Capítulo 10- Decisiones

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Entra al vestidor con la toalla anudada en el pecho. Busca un vestido de verano ligero, rojo con florecitas muy pequeñas. Se seca el pelo y se pone unas sandalias blancas.

Y mientras Luis lucha con las sabanas para tener fuerzas para despertarse.

-Si quieres ducharte tu toalla esta en el último cajón

-Voy

-Bajo a hacer algo de desayunar

El asiente y por fin es capaz de ir a la ducha. El baño está lleno de vapor y huele a su champú. No sabía lo que echaba de menos ese olor en el baño hasta hoy.

Desayunan en silencio, como si les diera vergüenza mirarse por unos pocos picos.

En el coche más de lo mismo y en la sala de espera por fin ella le mira.

Y su respuesta es cogerle la mano y sonreírle.

-¿Entro contigo?

-Si

Y tal y como le dice entra.

No le suelta la mano, ni la pierde de vista.

-A ver estos resultados, bien, en principio parecen ser solamente quistes, benignos, pero igualmente deberíamos quitarlos y los analizaremos por si acaso

-¿Cuando sería la operación?

-Cuando queráis, la podemos hacer aquí o le paso a la lista de espera de la pública que tampoco tardarán

-Mejor aquí, así estarás más comoda sola en la habitación y yo también-dice Luis mirándola a ella-

-Luis es muy caro

-No importa

-Vale pues el lunes ya podemos-confirma el doctor-

-Genial, me llamas para concretar hora y todo

-Bien, tener un buen día, y tranquila Aitana, no es una intervención complicada

Ella asiente y salen de la sala.

-Menos mal

-Luis no hace falta que pagues esto, lo puedo pagar yo

-No no, lo pago yo

-Se lo tendré que contar a Ester y a Alicia, se turnarán para estar conmigo, mis padres ya son mayores para dormir en el hospital

-De eso nada, no me pienso mover de tu lado

-Luis

-Soy tu marido

-Ex marido

-Bueno

-¿Como?

-Nada nada, vamos a casa que Mateo estará nervioso


Por la noche ya ha hablado con Alicia, Ester y Lucia. Se enfadan un poco por no haber dicho nada antes pero bueno. Será una operación no muy complicada y en principio ya esta, esperan.

Y cuando se han ido todos y Mateo espera a su padre en el coche Aitana lo para antes de salir de casa.

-¿A que te referías con ese bueno?

-Nada déjalo, mañana nos vemos

-De eso nada-dice poniendose delante de la puerta-

-Nunca llegué a entregarle los papeles a mi abogado

-¿Que?

-Que seguimos casados

Ella no sabe ni que decir y no sabe si se esta enfadando o no.

-Bueno que me espera Mateo hasta mañana-le dice para irse rápido-

Y ella cierra la puerta y se queda apoyada recapacitando la información.

Pero en vez de enfadarse le sale una sonrisa en la cara y se va a dormir.



-¿De que hablabas con mamá?

-De que seguimos casados

Mateo lo mira flipando y el se pone a preparar la cena.

-A ver a ver, como dices

-Que no entregué los papeles del divorcio, no quería separarme de tu madre

-Pero papá si llevas cinco años que no la puedes ni ver

-Hijo me porté muy mal

-Y mamá

-A ver como querías que reaccionara tu madre a que su marido en Estados Unidos estaba casado con otra y se le planta la mujer en la puerta de su casa con un hijo que dice que es mío 

-Bueno no lo sabías

-A ver hijo si lo sabía, pensaba que era la coña de Las Vegas pero en verdad sigue siendo legal, aunque solo sea en algunos estados

-Es que como no se lo contaste, ya cuando llegaste y hablabais de estos años

-No se, como iba todo bien no me atrevía, y cuando iba mal menos, encima a esa mujer la veía tu hermana por el barrio cuando íbamos a Los Ángeles

-En verdad es normal que se le fuera un poco de las manos el enfado, y más si te justificabas

-Bueno cuando se esta mal lo mejor es coger distancia, pero ya nos cogimos mas asco cuando lo tuyo y los porros con 12 años y te defendí porque se que le jode mucho ese tema

-Bueno y yo no ayudé viniéndome a vivir contigo y hablando tan poco con ella

-Creo que los dos tenemos que pedirle perdón

-Yo ya lo hice, el otro día, casi no hablamos, le dije perdón y me dijo que no dijera más y me abrazó hasta que me dormí

-Supongo que una madre no necesita más

-Me da pena que este sola en casa

-Ya, puedes ir cuando quieras a dormir allí, vas a hacer en nada 16, bueno, y que no estamos divorciados que con tal de que a los dos nos parezca bien

-¿Se ha enfadado?

-Me he ido rapidísimo



Y mientras Aitana habla con su hija por teléfono tirada en la cama.

-¿Como que seguís casados?

-Tu padre no entregó los papeles

-Me volvéis loca, y ahora que, de que sirve estar casados si no tenéis nada

-No se

-¿Te has enfadado?

-No, no me quedan fuerzas para enfadarme

-¿Habeís hablado de lo que pasó?

-Tampoco hay nada que hablar, los dos lo tenemos muy claro

-¿Lo has perdonado?

-Lo intento, pero en el fondo aun queda algo

-Normal, pero me alegro que ahora os llevéis bien, y más de que Mateo te haya pedido perdón y volváis poco a poco a tener la relación que teníais

-Y yo, no me lo creo

- Mami mañana hablamos, que Chloe me llama para que le de el besito de buenas noches que le estaba leyendo el cuento Nico

-Dale uno de mi parte, te quiero cariño

-Yo más mamá


Cuelga y deja el móvil en la mesilla.

Lo feliz que eres cuando son pequeños, cuando solo necesitan un besito para dormir felices y un curita sana en la pupa cuando se caen. En la adolescencia a ratos sientes que te odian, se creen que no te necesitan tanto, y después se hacen mayores y se dan cuenta de que unos padres son la base de tu vida. Y tu entonces te das cuenta de que lo has hecho bien.


TormentaWhere stories live. Discover now