
Capitulo 18. Todo lo que tengo... es tuyo.
Capitulo 20. ¡No es para tanto!
Capitulo 21. ¡Esto es increible!
Capitulo 22. ¿Pero... qué demonios es esto?
Capitulo 23. Tengo que reconocer que fue muy fácil...
Capitulo 24. ¡Otra vez no, Señor!
Capitulo 25.¿No me está mimando demasiado?
Capitulo 26. Me ha regalado su sonrisa.
Capitulo 27. Yo no tengo nada que hablar con usted.
Capitulo 28. Dando explicaciones.
Capitulo 29. Tantas atenciones dan de que pensar...
Capitulo 30. Piénsalo Betty...
Capitulo 31.¡Tenia razón Aura María!
Capitulo 32. ¡Ahora si lo entiendo!
Capitulo 33. Yo ya te perdoné.
Capitulo 34.¿Sigues enamorada de él?
Capitulo 35. ¡Cómo han cambiado los tiempos!
Capitulo 36. La novia de Mario.
Epílogo

Capitulo 19. ¿Qué es lo que le pasa tigre?

681 68 47
AriiiCano द्वारा

Acababa de despedir a Betty con apasionados besos en la esquina de casa de sus papás. No supo cómo fue capaz de separarse de ella. Hacía bastante tiempo que sus besos le sabían a poco. Le había pedido que fuesen a su apartamento, pero no hubo modo. Desde el día en que Armando los sorprendió casi a punto de hacer el amor, ella no había querido volver. Por más que él le había insistido ella se había negado rotundamente. Le pedía tiempo. Y Mario estaba cada vez más desesperado.

Para colmo no le provocaba quedar con sus “amiguitas” de siempre. Al principio de su relación, cuando dejaba a Betty en su casa se iba a pasarlo rico con alguna de ellas. Pero últimamente, concretamente desde aquel día en que Armando los “interrumpió”, no sabía por qué motivo no le provocaba quedar con otras tipas. Varias veces había estado a punto de marcar uno de esos números que tenía grabados en su celular, pero sin saber por qué extraña razón, acababa cortando la comunicación.

Al día siguiente de sorprenderlos Armando, él había ido a recogerla a su casa y camino del trabajo le propuso decir a todos en la empresa que eran novios. Betty se asustó un poco. Temía sobre todo las burlas de Doña Marcela, de Don Hugo y del Dr. Valencia, pero en el fondo la halagaba que él se hubiese
decidido a sacar a la luz su relación. Incluso le había insinuado ir a hablar con su papá, pero ella prefirió esperar un poco. La verdad es que Mario suspiró aliviado ante su respuesta porque le asustaba bastante tener que enfrentar al papá de Betty. El jamás en toda su vida había pasado por una situación así.

”Pero un día u otro tendrá que hacerlo, tigre.” Se alarmó ante esos pensamientos. ¿Por qué pensaba eso? Pero si él estaba con Betty sólo por la empresa... y esa relación terminaría en cuanto la empresa regresase a manos de sus legítimos dueños... ”Usted como que está delirando, Calderón.” Pero lo cierto es que sentía una fuerte opresión en el pecho sólo de pensar en terminar su relación con Betty.

Las muchachas del cuartel los habían felicitado efusivamente cuando se enteraron. Sólo Sandra los miró con cara extraña y forzadamente les dio la enhorabuena. ”¿Será que ella se había hecho ilusiones con usted, tigre? Pues la pobrecita lo lleva claro... porque yo no tengo ojos más que para mi Betty.” Volvió a sorprenderse ante ese pensamiento.

La reacción de Hugo fue la de un novio celoso. Mario sabía que el diseñador siempre había estado “coladito” por él. Armando siempre le hacía bromas con eso. Pero a él le incomodaba mucho la situación. No sabía por qué. Con Modestico pasaba algo parecido y en cambio a él no le incomodaba. Lo tomaba a broma y no le daba mayor importancia.

Hu.: -Dirigiéndose a Betty- ¡Vaya con la mosquita muerta! Llega acá como un adefesio y se transforma de repente en vampiresa... ¡Mijita usted no pierde el tiempo! –Hablándole a Betty pero mirando a Mario de arriba abajo con
descaro- Va a tener que enseñarme cómo conquistar a un “papito” como
Mario.

Los dos se incomodaron ante el comentario del diseñador. Betty porque el tono que utilizó era ofensivo. Mario porque sabía que detrás del piropo se escondía un interés real por él. Y eso lo ponía muy nervioso.

Freddy cuando se enteró fue expresamente a su despacho a felicitarlo.

Fre.: Perdóneme, pero discúlpeme, señor Vicepresidente Comercial. A mis oídos ha llegado la nueva noticia de su compromiso con la ilustre y embellecida asistente del presidente. Venía a expresarle mi enhorabuena y a desearle larga vida a su noviazgo –picándole un ojo- y que lo disfruten...

