Nuestro Tacto |Adaptación|

By Ruggarolstories9

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En primer lugar está es una ADAPTACIÓN, la historia original la encuentran en el perfil de @herophinefan. No... More

Prólogo
Capítulo 1 "Rubia"
Capítulo 2 "Parecido al infierno"
Capítulo 3 "Crochet"
Capitulo 4 "Halloween"
Capitulo 5 "Lionel"
Capítulo 6 "Respira Conmigo"
Capítulo 7 "¿Tu quieres besarme?
Capítulo 8 "Cliché"
Capítulo 9 "Sus labios sabían a cerveza"
Capítulo 10 "Cotillas"
Capítulo 11 "Frío invierno"
Capítulo 12 "Yo quiero que estés bien"
Capítulo 14 "Tengo lencería "
Capítulo 15 "Fama"
Capítulo 16 "¿Es una cita?"
Capítulo 17- FINAL PRIMERA PARTE
Capítulo 18 "La vida de..."
Capítulo 19 "No los odio"
Capítulo 20 "Esperanza"
Capítulo 21 "Te amo"
Capítulo 22 "Traumas"
Capítulo 23 "La pelea"
Capítulo 24 "No hay momentos buenos"
Capítulo 25 "Salvador"
Capítulo 26 "Volver"
Capítulo 27 "Quiero todo contigo"
Capítulo 28 "Celos"
Capítulo 29 "18"
Capítulo 30 "Dos hombres llorando"
Capítulo 31 "Sueños"
Capítulo 32 "Madres Maravillosas"
Capítulo 33 "Aterrada"
Capítulo 34 " Perdiendo la fé"
Capítulo 35 FINAL

Capítulo 13 "Año nuevo"

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By Ruggarolstories9

Ruggero Pasquarelli

—Aún no puedo creer que sean novios, osea cuándo ella vino supuse algo pero no que se harían novios ¡Estoy tan feliz! —Exclamo mi madre a mi lado caminando a casa de Karol con un pastel de chocolate que preparó para cuándo terminemos de cenar. Yo llevaba champagne.

Mi mamá casi pega el grito en el cielo cuándo se enteró que "salía " con Karol, no podía creelo y estaba tan feliz por mi. Según ella había elegido el buen camino.

Estaba aún más emocionada de pasar año nuevo con la que alguna vez había sido su mejor amiga por muchos años y su familia. Antes mi madre y la de Karol eran mejores amigas, con el tiempo y cuándo mi madre se fue a Londres se distanciaron un poco pero seguían en contacto, eran buenas amigas pero no como antes.

Cuándo estuvimos frente a la gran casa de Karol observé que todas las luces desde las del primer piso y la del segundo estaban prendidas, se escuchaba musica y muchas, muchas  voces. Sabía perfectamente que la familia de Karol eran más de 30 personas y eran unidos.

Derrepente me puse nervioso y lleve mi mano libre al cuello de mi camisa y libere dos botones, mamá me había obligado a abrocharlos a todos.

Hacía frío afuera por lo que yo llevaba puesto un pantalón negro de jean, unos zapatos, mi camisa blanca manga larga y un saco de invierno negro que llegaba hasta la mitad de mis piernas.

Mi mamá en cambio tenía un vestido violeta y un saco blanco como el mío hasta sus rodillas.

Entonces cuándo mi mamá tocó la puerta y esta se abrió, sin preguntar quién era puedo jurar que casi me desmayaba.

Parecía un angel, tenía su cabello rubio lacio cayendo por los costados y su maquillaje era perfecto. Nose mucho de ropa de mujer pero creo que eso que traia puesto se llamaba mono. Era blanco y se ajustaba a todo su cuerpo hasta sus rodillas y luego tenia forma de campana. Era manga larga, siempre usaba manga larga, supongo que por que tiene mucho frio.

—¡Hola Karol!—Mi mamá me sacó de mi transe golpeandome discretamente y pasando por mi lado para saludar a Karol

—Hola, ¿Cómo está?—Preguntó Karol luego de abrazarla, yo seguía ahí en pie.

—Muy bien, ¿Tú madre está?—Preguntó

—Si, esta en la cocina con mis tías, estan felices de verte—Karol sonrió.

