Laughing Jack
Ahora sí ya no hay más obstáculos que nos separen, ya no hay nadie. Te quedarás a mi lado para siempre, Scarlett. Desde que te he vuelto a ver me siento más vivo que nunca.
A mis noches de cacería siempre voy solo, pero esta vez fuí acompañado de una hermosa chica y fue mucho más divertido.
Por eso quiero que Scarlett disfrute y se vuelva como yo, los dos hacemos un gran equipo. Anoche fue muy divertido verla bañada en sangre, se veía tan hermosa.
Ya ansiaba verla robar una vida de la forma más diabólica como la de anoche.
Me levanté del viejo carrusel, me adentré a la carpa y me dirigí al cuarto de juegos.
Al entrar me recibió un gran aroma a podrido, hay muchos cadáveres de personas ya estado de descomposición, y no pude evitar reír.
—JAJAJAJAJA ¡ME ENCANTA EL OLOR A PODRIDO, A MUERTE Y A SANGRE SECA! ¡AMO RECORDAR CÓMO LOS MATÉ Y LOS TORTURÉ A CADA UNO DE ESTOS DESAGRADABLES HUMANOS! JAJAJAJAJA—Sonreí abiertamente admirando todo a mi alrededor, se ve tan bien decorado mi circo, me encanta.
Me encanta ser como soy y mi querida Scarlett... Terminaré de corromperla.
Salí del cuarto pisando los podridos cadáveres para ir a ver a mi pastelito. Entré a nuestra habitación y ella aún sigue durmiendo.
Scarlett y yo nos conocimos hace varios años, ella era tan sólo una niña pequeña. Y ahora que nos hemos reencontrado me dejó hipnotizado su belleza.
«Nunca me imaginé que esa niña tan pequeña se convertiría en una mujer tan bella».
Nunca en mis siglos de vida había conocido a una mortal tan hermosa.
Cuando volví a ver a Scarlett, sólo quería vengarme y torturarla por haberme abandonado.
Ahora quiero algo más; Quiero que sea mi amiga/compañera de juegos hasta la muerte, no, hasta el día de su muerte de ella.
Me recosté con cuidado a su lado y la observé con más detenimiento. No la había visto tan detalladamente porque siempre se la pasa huyendo de mí.
Su cabello rojo encendido me recuerda tanto a mí cuando era colorido. Lo tenía igual que ella, y sus ojos azul celeste se parecen a los de... Isaac.
Aquél día que nos conocimos en el bosque pensé en Isaac. Posee piel tan pálida como la de él, la misma complexión y su rostro de rasgos muy finos y delicados.
Al principio, quería corromperla y matarla por recordarme tanto a mí cuando era colorido, y al maldito de Isaac. Pero con el pasar de los días me encariñé con ella, y actualmente la quiero para mí.
Sólo para mí... Sólo mía...
Acaricié su rostro y ella se removió incómoda.
«Quiero corromper esa alma dulce que tienes, Scarlett...»
«Mi dulce Scarlett... Lo siento mucho, pero no te dejaré ir a ninguna parte jamás. Eres mía».
Me acerqué más a ella para oler su ropa a sangre seca de anoche. Comencé a lamer su rostro y cuello interrumpiendo su sueño.
—Te quiero ahora, mi algodón de azúcar...—Susurré con voz ronca en su oído y ella abrió los ojos de golpe mostrando terror en ellos.
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Scarlett Jhonson
Soñé con mamá y papá cuando éramos felices los tres...
Pero cuando apareció Laughing Jack todo esa felicidad y estabilidad se fue a la mierda.
Perdóname, mamita... Nunca me perdonaré el haberte arrebatado la vida sin piedad y mucho menos de esa forma tan diabólica e imperdonable.
Entre sueños sentí que me acariciaban y me susurraban cosas al oído. Primero pensé que era mi madre la que me llamaba, pero me alteré al escuchar la voz aterciopelada de Jack.
—Te quiero ahora, mi algodón de azúcar...—Desperté de golpe al sentirlo demasiado cerca de mí.
Lo primero que ví al despertar fue a Jack casi sobre mí y lo empujé con todas mis fuerzas viéndolo con terror.
—¿Qué te pasa, mi pastelito? ¡Parece que viste un fantasma! JAJAJAJAJA—Dijo riendo a carcajadas.
De repente me sentí muy mareada y con náuseas. Fuí corriendo al baño a vomitar, no sin antes cerrar la puerta con seguro.
Estos síntomas del embarazo van a acabar conmigo, bajé la palanca al inodoro y miré mi terrible aspecto en el espejo; Tengo sangre seca en todo mi cuerpo, cara y ropa. No tardé en llorar y recordar las imágenes monstruosas de lo que hice anoche.