Gutiérrez por su parte, cuando supo por Berta la noticia, le dirigió una mirada lasciva a Betty al tiempo que hacía uno de esos gestos obscenos con la boca y le dijo a Mario en tono confidencial.

Gut.: Don Mario, usted sí que tiene buen gusto... Menudo bomboncito tiene por novia... Desde que cambió está que se le puede hacer un favor...

A él mismo le sorprendió su reacción ante las palabras de Gutiérrez. Sujetándolo por las solapas sin ninguna delicadeza, lo miró a los ojos con cara de querer asesinarlo y le dijo.

Ma.: Vea, degenerado, como lo vuelva a ver mirando así a mi novia, le parto la cara. ¡ME OYÓ! ¡LE PARTO LA CARA!

Gut.: -Separándose como pudo y tragando en seco- Disculpe, Don Mario... Para mí su novia es sagrada, sí señor... sagrada.

Y diciendo esto corrió a encerrarse en su despacho.

Patricia por su parte, que estaba preocupadísima porque su protectora la acababa de llamar para decirle que estaría fuera de Ecomoda más de seis
meses y que veía venir que perdería su situación privilegiada en la empresa les dijo con voz que sonó más falsa que un billete de cuatro euros.

Pa.: ¡Felicitaciones, Mario! Betty, cuánto me alegro de que haya conseguido un tipo rico que la mantenga...

Betty se sintió ofendida con el comentario y no pudo evitar responderle. B.: Vea, Patricia, yo NO NECESITO que nadie me mantenga...
Pa.: ¡Ay! No se moleste... eso es lo normal, ¿no? Una se echa novio para eso...
¿para qué si no?

Habían transcurrido dos meses desde aquella “memorable” tarde en que Armando fue sorprendido con la modelo y a su vez sorprendió “in fraganti” a Mario y Betty.

No se había vuelto a saber nada de Marcela. Mariana se había hecho cargo provisionalmente de la gerencia de puntos de venta con la ayuda de Aura María que había pasado a la planta ejecutiva y Hortensia, una muchacha de producción había ocupado su puesto en la recepción.

Mario y Betty seguían con su relación, para disgusto de Armando, aunque ella seguía dándole largas para hacer el amor y Mario estaba cada vez más desesperado. Para colmo, al día siguiente partía a una gira por el Caribe y Centroamérica a contactar potenciales clientes para las franquicias e iba a
estar casi un mes fuera.

Habían pasado la tarde bailando en uno de esos locales especiales para enamorados que se caracterizaban por ser muy discretos, con ambiente sosegado, poca luz y música suave. Después de infinidad de besos y caricias y cuando estaban bien “acalorados” él le había propuesto de todas las formas posibles que fueran a su apartamento a “terminar” la noche. Pero no había habido modo. Hubo un momento que él hasta se enfadó con ella.

Ma.: Betty, yo te deseo... te deseo mucho y esta situación ya es... insostenible... ¿Se puede saber qué te pasa? Es lo más normal del mundo que... hagamos el amor... ¿Por qué no quieres? ¿Por qué te niegas a que vayamos a mi apartamento?

B.: ¡Qué pena contigo Mario! Es que... tú sabes que después de lo que pasó aquel día... si vuelvo a tu apartamento como que voy a estar pensando en que puede presentarse alguien y encontrarnos... así y...

Ma.: -Con voz enronquecida- ¿Quieres que vayamos a otro lugar? A... ¿un hotel...?

B.: No, ¿cómo crees? Tampoco se trata de eso... Mario... yo no sé qué me pasa... yo sé que lo que me estás pidiendo es... lo normal... Yo sólo te pido un poco más de... tiempo...

Ma.: ¿Más aún, Betty? Hace más de tres meses que somos novios y... no hemos pasado de unos besitos... Betty yo estoy empezando a dudar si es verdad que... me amas...

B.: ¡Claro que te amo, Mario! Eso no lo dudes...

Betty no sabía o no podía explicarle qué le pasaba. Ella también se excitaba cuando estaban juntos y se besaban y acariciaban, pero en cuanto él le proponía ir a un lugar privado para tener más intimidad, le entraba el pánico.
¿Sería por los comentarios de su jefe? Aún recordaba la conversación que tuvo con él esa tarde.

A.: ¿Qué Betty? ¿Cómo le va con su… “novio”?

B.: Bien, doctor… Eso creo…

A.: ¿Sólo lo cree? ¿No se porta bien Mario?

B.: Sí doctor. Se porta muy bien... Él ha cambiado mucho...

A.: Betty, acuérdese que si se porta mal con usted yo estoy acá para pedirle cuentas... y él está advertido... Yo no voy a consentir que le haga daño...
¿Qué? ¿Van para su apartamento?

B.: No, doctor. No vamos a su apartamento... Yo no he vuelto a ir a su apartamento -sonrojada- desde... desde aquella tarde...