—Genial, dame eso Ruggero, lo llevaré a la cocina. —Dijo mi mamá haciendome señas que le de la botella y eso hice—Estoy tan feliz de que estén  juntos —Sonrió y se fue de nuestra vista.

—Ya pasa Ruggero—Ella rió haciendose a un lado dandome paso. Una vez adentro ella cerro la puerta, veía a niños correr de un lado a otro, gente bajar escaleras, era un caos. —Hola—Dirigí mi mirada hacía ella otra vez y sonreí viendo sus bonitos ojos verdes acompañado de esos lindos labios.

Que afortunado soy de poder besarla. Pensé.

Entonces eso hice, le sonreí, me acerqué a ella y con mi mano en su mejilla plante un beso en sus labios tomandola por sorpresa pero ella de inmediato lo siguió. Sentí sus manos en mi abdomen mientras yo con ambas manos tomaba sus mejillas, el beso era lento y fue largo hasta que...

—¡Iuuuu!—Unos niños, más bien los gemelos de tía Yolanda, Bailey y Ben estaban parados frente a nosotros mirándonos asqueados.

Claro, cuándo tengan 18 no creo que piensen que esto es asqueroso.

Vi a Karol reír viendo a sus primos y aparte mis manos al igual que ella, quién no dejaba de ver a los gemelos.

—Corran, pierdanse— Les dijo y estos salieron riendo de la sala.

—Serás buena madre—Bromeo.

—Esos niños son la prueba viviente de que yo puedo llegar a tener gemelos el día de mañana lo cuál me aterra—Solté una carcajada mientras le seguía los pasos a nose dónde.

—¿No quieres hijos?—Pregunté

—Si, a los 30 o 35 tal vez—Me encogi en hombros, no era una mala edad, yo nisiquiera quería hijos. —Ven, estaba con mis primos mayores por aquí, ya sabes, apartados de las bendiciones pequeñas —Me reí por su manera de hablar y la seguí hasta el living de su casa.

Podía reconocer a todos sus primos menos a un chico allí sentado.

—Bueno, ya lo habían visto en la cena pasada pero igual, chicos el es Ruggero, mi novio, Ruggero ellos son mis primos: Jazmin, Samara...—La última nombrada interrumpió a Karol parandose con una sonrisa

—¿Piensas que se olvido de nosotros? ¿Cómo has estado Ruggero? —Ella se acercó a mi y me abrazó, acepte gustoso el abrazo, cuando eramos chicos habiamos sido muy unidos, todos.

—¿Que hay hombre? La cena pasada no tuve oportunidad de hablarte—Denny se acercó y me dio un apretón de mano y un abrazo.

—Si, tuvimos que irnos—Le digo.

—¡Siempre insistí que ustedes eran el uno para el otro!—George el más gracioso como lo recordaba se levanto para darme un abrazo lo que me había echo reír.

—Si, basta de demostraciones—Dijo Karol acercándose a mi y me tomo del brazo llevandome al sillón.

—Soy Santino, amigo de la familia—Un pelirrojo se acercó a mi estirando su mano, me dio mala espina por como me miraba pero no me importo y tome su mano con una sonrisa

—Un placer—La mano de Karol me apretó y cuándo la mire me hizo señas que me sentara. Estabamos todos como en una ronda, los sillones estaban así acomodados y en el centro había una mesa con comida y bebida.

Karol estaba sentada a mi lado apoyando su cabeza en mi pecho, me gustaba estar así.  Ella tomó mi mano y jugaba con ésta.

No entendía por qué estaba así de cariñosa, si era para aparentar ser otra cosa frente a su familia o qué, pero no me importaba.

—¿No deberías haberme llevado a saludar a tus padres?—le pregunté en susurro al lado de su oreja cuándo todos comenzaron a hablar de otras cosas.

—Diablos, si. —Se sentó derecha—ya volvemos.

No quería parecer un mal novio por lo menos. Además casi no había podido hablar con su padre, enrrealidad creo que jamás hablé con el solo con su mamá.

—¿Estás listo para ver a mi papá?—Preguntó Karol mientras caminaba delante mío dándome una gran vista.

—Si, claro—Asenti.