—M-Mamá...—Lloré con más fuerza.—Mami... Perdóname—.
Mejor me apresuré a salir del baño antes de que ese payaso entre por mí. Cuando salí me encontré con él cara a cara mientras me mira detalladamente.
Yo sólo bajé la mirada temerosa para no verlo.
—Desde hace días o más bien semanas te noto rara. Antes parecías una muñequita y ahora pareces un muerto.—Rió cínico.—Estás muy pálida y vomitas muy seguido. Me preocupas mucho, caramelo. ¿Qué tienes? Te necesito sana para jugar—.
Tomó mi rostro con delicadeza entre sus garras, pero giré bruscamente mi cara rechazando su toque.
—Te importo una mierda, maldito payaso.—Susurré con rencor.
—¿Qué?—Su sonrisa poco a poco se desvaneció y me fulminó con la mirada.
—¡He dicho que te importo una mierda! ¿¡Estás sordo, imbécil!?—Le grité muy cerca de su cara. Estoy cansada de tenerle miedo.—¡Te odio tanto, odio todo de ti! ¡Te desprecio! ¡Me dás asco! ¡Te aborrezco!—Le recalqué con notable odio.
—¿¡Y a ti qué te pasa!?—Frunció su entrecejo y se acercó a mí, pero no retrocedí para no demostrarle miedo.
—¿¡Qué me pasa!? ¡Tú eres el puto problema! ¡Arruinaste mi vida! ¡Mataste a mis seres queridos! ¡Me quitaste lo que más amaba! ¡A mi madre!—Grité llorando con más fuerza.
—Corrección; Tú la asesinaste.—Afirmó con seriedad.
—¡Tú me manipulaste! ¿¡Y sabes qué!? ¡Me largo ahora mismo! ¡Si quieres mátame, ya no me importa nada!—Me dirigí a la puerta. Pero Jack me detuvo tomando mi brazo y enterró sus garras lastimándome.
—¡No te atrevas a abandonarme de nuevo! ¡Salir de aquí sería tu peor decisión!—Enterró más sus garras en mi brazo sacándome sangre.—¡Considérate muerta si cruzas esa puerta! ¡Y créeme que no tendré piedad a la hora de matarte!—
—¡Suéltame! ¡Me lastimas!—Sujetó mis brazos con rudeza y me besó de forma brusca.
Cerré con fuerza mi boca para que no metiera su lengua en mi cavidad bucal. Esto lo molestó y clavó sus filosos colmillos en mi cuello haciéndome gritar.
Aprovechó esto y consiguió lo que quería, sentí que me faltaba el aire y él no parecía querer separase de mí. Lo golpeé, lo empujé, lo arañé y no me soltó, seguió aferrado a mí.
Se agotó mi paciencia y le propiné una fuerte patada en su parte baja como aquélla vez que me acorraló en los baños dónde yo trabajaba.
Salí corriendo de la habitación y le escuché gritar y reír adolorido.
—¿¡Quieres jugar a las atrapadas!? ¡Bien! ¡Corre porque te atraparé! ¡No voy a dejarte ir!—Corrí mucho más rápido.
Mi vientre duele mucho y ya me cansé de correr, pero debo seguir si quiero escapar de aquí o me matará.
De repente, el lugar comenzó a llenarse de mucha niebla, y fuí a esconderme en el viejo carrusel para no perderme entre la niebla.
—Uno, dos... Jack va por ti...—Reparé en mi lugar al escuchar su horrible voz muy cerca de aquí.
—Tres, cuatro... Jack está cerca...—Volteé atrás de mí y no había nadie.
—Cinco, seis... Jack ya viene...—Lo escuché del otro lado del carrusel.
—Siete, ocho... No te dés la vuelta...—Su voz se escucha cada vez más cerca de mí.
—Nueve, diez...—Me dí la vuelta y grave error. Me topé con su horrorosa cara.—¡JACK ESTÁ AQUÍ! JAJAJAJAJA—
—¡¡¡AAAHHH!!!—Grité y salí huyendo del carrusel y corrí hacia la oscuridad del bosque.
Aún escucho las risas de Jack a lo lejos.
Me dejé caer de rodillas en el césped para descansar, siento mis piernas muy débiles.
Me detuve un momento porque siento muchas náuseas y vomité en el césped.
Me siento muy mal, pero debo seguir caminando para salir de aquí.
—Scarlett...—Se me erizó la piel al escuchar a alguien hablarme. Miré atrás mío, pero no veo a nadie.
—¿H-Hola? Ayuda, por favor.—No hubo respuesta. Pero lo que oí hace un momento era la voz de una mujer.
Seguí caminando y cuando levanté mi vista al frente ví la silueta de una mujer. Me acerqué con cuidado y la reconocí al instante aunque esté de espaldas.
