Karol Sevilla
Voy a llegar tarde, voy a llegar tarde, voy a llegar tarde.
Era lo único que me repetía, debía presentarme en una hora y aún no me había ni maquillado, peinado y cambiado decentemente. ¡Nisiquiera me bañé!
Corrí por la habitación lavandome los dientes, poniendome mis zapatillas y mandando unos mensajes a mis papás y por último desperté a Ruggero que no entiendo como no despertó con tanto ruido que hice.
-Oye Ruggero, debo irme a casa, tengo una sesion de fotos en una hora y estoy llegando tarde, estoy nerviosa y en parte todo esto es culpa tuya así que, adiós. - Hable tan rápido que Ruggero creo que apenas entendio lo que dije
-Dame un minuto que te alcanzo a dónde debas ir.
-Ash, pero apurate- Esperaba que me diga eso, Joshua me aviso que tuvo que tomar el auto de nuestros padres así que debía irme en taxi porque en bus no llegaba ni loca.
-Mejor, esperame en casa en veinte minutos, así me llevas- Okey estaba demasiado alterada tanto que salí corriendo dejando a Ruggero con cara de dormido y de confundido mirandome desde la cama.
Corrí hasta llegar a mi casa, me saque la ropa mientras iba caminando/corriendo por mi casa hasta llegar al baño. Lo hice lo más rapido y limpio posible, apenas salí comence a secar mi cabello mientras buscaba la ropa que había preparado el día anterior.
Consistía en una camisa blanca y un jean negro más mis Nike blancas típicas. Una vez que seque mi cabello lo peine rápido y sentí una bocina desde afuera.
¿¡Cómo pasaron 20 minutos!?
Estaba tan nerviosa que me agarraria un colapso mental en cualquier momento.
Quería planchar mi cabello porqué tenía unas ondas raras por lo que recordé que el auto de Ruggero traía para enchufar lo cuál me pareció raro pero me arriesgaria.
Baje con mi bolso rápido que casi me caigo de las escaleras y me subí al auto de Ruggero quién estaba tan relajado que me ponía aún más nerviosa.
Le pase la dirección y mientras el conducía me puse a planchar mi cabello como podía.
-¿Puedes tranquilizarte? Me pones tenso Karol.- Por su tono de voz me di cuenta que hablaba en serio.
-Es que.. modelare para Calvin Klein, Ruggero, estoy muy nerviosa y encima estoy llegando tarde... siento que será un pésimo día.- Respire profundamente una vez que pude sacar todo eso de mi.
-¿Calvin Klein? Wow- Vi que sonrió, paro en el semáforo y me miró- Oye, lo harás genial y llegarás a tiempo, no te preocupes.- Me transmitió confianza y paz por lo que mis nervios bajaron y sentía mi corazon latir ahora normalmente.
Terminé de planchar mi pelo y guarde todo para comenzar a respirar.
-¿Puedes quedarte conmigo mientras tanto?- Le pregunté. Necesitaba una cara familiar en ese momento y el era lo más cercano que tenía en éste momento.
-No me lo perdería por nada- Rió lo que hizo que sonriera .
Una vez que llegamos, me di cuenta que era un hotel, decía que debíamos ir a la suite que era el piso más grande lo que me ponía más nerviosa.
-Estás sacandome de...
-Solo callate Ruggero, estoy nerviosa, es la primera vez que voy a hacer algo como esto, además de ser mi primer trabajo es para una empresa enorme y es modelar ropa interior cosa que jamás hice porque no es como que me sienta al cien con mi cuerpo ¿Entiendes?- Dije cruzada de brazos mientras subiamos las escaleras apurados.
-¿No te sientes al cien? Por favor- Dijo con una sonrisa y lo mire mal-¿Estás loca? Eres hermosa rubia.- Su última oración hizo que una presión aparezca en mi estómago otra vez.
-Si, claro, gracias.
Una vez que llegamos a la habitación en silencio toqué la puerta. Puse todo mi peso en mi pierna izquierda y mi brazo chocó con el de Ruggero.
-¡Aquí llegó mi nueva estrella!- La tía de Angie, Margareth apareció reluciente ante mi y mis nervios comenzaron a bajar.
-Hola- Sonreí y ella se abalanzó a abrazarme, la conocía desde que tengo memoria y la quería.
-Pasen, adelante. Veo que trajiste un guardaespaldas- Se rió y se acercó a saludar con un beso en la mejilla de Ruggero quién sonreía.
-Un placer.
Caminamos dentro y vi que había bastantes personas, chicas y chicos sentados en sillas dejando que los maquillen, había un lugar en el centro con un fondo blanco dónde a su alrrededor tenía luces apuntando, cámaras y no se de como no comence con otro de mis ataques de pánico.
-Respira- Ruggero apareció a mi lado mirándome serio pero dandome confianza.
-Si..- Susurre.
-Llego la modelo número 1, necesito dos estilistas ¡Ahora!- Exclamó y una mujer de unos 50 años y un hombre con aires de diva y ojos delineados me miraron de arriba abajo. Si así me veía yo misma aveces.