—Creo que estoy más as nerviosa que tú—Habló y paró de caminar para tomar mi mano y entrar al patio trasero, estaban los tíos de Karol y su abuelo con su padre. Por el frío que hacía estaban en la parte cerrada del patio, había una parrila, una mesa con comidas y bebidas igual a la otra, pero todo estaba cerrado por que afuera estaba nevando, solo la parrilla tenía salida hacía afuera. Me sentí aliviado al ver a nuestras madres juntas al lado de la parrilla junto con tía Sharon, por lo menos había cuatro personas a mi favor, ¿La cuarta? Karol.

—¡Ruggero!—La madre de Karol gritó sonriendo haciendo llamar la atención de todos, agradecía que haya musica de fondo y que muchos estaban charlando de otras cosas

—Hola señora Sevilla—Saludé una vez que llegué a su lado.

—Que bueno que hayan podido venir—Sonrió de costado.

—También estoy feliz por eso—Conteste.

—Hola—La voz del padre de Karol me hizo poner los pelos de punta. Me di vuelta para encontrarme a aquel señor de ojos verdes y un poco canoso observarme con una sonrisa.

—Hola señor, es un placer al fin conocerlo—Extendi mi mano y el la tomó al segundo. Karol observaba todo en medio nuestro al igual que a unos metros observaban todo nuestras madres y tía Sharon.

—Tenía ganas de conocerte como el novio de Karol, por que te conozco desde bebé chico—Dijo metiendo sus manos a los bolsillos del pantalon para luego soltar una risita igual que yo

—Bueno, Karol jamas me dijo nada sobre venir.

No era mi culpa, era cierto que Karol jamás me había dicho nada.

—Bueno, espero que ahora vengas mas seguido, me agradas Ruggero. Mi hija es muy feliz contigo este último mes—Sonreí y miré a Karol quién estaba con una mano en su rostro y mientras se ponía colorada.

—Que bueno, yo también soy feliz con ella—El asintió con una sonrisa.

—Nos vemos luego—Asenti y el se fue para seguir con sus cuñados y hermanos supongo.

—Ay por Dios, vayamosnos ahora—La rubia tiro de mi hacía adentro y ahora me sentia como un muñeco, que era manipulado por una chica rubia a quién le sacaba una cabeza de estatura.

Justo cuándo pasabamos por la parte dónde estaba el arbol de navidad enorme quise detenerme. Se suponía que no debería de haber regalos pero había dos y si no estaba loco decían mi nombre.

—¿Y esos?—Pregunté. No quería quedar como tonto y que no sean para mi y sean para otro Ruggero— ¿Quien no vino a navidad?—Pregunté y la observe a mi lado, estaba cruzada de brazos observando el gran arbol navideño de color plateado. 

—Tú, son para ti tonto. Eres mi amigo—Susurro lo último no sin antes ver a su alrrededor si alguien estaba. — Quise comprarte algo—Sonreí.

—También tengo algo para ti, pero te lo iba a dar cuándo nos vayamos con los chicos—Ella sonrió y abrió sus ojos sorprendida.

—¿Compraste algo para mi de verdad?—Asenti

—En Londres.

—¿Y que es?—Junto sus manos como niña pequeña esperando su regalo

—No te diré, luego te lo doy, ahora quiero los míos—Ella rodo sus ojos y se inclinó para tomarlos, eran dos bolsas blancas, no tenían marca de ningun lado asi que no sabía que sería.

—Te compré este primero por que observo que es invierno y no traes ningun buzo, no digo que no tengas, tal vez no te gustan pero a mi no me gusta verte con remeras y camperas, así que este suéter es azul oscuro y es abrigado, no hará falta que te pongas tres remeras— Ella comenzó a hablar rápido y sabía que si no la paraba nada lo haría así que la interrumpi.

—Ey—Me miró—,me encanta—Dije sacando el suerter azul. Era verdad, no usaba buzos por que los que ahora tenía que me quedaban, me los había regalado mi madre que parece no conocerme por que eran de colores y me parecían espantosos y además nunca me gustaron hacer compras así que nunca tuve la fuerza de voluntad de levantarme y irme a comprar ropa de invierno, estaba bien con mis camperas. Pero el suéter azul oscuro me gustaba, era como a mi me gustaban las cosas. 