—¿M-Mamá? ¡Mamá!—Lloré de felicidad, corrí hasta ella y la abracé.
—Scarlett... ¿Por qué?—Cuestionó con voz quebrada.
—¿Mamá?—Me alejé un poco de ella.
Se giró lentamente hacia mí y de su boca brota sangre, tiene el pecho abierto y se puede apreciar su latiente corazón. Su rostro es demasiado pálido y un olor a podrido invadió mis fosas nasales. Nuevamente sentí unas inmensas ganas de vomitar.
—¿Por qué lo hiciste, Scarlett? ¿Por qué? Yo te amaba, mi niña... Íba a salvarte... ¿Es así como me pagas?—Se acercó lentamente a mí escupiendo bocaradas de sangre.
—N-No... Yo... Yo... Perdóname, mamita, yo no quería... No s-sabía que e-eras tú.—Retrocedí y sentí que choqué con alguien más, me dí lentamente la vuelta y eran...
«No lo puedo creer...»
—¿Papá? ¿Peter?—Su cuerpos están totalmente destrozados y en estado de descomposición.
Papá tiene toda su cara y mandíbula destrozada, y está cubierto de sangre en su totalidad.
Peter no tiene ojos, ni manos, sus vísceras cuelgan de su estómago y su cabeza está abierta dónde se ven claramente los sesos y no tiene lengua.
Su cuerpo está justo como Jack lo dejó aquélla noche, Peter me escupió sangre a la cara con desprecio. Aunque Peter no tenga ojos siento que me fulmina con la mirada.
—¿Por qué no nos dijiste que Laughing Jack era real? ¿Por qué?—Pregunta papá con voz monótona y fría.—Él no era un amigo imaginario tuyo, él era real—.
—¿Amigo imaginario? ¿De qué hablan? No entiendo nada... ¡Explíquenme!—Interrogué muy asustada y desesperada.
«No entiendo de qué me hablan».
—Tú nos hiciste esto, Scarlett. Todo esto es tu culpa, tú nos asesinaste, eres culpable.—Me reprochó mi madre.
—¡No! ¡Yo no lo hice! ¡Fue Jack el que nos arruinó la vida! ¡Mamá, debes creerme!—Le grité con lágrimas en los ojos.
—Mereces ser castigada, mereces sufrir al lado de Laughing Jack. Pagarás por lo que nos hiciste, Scarlett.—Se acercaron a mí y yo retrocedí.—¡Mira lo que nos hiciste! ¡Mira, mira, mira!—
Con cada palabra que suelta mi madre se arrancó varios miembros del cuerpo y los arrojó a mis pies.
—¡Este pobre estúpido!—Se refirió a Peter.—¡El sólo quería ser tu amigo! ¿¡Y qué hiciste tú!? ¡Lo mataste! ¡Mira cómo lo dejaste, estúpida!—La voz de mamá se deforma más y más con cada palabra que suelta.
Mamá despedazó el cuerpo de Peter y me aventó a la cara todos los restos del cuerpo. Yo sólo miro y escucho con horror cada una de sus palabras y acciones.
—¡TODO ESTO ES TU MALDITA CULPA! ¡MERECES SUFRIR COMO NOS HICISTE SUFRIR A NOSOTROS! ¡MALDITA!—Grita con resentimiento.
«¡Ya no puedo más con esto!»
—¡BASTA! ¡CÁLLENSE, CÁLLENSE! ¡MAMÁ Y PAPÁ NUNCA DIRÍAN ESO! ¡YO NO LOS MATÉ! ¡NO FUE MI CULPA! ¡JÓDANSE!—Me dejé caer en el césped sujetando con fuerza mi cabeza.
Mamá y papá nunca dirían eso, ellos no eran mis papás. A Jack le encanta jugar y manipular mi mente.
Yo sé que mis padres y Peter no dirían eso.
—¡¡¡AAAHHH!!! ¡AYÚDENME!—Mi vientre duele, y mucho.
Todo esto nos está afectando al bebé y a mí.
De pronto recordé una canción, tal vez funcione para que el bebé se calme.
Come Little Children,
I'll Take Thee Away
Into A Land Of Enchantment.
Come Little Children,
The Time's Come To Play
Here In My Garden Of Shadows...
Follow Sweet Children,
I'll Show Thee The Way
Through All The Pain And The Sorrows.
Weep Not Poor Children,
For Life In This Way
Murdering Beauty And Passions...
Un rato después, el dolor disminuyó. Eso me produjo sueño, sentí mis ojos pesados y me quedé dormida en medio del bosque, abrazando y acariciando mi vientre.
Entre sueños sentí que unos brazos largos me tomaron delicadamente para cargarme.
—Ya pasó, mi caramelo... Nadie como yo para cuidarte bien.