-Sigueme- Dijo el delineado. Solo le dedique una mirada a Ruggero de no entender nada y el estaba igual que yo y ambos caminamos detrás del hombre
-Tratalos bien, nos vemos en unos minutos linda- Margareth me sonrió para irse por algun lado seguramente.
Caminamos hasta un lugar cerca del gran ventanal donde entraba luz, había una silla, un pequeño lugar dónde había varios cambios de ropa diminuta por lo que veía. Una mesita al lado dónde había mucho maquillaje.
-Por favor toma asiento, vamos a convertirte en una modelo- Me miro serio el hombre delineado y la mujer rubia a su lado golpeo su brazo mirandolo mal. Necesitaba saber sus nombres, me molestaba hablar de ellos sin saber cómo se llamaban.
-Ya Richard, no la trates así- Se cruzó de brazos- es una niña y es hermosa, es una modelo autentica, déjala en paz. Por ella te pagan idiota- Le dedicó una última mirada de reprobación y me miro a mí con una sonrisa. Derrepente sus cambios de humor me hicieron acordar a mi.- Soy Angelina, toma asiento- Me tendió su mano. Camine timida a la silla y me sente.
-Lo siento- Dijo el tal Richard mirandome aún serio pero lo notaba menos enojado que antes.
-Si mejor- La voz dura de Ruggero resono haciendo que Richad abra un poco sus ojos como recordando su presencia y lo hizo tragar duro. Quise soltar una carcajada pero me la agunte. En cambio Ruggero estaba detrás de ellos en un costado mirándome con una sonrisa probablemente riéndose por dentro igual que yo.
-Mientras yo te maquillo, ella arreglara tu cabello ¿si?- Richard automaticamente cambio, su rostro ahora iba relajado y mientras buscaba unas cosas pude ver su gran delineado perfecto más el brillo plateado que utilizó en ambos ojos.
-Me gusta su delineado, Richard, ya quisiera que me salga asi- Sonrei de lado observandolo. No podía creer lo que dije pero solo salió, aveces era así con la gente que me trataba mal, sabía que los sacaba de quisio que los trates bien cuándo ellos te odian pero sabia que Richard cambiaría ahora. Además pasaríamos todo el día juntos y tal vez nos cruzemos algún otro día.
El levanto la mirada y una media sonrisa se asomo en su rostro.
-Comenzara a adorarte- Angelina me sonrió acercandose a mi con una buclera en la mano.
Creo que al cabo de media hora de que ellos me conviertan en cualquier cosa a la que probablemente no soy, estuve lista. Ruggero sólo se la pasaba mirándome y eso me ponía nerviosa.
Había escuchado que Barbara no vendría lo cuál rompió mi corazón pero ya estaba aquí.
-Estás lista, ahora necesito que te pongas el primer cambio de ropa - Miré disgustada a la pequeña prenda que me entrego en una percha que nisiquiera entendía porque me la daban ahí. -Ten. -Me pasó una bata blanca. - para que no te sientas tan desnuda- Sonrió y yo hice lo mismo.
Camine a el baño que estaba allí y me cambié, consistía en ser ropa interior normal, solo que el elastico de estas prendas era color verde fosforescente y con obvio la marca de Calvin Klein.
No me quedaba nada mal, me hacía sentir segura verme así de bien, con el maquillaje, mi cabello. Jamás en mi vida me podría haber imaginado que estaría así, siempre fui reservada con mi cuerpo la mayoría del tiempo pero... todo cambio y nisiquiera se cuando.
Me coloqué la bata y salí del baño. Entonces vi a Ruggero con su celular en la mano. Le iba a decir que ni se le ocurra acercarse al momento dónde me saquen las fotos porque iba a matarlo. Había partes de la habitacion que era dividida con sabanas blancas enormes, que se quede allí.
-Ruggero ni se te ocurra ver cuándo me saquen las fotografías.- Dije una vez que llegue delante suyo y me crucé de brazos, miré a mi alrededor nerviosa y luego a el que solo me miraba de costado con una sonrisa.-¿Qué?
-Está bien, me quedaré por allí- Me señaló con la mirada una parte que estaba dividida con las sabanas dónde justo estaba lleno de modelos con también, diminuta ropa.
-Tu no pierdes las oportunidades ¿Verdad?- El sólo rió ante lo que dije y fue a otro lugar con sabanas que estaba vacío. Desde allá me hizo pulgares arriba y no pude evitar sonreír.
Busqué a Margareth, una vez que la encontré me elogió y luego me guío a dónde me harían las fotos.
-Se que nunca haz echo esto y nadie de los jovenes que estan aquí lo hicieron, esto de modelar- Se explica- por lo que esa chica con aquel señor te guiaran a un lado de la cámara.
Me pude quitar otro peso de encima porqué tenía miedo de hacer el ridículo.
Me saqué la bata luego de respirar una cantidad de veces y me pare en el centro de aquel fondo y piso blanco dónde me harían las fotos.
-Bien linda, tu solo sigue mis indicaciones- La rubia que me guiaria habló.