—Oh, éste—tomo la otra bolsa que era más grande—es por que creo mucho en ti y tú futuro, así que el día que comiences a boxear profesionalmente los uses o por lo menos los tengas ahí y me recuerdes—Rió y por fin me dio la bolsa, donde adentro contenían dos guantes de box.

No podía creer como esta rubia que había sido mi mejor amiga de niño, con la que había perdido conexión por mucho tiempo y luego volvieramos a hablar creía más en mí que yo mismo.

—Eres increíble—Ella mordió su labio y sonrió enormemente, como a mi me gustaba, solo que ella no lo sabía. —Gracias, de verdad me encantaron—Me acerqué a ella y nos abrazamos ambos muy fuerte, yo tenía mi nariz en su cuello mientras olia su perfume, ella estaba igual que yo, sus manos rodeaban mis hombros cerrandose en mi nuca y mis manos con las bolsas ocupadas aún estaban abrazando su cintura.

—Que hermosos se ven, dejen les saco una foto—La mamá de Karol apareció con la mía al lado por lo que rapidamente tuve que ocultar los guantes de box en la bolsa. Al parecer no los vio por que seria mirándonos enternecida.— Suelta las bolsas y ponganse juntos—Ordenó y eso hicimos aunque ahora un poco incómodos.

La tome de la cintura y ella paso su mano por detrás de mi espalda. Ambos sonreimos a la cámara y cuándo pensamos que se había terminado todo mi mamá pidió otra pero en la que estemos abrazandonos como hace rato.

Me sentía como en aquel book de fotos para Calvin Klein.

Solo que ésta vez cuándo estuvimos abrazados nos besamos, nose como fue. Simplemente mientras buscabamos la pose ambos nos vimos y nos besamos. Me encataba besarla, sus labios encajaban con los mios y podía decir qué jamás había deseado besar a nadie más que a ella.

Karol Sevilla

Faltaban cinco minutos para que se hagan las doce, todos ya habíamos cenado y ahora la mesa se encontraba llena de cosas dulces y muchas bebidas, por lo que el típico tio borracho ya estaba por empezar hacer de las suyas.  No me importaba, en media hora con Ruggero nos hiríamos a un bar con los chicos.

—Apenas se hagan las doce me iré a cambiar y luego nos iremos ¿Si?—Le dije a Ruggero.

—Si, claro—Asintió bebiendo un poco de coca cola. Según el no iba a dar mala impresión bebiendo alcohol. — ¿Que trae aquel chico, ese tal Santino?—Preguntó mirándome

—Ash—Me queje—, cuándo tenía unos doce años y comenzaba a superar tu abandono—El río al ver como lo miré—,me comenzó a gustar el hijo de tía Amanda, ella no es de sangre, solo que es muy amiga, demaciado de la familia, es una larga historia. En fin el me gusto por dos años y cuándo le dije lo que sentía el me dijo que no sentía lo mismo, se burló de mi y por un año me ignoró ¿Entiendes? Era mi crush y rompió mi corazón—Lo único que hizo Ruggero fue reír nuevamente.

—Eran unos niños.

—Ay Ruggero, sucedió hace tres años y ya ni puedo hablarle. Ahora el es el que quiere hablarme y según mis fuentes de información...

—¿Fuentes de información?—Me interrumpió.

—Mis primas, bueno ellas me contaron que al parecer el señor gusta de mi y quiere algo conmigo pero esta loco si piensa que estaré con el luego de lo que hizo.

—Sería una gran historia, el rompió tu corazón de niños, luego vuelve y en unos años tendrán niños con cabello naranja y ojos verdes—Ambos reímos.

—Estas loco—Negue con mi cabeza aún sonriendo—,no quiero hijos con la cabeza colorada—El soltó una carcajada.

—¿Que tienes contra los niños de cabeza naranja?

—No es que no me gusten, me parecen adorables y bellos pero ¿Y si les hacen bullying en la escuela? Sabes que ellos no pueden teñirse el cabello ¿No? Si tengo hijos saldrán castaños como yo, ahora soy rubia pero teñida.

—¿Que te hace pensar que no estarás con un rubio?

—No son muy mi tipo.

