Capítulo 5- Condiciones

389 15 2
                                    


-Buenos días papá

-Buenos días hijo, ¿que haces despierto tan pronto?

-He quedado con mis amigos en el centro

-Vale

-Te vi anoche, antes de irme a dormir

-Que viste que

-Pues a ti con los álbumes, y uno era de vuestra luna de miel y el otro de mis primeros dos añitos

-Estaba viendo el tuyo

-Ahora me entero que de bebe fui a las maldivas

-Bueno y que tiene de malo

-Que se que sigues pensando que mamá no ha superado nada y que si no vuelve a tus pies es por que nunca te perdonó, pero tu tampoco has superado nada, llevo años oyéndote hablar de mamá a la mínima, y de que tu no querías divorciarte, si la ves y te derrites

-A ver ella no me ha perdonado y yo a ella tampoco, pero no quiere ni verme

-¿Crees que debería hablar con ella? De lo que pasó, creo que necesita contarme su versión, y creo que yo ya la he perdonado, y espero que ella a mi

-Que radical eres

-Es mi madre, y cada vez la echo más de menos, a mi no me hizo nada

-Si me parece muy bien pero no se

-Bueno me voy

-Pasatelo bien


Acaba su café y sale disparado a su despacho, donde en nada llegará Aitana.


Cuando le avisan de que esta abajo prepara dos cafés, el suyo con leche y el de Aitana con leche y mucha espuma además de un chorrito de leche condensada.

Y sin llamar ni nada se abre la puerta y ve a Aitana. Seria, con el pelo en una coleta y el flequillo suelto, un maquillaje más marcado que de normal, pintalabios nude y una falda de tubo rosa, a juego con los tacones y la americana y bajo ella una blusa escotada blanca. 

-Hola

-Pasa pasa, siéntate en el sofá si quieres

-Es una reunión, prefiero en la mesa

-Vale, te he hecho un café 

-Gracias

Le da un sorbo y sonríe inconscientemente, pero en seguida lo disimula y saca un cigarro de su bolso.

-Va a sonar la alarma

-No digas tonterías, y dime ya que quieres

-Nos han propuesto hacer una colaboración con una marca muy importante italiana, y me gustaría que fueras tu la diseñadora, junto al de ellos

-En que se diferencia de otras que hemos hecho

-Que se venderán internacionalmente y el vendrá a diseñarlos aquí contigo 

-Osea que tendría que volver a las galerías 

-Tu despacho esta intacto, y te subiría el sueldo

-Trabajo desde casa para que no haya problemas entre nosotros en el trabajo 

-Por mi parte no los habrá

-Muy bien pero quiero negociar mis condiciones

-Dime

-Quiero que contrates como mi ayudante permanentemente a Ester, con un sueldo el doble que el que tenía como modista y un sitio en mi despacho, mi sueldo me parece bien, y trataré lo que sea contigo a través de Ester o de tu ayudante, y quiero una maquina de café como la tuya que la del pasillo es una mierda

-Ester no vive en Madrid

-Se fue porque estabas inaguantable y les bajaste el sueldo y consiguió un trabajo mejor, pero sabes que su sitio esta aquí, Alex puede trabajar en cualquier ciudad donde esté su empresa

-La llamaré pero si no acepta

-Pues ya veremos

-¿Entonces firmas?

-Firmo


Lo hace y mira a Luis fijamente.


-¿Por que haces esto? Tienes dos codiseñadores más

-Pero no son los mejores

-¿Y yo si?

-Siempre aposte por ti y lo seguiré haciendo

-Bien, gracias supongo, ¿me puedo ir?

-Espera, ¿podemos hablar un día con los niños? Creo que ahora que Mateo quiere volver a acercarse a ti no iría mal hablar de lo que pasó con ellos

-Si no podemos ni ponernos de acuerdo en que pasó como se lo quieres decir a los niños

-Bueno lo que yo hice mal y lo que hiciste tu

-Me pones mala, no vas a aceptar en tu puta vida el daño que me hiciste mintiéndome así, a mi y a Lucia

-Joder Aitana era pasado no estaba contigo

-Luis no, para, poco loca me volví para haberme ocultado eso

-¿Tu aun me quieres?

-Vete a la mierda-dice levantándose de la silla-

-Yo si

-Tu solo te quieres a ti mismo

-Piensa lo que quieras, pero siempre te voy a querer, ¿y me vas a decir que ayer no sentiste nada al ver las fotos?¿o al verme después de 5 años?

-No se que cojones haces sacando esto ahora

-Bueno esta noche voy a tu casa y hablamos para aclarar las cosas, no quiero estar enfadados toda la vida, y así hablaremos con los niños

-Como vengas enciendo los aspersores

-Me da igual

Se va a ir pero antes de cerrar la puerta se queda quieta y lo mira otra vez. Va a decir algo pero al final se da la vuelta y se va.


Cierra y el sonríe. Tampoco la soporta. Ninguno de los dos supera nada, ni se desenfada, por que el uno culpa al otrp del fin de su matrimonio, el a ella por poner un limite en algo que el no ve grave porque aunque no se lo contara fue antes de volver, por muy importante que fuera, y ella a el por eso mismo. Y la verdad es que los dos se rindieron pronto, echándose la culpa mutuamente y dejando que la rabia inundara sus vidas durante cinco años, con una hija perjudicada igualmente por la mentira de su padre, pero ya adulta, y un niño en medio que acabó sintiéndose en el lugar de posicionarse y así hacer que no se tuvieran ni que ver, y lo peor, por propia voluntad dejó sola a su madre, encerrado en su mundo de adolescente, y aprovechando el pasotismo de su padre y la sobreprotección que usó su madre como refugio.

Pero en algún momento la vida te acaba obligando a perdonar, a hablar las cosas y no vivir en el rencor, siempre y cuando haya un arrepentimiento, un amor, un perdón sincero. Y parece que a Luis por mucho que se engrandezca puteandola esas fotos le han abierto algo dentro, porque sean pareja o no, son una familia, y es muy triste que sean abuelos y no puedan ni verse. Al final perdonar solo te hace sentirte mejor, aunque nunca olvides.


OS LEO.

TormentaWhere stories live. Discover now