A.: ¿Quiere decir que usted y él no... no han estado juntos?

B.: ¡Ay qué pena con usted, doctor! ¡Hablar de esas cosas...! No... nosotros no...

A.: -Encantado de oír lo que le estaba diciendo ella- Pues vea Betty, yo le aconsejo que no se... precipite... usted sabe que los hombres... buscamos siempre lo mismo... y cuando lo conseguimos como que... perdemos un poco el interés...

B.: ¡Ay doctor! Parece que estuviera oyendo hablar a mi papá... ¿De verdad es usted tan anticuado?

Armando se sonríe ante las palabras de ella.

A.: No Betty. No es una cuestión de ser o no anticuado. Es una cuestión de... confianza. ¿Usted confía en mí, Beatriz?

B.: -Con apasionamiento- ¡Por supuesto que sí, doctor!

A.: Betty, y dígame una cosa… ¿Usted confía en Mario?

B.: Yo... creo... creo que sí...

A.: ¿Lo ve, Beatriz? Sólo lo CREE. No está segura... Pues... es lo que yo quiero decirle... que si usted NO ESTÁ SEGURA, no haga nada que no quiera hacer...

Si Mario se llegaba a enterar que en cierto modo el “culpable” de la negativa de Betty ese día era Armando, es que hubiese matado a su amigo. Porque ella había estado pensando en ceder a sus deseos... De hecho no entendía por qué le daba tanto... ¿miedo? ¿Era miedo la palabra? ¿Tendría razón Don Armando y era un problema de desconfianza?

Esa noche, como tantas otras, Mario tuvo que ver cómo ella entraba en su casa y lo dejaba solo y sumamente excitado. Deseaba a esa mujer como nunca había deseado a nadie en toda su vida y ya no sabía qué hacer para convencerla...

”¿Qué es lo que le pasa, tigre? ¡Pues qué va a ser! Que usted quiere tener contenta a Betty para que no venga un tipo que la enamore y de paso se robe la empresa... El problema no es la empresa, Calderón. No se engañe. Si fuera por la empresa usted seguiría siendo su novio, llegaría hasta donde ella quisiera para tenerla bien contenta y comiendo de su mano y después se iba a pasarlo rico con una de sus amiguitas. Pero no se trata de eso... No es que usted desee a cualquier mujer. Usted desea a Betty. Se ha convertido como en una obsesión... Y lo peor es que ya no le provoca estar con otras... Usted está muy mal, pero que muy mal... Si no fuera porque eso es imposible hasta diría que se ha enamorado de Betty. ¡Ja ja ja ja! ¿Usted acaso está loco? Usted no se va a enamorar nunca de nadie y mucho menos de Betty. ¿Y por qué no? Si no hay mujer más linda... ni más inteligente... ni más... Pero ¿a usted que demonios le pasa? Un poco más y se babea... A ver Calderón cuánto tiempo hace que usted no está con una mujer... Pues si las cuentas no me fallan debe hacer más de dos meses... Desde aquel día que Armando los sorprendió, usted no ha llamado a ninguna de las niñas de su agenda... ¿Y por qué no lo ha hecho? ¿Quién se lo ha impedido? Porque antes bien que lo hacía cuando dejaba a Betty en su casa... Y ella no tiene por qué enterarse...

¡DOS MESES! Pensándolo bien desde que perdió la virginidad en aquel campamento de verano con las mellizas Acosta lo más que había estado sin hacer el amor con una mujer era una semana... y eso aquella vez que tuvo una gripa... que si no... casi a diario... ¡Por algo lo llamaban “el tigre de Bogotá”! ¿Será que está enfermo? Porque en realidad no me provoca para nada llamar a una de esas “tipas”... ¡Qué pereza...! Claro que si fuera mi Betty... -poniendo cara embobada- con ella sí que pasaría la noche encantado... Es que ella es tan... diferente a las demás... es tan... divina...
¿Qué es lo que le pasa, tigre? ¿Qué demonios le pasa?”

पढ़ना जारी रखें

आपको ये भी पसंदे आएँगी

~Warm~(YM) Shommy♡ द्वारा

फैनफिक्शन

570K 90.2K 36
Park Jimin, un padre soltero. Por culpa de una estafa termina viviendo con un completo extraño. Min Yoongi, un hombre solitario que guarda un triste...
378K 24.8K 96
Todas las personas se cansan. Junior lo sabía y aun así continuó lastimando a quien estaba seguro que era el amor de su vida.
10.4K 666 24
Kaito y Len se conocen en una página de internet, el destino hará que sus caminos se crucen desgraciadamente cosas ocurriran tras su encuentro ¿Qué p...
Lo oculto en la guerra [Terminada] ✔️ Mishell द्वारा

ऐतिहासिक साहित्य

1.8K 86 48
¿Alguna vez te preguntaste como fue la guerra realmente? Yo si, creí que conocía a mi padre, que sabía todo lo que había vivido en la guerra, pero no...