—¿Te gustan los castaños eh?—Me reí

—Por algo te elegí a ti bombón—Sonreí sacando mi lengua apretandola suave con mis dientes.

—¡Un minuto!—Gritó mi padre quién estaba en la otra punta de la mesa.  Todos estaban en sus charlas y cada uno es su mundo.

Pusieron un canal de televisión que indicaba la hora por lo tanto la cuenta regresiva estaba allí.

Todos tomamos nuestras copas, la mamá de Ruggero se puso en medio de ambos, mi hermano quién había llegado hace rato de estar con sus amigos se puso al lado de mis padres quiénes estaban algo cerca de mi, sabía que tendría que besar a Ruggero ¡Todos besan a sus novios en año nuevo!

—Cinco, cuatro, tres, dos, uno...—

—¡Feliz año nuevo!—Exclamamos todos. Sonreí viendo alrrededor, amaba ver a mi familia junta para las fiestas.

—Feliz año nuevo cariño—Escuche a la mamá de Ruggero abrazarse con su hijo y yo fui rápido a saludar a mis padres y mi hermano.

—Que sea un gran año—Murmuro mi padre mientras los cuatro nos abrazabamos. Era como un ritual abrazarnos y decirnos eso.

—Exitos familia—Sonreí separándome de ellos y caminé a Ruggero quién saludaba a mi primo.

Mientras caminaba para llegar a Ruggero quién me esperaba con una sonrisa, se interpuso Santino. Abrí mi boca y ojos algo impresionada, no creía que iba a dirigirme la palabra así luego de que lo evite desde que llegó.

—Feliz año nuevo Karol—Arrugue el ceño mirándolo de arriba abajo. Se que no debía ser tan cruel con el pero... el fue el primer chico que le conté sobre mis sentimientos y no esperaba que me dijera que me correspondía pero tampoco que me haya tratado tan mal y dicho cosas hirientes. Además yo no le conté a Ruggero por vergüenza pero por un año entero el y sus amigos me hacían bromas hasta que parece que lo superaron, así que si, lo odio un poco.

—Amm, si—Asenti y vi que Ruggero con su rostro serio comenzo acercarse.

—Oye, de verdad lamento todo lo de antes... diablos de que tienes novio pero..—La mano de Ruggero se posó en el hombro de aquel chico quién parecía querer escapar de aquí, Ruggero con sus tatuajes, su seriedad y su cuerpo intimidaba mucho.

—¿Pero qué?—Dijo y lo corrió para llegar a mi y poner una mano sobre mi cintura—Piérdete Ron Weasley—solté una risita por su chiste y Santino se dio vuelta no sin antes mirarme con arrepentimiento y se fue.

-Ahora si, feliz año nuevo- Sonreí ladeando mi cabeza llevando mis manos a su cuello, una quedo allí y la otra acariciaba su pelo.

-Si, feliz año nuevo- Sus manos en mi cintura me llevaron más a el y me besó. No podía ser tan largo, estabamos frente a nuestra familia.

-Ire a cambiarme en un rato ¿Si?- El asintió cuándo nos separamos y quedamos parados observando a todos. -¿Ron Weasley? ¿En serio?- El soltó una carcajada y ambos junto a la mayoria de la familia salimos a ver los fuegos artificiales.

Un rato más  tarde me fui a cambiar, me coloqué un jean negro, unas botas cortas negras de tacón y un buso holgado negro pero lo metí en el jean dejandole un buen toque y una bufanda roja.

Me despedí de mi familia y con Ruggero llevamos a su mamá a la casa y luego partimos al bar dónde nos encontraríamos con nuestros amigos.

Bueno, si hace tres meses me hubieran dicho que pasaría año nuevo con un novio falso y que ese novio falso sea Ruggero quién parecía odiarme no me lo creeria nada y me reiria muchísimo.

Pero había comenzado el año con el, su amitad y sus buenos besos. Esperaba terminarlo igual éste.

Hola. Ya hemos llegado al capítulo trece. Les puedo decir que el maratón que estoy muy cerca de hacer es de tres capítulos. Cuando los haya publicado ya me van entender porque tres, solo les puedo decir que no puedo publicar más.

Si te ha gustado no olvides dar estrella y sí quieres puedes expresar tu opinión en los comentarios.

Los amo.

Mia💕

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