Una llamada en mitad de la noche la sobresalta. Y más al oír a su hija entre lágrimas.
Corre a su casa y llama a Luis en el taxi. Ambos, y Mateo, llegan casi a la vez.
-¿Os quedais con Chloe?
-Yo voy contigo
-Nico llegará ahora que está trabajando pero ya va de camino
-Da igual venga vamos
-Mateo se queda con Chloe que esta dormida, yo también voy-dice Luis adelantándose a coger las llaves del coche-
Van callados, pendientes de Lucía y de que no se maree, y no tardan en llegar, tampoco Nico que entra a la consulta con ella.
Aitana sale a la primera terraza que ve en la planta y se enciende un cigarro intentando relajarse un poco.
-Aun no me has dicho que le pasaba-oye decir a Luis detrás de ella-
Exhala el aire de sus pulmones y se gira para mirarle.
-Estaba muy mareada y casi se cae y se ha asustado, y antes de que llegarais ha ido al baño y ha sangrado un poco
-El bebé
Ella le da otra calada y se vuelve a girar.
-Otra vez lo mismo no porfavor
-Aitana no tiene por que
-Lo mismo me dijiste a mi
-No es nuestra culpa si le pasa algo a su embrión
-El día que nos quería decir que estaba embarazada la liamos, otra vez, siempre le tenemos que joder a ella
-Joder Aitana que no sabemos si le ha pasado algo
-Callate mejor
-Pues dame un cigarro
-Eres rico y nunca tienes tabaco
-Me lo vas a dar o no
-No me quedan
-Dame una calada anda
Lo mira de reojo y se lo saca de entre los labios para dárselo.
El le sonríe y lo coge.
Le da una calada y pone su mano sobre la de ella en la barandilla para tratar de darle un apoyo, algo que la tranquilice. Pero una mirada seguida de un "no me toques" hace que la vuelva a quitar.
-Tia baja un poco las defensas o que
-Perdón
-¿Me odias?
Lo mira y le entra la risa, que se la contagia a el.
-Un poquito-le dice antes de guiñarle un ojo-
-Ves, así mejor
-Por estas cosas te quería tanto, sabes transformar todo en una sonrisa
-Solo me sale contigo la verdad
-Bueno
-Has dicho quería
Lo vuelve a mirar y le quita el cigarro de la boca para llevárselo ella a sus labios.
-Joder ya me sabe a chicle de menta
-Hay cosas que no cambian
-Pero entonces ya no me quieres nada
-Voy a ver si ya ha salido Lu
-Pero dímelo
-Llevas cinco años llamándome loca y ahora me vienes con esas, ¿te has dado un golpe?
-Si, un golpe de realidad
Niega y entra al hospital, justo cuando Lucia y Nicolás salen de la consulta de la mano.
-Cariño, ¿que tal?
-Bien mamá no te preocupes, ha sido una bajada de tensión, la tengo bajita y con el estrés de estos días del trabajo y de todo pues eso, el bebe está en su sitio y con latido bien fuerte
-Que susto menos mal
-Me he acordado de cuando te pasó a ti
-Bueno ya han pasado mucho años
-Si pero que susto te habré dado
Se abrazan y Luis al verlas se teme lo peor.
-¿Todo bien?
-Si papá tranquilo
-¿Llevas a mamá a casa?
-Si tranquila veis a dormir anda
Se van y Aitana se sube al coche resoplando.
-Si quieres te pido un taxi eh
-Que no pesao
-O te puedes venir a dormir a casa que está más cerca
Ella se rie sola y el la mira confundido.
Pero no dice nada y pone música, se lleva una mirada asesina al ver la canción que suena. Su canción.
-Luis de verdad me vacilas o que
-Relájate anda
Suspira y se queda mirándolo en cuando ve que esta centrado en la carretera.
Siempre le ha gustado oírlo cantar y las caras que pone cuando lo hace.
Y el se da cuenta, pero prefiere dejar de tocarle las narices hoy.
Cuando llegan a su casa aparca y al mirarla ve que se ha dormido.