Traté de hacer mi mejor trabajo aunque estaba nerviosa de que Ruggero aparezca en algún momento.
-¿Dónde está la persona que modela con ella?- La encargada al parecer vino con una gran libreta- Está lleno de tatuajes, tiene que estar por aquí- Exclamó y al parecer muchos le tienen miedo por que corrieron para todos lados buscando a aquel chico mientras yo sólo seguía arrodillada en el suelo con mis piernas abiertas, una de mis manos en mi cuello y otra en mi muslo.
-¿Es éste?
Puta madre.
Maldito Ruggero con muchos tatuajes.
Ruggero venía siendo arrastrado por aquella señora de alta edad sin entender nada hasta que me miró y sus cejas se subieron haciendo que seguramente me ponga roja.
-¿Te llamas Francis Ford?- Preguntó la organizadora y Ruggero la miró y negó.- Lo único de aquel chico que tengo es que tiene tatuajes y ese nombre. - Deja de mirar su lista y vuelve su vista a el-¿Dónde esta Francis Ford?- Por todos los gritos de aquella mujer pare de hacer mis poses ya que mis guias estaban callados mirando a la mujer. Me paré y puse mis manos en mis caderas.
Todo quedó en silencio un segundo y cada persona que estaba en aquella habitación miró a dónde estabamos. Me sentía como en la clase de gimnasia cómo cuándo te eligen a lo último, talvez por tener literalmente la atención de todos en aquella sala.
-¿Y bueno...- Lo mira de arriba abajo y luego hace una cara de "no estás nada mal" -¿Tú sabes algo de esto?- Preguntó y Ruggero negó- No importa, nadie sabe. La cuestión es si quieres modelar ¿Quieres?
El me miró buscando mi aprobación y yo solo me quede en blanco.
No, no, no, no, y no. No dejaría que modelara junto a mi ¡No juntos! Que vergüenza por Dios.
Si se pudiera morir por vergüenza ya estaría a metros bajo tierra.
Bien éste es el típico cliché de las películas. Me sentía en una historia de wattpad, en realidad ahora que lo veía de esa forma, desde que Ruggero volvio a mi vida ésta parecía una historia cliché. Solo que sentía que aveces yo lo quitaba ese toque con mi vocabulario o forma de ser, por ejemplo con las peleas en cualquier historia cliché la chica hubiera salido corriendo, o horrorizada mientras que yo parecía ser la fan numero uno de Ruggero cuándo peleaba.
-Si, claro- Al parecer Ruggero se canso de esperar que le diga algo ya que estaba sumida en mis pensamientos que aceptó sin antes dejar que hable.
Mi padre iba a infartarse cuándo me vea en fotos de ropa interior y con mi supuesto novio medio desnudo también.
Trate de tranquilizarme y seguir con lo mío hasta que Ruggero llegara.
Y cuándo lo hizo... Dios mío.
-Genial, esto tendrá un gran éxito- Al parecer todas estabamos felices al ver a Ruggero solo con boxers, sea cual sea la marca ver sus tatuajes y gran cuerpo trabajado era genial.
Me aleje y comenzaron a hacerle primero a Ruggero solo, seguro durante media hora y el maldito lo hacía bien, parecia un modelo nato.
-Acercate Karol.- La coordinadora me llamó y timida con los brazos cruzados fui, tratando de evitar contacto en las miradas con Ruggero. Me daba vergüenza verlo a los ojos.
-Ruggero, te arrodillaras frente a Karol, apoyandote sobre tus pies, pondras una mano en su muslo mientras ella te mira desde arriba acariciandote la mejilla.
Ay no, no, no, no.
Ruggero se arrodilló sobre sus pies y yo me acerque, nuestras miradas eran serias y había tanta tensión entre nosotros.
No sabía si solo tensión o tensión sexual.
Coloqué mi mano en su mejilla y el puso su mano en mis muslo observandome lo que me ponía más nerviosa aún.
-Excelente, me encantan- Cuándo la organizadora dijo eso no pude evitar sentirme feliz y solte una risa haciendo que Ruggero me mire raro pero aún serio.
-Así esta mejor - Hablo uno de los fotorgrafos.
-Necesito que Ruggero coloque su cabeza en el vientre de Karol, abrazando con sus manos sus piernas y ella ponga las suyas en su cabeza.
El mundo estaba claramente en mi contra.
Me hizo acordar a una escena de Friends, cuándo Rachel se entera que Ross la engaño. Entonces el se arrodilla frente a ella y la abraza rogandole su perdón.
Bien, había tensión sexual. Esto me estaba matando.
-Ruggero sube tu cabeza y observala.
Estoy rendido a tus pies.
Eso parecía esta foto, Ruggero totalmente a mi merced y yo parecía una perra diciéndole "Soy tu dueña"
No se como haría para mirarlo luego de estos pensamientos locos y luego de que estas fotos esten por todos lados.
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Holi! Como estáis? Yo estoy bien. Estoy muy feliz que les gusta esta historia. Se que me tarde una día pero intentaré publicar a tiempo.
Los amo mucho.
Mia💕