La coge para que no se despierte y busca la llave antes en su bolso.
Ella entre sueños se abraza a su cuello y murmura algo que no entiende.
Sube como puede las escaleras y la tumba en la cama para sacarle los zapatos y taparla.
-Amor abrázame-dice sin abrir los ojos-
Y a el le dan ganas de hacerlo, de echarse con ella y abrazarla toda la noche, y por un momento desearía que nada hubiera pasado, que siguiera siendo su mujer, que su familia siguiera unida y respirando amor, como antes.
Pero se va.
A la mañana siguiente Aitana se despierta confundida, con la ropa puesta y bien arropada en su cama. Va al vestidor y da vueltas pensando que ponerse. Lleva cinco años sin ir a trabajar y está nerviosa como si fuera el primer día.
Pasa por la ducha, se arregla, y mientras se hace su café habla con Lucia para comprobar que esta bien y descansando.
A las ocho y media está entrando al ascensor de las galerías. Se mira al espejo. Se ha puesto un vestido ajustado azul bebé, con escote en v y mangas muy cortitas, además de unos buenos tacones que le hacen sentirse más segura. Y su pelo natural liso.
Se pone gloss antes de que se abran las puertas y sale de camino a su despacho.
Pero lo que no se esperaba es a quien iba a ver al entrar a su despacho.
A Mateo, Chloe y a la que menos se esperaba, a Ester. Se lanza a abrazarla y casi se le saltan las lágrimas, las videollamadas han sido casi a diario, y como mucho cada dos meses se hacían una visita, pero la distancia seguía pesando.
Después abraza a sus niños y coge en brazos a Chloe que no la quiere soltar, dice que esta muy muy guapa.
-Chicos os tengo que llevar al cole o llegaréis tarde-oye decir a Luis desde la puerta.
-Jo quiero quedarme con yaya
-Que te parece si el viernes que un pajarito me ha dicho que tienes fiesta de cole vienes a trabajar con la yaya
-¡Si!-grita emocionada antes de saltar de sus brazos e ir corriendo con su abuelo ya conforme-
-Que vaya muy bien la vuelta mamá-le dice Mateo antes de irse también con su padre-
-Gracias cariño
Ambos salen al pasillo y Luis se acerca un momento.
-Todo lo que me pediste esta cumplido
-Gracias, también por traer a los niños
-Nada, venga poneos al día y a las nueve os quiero trabajando
-Bueno ya no me acordaba del Cepedita jefe
Le guiña un ojo a Ester y va a salir pero vuelve a entrar y saca algo de su bolsillo.
-Te lo debía-le dice dandole un cigarro-
-No hace falta
-¿Ves esa marca? Hasta ahí puedes fumar
-Rata
Sonríe y por fin sale.
Ester la mira expectante y ella niega.
-¿Y este buen rollo?
-No se, me he cansado de vivir enfadada, mi hijo se esta volviendo a acercar a mi, he vuelto a mi trabajo, igual ha llegado el momento de perdonar
-Al fin, y por lo que veo el también pone de su parte no
-Más que yo, es que no le dejo ni tocarme un pelo
-Por que
-Al principio me daba hasta rabia que se me acercara, pero es que no se tia, hablo con el y parece mi Luis sabes, mi marido, luego si me acuerdo de todo me vuelve a entrar la rabia, no se tia es muy dificil
-Sigues enamorada de el
-No es eso
-Si es, llevo cinco años diciéndotelo, si no fuera por que te enteraste de eso nunca os hubierais separado, y solo te falto que tu hijo se acabara yendo con el para llegar a odiarlo, y es normal, pero aun lo quieres
-A ver no le he dejado de querer ni creo que lo haga nunca, pero hasta ahí
-Llevas cinco años sin querer ni tener una cita, y mira que has tenido buenas propuestas
-No tengo ganas, que pereza
-Yo estaría más salida que el pico de una mesa
-Y te crees que yo no, pero es lo que hay
-Tirate a Luis
-Ala venga si, ni loca
-Bueno bueno, que os conozco
-Calla anda, vamos a empezar y en la hora del café ya hablaremos